Extra 1
«MIRANDA CAMPELL»
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Mayo 20, 1985
Mackenzie observo como su hija mayor soltaba la mano de su padre y negaba con la cabeza. La observo correr hacia ella.
—¿Que sucede?—Pregunto Mackenzie
—No quise ir con papá—Dijo Paige—. ¿Puedo ir contigo?
Mackenzie por dentro se sintió bien, el solo hecho de que Paige la haya elegido para irse. Pero su boca dijo lo primero que su mente pensó.
—Yo voy a caminar mucho—Dijo Mackenzie—. Tu padre solo va por helados.
—Pero yo quiero acompañarte a escoger todo para la fiesta de cumpleaños de Pansy, mami—Dijo Paige
Mackenzie levantó la mirada y vio que Lucas aún seguía sin moverse. Claro, si ella le decía que no podía ir con ella, Paige tenía que regresarse con él.
—Como sea—Mackenzie se dio la media vuelta y comenzó a caminar
Paige se giro hacia su padre, y alzó los pulgares de sus manos en señal de que se iría con su madre. Después volvió a dar la vuelta y corrió hasta estar a lado de su madre.
La primera parada de ambas, fue un lugar donde parecía vendía cosas de cumpleaños.
—¿Que color vas a elegir como temática?—Pregunto Paige—. ¿Lila?
—A tu hermana no le gusta ese color, Paige—Dijo Mackenzie
—¿Elegirás el color del año pasado?
—Eso fue para el año pasado—Dijo Mackenzie
—Pues elige verde, vamos—Paige la tomó de la mano y la guió al pasillo donde parecía que todo era color verde
Mackenzie no le dijo nada, porque pensó en que, tal vez el color verde podría ser Perfecto. A diferencia de Paige que le gustaban los colores pasteles o muy coloridos, a Pansy le gustaban colores más neutros y no tan brillantes.
—¿Van a ir los abuelos?—Pregunto Paige
—Lamentablemente—Susurró Mackenzie, mientras pagaban las cosas que habían comprado
Con un hechizo de expansión, Mackenzie hizo pequeñas las compras y las metió a una bolsa que llevaba con ella.
—¿Ahora a donde vamos?
Mackenzie suspiró, y recordó que probablemente, ella era igual de curiosa o que preguntaba muchas cosas. Pero no se quejaba, el solo pensar que había dejado a la mini versión de Lucas, con Lucas, la hacía sentirse mejor.
—Vamos a la pastelería—Dijo Mackenzie
—¿De qué sabor compraremos el pastel?
—Claramente nada que tenga manzana—Dijo Mackenzie
Ambas entraron a la pastelería, donde había pasteles de cualquier tamaño y sabor.
Ambas veían los pasteles con tanta cautela, probaban algunos de los que se podían. Habían rebanadas a lado, para que los clientes probaran.
—Este de fresa—Dijo Paige—. Sabe rico, solo pide que le pongan decoración que no parezca tan rosita.
—Si, eso será—Dijo Mackenzie
Justo en ese momento Lucas entraba a las pastelería con Pansy comiendo un helado de fresa. Ambos vieron a todas las personas con una mueca.
—¿Me compras el pay de manzana?—Pregunto Paige a su madre
—No, solo venimos por el pastel—Contestó Mackenzie
—Por favor—Pidió Paige
Mackenzie suspiró, miró a Lucas que parecía querer irse de ahí. Mientras Pansy se pegaba más a él, para evitar que la gente que pasaba a su lado la tocara.
—Como sea, lo pagará tu padre—Dijo Mackenzie
Paige sonrió, corrió hacia la muchacha que los había atendido y le pidió un pay de manzana para llevar, mientras Mackenzie encargaba el pastel dejando indicaciones y que lo quería para el primero de Junio.
—¿Que acaso todos cumplen años en estos días o que?—Dijo Lucas, cuando salieron de la pastelería
Mackenzie abrió la boca para decir "Que solo te intereses por ti, no quiere que los demás no cumplan años." o algo parecido, pero Paige le quito la palabra.
—Papá, no solo tú cumples años—Dijo Paige—. El mundo tiene más personas.
