13
JUNTOS
CORRÍ CON JARED A MI LADO HASTA LA RESERVA. Cuando te parabas a examinar pequeños detalles como el viento deslizarse sobre el pelaje y chocar con mi rostro, la nueva experiencia de tener otro cuerpo que es imposible en el lado de la ciencia te dabas cuenta de lo maravilloso que podía ser. Pero en parte molesto por tener que compartir pensamientos y es algo a lo que no acostumbro.
- « Como lo siento, morocha » - Escuché a Jared que por mi molestia había podido ver los recuerdos de la discusión
- « Tenías razón, solo que estaba demasiado cegada y tarde dieciocho años para darme cuenta » - Negué saltando cada obstáculo que se cruzaba
- « No sé cómo no me di cuenta antes - Mostró sus recuerdos - Son idénticos, ataques de ira, coquetos hasta en la sangre, amantes de las fiestas » - Aún con los ojos cristalizados en forma lobuna, sentí mis ojos humedecerse
Viví en una mentira, pero sentía un sentimiento cálido en mi pecho al pensar en que Paul y yo nos parecíamos, es decir, ¡Es mi hermano! Lo tuve a mi lado estos últimos meses y no me había dado cuenta.
Bajamos la velocidad cuando llegamos justo delante de la casa de Jared, allí estaba Embry con una muda de ropa y me acerque a torpemente agarrarla con el hocico, obviamente el castaño empezó a reirse pero lo ignore para ir detrás del árbol. Cuando me transforme, ya no sentí tanto dolor, me cambié procesando lo que haría o diría.
- Tenemos que empezar a comprar ropa para que dejes escondida en el bosque como nosotros - Habló Embry rascándose la nuca con una sonrisita
- ¿Tienen shorts y ropa interior escondida en todo el bosque de Forks? - pregunte sin aguantar una sonrisa para verlo divertida
- Si, las remeras no las necesitamos - Jared se acercó con las manos en sus bolsillos - Pero tendremos que esconder shorts y ropa para ti, supongo que no hace falta remeras, solo tops deportivos porque el calor se te va a hacer insoportable
- Ya me di cuenta - Murmuré doblando un poco la remera para no tener tanto calor - ¿Has visto a Paul? - le pregunté a Embry que asintio
- Vi tus recuerdos, así que fui con Emily que me dió ropa y Sam dijo que Paul estaba en su casa - Señaló la cabaña que estaba a unos cien metros
- Gracias - Trate de darle una sonrisa pero no salió muy bien, él solo sonrió alejándose con Jared
- Tú puedes - me susurro mi amigo antes de marcharse
Estuve todo el camino hasta ese lugar pensando en que hacer, siendo solo Embry y Jared los que sabían, pero empecé a caminar a paso lento hasta donde vivía Paul, para tomarme mi tiempo.
Solo que con cada pensamiento las lágrimas volvían a salir.
¿Cómo le dices a alguien que tú vida es una farsa y descubres que es tú hermano? De cierta manera me parece divertido porque nos parecemos en casi todo, incluso Allison ya que ambos amabamos a la pelirroja. Cada pequeño detalle nos hacía más parecidos y me sentí desorientada por momentos.
Cuando llegue a la puerta, me detuve con mis suspiros temblorosos para tocar la puerta. Se sintieron segundos eternos, pero me quedé allí hasta que lo ví salir algo desaliñado. Me miró con una sonrisa ladina y amable pero se borró al verme con detenimiento, su entrecejo se frunció y se movió para dejarme pasar.
Pero yo solo tuve una descarga de coraje y me pecho se infló, solo me lanze a abrazarlo llorando escondida en el hueco de su cuello. Él rápidamente correspondió el abrazo y cerró la puerta dejándonos dentro de su hogar. Susurró bajas palabras para calmarme pero yo solo me lamentaba.
