La noche cayó en la guarida de los Grindelwald, los familiares estaban dormidos, a excepción de Mayssande quien pensaba en un plan para salvar a la cría que cargaba en su vientre. De alguna u otra manera la argelina estaba consiente de Gellert iba a conseguir el control de la Buscadora, por ello tenía el tiempo contado.

Entre nervios y ansiedad, sin pensarlo, Mayssande colocó sus manos por encima de su vientre dejando unos centímetros de distancia. Su mente la llevó a recordar a Theseus Scamander y con esto, empezó a pronunciar su hechizo hacia su futuro hijo. Dejó en claro que una vez que su cría viera los verdaderos ojos de su padre, tomaría su verdadera apariencia.

Mayssande abrió los ojos una vez que escuchó pasos aproximarse en su dirección, para su suerte ya había acabado. Se acostó en su cama y así fingir estar dormida; a pesar de identificar de quién provenían aquellos pasos, decidió seguir actuando.

-Mayssande, sigues despierta?- pregunta Ethan con susurros. Llegó con la intención de hablar con ella para hacerla entender el porqué de sus acciones, ademas de buscar su perdón.

Al esperar un par de segundos más, suspiró de tristeza -Solo venía a decirte que... que no me arrepiento de lo que hice en el pasado, solo deseo que hubiera sido lo mejor para todos- da comienzo -Mi plan jamás fue el lastimarte; yo te amo, Mayssande, nunca quise que las cosas sucedieran de esta manera. Intenté de convencerlo para que no te hiciera daño, pero está muy decidido. Espero algún día logres perdonarme.

Lamentablemente, el discurso de Ethan ya no hacía efecto en la argelina. El rubio había cruzado la raya al traicionarla y lastimar a Theseus. Ethan fue la razón por la cual Mayssande no pudo estar con su familia. Por esta razón, Mayssande jamás perdonará a Ethan.

El ex-Auror caminaba lejos de la celda de Mayssande cuando descubrió que Gellert se encontraba despierto. Este lo mira despierto -Qué haces despierto a estas horas?- cuestiona Gellert

Ethan buscaba una excusa -Pensé que dormías.

-Y yo esperaba que tu también lo estuvieras- contradice con una mirada que escondía bastante -Como sea, ya estaba a punto de poner en marcha mi plan- señala a Mayssande.

El rubio traga saliva -Qué le vas a hacer?

Gellert mira a Mayssande con detenimiento -Me aseguraré de que esté de nuestro lado para que me pueda ayudar en mi búsqueda por las Reliquias de la Muerte. Como mencioné anteriormente, su forma animaga de Demiguise es de utilidad.

-Acaso vas a modificar sus recuerdos?- interroga con el ceño fruncido.

-Quizá- se acerca aún más a la celda -Quizá no.

El chico empieza a temblar -No piensas en realizar el encantamiento Oblivious, cierto?- pregunta con temor.

-Tu amas a esta mujer, cierto?- interrumpe Gellert. Ethan asiente -Te estoy haciendo un favor, Ethan, una vez que acabe, la srta. Bensebaini estará no solamente bajo mi mando, sino el tuyo.

Todo lo que Ethan Grindelwald había deseado ahora estaba al alcance de las manos de Gellert. Mentiría si no se sintiera feliz, pero no era lo correcto y muy en el fondo lo sabía.

-Mantendrá su personalidad?- indaga el de Gryffindor.

Gellert coloca una mano sobre el hombro de Ethan acompañado de una sonrisa -Te aseguro que no sentirá ni un pellizco- y con ello procede a ingresar a la celda donde creían que la argelina estaba dormida.

Había llegado el momento, no hay marcha atrás, lo único que le quedó por hacer a Mayssande era aguantarse mientras Gellert conjuraba su hechizo.

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-Papá, puedo ir a mi cuarto?- preguntaba Enzo una vez que terminó su comida.

Theseus lo observa con ojos de ternura -Recoge tu plato y puedes retirarte de la mesa- ordena y su hijo obedece. Acompañado de sus suegros, observan como Enzo se va yendo.

-Siempre preguntó por ti- responde el sr. Bensebaini sacando de onda a Theseus.

-Ansiaba el momento para conocerte- apoya la sra. Bensebaini.

-También yo- confesa Theseus.

Los padres de Mayssande se miran mutuamente en forma de confirmar lo que dirían a continuación -Sabemos que es muy tarde, pero tienes que oír de nuestras disculpas de cómo te tratamos en el pasado- inicia la sra. Bensebaini.

El Auror los mira sin palabras -Tenías razón, Theseus. Debimos confiar más en Mayssande en cuanto a sus decisiones. Nosotros provocamos que se distanciara de nosotros y todo este tiempo te culpábamos a ti ante sus ideas.

-Te teníamos catalogado como una mala influencia para nuestra hija. Nuestra autoridad y ego nos consumió a tal punto de llegar a extremos con Mayssande y su relación. Nos disculpamos ante ti, Theseus- finaliza la sra. Bensebaini.

Este buscaba qué responder -Agradezco su perdón. El pasado ya es historia. Lo que es de más importancia es que estamos en una mejor relación. Les aseguro que Mayssande estaría muy feliz por lo que hicieron.

-Tú, junto con Enzo, son una motivación para nuestra hija. No la dejes ir- pide el sr. Bensebaini.

-Les hago una promesa, les traeré a su hija de regreso, confíen en mi- promete decidido.

-Solo tu eres en quien confiamos, Theseus- afirma la sra. Bensebaini.