—Lamentablemente—Dijo Pansy, con una mueca
Cuando llegaron a la casa, Paige fue rápidamente a la cocina para partir su pay de manzana, mientras Pansy iba a la sala siguiendo a Lucas.
—¿Que color será este año?—Pregunto Pansy
—Verde.
—¿Verde?—Pregunto Lucas
—Si, Lucas. Verde—Dijo Mackenzie
—Tengo que irme—Lucas se levantó del sillón
—¿A donde vas?—Paige entró con un plato en donde tenía un pedazo de manzana
—Tengo que ir al ministerio—Dijo Lucas, viendo con asco el pay
—¿Quieres?—Pregunto Paige, con una sonrisa
—Aleja eso de mi—Dijo Lucas
Justo en ese momento, Esther entró a la sala. Mackenzie vio a su madre confundida.
—Que bueno que ya me voy—Dijo Lucas—. Za moe shtastie ne se nalaga da ya vizhdam otnovo prez denya.
«Za moe shtastie ne se nalaga da ya vizhdam otnovo prez denya; Para mi felicidad, no tengo que verla mas en el día»
—¿Que comes niña?—Pregunto Esther, viendo el plato de Paige
—Pay de manzana—Contestó Paige—. Vamos, Pansy. Iremos a la habitación.
Ambas se fueron a la habitación.
—Que falta de respeto—Dijo Esther
Mackenzie rodó los ojos.
—¿Qué haces aquí, Esther?—Pregunto Mackenzie
—Venía a visitarte—Dijo Esther—. ¿No puedo?
—No, no puedes—Dijo Mackenzie
—Eres mi hija, puedo visitarte....
—No, ya no puedes—Interrumpió Mackenzie—. Ahora, por si no te diste cuenta, no vivo sola y hay gente que no le agrada verte. Así que, para la otra que quieras venir, te sugiero que avises una semana antes.
—¡¿Una semana antes?!
—Si, así das tiempo de quienes no te quieren ver, no estemos en casa—Lo último lo había dicho en un susurro
—Mira, niña...
—Señora—Volvió a interrumpir Mackenzie—. ¿O se te olvidó que me obligaste a casarme?
Mackenzie no entendía de donde había sacado esa valentía. Era casi de siempre tener al menos, 2 veces a la semana a Esther. Y ya comenzaba a molestarle.
—Kepi lamenta interrumpir—Dijo Kepi—. Pero hay un señor que solicita ver a la...señora Parkinson.
—Hazlo que pase—Dijo Mackenzie
—¿Esperas a alguien?
—No.
Tan solo segundos después, Kepi regreso con un señor, que parecía tener alrededor de 60 años, ya con algunas arrugas, cabello canoso de ojos amielados y con un bastón.
—¿Es usted la señora Mackenzie Parkinson?—Pregunto el señor
—Si soy yo, ¿quien es usted?
—Disculpe molestarla—Dijo el señor—. Mi nombre es Daniel Holland, y trabajo en el ministerio, ¿su padre es Axel Rowle?
—¿Qué hay con él?—Pregunto Esther
—Lamentó tanto—Daniel extendió un sobre hacia Mackenzie. Quien lo tomó confundida—. Su padre murió hace unas semanas le dejó la mitad de la herencia de los Rowle.
—¿La mitad?—Pregunto Esther—. ¿Y la otra mitad que? ¿La dono por caridad?
—No, de hecho—Daniel checo una carpeta—. La dejó a su otro hijo y su esposa.
Mackenzie no podía creer lo que escuchaba. ¿Axel tenía otro hijo?
—¿Que otro hijo?
—En el sobre que le di, viene toda la información—Dijo Daniel—. Con permiso.
Mackenzie se sentó en el sillón con el sobre en la mano.
—Otra esposa—Dijo Esther—. No puedo creerlo. ¿Como pudo hacerme esto?
—¿Hacerte esto? ¿A ti?
—Claro...
—Por si no lo recuerdas, madre—Interrumpió Mackenzie—. Tú lo dejaste. Claro que iba a buscar hacer otra vida. La que debería de reclamar soy yo. Nunca quiso ser padre y...¡tiene otro hijo!
