❀17
Narrador Omnisciente
Eros movía la pierna constantemente con nerviosismo. Se suponía Pansy debía regresar esa mañana, iban alrededor de las doce del día y Evans no había podido evitar no preocuparse.
Después de minutos que para el mayor de los Evans parecieron horas. La puerta de la habitación fue abierta, obligando a Eros a levantar la mirada y parar con su constante movimiento de pierna. La respiración de Eros se cortó en el momento que Pansy entro por la puerta siendo ayudada por Astoria y Daphne Greengrass, que parecían estar sosteniendo todo el peso de Pansy. Rápidamente, Eros se acercó hasta las chicas tomando a Pansy entre sus brazos y llevándola hasta su cama.
—Su madre la trajo así. Solo nos pidió que la lleváramos a su habitación. —hablo Astoria mirando a Eros, quien solo se dedicaba a observar a Pansy.
—¿Su madre menciono algo?
—Si...bueno, algo así, dijo que Perseus Parkinson estaría vigilando cada paso que Pansy diera para que no se le ocurriera abrir la boca. — soltó Daphne con preocupación.
—¿O que?
Las hermanas Greengrass se miraron por un momento, antes de que Eros enfocará todo su atención en ellas.
—Dijo que no debía hablar de más o el se encargaría de separla de ese asqueroso mestizo. —respondio Astoria algo apenada.
—Habla de mi. —dijo Eros, más que para el que para las chicas a su lado. —Yo cuidare de Pansy, no deben preocuparse por ella. Les avisaré cualquier cosa. Y gracias por traerla.
—Descuida. Ella es parte de nuestra familia, no dejaríamos que algo malo le sucediera, es por eso que nos lamentamos de no haberla acompañado cuando sus padres vinieron por ella.
—Esta bien chicas. Pansy estará bien. Yo la cuidare.
—De acuerdo. Vendremos a verla más tarde, ahora debemos ir con el profesor Snape. —Eros asintio ante lo dicho por Astoria. —Cuando regresemos traeremos un poco de comida para ambos, sabemos que no te separaras de ella hasta que no se recupere del todo. Nos vemos más tarde Evans.
—Gracias, de nuevo. —Eros regreso su mirada a Pansy luego de que ambas chicas desaparecieran por la puerta de la habitación solo dejándolos. Eros, era claro que lucia preocupado por la salud y apariencia de su novia, por lo que sin importar nada más camino hasta el baño tomando una valde con agua fría, para posteriormente tomar una de las toallas del baño y nuevamente acercarse hasta Pansy.
Colocó la toalla húmeda y mirar a su novia, esperando que la temperatura bajará. No era necesario preguntar acerca de que había sucedido. Eros se reprendia totalmente en ese momento, no se había preocupado por la salud de la chica recostada frente a el.
Había empezado a actuar del mismo modo que James había actuado con su madre después de que la engañara la primera vez.
No, el no podía ser como James. El era mejor que James.
El no dejaría a Pansy solo en ningún momento, mucho menos en uno de riesgo, no le importaba arriesgar su vida por ella. Y fue en ese momento en el que sus ojos se fijaron en el aspecto de su novia.
Pansy ya no veía el pasar de los días frente a ella después de que su padre la lastimara por solo decir una palabra inadecuada. Todos los días se veían exactamente igual, cómo algo que su mente estaba tratando de proteger. Aunque era todo lo contrario, apenas y podía dormir o incluso había veces en las que ni siquiera comía.
Eros se preocupo bastante al ver qué su novia estaba bajando de peso con rapidez, había notado aquello desde que la habia visto al regresar a Hogwarts pero habia fingido no saberlo, pues no quería lucir entrometido, pero ya no lo soportaba, ya no soportaba ver a Pansy de ese modo. Su rostro se encontraba pálido y marcado por profundas ojeras que no podía ocultar sin importar la cantidad de maquillaje que utilizara. Nada estaba funcionando porque
incluso en las horas de sueño no estaba
descansando.
Era casi un cadáver en vida.
Sus huesos en la clavícula se notaban exagerados, al igual que sus pómulos, sabía que aquello podría ser normal en una persona, porque su apariencia siempre fue así, pero Pansy no era de ese modo. El notaba cada detalle en su novia, el como le gustaba lucir cadenas alrededor de su cuello con su inicial o que solía ponerse diademas que combinarán con el uniforme de Slytherin cuando se encontraba feliz o emocionada por algo. Cómo sus mejillas se sonrojaban cuando decías algún comentario que para ella era extremadamente lindo, el como sonreía cuando el estaba cerca, o el hecho de que su mejillas se sonrojaban cuando llegaba a hablar con Leonor mientras se disculpaba por si alguna vez su padre la había hecho sentir mal.
