DOS CORAZONES ROTOS

ME FROTÉ LOS OJOS CON MIS MANOS HECHAS PUÑO. Me dolía la cabeza como si fuese Thor después de ir a tomar unas cuantas cervezas asgardianad o como Tony después de una fiesta loca a la que haya asistido. Maldito whisky.

- Buenas tardes, extraña conocida - Saludó Paul moviendo una silla para que me sentase

Acababa de bajar al comedor del hotel donde nos quedamos, no sé cómo, ni cuándo o por qué, pero la fiesta se salió de nuestras manos y terminamos un poco más yendo casi a donde vivía mi madre. Básicamente a más de cuatro horas de viaje desde Forks.

- Buenos días, extraño conocido - Bosteze tomando una taza con té que había en mi lugar - ¿Dónde está el resto? - Puse una mano en mi frente, la cabeza me dolía horriblemente, no recordaba casi nada, sentía que iba a desfallecer en cualquier momento

- Allison sigue dormida - sonrió al pensar en mi pelirroja amiga - Marina creo que está hablando por teléfono con su madre para avisarle de nuestro inconveniente, y Jared debe estar por ahí buscando comida

- Diablos - Susurre tapándome el rostro, hacía tiempo, más de unos meses, en los cuales no salía a una fiesta tan loca como la de anoche - ¿Qué es eso?

- Helado ¿Quieres? - Me tendió su vaso y asenti antes de probar un poco de la delicia de chocolate, el sabor frío ma calmó la garganta de gran manera

- Que rico - Balbuce escuchando su risa - ¿Qué pasó anoche?

- Te trajimos con Allison, ambas estaban demasiado ebrias - Respondió tendiendome unas galletas - Pero nada fuera de lo común, rieron, bailaron, tomaron... Demasiado - Rió por lo último - Y creo que se besaron

- ¿Quiénes? - Pregunté asustada

- Tú y Allison - Suspiré viendo la taza, siempre me di pequeños besos con la pelirroja, pero nada fuera de lo extravagante, y no desde que estoy con los Cullen

Los Cullen.

Abrí los ojos recordando que debía de hablar con ellos, luego de lo de la fiesta desastrosa de Bella, no hable con ninguno además de Edward y luego me vine hasta aquí para la fiesta con el cuarteto de parejas. Revise torpemente en mis bolsillos hasta tomar mi celular.

Cuatro mensajes de "Abuelo mostacho"

Una llamada perdida de "Abuelo mostacho"

Once mensajes de "Izzie"

Cuatro llamadas perdidas de "Izzie"

Un mensaje de voz de "Barbie Hale"

Un mensaje de "Mi hombre mono"

Dos mensajes de "Doctor apuesto"

Un mensaje de voz de "Suggar Esme mommy"

Suspiré entrando al chat de papá, donde sólo había mensajes preguntando donde estaba, hasta que en el último me decía que Jared ya le había mandado la ubicación y que volviese antes de que sea de noche nuevamente.

- ¿Chica rebelde? - Se burló Paul riendo - Deberías pedir permiso para salir

- No es eso - Me reí un poco me hice una mueca por el dolor de cabeza - Mi papá sabe de esto y tiene confianza en Jared, el tema es mi hermana y mis... - Murmuré el final sin saber como explicarme -... Parejas

- ¿Parejas? - Exclamó sorprendido antes de largar una carcajada

- Ríete más despacio - Pedí viendo que fue un ruido demasiado alto para mi dolor de cabeza

- Lo siento - Se disculpó riendo más bajo - Pero ¿Qué? ¿Cuantas tienes? ¿Tres o cuatro?

- Oh callate, Allison ya me dijo que tú eras igual, mujeriego - Me defendí y levantó las manos en son de paz y algo ofendido

- Yo cambié - Se señaló indignado, por favor, es raro que una persona adicta al placer cambie

- Ya - Me burle volviendo la vista al celular

Seguí bajando las notificaciones, la mayoría eran de la mañana o de hace unas dos horas, pero no era mi culpa tener el sueño pesado, si me levanté casi a las siete de la tarde no me quería imaginar a que hora se despertaria Allison. Entre al chat de Izzie, borre mi pequeña sonrisa apoyándome contra la silla para leer bien los mensajes.

Los Cullen no fueron a la escuela.

¿Dónde estás?

Ellos no contestan mis mensajes

¡Leo!

Seguí viendo los mensajes, estaba bastante sorprendida de no ver nada más que a mi hermanita estresada porque los Cullen no le contestasen los mensajes. Suspiré levantándome para ir hasta la habitación. Caminé hasta ir al balcón donde apreté el botón de los mensajes de voz que tenía.