Mackenzie comenzó a abrir el sobre. Desde el principio, se dio cuenta que era una clase de testamento. Primero hablaba sobre los datos del ministerio, fechas, etc.
Yo, Axel Rowle, en pleno uso de mis facultades mentales y como última voluntad. Dejó la herencia Rowle en manos de mis dos hijos y mi esposa.
La herencia será dividida a la mitad. La mitad irá para mi primer hija, que aunque no lleva mi apellido, es la heredera de los Rowle. Mackenzie Alejandra Macmillan, ahora señora Parkinson.
La otra mitad, se dividirá en dos partes, las cuales una será para mi segundo hijo, Milton Axel Rowle, pero este solo hará uso de ella hasta que se case.
Y la parte que queda, será para mi esposa, Miranda Campell Rowle.
Mackenzie sintió como su madre le arrebataba el papel de las manos.
—Miranda Campell—Leyó Esther en voz alta, con enojo
—¿Que tiene?
—Era la chica que odiaba cuando iba a Hogwarts—Dijo Esther—. Se creía mucho solo porque era rubia y de ojos azules.
—Creí que Axel sentía algo de amor por ti—Dijo Mackenzie
—Lo hacia, créeme—Dijo Esther—. Una chica siempre sabe cuando alguien gusta de ella.
Toda la tarde, Mackenzie solo pensaba en el otro hijo de Axel.
¿Qué edad tenía? ¿Cuantos años menor que ella era? ¿Iba a Hogwarts?
A veces se ponía a pensar en, ¿por qué si se hizo cargo de él y de ella no? ¿Era porque Mackenzie no era hombre? Pero, ¿porqué le había dejado la mitad de la herencia si no la quería?
[ ... ]
Una semana después, Mackenzie estaba en la oficina de Lucas, mientras veía un sobre sobre el escritorio.
Había investigado sobre aquellas personas que habían sido mencionadas, contrató a alguien que le diera la información. Ahora sabía, donde vivían y que era de su vida.
Jamás había estado tan agradecida de portar el apellido Parkinson. Solo bastó que lo dijera junto a su nombre y parece que el hombre que contrató, pudo obtener esa información del ministerio fácilmente.
Escuchó que la puerta se abría, sabía que no era Lucas, la mayoría del tiempo estaba en el ministerio y cuando no lo estaba, lo menos que hacía, era estar en el mismo lugar que ella. Excepto las veces que tenían que ir a eventos importantes o cuando iban a Hogsmeade porque Paige quería algo.
—¿Que escondiste?—Pregunto Paige, mientras entraba comiendo una rebanada de aquel pay que todavía no se acababa. Parecía eterno.
—Nada que te interese—Contestó Mackenzie, viéndola de mala manera—. ¿Qué es lo que quieres? Toca antes de entrar, te lo he dicho miles de veces, Mackenzie.
Mackenzie se levantó de la silla enojada.
—Solo quería saber que hacías—Dijo Paige, con lágrimas en los ojos—. Pero mejor me voy.
—Si, mejor—Dijo Mackenzie
Mackenzie cerró la puerta, cuando Paige estuvo fuera. Se volvió a sentar en la silla y sacó el sobre.
Lo contemplo durante unos minutos más. Tenía que abrirlo, en algún momento. Y tenía que hacerlo ahora, si es que quería que Lucas no se diera cuenta de eso.
Lo abrió rápidamente y encontró lo que ya sabía los nombres. Vio donde vivían.
Al parecer, Miranda, escribía para el profeta. Jamás la había escuchado o visto, mientras Milton, decía que tenia 14 años, iba a Hogwarts y era Hufflepuff.
Mackenzie no supo cómo, pero ahora se encontraba afuera de aquella casa, grande, de color azul.
Trago saliva antes de tocar. Espero unos segundos antes de que abrieran.
Ante su vista, aparecía una señora de cabello rubio castaño y ojos azules. Parecía de la edad de Esther, pero le llamó mucho la atención los ojos. Aunque eran menos eléctricos que los de su madre, probablemente era lo que más destacaba.
