Narrado por Eros

Astronomía, una clase que fácilmente podría amar, pero claro, tenía que llegar James Potter y arruinarlo. Compartía clase con Ravenclaw, una de las pocas veces debería decir, ya que casi siempre Slytherin comparte clase con Gryffindor.

Caminaba lo más lento que podía, para así tratar de llegar tarde y solo estar unos cortos minutos en la torre de astronomía, era una suerte que fuera la última clase del día ya estaba cansado y sobretodo porque verlo a él en cada clase era una tortura y más porque sabía que golpear a un profesor podría llevarme a la expulsión.

A cada minuto que pasaba sentía la dura mirada de Potter ¿Y como no? Sabía que tenía que tener mi permiso o de lo contrario jamás podría acercarse a Harry, quien por cierto no estaba de muy buen humor, lo único que parecía alegrarlo era platicar con mi madrina, era la única que sabía cómo calmarlo, a parte del tío Remus, quien por cierto, tampoco parecía muy alegre con la visita de James todo el año escolar.

James de verdad no sabía cómo era la astronomía, lo único que hacía era responder preguntas de sus admiradoras, quienes parecían encantadas con su presencia y tomando lo que fuera, ya sea un pergamino hasta su camisa. A mí lado, Nelly tampoco no parecía muy contenta con su presencia, estaba recargada en el respaldo de la silla con los brazos cruzados, en su mirada no había nada de una chica dulce, si no que su mirada era fría.

—Amy debe estar mejor que nosotros ahora mismo—dijo Nelly mientras suspiraba y se ponía a dibujar lo que fuera en su pergamino.

Amy tenía clase con Hufflepuff, algo que tampoco pasaba muy a menudo.

—Potter—dijo una chica a mis espaldas, Slytherin, sin embargo no la conocía, no acostumbraba pasar tiempo con los de mi casa, excepto mi novia y de vez en cuando sus amigos—¿Por qué no dijiste que tu padre vendría este año?

Eso pareció llamar la atención de la clase, quienes habían empezado a murmurar cosas sin sentido como "debería estar orgulloso de lo que su padre es" estupideces. Miré a la chica mientras sentía la mirada de James en la nuca.

—Numero uno: porque no lo sabía y no me importa. Número dos: el no es mi padre y mi apellido no es Potter. Es Evans. —y ese fue el estallido de la bomba.

—Señor...Evans ¿Le importaría acompañarme fuera de la clase?—pregunto, e hizo que todas las miradas se posicionaron en mi.

—En realidad profesor, si me molesta ya que tengo cosas mucho más importantes que hablar con usted. Cómo por ejemplo, estar aquí sentado hasta que sea la hora de ir a la cena. Genial ¿No le parece?

—Señor Evans, por favor—su mirada insistente seguía en mí. Bien, veamos que quiere está alimaña con patas.

Tome mis cosas despidiendome de Nelly en el proceso y dejando un beso en su mejilla para después bajar los escalones con James detrás.

—¿Que quiere señor Potter? No tengo toda la noche—hable una vez el estuvo frente a mí.

—Harry no quiere verme, ni hablar conmigo ¿Que fue lo que le dijiste?—pregunto. Se podía ver el enojo en sus ojos.

—¿Yo?—pregunte sarcástico—Mas bien la pregunta debería ser ¿Que hiciste tú? Pero por si no lo recuerdas yo te lo diré. Engañaste a mi madre, cinco días después de la muerte del tío Eros, Harry tenía un año. ¿Y adivina qué? Harry sabe leer, el vio el profeta, sabe que ni siquiera te preocupaste por el, o por si quiera visitarlo. La tía Petunia sabe la verdad, y ella se encargó de decírselo en cuanto Harry tuvo edad para saberlo—James me miró con la mirada fría y la mandíbula apretada—Si eso es todo, debo irme con mi novia y mi hermano, porque yo si aprecio a las personas a mi alrededor, Potter.

Camine lo más rápido que pude pero aún así pude escucharlo: —¡Ella siempre lo eligió a el!

Vaya ¿Esa es su única excusa? Esto de verdad es gracioso.

—¿Y quién no lo haría? El tío Eros dió su vida a cambio de la del tío Sirius ¿Y tu qué hiciste? Engañar a mi madre y decirle que su embarazo había sido un error, pero sobretodo, la abandonaste cuando sabía que estaba ella sola con dos niños. Y ni siquiera te encargaste de volver.