- Hola mi amor - Se escuchó a Rosalie antes de que suspirara, frunci el ceño ante su tono de voz - Yo... Quería ir a verte pero Edward dijo que te fuiste con Jared a una fiesta, espero la hayas pasado bien

Sentí un dolor en mi pecho y un nudo en mi garganta, me gire para ver a Allison que se empezó a remover entre las sábanas para volver la vista al frente así poder terminar de escuchar. Hubo un pequeño silencio hasta que Rosalie volvió a hablar.

- Quería hacerlo en persona pero no se pudo, así que lo lamento Leo, en serio lo siento

El mensaje se cortó y mi respiración se volvió errática, volví a ver el teléfono con mis manos temblorosas. Poco recordaba de lo que sucedió con Izzie, podía recordar lo que sucedió con Jasper, llegar a casa, hablar con Edward y luego todo se volvió borroso. Pero no estaba enojada por lo que sucedió, Jazz tenía un instinto animal que siguió, no fue su culpa a pesar de que me provocó miedo en el momento. Entre al chat de Emmett.

Lo siento.

Sólo eso decía, nada más, ni nada menos, sólo una disculpa que me ponía los nervios de punta, no tenía mensajes de Jasper, ninguna señal de él, me pase la mano por el cabello para después ir a los mensajes de Carlisle.

Quería que las cosas fueran diferentes, pero si así fueran, sería injusto para ti, para Bella y para Edward.

Espero nos entiendas cariño.

No entendía demasiado, sentía que mi cabeza iba a explotar y estaba con los nervios a flor de piel, tenía ganas de llorar pero no había razón, no quería pensar en que Jasper creyera que fue su culpa, o en que el resto pensase lo mismo.

- Espero no me odies - Oí la suave voz de Esme - Te quiero Leona, espero lo tengas presente. Edward es quien más se sintió peor y es mi hijo, debo actuar para pensar en él pero también en ti. Perdí muchas cosas en mi vida humana, cosas que anhelo, sufrí demasiadas cosas que no le deseo a nadie. Por eso mismo hago esto, lo hago por ti.

Sentía que la gravedad estaba abandonando mi cuerpo, mis ojos estaban cristalizados y entre al último mensaje de Edward, un mensaje de voz.

- ¿Sabes que es lo que mas odio de ti? Que te adoro, que te convertiste en mi mejor amiga, que fuiste la persona que más me entendió, aveces me siento un libro abierto cuando estoy contigo. Por eso hago esto, porque pienso en darte a ti y Bella esa oportunidad de vivir, cumplir mi promesa de cuidarla. Te odio tanto que te agarré cariño, y quiero que sepas Leo... Que eres mi persona. Por eso nos iremos de Forks, mi familia y yo nos iremos lejos para no lastimarla o que algo pase como en el cumpleaños de Bella, nos iremos para dejarlas tener una vida sin ninguna interferencia de nuestra parte. Adiós Leo.

El teléfono resbaló de mis manos, cayendo al suelo y pude oír a Allison decir algo pero nada más que un sonido lejano, intente decir o hacer algo pero no encontraba mi voz, no podía creer lo que había oído.

No pueden dejarme. Me agache a tomar mi celular torpemente para entrar al chat de Alice, no podían hacerme eso, si era una broma, era una de muy mal gusto.

- Escucha Alice, si es una broma no me estoy riendo - Murmuré con la voz temblorosa - no pueden irse, no pueden llegar a mi vida, hacer una cicatriz enorme, dejar una marca con sus nombres escritos en ella y luego irse, dejarme sola, no después de todo lo que pasó - Se me quebró la voz - Siempre dije que no lloraría a menos que sea por la muerte de Tony, pero escuchame Ali... Aquí me tienes, estoy llorando por ustedes, así que por favor, no me hagan esto... No me lastimen

Baje la mano sintiendo la fuerza abandonarme, Allison apareció frente a mi con rostro preocupado pero yo sólo pude empezar a respirar temblorosamente, estaba enojada, respiraba con fuerza, no podían venir a pintarme el mundo de rosa para luego tirarlo abajo, apreté mis puños, no podían enamorarme cuando yo no sabía lo que era el amor, mordí mi labio inferior con fuerza, no podían hacerme... Amarlos y luego dejarme.

- ¿Leo?