- ¿Qué pasó, morocha, por qué te disculpas? - Murmuró y me separé un poco para verlo con remordimiento, como si yo fuese la culpable de no saber que teníamos parentesco
- Ya sé porque tengo el gen lobuno - Mis manos sobre su pecho se apretaron en puños y el se aferró a mi cintura en un abrazo suave reconfortante - Ya sé porque te sueno familiar
Él se quedó callado y alcé la mirada con duda, pero no pude evitar cierto estupor al verlo con una sonrisa triste y lágrimas comenzando a surgir en sus ojos. Se acercó a besar mi frente quedando allí unos segundos, dejándome sin palabras.
- Ya lo sabías - Susurré con voz que casi pasaba desapercibida como un secreto inaudible, pero él me escuchó
- ¿Cómo querías que te dijera? - preguntó con una risa amarga - ¿Cómo le dices a alguien que le han mentido respecto a su sangre?
- Me viste como tú hermana mientras yo solo te veía como un amigo - Susurré sintiendo mi corazón doler - Me dejaste vivir esa mentira... ¿Por qué? - A este punto, de mi garganta solo salían palabras rasposas
- Porque eras feliz, podía ser una mentira pero estabas feliz - frunci las cejas, alzó sus manos para limpiar mis lágrimas con sus pulgares - Yo no puedo darte una vida de lujos como lo hizo el jefe Swan, nuestro papá huyó con una de sus muchas familias y mamá murió como una alcohólica ¿Qué podría darte yo?
- Yo no quiero nada de ti, no quiero una vida de cuentos - Negué siendo yo quien limpiaba ahora sus lágrimas - Pero me hubiera gustado tener la opción de que me digan la verdad, de poder elegir si estar contigo o con ellos, tener la opción de saber quién soy y tenerte en mi vida
Lo volví a abrazar con fuerza, devolvió el gesto apretujandome con sus músculos brazos y me sentí perdida respecto a los Swan, pero me sentí segura con Lahote. Era la primera cosa sincera que tenía en mi vida. Inclusive los Cullen me mintieron y se fueron, mis padres me mintieron y me privaron de mi sangre. Pero allí estaba, llegando de una manera u otra a Paul.
- ¿Cómo lo supiste? - pregunte sin romper el abrazo
- Papá vino - Murmuró aflojando su agarre - Necesitaba dinero y se lo di, pero sacó el tema sobre que había visto a René en Jacksonville y me dijo "hablamos, al parecer tú hermana vino donde el sheriff Swan un tiempo" quedé en blanco, él pensó que yo sabía que éramos... Hermanos
Nos separamos para sentarnos en el sofá, él me contó toda la discusión que tuvo con nuestro papá después de eso, evitó transformarse los siguientes días o tratar de no pensar en ello para que la manada no lo sepa, pero cuando me transforme tuvo que decírselo a Jared, y él estaba negado a que yo siga viviendo una mentira así que me dió un empujón para saber la verdad.
- ¿Allison sabe que eres un perro gigante? - pregunte haciéndolo reír un poco, pero nuestros rostros seguían un poco empapados en lágrimas. Él me tendió un pañuelo para que me secara el rostro y un vaso de agua
- Somos lobos - corrigió señalandome a mí también - Y si, lo descubrió hace menos de mes, un chico me hizo enojar con un comentario sobre ella y me transforme
- ¿Qué pasó? - cuestione tomando la bebida
- El chico era sobrino de Quil Aterea así que fue por parte un alivio de que sea parte de la reserva, pero él no tiene el gen mientras que Allison me vió junto a Marina, pero Jared estaba así que logró calmarme - Alzó una ceja con falsa diversión
- ¿Entonces a ellas puedo decirles? - sentí un peso bajar de mis hombros al pensar en que mis mejores amigas podrían saberlo
- Si, solo a ellas por ser nuestras improntas mientras que solo es seguro que la manada y el consejo sean tú círculo social - me miró seriamente, sentí un revoltijo en el estómago al pensar en Leah, luego preguntaría el significado de las improntas
- ¿No hay excepciones? - pregunte removiendome incómoda, él negó con firmeza
- Es un juramento para la manada, así estamos seguros - Asentí bajando la mirada - Aún así, necesitamos que estés dos semanas alejada de las personas
- ¿Por qué? - pregunte al instante, no podía ser prisionera de un espíritu lobuno en mi cuerpo, sería como Naruto
Oh, no. Se me escapó el lado fan de anime. Shu, shu, mejor me quedo del lado Marvel. Moví mi cabeza fugazmente para evitar pensar en mis tonterías y prestar atención a lo que Paul me explicaba.
