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Narrador Omnisciente
El gran comedor se encontraba casi vacío, había muy pocos en Slytherin, de los que se podían contar, había siete de Gryffindor, diecisiete de Hufflepuff y cinco en Ravenclaw.
En la mesa de las águilas, Leonor se encontraba leyendo un libro de flores de todo tipo, amaba saber cómo cuidarlas, amaba cada proceso de ellas. Sus flores favoritas siempre habían sido los girasoles
—“Los girasoles crecen mejor cuando están bajo pleno sol, y florecen durante el verano o a principios del otoño...—leía la pelinegra para si misma, mientras tomaba un bagel con queso crema y mermelada—Prefieren los veranos largos y calurosos, cuando dan flores colmadas de semillas y bellos pétalos. También se desarrollan bien en lugares con poca luz o veranos cortos.”
El sonido de garras sonando contra el piso del gran comedor llamaron su atención y la de varios alumnos. Canuto corría en dirección hacia la mesa de Ravenclaw. Cuando llegó se impulso con las patas delanteras para subir al asiento, una vez arriba, lamió la cara de Leonor varias veces, quien sonriente le dió un pedazo de pollo, de una de las bandejas que tenía frente a ella.
Del otro lado del gran comedor, Draco Malfoy miraba a Nelly, acariciar la cabeza de canuto, mientras esté comía pollo y Nelly seguia leyendo su libro.
—Parkinson ama las flores, sobretodo los girasoles—comento Crabbe, y al darse cuenta de lo que había dicho, miro a Draco, quien lo observaba con seriedad.
—¿Cómo es que sabes eso?—inquirió Draco.
—Me dió tutorias en transformaciones, siempre trae un par de girasoles con ella, dice que es algo importante en su familia—comento Crabbe, mientras tomaba tarta de melaza al ver que la mirada de Draco se relajaba.
—Girasoles... interesante.
—¿Sabes?—dijo Blaise llegando detrás suyo—Para conquistar a Lupin, lo primero que tienes que hacer es dejar de ser un idiota con Potter y con Lovegood. —Draco lo miro con molestia—¿Que? Sabes que tengo razón, tanto tu cómo yo, sabemos que esos dos, tu prima y Eros son muy importantes para ella, y si te soy sincero no creo que quiera estar con alguien que odia a alguna persona de su familia.
—Sabes que a Potter no lo soporto, por lo tanto me la estás poniendo difícil, pero Lovegood, bueno...podría intertarlo.
La torre se encontraba en silencio, Amy subía los escalones de la torre de astronomía, mientras murmuraba lo tanto que odiaba a James Potter, quien al haber sustituido a Remus, el se había encargado de dar la clase de Defensa contra las artes oscuras.
James se había dedicado a enseñar acerca de los diferentes tipos de hechizos, y como "venganza" por lo que Eros le había dicho anteriormente había tomado a Amaltea como sus asistente para que se debatiera en duelo con el. Al final de la clase, Amy había terminado con una costilla rota si no hubiera sido por los gemelos Weasley, quienes la habían ayudado.
—¡Por fin un lugar tranquilo!—exclamo la rubia con las manos hacia arriba.
—Black—una voz detrás de ella la sobresaltó, observando que se trataba de Theodore Nott—¿Que haces aquí?
—Lo mismo podría preguntarte yo, Nott. —respondio mirándolo de pies a cabeza.
—Yo pregunté primero. —dijo. Amy lo miro a los ojos, pero el se dirigió al barandal de la torre, encendiendo un cigarrillo—Quedate si quieres, solo no hables. —dijo liberando el humo del cigarrillo—Aunque también puedes irte, me da igual—comento el castaño restándole importancia. —¿Sabes? No eres muy discreta como tú crees, reconocí tus pisadas de camino aquí.
Amy asintio, caminando lentamente hasta colocarse a su lado: —Si no te molesta que pregunte Nott, de nuevo, obviamente ¿Que haces aquí?
—¿No es obvio?—Theo la miró—Casi todas las noches en las que no puedo dormir, vengo aquí.
—Eso es muy... supongo que bien por tí.
—¿Te que haces aquí?—pregunto Theodore, dándole una última calada al cigarrillo para luego pisarlo.
—Lo mismo que tú...solo que no esperaba ver a alguien aquí—Amaltea se encogió de hombros.
—Lo mismo digo. Según tengo entendido, los alumnos no deben venir aquí a estás horas de la noche. —Nott sonrió burlón.
—Tu eres un alumno, idiota. ¿No te cansas de tu propio orgullo?—Amy lo miró cruzada de brazos.
—La verdad es que no, incluso hasta me siento halagado—sonrio burlón.
—Dime Nott ¿Por qué eres así? ¿Crees que eso de insultar a los demás por su estatus o por si casa te hacen superior a todos?
—No lo necesito para ser superior a los demás. —Theodore la miro seriamente, mirándola fijamente, sus ojos penetraban su alma como dagas con fuego en ellos. —Yo soy, superior a los demás, Black.
—¿Que logras con eso Nott?
—Tu problema Black es que crees conocer a las personas, crees que me conoces a mi, pero la verdad es que no me conoces no un poco, crees que todos somos iguales, cuando en realidad es todo lo contrario..¿Quieres que siga?—Theodore la miró con una ceja alzada.
—Tienes razón—Amy suspiro para luego sonreír—No te conozco y estoy mejor así, porque estoy segura que de hacerlo te odiaria a un más.
—Entonces Black...—Theodore se acercó a ella—Conozcamonos...
—¿Por qué querría yo hacer esto?
—Bueno, Pansy dice que tenemos demasiadas cosas en común, así que déjame comprobar si es verdad. —dio un paso hacia ella, no sabía si era el frío de la noche o sus palabras, pero pudo notar un leve sonrojo en la rubia.
Amaltea lo miró a los ojos, sosteniendole el contacto visual: —La noche es larga Nott.
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