Ahogue un grito en mi garganta sintiendola arder y me moví a un lado de Allison para golpear la pared, necesitaba descargarme, así que lo hice, golpeé la pared una, dos, tres, siete, diez, doce, catorce veces. Gritando hasta querer desparacer, no podían hacerme eso ¡No podían!

- ¡Leona! - Sentí dos brazos rodearme y agarrarme sobre mis hombros, sin dejarme mover - ¡Soy Jared, Leo! ¡Reacciona! - Intente soltarme, no quería que me toquen, no quería estar cerca de nadie, quería descargarme

- Leona soy Paul - tomó mis mejillas aún que a duras penas podía verlo - Escuchame sé lo que sientes, estas enojada, sientes que te ahogas, que por más que llores o grites hay un vacío en tú garganta, por más que golpees algo o a alguien no se va a ir - Frene viendo al castaño frente a mi - Me pasa igual

No aguante más.

Largue un sollozo lastimero, que podía darle pena a cualquiera, y Jared me soltó lentamente dejando que sea Lahote quien me abrace, tenía su cuerpo a una temperatura demasiado elevada, igual que la de Jared, pero la suya me transmitía confianza así que lo dejé abrazarme. Llorando mientras lo abrazaba con fuerza.

Ellos se fueron.

Iba abrazada a Marina, ella se mantenía conmigo todo el tiempo, pero mi mirada estaba perdida en algún punto, pensando en la horrible sensación que estaba en mi pecho, no sabía por qué se sentía así, por qué me dolía, no debería dolerme, no debería estar así. Pero no podía evitarlo.

Tenía un corazón roto.

Las heridas se suponen que deberían sanar, pero yo tenía la sensación de que a mi pobre corazón le habían disparado. Una bala por cada uno de ellos. Era como si ellos tuvieran el arma, apuntando todo el tiempo a mi corazón, pero sólo era cuestión de tiempo para que le dispararan, para que lo dejaran desangrarse, para que lo rompieran.

- ¿Por qué no me lo dijo? - Escuche el susurro dolido de Jared

- Ella tenía miedo, a ti nunca te agradaron los Cullen - Oí la voz de Allison

- Y tenemos razones - Se unió Paul

Yo me aferre a Marina antes de sentir como la camioneta frenaba. Tenía mis ojos hinchados enormemente, la nariz rojiza, los labios secos, mi rostro empapado en lagrimas, estaba hecha un desastre. No había parado de llorar.

- Vamos morocha, no me gusta verte así - Jared abrió la puerta para tomarme al estilo nupcial, era como si yo fuera una muñeca de trapo que se pasaban entre ellos, no tenía ganas de nada

- ¡Jared! - Oí la voz de mi padre, pero sólo veía mis nudillos vendados, estaban lastimados por los golpes que había dado

- Ella esta bien, ¿Por qué hay tantas personas? - Preguntó tomándome mejor

- Bella desapareció - Me giré a mi papá por primera vez para ver su rostro preocupado - Los Cullen igual... ¿Tú...? - Se giró a mi

- Lo supo en el hotel - Contestó Marina - Ella esta...

-... ¿Abandonada como perro callejero? Si - Me metí oyendo sus suspiros, me baje con esfuerzo de Jared pero se mantuvo tomándome de la cintura para caminar - Los Cullen se fueron

- Oh, Leo, lo siento tanto - Mi padre me abrazó con fuerza y suspiré temblorosamente, no quería volver a llorar

- ¡Charlie!

Nos separamos para ver a la entrada del bosque, justamente donde señalaba Jacob, por ahí venía un chico de la Push, Sam Uley, mire a mi papá, separándome para que el vaya corriendo hasta donde estaba el castaño. Pude ver el rostro de mi hermana más palido de lo normal, y ella estaba igual que yo.

Con un corazón roto.

- Podemos quedarnos si quieres - Sugirió Allison tomando mi mano

- Voy a ver a Bella - Negué antes de caminar hasta donde estaba mi papá con mi hermana en brazos

Caminé un poco apresurada pero sin fuerza, hasta ir a abrirle la puerta así entrar con Bella, subimos las escaleras hasta su cuarto donde la dejó sobre su cama.

- Ellos se fueron - Mi hermana de giró a mi, mire a papá asintiendo para que nos dejase solas. Esperamos unos segundos hasta que papá se fue y nos miramos - Edward me dejó... ¿Ellos..?

Asenti tratando de no llorar pero Bella si lo hizo. Caminé hasta acostarme a su lado y abrazarla, al menos así estaría ocupada, calmando el dolor de Bella para ocultar el mío.