Eros amaba cada parte que Pansy odiaba sobre ella.
Cada mujer era una obra de arte que iluminaba los ojos de quien la miraba. Pero para Eros, Pansy era la más importante en el museo de su vida.
Eros sostuvo las manos de Pansy entre las suyas, pero escuchó un quejido, eso le había dado una pequeña sonrisa en el rostro. Pansy había despertado, mirando a su alrededor, seguía débil pero Eros observó como Pansy suspiraba de alivió miéntras se detenía justo en el joven frente a el.
—Estas bien—sonrió mientras acariciaba su mejilla, para posteriormente colocar un cabello detrás de la oreja de Pansy—Estás conmigo. —beso su mano
—Eros... —Pansy levantó su mano hasta tocar la mejilla de Eros, quien no pudo evitar que su sonrisa creciera, retirando la mano de Pansy de su rostro para tomarla entre sus manos.
—Aquí estoy, tranquila.
Eros suspiró y miró a la castaña frente a el, mientras bebía poco a poco un vaso de agua que el Slytherin le había tendido.
Ambos se habían conocido en primer año. Pansy había entrado al colegio un año adelantado. Según la castaña había dicho, Perseus no quería que Pansy se encontrará con la hija de su hermano. Pero fue ese mismo año en el que el primer hijo de Lily Evans, la hija mayor de Pandora Black y la única hija de Eros Parkinson y Remus Lupin entrena a Hogwarts.
El conocerse se les hizo más fácil al estar ambos en ambas casas, sobretodo porque los primeros meses de entrar a Hogwarts, Pansy hablaba bastante con Leonor, no fue hasta que grados superiores habían lastimado a Pansy cuando había intentado defender a Leonor de aquellos bravucones. Fue esa su primera interacción, cuando Eros fue el primero en acercarse junto a los profesores, y que gracias a su madrina había podido conjurar el hechizo expulso ganándose un castigo por orden de los padres de aquellos chicos, por haberlos lastimado severamente, pero con la venganza de haber usado a los gemelos Weasley para una broma contra ellos que hizo que dos de ellos terminarán con ambos brazo roto y el tercer de ellos, que cayera de su escoba por haberla manipulado.
Algo que había ocurrido gracias a Pandora, que tampoco le parecía justo que hubieran castigado a su ahijado. Por lo que simplemente había hecho como que no había visto aquel accidente, aunque sabía que los profesores lo sabían, ninguno de los docentes la había delatado.
Eros fue quien pasó la noche junto a Pansy aquella noche que la niña castaña de ojos bonitos había pasado la noche en la enfermería. Desde ese momento, no hubo ninguna situación o lugar en el que los niños no estuvieran juntos.
Eventualmente, Eros había confirmado que estaba enamorado de Pansy en sus inicios de tercer año. Pero había sido ella la que había dado el primer paso, besándolo justo delante del lago negro luego de haber jugado bajo la lluvia.
Y hasta ese momento ambos se habían mantenido juntos.
—¿Que?—pregunto Pansy al notar como Eros la miraba de una dulce manera, aunque parecía estar en sus pensamientos. —¿Que...?—una sonrisa brotó de los labios de Pansy.
—Nada. Solo que...aún no me puedo creer que seas mi novia desde tercer grado. —en ese momento Eros se inclinó besando los labios de Pansy por unos minutos, quien sonreía durante el beso. Cuando se separaron Evans la miro directo a los ojos. —Haría cualquier cosa por ti, ¿Lo sabes, cierto?
—Y yo haría lo que sea por ti cariño. Lo que sea. Te amo. —Pansy fue la que beso sus labios está vez, pero durando un poco más de diez minutos. La castaña tiro del cuello de su camisa hacia el para que quedara sobre ella, mientras Pansy mantenía sus manos en sus mejillas, Eros mantenía sus manos sobre el colchón para evitar que todo su peso cayera sobre ella.
Eros se separó de Pansy con la respiración agitada pero con una sonrisa en su rostro. Volvió a besar los labios de Pansy pero castamente, antes de levantarse y sentarse nuevamente.
—Hoy no linda, no hoy. Aún necesitas descansar.
—Ya descansé lo suficiente, además, necesito decirte algo...—Pansy tomo su mano y lo miro—Es sobre...bueno, el hombre por quién llevas tu nombre.
[...]
El gran comedor era un gran revuelto desde que Kara Parkinson había tirado todo su jugo de zarzamora sobre Amaltea Black, pero tampoco parecía estar de buen humor esa mañana.