- Eres mas propensa a enojarte y transformarte las primeras semanas, más aún sabiendo lo de... - se señaló para luego señalarme a mi con una sonrisa algo torpe, suspiré sin tener ganas de discutir
Me acomode a su lado para abrazarlo por la cintura mientras él me abrazaba por los hombros. Ahora no quería separarme de él, no después de estar toda mi corta vida sin saber que somos hijos del mismo papá, sin saber que ni siquiera era hija de Charlie. Lo que más me dolió, siendo que yo era más unida a Charlie que a René.
- No quiero volver a casa - Susurré bajito, él escuchó atento - No quiero alejarme de ti, no quiero saber nada de René, no quiero ir para discutir con Izzie para seguir gritándole a Charlie
- Puedes quedarte - Sugirió segundos después de que me expresé, lo mire al segundo con las cejas elevadas - No tienes que hacerlo si no quieres, yo...
- Está bien - Interrumpí notando como suspiraba notablemente aliviado - Sería más fácil hablar con Sam para saber cómo es esto - hice una mueca al nombrar a mi ¿Alfa? Él asintió sonriendo pero borró su expresión al segundo
- ¿Por qué te molestó Sam? Tendrías que sentirlo como una amenaza para transformarte, ¿Qué sucedió?
De solo pensar en que me transformé por odiar ver a la persona que lastimó a Leah, la chica que me ayudó como nadie, sentí repulsión, era obvio que iba a querer golpearlo, pero sentí peor, como si quisiera matarlo.
Pero que cuando me transforme él fue quien me ayudó, calmó y explicó. Su voz fue como una orden, algo que me calmaba, estaba obligada a escucharlo y tendría que molestarme, pero en cambio me sonó agradable la sensación de que pudiese relajar todo mi cuerpo con solo una palabra, como si ya no estuviera con la estabilidad emocional desordenada. Fue tan confuso.
- Leah Clearwater - admiti bajando la mirada - Ella me ayudó cuando los Cullen se fueron
- Debes estar bromeando - Me alejó viéndome con reproche - Primero sales con esas asquerosas sanguijuelas y luego con la chica que me discute solo por respirar
- ¿Sanguijuelas? - pregunte separandome un poco
- ¿A caso no sabes lo que son esos horribles chupasangre? Ni si quiera tendrías que haber estado cerca ¡Por los ancestros cuando nos enteramos Jared se transformó y ahí lo supo Marina! - me explicó empezando a temblar, lo tomé por los hombros tratando de calmarlo
- ¿Saben que son vampiros? - Susurré confusa, pero claro que lo sabían, Jared fue quien me ayudó a saberlo sin él enterarse de que las leyendas se las pedí por una razón
- ¿Lo sabías? - Se paró de un salto para temblar más, mi cuerpo reaccionó como si Paul fuese una amenaza y también comenzó a inquietarse, pero no quería eso, él solo estaba molesto
- Paul, cálmate, me estás alterando - Pedí llevando mis manos a mi cabeza, trataba de aplacar mi respiración
- ¡Sabías que estabas con unos malditos fríos! ¿Cómo quieres que me calme? - Ataques de ira. Un click en mi cabeza se activó, era obvio, ambos los sufríamos
- ¡Ellos no son tan malos! - defendí alejándome a la puerta al sentir el calor asfixiarme
- ¡Leona se alimentan de sangre! - me siguió quedando ambos fuera de su casa
No quería recordar a los Cullen, no quería enojarme, no me acostumbraba aún a la transformación, no podría volver a ver a Leah, no me sentía lista para volver a ver a Charlie, estaba reacia a volver a hablar con mi mamá. Fue mucha adrenalina en un día.
¿Cómo explicarle lo que siento?
