Lizbeth y Fernanda esperaban en la estación de trenes a Marlene pues accedió a ayudar a Liz con su trabajo sin ningún apuro. -Amarás a Mar, es una buena chica.

-He oído de ella. Es hermana de uno de los futbolistas del Arsenal, no? Finley decía que era muy fiestera.

-Oh... no sabía que conocía a Finley.

-Creo que la conoce porque se solía verse mucho con Foden.

-Oh... si sé algo del pasado de Mar. Pero te aseguro que ha cambiado.

-Descuida. Estoy segura que me caerá bien- relaja Fer y en eso las dos ven que Mar se aproxima. La británica logra reconocer a Liz.

-Liz!!!- las dos se abrazan amigable. Después la mexicana introduce a sus amigas.

-No sabes del problemón que me salvas- se alivia Liz.

-Ya sabes que por mi no hay problema.

-Y cómo está Houssem?

-Bien. Un poco sobreprotector conmigo porque me iba a alejar de él y estaba preocupado. Pero adoro que sea así conmigo. Es tan tierno...- revela Mar enamorada.

-Ay! Que lindo es el amor- confiesa Fer.

-Tienes a Finley. No le haces caso al pobre- recuerda Liz.

-Sólo somos roomies. Finley no siente nada por mi- aclara Fer y las tres se van a la casa de la mexicana donde precisamente estaban Ferran, Finley y Rúben Dias. Lizbeth presenta a Mar con sus amigos y es con el portugués donde se pone interesante.

-Un placer, Marlene White- decía Rúben con una sonrisa pícara.

-Hola...- usualmente Mar es coqueta con todos los chicos pero en este caso un tal francés era dueño de su corazón y no pensaba en arruinar lo bello que tenía con Houssem. -Mar es suficiente- recalca el hecho de que odia su nombre.

Dias se le quedó viendo a la británica pues le llamó la atención -Ven Mar, te enseño donde te puedes quedar- Liz rescata a Mar llevándola a su cuarto.

-Cómo van las cosas con Ferran?- pregunta Mar para iniciar un tema de conversación.

-Pues van...- rie nerviosa -La verdad no hemos tenido tiempo gracias al trabajo.

-Descuida que para eso estoy aquí- relaja Mar.

-Te pido disculpas por arrastrarte hasta Manchester.

-No te preocupes, Liz. No es ninguna molesta- aclara la británica.

-Me siento mal por Houssem. Se ve que es muy lindo contigo y...

-Haha, deberías preocuparte por Ferran. Los dos necesitan tiempo a solas. Para eso vine, para ayudarte con tu relación- aquellas palabras ponen a pensar a Mar en Ødegaard, quería también ayudarlo pero no encontraba la manera de hacerlo.

-De verdad agradezco que hayas venido- arreglan las cosas mientras Liz le explica a Mar cuales son sus tareas.

-Tengo todo bajo control, ve y disfruta con Ferran- incita Mar y Liz se despide de ella.

-Todo ya está arreglado- avisa Liz cuando se acerca a Ferran quien la abraza por su cintura.

-Quieres ir a algún lado?- invita el español.

-Tenias planes?

-Pues Rúben y Finley querían pasar el rato pero les puedo decir que vengan otro...

-No no! Que te parece si todos salimos?- la invitación de Liz no convencía del todo al jugador del City ya que quería estar sólo con su novia.

-De acuerdo, si es lo que quieres- responde no tan convencido sin que Lizbeth lo note.

La mexicana invita a Fer y Finley con estos accediendo, después se dirige hacia el portugués y su respuesta la saca de onda -Irá Mar?- no llevaban ni un día entero que la conocía y este ya estaba interesado.

-Ahh... no lo se. Le iré a preguntar...- la castaña se va confundida a invitar a Mar -Oye, todos saldremos a pasear, quieres unirte?

-Vayan. No vine aquí de vacaciones- niega Mar apoyando a su amiga con su trabajo.

-Me puedo quedar a hacerle compañía- Rúben llega por detrás espantando a las chicas -No quiero que te quedes sola en la casa- aclara el portugués.

Tanto Liz como Mar se sentían incómodas por la respuesta de Dias -A dónde vamos?- acepta Mar para no quedarse con el defensa del City.

Los seis salen a recorrer la ciudad llegando a una especie de bosque donde se pusieron a platicar un momento ya que Finley se pone a cantar para impresionar a Fer pero esta solo se reía de la ternura que le sacaba. Aquello lo aprovechó Ferran para llevarse a su novia lejos y así contarle la sorpresa que le tenía.

-Qué tramas, Ferrancito?- Liz era la única que lo llamaba así.

El español toma las manos de la mexicana -No se si recuerdes que te dije que Becky va a tener un hijo con Marcos...

-AWW! De verdad?! No sabía... cuándo te lo dijeron?- pregunta Liz.

-Hace un par de días- revela el futbolista.

-Ohh...- Liz empezaba a sentirse algo extrañada de que Ferran no le haya comentado acerca del asunto.

Ferran nota que la expresión de su novia cambia apresurándose a dar la sorpresa -Y sabes? La razón por la que quería estar solo contigo es porque mi hermana quiere que seamos padrinos de su hijo- confiesa Ferran haciendo que Liz se tape la boca de la emoción.

-Oh por Dios!! Ferran!- Liz se relaja una vez que sabe la razón de porqué apenas le decía -Yo...- empieza a dudar.

-No tienes porque sentirte presionada- Ferran conocía a Lizbeth al pie de la letra -Tu no te preocupes por mis padres.

-Nunca me van a aceptar y ahora esto?- reclama preocupada -Jamás les caeré bien a tus padres y ahora seré parte de la familia? Ferran, no creo que sea tan buena idea...

-Al diablo mis padres- ambos se sorprenden por lo que Ferran dijo pues él les tenía mucho respeto a sus padres -Esto es una oportunidad para que te acepten. Y si no lo hacen pues tendrán que lidiar con las consecuencias de que serás parte de la familia Torres.

-A que te refieres?- la mexicana se empezaba a cuestionar dentro de sus pensamientos.

-Digo, una vez que seas madrina de mi sobrino y que algún día te cases conmigo pues a mis padres no les quedará de otra que aceptarte- Ferran se lo estaba tomando muy enserio.

-Woah...- acaso era lo que quería Lizbeth? Era muy temprano para hablar del matrimonio. Ni tampoco quería forzar a alguien que le cayera bien solo por beneficio propio. Por qué de repente iniciaba a dudar de su relación con Ferran? Por algo vino su amiga precisamente a ayudarla con su relación con su novio.

O tal vez se estaba precipitando un poco y la palabra "matrimonio" la puso nerviosa -Disculpa si te puse nerviosa con eso. Yo...

-Descuida. Solo me tomaste desprevenida. Es todo- se limita a observarlo a los ojos y simplemente lo abraza.