La chica Parkinson después de haber hecho aquello, se había subido sobre la mesa de Slytherin a gritar que Theodore Nott había besado Amaltea Black, pero nadie había parecido sorprendido, ni siquiera cuando Amaltea había gritado que ella se había acostado con uno de los compañeros de habitación de Theodore.
Fue así como desastre se desató.
—¡Ni siquiera estábamos juntos en ese entonces rubia oxigenada!—grito Kara mientras observaba a la Black, que estaba de espaldas a la mesa de Slytherin, mientras Parkinson le daba la espalda a la mesa de Gryffindor.
—¡Oh! ¡Pero claro que estaban juntos! ¡No querías ni siquiera que tu propia hermana se le acercara! ¡Solo por tus estúpidos celos!
—¡Ella se lo busco...!—las palabras agudas de Kara se desintegraron al momento en el que una bofetada en el rostro de Kara sonó en el gran comedor.
—Pansy no hizo nada y lo sabes muy bien. Denigraste a tu propia hermana solo por compartir unas simples palabras con Nott, la humillaste frente a todos Parkinson. Por eso es que no me sorprende que Nott me haya besado. Tu misma lo dijiste cuando todo esto inicio, no estaban juntos, y lo que hiciste con Pansy fue hace dos días, cuando sabías perfectamente que ella estaba con Eros.
—Por favor, ¿Ahora la defiendes? No es más que alguien que necesita de un hombre a su lado. Ella sabe perfectamente que una mujer no es nada sin un hombre a su lado, es por eso que Nataly tiene a papá. Ella nunca sería nada sin el.
—Te diré algo, Kara Parkinson, y espero que te lo aprendas de memoria. Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia... Es aquella mujer firme de carácter que puede decir no, cuando sea necesario y sea capaz de defenderse sin necesidad de tener a un hombre a su lado. Y tú estás haciendo todo lo contrario, usas a los hombres, incluso a los que tienen novia o novio. Según tu, para curarlos de esa enfermedad. Una idiotez si me lo preguntas, el que te guste alguien de tu mismo género no es insultante, es orgullo, de que puedas decirlo sin miedo.
—¡¿Esto que carajos tiene que ver con que hayas besado a mi novio!?
—¡Que no era tu novio! ¡Y tiene que ver porque tú no respetas a nadie! ¡Ni siquiera a tu propia madre! ¡Eres una persona... horrible! Por no decir una palabra más fuerte. Además, ¡Fue el quien me besó!
—Claro que si—dijo Kara sarcástica—Y es por eso que dice tu nombre cuando nos acostamos juntos.
—En primera; eso es asqueroso. Y en segunda, yo no tengo porque darte explicaciones, mucho menos estar peleando por un hombre que es tu versión masculina. Y de verdad, ahora veo porque eran pareja. Pero, ¿Quieres saber una cosa? Te daré una verdadera razón para que hables mierda de mi.
Ante sus palabras, Amaltea se giro hacia la mesa de Slytherin y con tan solo caminar unos pasos se acercó hasta Theodore Nott, jalandolo del cuello y uniendo sus labios con los de ella. Inmediatamente, las exclamaciones de sorpresa no se hacían esperar.
Sabían que Amaltea Black tenía la habilidad de poner en su lugar a cualquiera que la insultara a ella o a su familia, pero realmente a todos les había sorprendido el como ni una sola vez se atrevió a insultar a Kara de una horrible manera, cómo Parkinson si lo había hecho.
El grito de Kara Parkinson al aire hizo que Amaltea empujara a Theodore lejos de ella, que aún seguía en shock.
—Eres una maldita idiota.
—Ven aquí, Parkinson. —sonrio con maldad y diversión.
De un momento a otro, Kata se lanzó encima de Amaltea, rodando por encima de la mesa de Slytherin, cayendo al suelo, comenzandola a tirar del pelo.
De un momento a otro, habían pasado a los golpes y rasguños en sus rostros. Ahora era Amaltea quien estaba encima de Kara jalando su cabello, mientras Parkinson, de intentaba soltarse de su agarre, mientras golpeaba sus costillas, quien hacía muecas de dolor, sin embargo no se detenía.
Gritos de animación o para que se detuvieran se escuchaba por todo el gran comedor, pero sin duda todo habia pasado demasiado rápido para que los profesores lo hubieran evitado. Leonor y Harry, quien ese último había entrado cuando escucho el alboroto se acercaron rápidamente a Amy, sosteniéndola para que evitará golpear a Kara de nuevo, mientras observaba a Parkinson con irá, al igual que ella.