Mi cuerpo se quebró al igual que el suyo, ambos nos transformamos al mismo tiempo y frente a mi pude ver a un enorme lobo gris que me gruñía enojado. Pero yo solo pude agachar la cabeza sollozando, e inconscientemente le mostré todo. Le compartí cada recuerdo, la razón por la que estuve con los Cullen, cuando me enteré de su naturaleza, como ellos me hacían sentir segura, para que me entienda porque salí con ellos.
Dejó de gruñirme.
Le mostré cuando me dejaron, cuando Leah estuvo conmigo y me hizo sentir esa chispa de que podía volver a ser yo misma, de como me alegraba saber que tenía a alguien verdadero en mi vida. Que tenía una amiga que estaba para ofrecerme su hombro o llorar conmigo.
Le mostré cuando Allison y Marina me apoyaron desde el comienzo, me abrieron las puertas de su casa, como ellas se alegraban de todo y estaban también para mi. Le regalé los recuerdos donde estaba con Jared desde pequeña y más. Todo para que me entienda.
Le brindé las memorias dónde mostraba lo sola que me sentí a pesar de estar rodeada de personas. La discusión con Charlie y la charla con Jared. Hasta el punto donde llegue a su casa y le mostré por último los sentimientos que tuve cuando pude abrazarlo.
Dejé de mostrarle mi memoria para alzar la mirada cuando sentí un movimiento, Paul se había relajado y me empujaba con el hocico arrepentido. Nos movimos al bosque y se recostó a mi lado mientras se disculpaba. Pero podía entenderlo ¿Cómo no enojarte si te enteras que tú hermana y amiga sale con vampiros siendo conciente de lo que son?
- « Perdón, sigo aprendiendo a controlarme » - se disculpó tapando sus orejas con sus patas arrepentido, no pude evitar reírme por eso
- « No, importa, gracias por no dejarme, perdón por hacerte enojar » - No quería una discusión, mucho menos ahora que podíamos arrancarnos la cabeza si discutíamos
- « Siempre estaré para ti » - alzó una de sus patas moviendola tiernamente, la forma lobuna debería intimidar pero a mi parecer éramos cachorros gigantes
- « Pareces un perro » - me burle pero quedé fascinada con su pelaje, su lobo era majestuoso de un gris oscuro pero con manchas aún más oscuras recorriendo su espalda hasta su hocico
- « El tuyo no está mal, claro que el mío es mejor » - Me mostró como se veía mi lobo
Alce las orejas con sorpresa e incline mi cabeza para ver mi lobo, era de un color rojizo fuerte, tenía manchas marrones cobrizas en el cuerpo como las de Paul pero más notorias y en mi color. Me gustaba, se veía fuerte.
- « Eres la única con ese color - contó riéndose de como me veía, sus pensamientos delataban que pensaba que me veía como un cachorro tierno - Ya viste el lobo negro de Sam y el marrón de Jared, el de Embry es también gris, pero gris claro » - Lo empuje juguetonamente
- « Tú eres la copia barata de Embry » - lo moleste bajando mi mal humor de momentos atrás, él también ya se había relajado notoriamente y hasta se rió
- « ¡Él es mi copia barata, se transformó después! » - fingió enojo saltando a empujarme, me rei empezando a pelear con el en broma
Me sentía un poco perdida con como manejar las cuatro patas, pero con las luchas de Paul aprendí a orientarme, me mordía jugando pero despacio mientras yo trataba de quitarlo por las cosquillas de sus colmillos. Su lobo era casi del mismo tamaño que el mío, pero yo era un poco mas pequeña, según él cree que es por el sexo femenino de mi lobo. Aún así, era poco probable que se note la diferencia.
- « ¿Nunca has dormido en tú forma de lobo » - pregunte al verlo recostado cómo un perro
- « No, pero podemos dormir en el bosque, Jared dice que es cómodo - admitió acomodándose a mi lado, yo me acosté - ¿Quieres pasar tú primera noche como loba durmiendo en esa forma? » - se burló
- « Estaría bien, es una anécdota para contar » - él se rió pero no se negó, era extraño pero cómodo estar de esa manera
Sin darme cuenta, si nos dormimos en forma de lobos en el bosque de la reserva.
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