✨forty-one✨
Mayssande y Enzo ven partir a los hermanos Scamander rumbo al Valle de Godric donde según Newt, Albus le había dicho que ahí fue donde conoció a Gellert Grindelwald. La bruja seguía muy frustrada al tener que quedarse fuera de la batalla y sin poder ayudar a sus seres queridos.
-Theseus tiene razón- insiste la sra. Scamander -mejor cuidas de Enzo.
-Ya extrañaba ver a su madre- apunta el padre de Theseus y Newt.
Enzo se aferra más a su mamá -confío en papi- afirma -él me prometió que te encontraría y aquí estas. Cumplirá su otra promesa.
La argelina muere de la ternura -tu padre es el mejor- comenta.
-Me puedes contar más de mi hermanito Elliott?- pide el pequeño -cómo es?- moría por curiosidad.
Se le escapa una sonrisa -es sólo un bebé- explica -es callado y obediente.
-Cuando papá regrese con mi hermano, lo puedo cargar?- pregunta emocionado.
-Por supuesto.
De repente, los ojos de la pelinegra se tornan azules indicando que está teniendo una visión: se trataba de que se encontraba en un callejón junto con Theseus y Gellert, con el último mencionado a punto de matar a Theseus. Mayssande regresa a la realidad con su respiración agitada.
-Qué ha pasado?- se preocupan todos.
-Mami, estás bien?- pregunta el niño.
Aún se encontraba procesando lo que acababa de ver -no me puedo quedar aquí- se levanta de la silla para caminar al cuarto de su hijo donde había dejado sus cosas.
Los demás la acompañan para seguirla observando -qué sucede?- vuelve a preguntar el sr. Scamander.
-Qué viste?- desea saber la sra. Scamander.
Mayssande no quería que su hijo escuchara lo que iba a decir -lo vi morir- revela -vi morir a su hijo- revela casi con la voz quebrada -tengo que ir a salvarlo.
-Pero si al instante que te alejes de Enzo, perderás tu memoria- recuerda la sra. Scamander.
-No pueden derrotar a Grindelwald sin mi ayuda- apunta Mayssande -me tengo que ir.
No es hasta que la voz de Enzo detiene por completo a la bruja -no te irás por mucho, cierto?- se preocupa.
Es así como se calma -mi dulce hijo- comienza -papá necesita mi ayuda, no puedo abandonarlo.
-Entiendo, mamá- comprende Enzo -no puedes quedarte más tiempo- dice decepcionado.
-Intentaré regresar lo más pronto posible, de acuerdo?- propone.
Enzo alza la mirada triste -quiero ver a mis padres juntos de nuevo.
-Y así será- Mayssande besa la mejilla de Enzo por un largo tiempo -traeré a tu padre de vuelta.
De esta manera, Mayssande se despide de su hijo y de sus suegros para salir de la casa. Una vez que se aleja de Enzo, hace una lucha interna para no perder la concentración e intentar quedarse como la verdadera Mayssande. Al principio le resulta fácil el poder controlar el maleficio a su voluntad, pero había segundos en los que no sabía lo que estaba haciendo.
Cuando llega al Valle de Godric, se encuentra con un par de duelos entre sus amigos y los aliados de Grindelwald. Se niega a ayudarlos pues no quería ser descubierta por nadie hasta encontrar a Theseus. El Auror se encontraba con nada más y nada menos que Ethan Grindelwald, uno pensaría que estarían haciendo un duelo, sin embargo, solo se encontraban intercambiando palabras que Mayssande no lograba distinguir y menos cuando justo en ese momento su mente juega con ella.
Ahora la argelina entraba en duda de por qué y cómo llegó al Valle de Godric, no sin antes percatarse de que ya no tenía la Piedra de la Resurrección en sus manos siendo este la única memoria que sabía al recordar que debía recuperar esa piedra. Para su suerte, logró observar que uno de los magos tenía esa piedra entre sus manos, por lo que no dudó en correr hasta el hechicero y quitárselo.
Theseus se gira de inmediato al sentir que le han quitado la piedra -Mayssande!! No!!- exclama preocupado y frustrado dejando a Ethan solo. El de Hufflepuff lanza un hechizo para detener a su amada sin lastimarla.
La bruja voltea a verlo confundida -no sé por qué haces esto pero sí sé una cosa- empieza a revelar lo poco que alcance a reconocer -tú me amas- suelta -y no me harás daño- revela con confianza siguiendo su camino alejándose de un Theseus que solo la observaba con tristeza al enterarse que no lo recuerda una vez más.
En ese momento, llegó Gellert Grindelwald a interponerse en el camino de Mayssande. Primero la desarma de su varita -debiste darle la piedra porque yo no te perseguiré- resalta dando a entender que había escuchado la previa conversación. La mano de Gellert se mueve en dirección a la de Mayssande para quitarle la Reliquia pero esta no se deja, moviendo su mano en dirección contraria -muy bien. Supongo que lo tomaré de las manos de un cadáver muerto.
Amenaza alzando su varita para apuntar directo a la frente de Mayssande sin contar conque Theseus Scamander se colocó justo a un lado de Geller imitando su acción de amenazarlo listo para usar su magia -estás dispuesto a morir por ello?- cuestiona decidido a lanzar un hechizo en caso de que Gellert lastime a su pareja.
El poderoso mago intenta sorprender al Auror pero este estaba más que preparado para enfrentar en un interesante duelo. Al principio, Gellert intentaba de todo para derrotar a Theseus quien estaba muy motivado con la reciente noticia que su hermano Newt le había dado de que Theseus Scamander ha sido el primer mago en matar a un Quimera y salir vivo de este pues el único mago que había matado a la bestia no logró salir vivo.
Mayssande pudo escapar en ese momento, no obstante, la Buscadora luchaba para recordar todas sus memorias y poder ayudar a su amado. No fue hasta que vio que Theseus corría peligro, replicando su visión que tuvo hace un par de horas, que sus recuerdos regresaron al instante. Lo tomó de la mano para jalarlo y evitar que la maldición no impactara en él, logrando entender todo.
Los magos se miran fijamente -lo siento, pero no hay otra manera- se limita a dar explicaciones distrayendo al hechicero.
Grindelwald aprovecha la interrupción para lanzar el maleficio Avada Kedavra directamente en la espalda de Theseus, con este muriendo justo enfrente de los ojos de Mayssande. La argelina suelta un enorme grito provocando sacar toda su ira.
-Bueno, que desafortunada situación- comenta Gellert mientras la de Gryffindor se tira al suelo junto a su pareja para revisar -ahora que no hay distracciones, me darás la piedra.
Al escuchar la voz del asesino de Theseus, la argelina aprieta uno de sus y con su otra mano logra que su varita llegue a ella -NO!- ruge de coraje y le lanza la maldición Cruciatus.
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