No todos sabían la verdad del enojo de Amaltea Black contra Kara Parkinson. Pero la verdad era que Parkinson se había encargado de quemar varias cosas de la habitación de Luna, y que también la había humillado frente a los de su casa. Amaltea sabía que Luna no diría nada porque era una niña demasiado linda y amable para el mundo en el que estaban viviendo. Pero sabía que le había dolido
Y para Amaltea Black, su familia era sagrada e importante.
—¡Dirección! ¡Ya!—exclamo Mcgonagall mientras el director Dumbledore las esperaba serio en la entrada del gran comedor. —¡No duden en que llamaré a sus padres!
Y fue en esa situación que los profesores y Director, no habían podido evitar tener un deja vu al recordar la graduación del 78, y la pelea entre Eros Parkinson y Sirius Black.
[...]
Eros y Pansy caminaban buscando a Luna, con Canuto a su lado, mientras movía la cola de un lado para el otro.
La gente aún no podía comprender el como alguien como Luna podía estar en Hogwarts, muchos decían que estaba loca, ganándose el apodo de Lunática pero la verdad era que aquellos que la insultaban era los verderos locos. Luna miraba la realidad desde otra perspectiva.
Luna era esencial, era una persona especial, lo extraño y lo que muchos no lograban entender, lo que nos incomoda a menudo lo hacemos un lado, prefiriendo aislar, encerrar en un baúl y darlo por perdido e incluso burlarnos de eso, antes de enfrentarlo y tratar de comprenderlo y eso era lo que pasaba con los que no conocían a Luna, como ella es tan diferente al resto, ella era excéntrica, Luna no era ninguna loca. Era una persona sumamente inteligente que veía el ojo del mundo desde su vida. Podía sentir las almas tan vivas que la rodeban a menudo y ninguna la asustaba.
Por eso es que ella nunca se sentía sola.
Tenía familia que la quería y tenía, aunque mucho la tacharan de loca. Luna tenía a Lily Evans y Regulus Black acompañándola día a día, viendo cada uno a sus hijos crecer. Eso la hacía sentirse en qué los demás no tenían la razón y ella era quien siempre ganaría por su astucia y por no juzgar sin conocer las capacidades de alguien.
—¡Expelliarmus!— soltó Pansy antes de que alguien más reaccionará. —Lunita, no deberías dejar que se burlen de ti solo por qué ellos son unos idiotas incompetentes. —dijo la castaña. Pues al llegar ella y Eros, junto a Canuto, notaron cómo un estudiante de la propia casa de la rubia la molestaba.
—¿Por qué hacerlo? Ellos cambiarán. Todos lo hacen. —dijo Luna con la voz más suave y amigable que alguien podría escuchar. —Ademas, papá Regulus y la tía Lily siempre están conmigo.
Eros le sonrió un poco a Luna mientras la observaba. El siempre había deseado tener el don que Luna tenía. Tan solo para ver a su madre una vez más.
—¿Ella...? ¿Ella esta bien?—pregunto Eros sintiendo sus ojos picar.
Luna miro hacia la izquierda de Eros, pues del otro lado se encontraba Pansy. Vio como la mujer pelirroja sonreía en modo de respuesta mientras sus ojos se cristalizaban, a su lado, Regulus solo podía mantener su vista en el perro, para después mirar a Luna.
—Ella se encuentra bien. De hecho, le alegra que hubieras encontrado a Pansy. Ella te hace feliz, como ella siempre lo quiso. También dice que desearía estar contigo y con Harry ahora mismo. Pero...
—¿Pero? ¿Que sucede Luna?
—Ella está triste porque tú y Harry dejaron de hablarse. Ella sabe que es por culpa de James Potter que están distantes, pero eso la pone mal porque sabe que James jamás se detendrá hasta que Harry lo ame como su padre. Lily puede escuchar lo que James piensa Eros. ¡Oh! Y Regulus dice que Canuto no debería confiarse con Peter Pettigrew cerca. Y dice que debes alejar a Amy de Theodore Nott.
—Claro que lo haré Lunita. —ambos adolescentes de la casa Slytherin miraron a Luna quien movía la mano como si se estuviera despidiendo, así que, supusieron que Regulus Black y Lily Evans habían desaparecido por el momento.
—¡Casi lo olvido! ¡Tengo un regalo para ti Pansy!—dijo Luna mientras buscaba en su bolso. Saco un collar de conchas con pequeños detalles rosados. Pansy entendió la mirada que la pequeña rubia de segundo año le daba, así que hincó frente a ella, y Luna le coloco por el cuello el collar.
—Este collar que cuelga de tu cuello es una muestra de que eres mi familia y mi amiga—sonrio ella.
—Mi niña bonita, lo agradezco enserio que me consideres de tu familia, porque tú ya eres parte de la mía, así como tú hermana, Leonor, Harry, y por supuesto, Eros.
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