La señora solo observaba, parecía en shock.
—Por dios—Dijo la señora. Mackenzie quiso rodar los ojos, sabía que esa era una expresión muggle—. Eres tú. Axel me dijo que vendrías. Aunque, no creí que tan rápido. Pasa.
Mackenzie sintió como la señora casi la jalaba a entrara a la casa. Estaba muy bien decorada y limpia.
—Perdona mis modales—Dijo la señora, cuando entraron a la sala—. Soy Miranda Campell.
—Creí que estaba casada con bueno...
—Si lo estoy—Interrumpió Miranda—. Pero...bueno, eres su hija. No quería incomodarte.
—¿Como supo que yo era su hija? Puedo ser una completa extraña.
—Te pareces tanto a él—Dijo Miranda—. El cabello, las pecas, las cejas y la nariz. Difícil no reconocerte.
—¿Por qué dijo que sabía que iba a venir?
—Tu padre...
—Preferiría que lo llame Axel—Interrumpió Mackenzie
Miranda suspiró pero asintió.
—Axel, lo dijo antes de morir—Dijo Miranda—. Dijo que eras muy curiosa, como para que no investigar sobre nosotros y no venir tú misma a comprobar. Dijo que es algo que tu madre haría.
—¿Cómo murió?
—Estaba enfermo—Dijo Miranda—. Me sorprende que haya aguantado casi 10 años con esa enfermedad. Los medigamos decían que solo le daban 2 o hasta 5. Duro 7 años.
—¿Cuando él fue a verme...
—Ya estaba enfermo—Respondió Miranda—. 2 meses antes le habían detectado la enfermedad.
Mackenzie asintió. Ambas se sentaron en silencio, hasta que Mackenzie pregunto por lo que realmente había ido.
—Escuché que...tenían un hijo—Dijo Mackenzie
—¡Oh, si!—Dijo Miranda—. Milton, es tan lindo. De hecho...se parece tanto a tu pa...a Axel, tanto como tú.
Mackenzie trago saliva al escuchar eso.
—Solo que el no tiene las pecas—Dijo Miranda
—Estudia en Hogwarts, ¿no?—Dijo Mackenzie, viendo como Miranda tomaba una foto de la parte superior donde se encontraba la chimenea
—Tiene 14—Dijo Miranda—. Así que va en su cuarto año, es Hufflepuff.
Mackenzie recibió la foto que Miranda le extendía.
En la foto aparecía un chico de cabello castaño, como el de ella. Ojos verdes azulados, igual a los de ella. Y Miranda tenía razón. Parecía ella, solo que sin pecas.
—Es que no lo entiendo—Dijo Mackenzie—. ¿Por qué?
—¿Por qué, que?—Dijo Miranda
—¿Por qué el si se quedó con él y conmigo no?
—Por tu madre.
Mackenzie la vio confundida.
—El piensa que yo no lo sabía—Comenzó a explicar Miranda—. Pero se que aún la amaba. Siempre lo hizo y siempre lo hará. Pero tu madre lo dejo. Le hizo mucho daño. ¿Y qué buscas cuando una persona te causa mucho daño?
Por la mente de Mackenzie solo pasaron acontecimientos de lo que había pasado el 31 de Octubre de 1981.
—Quería causarle daño—La voz de Miranda la sacó de sus pensamientos—. Pero no sabía que tu madre, lo dejó atrás. Jamás lo volvió a buscar. Él creyó que casándose conmigo y teniendo hijos conmigo, le iba a doler a tu madre. Y yo soy la persona que tu madre más odia.
—¿Por qué te odia?
—Porque la persona con la que se iba a casar, estaba enamorado de mi. Cameron Burke—. Confesó Miranda—. Bueno, no me hagas hablar más. Si tu madre no te dijo su historia, debe ser por algo.
—Pareces ser buena persona como para estar con alguien como Axel—Dijo Mackenzie. La actitud de Miranda...aunque Mackenzie no lo quería aceptar, le recordaba a cierta pelirroja—. ¿Lo amabas?
—El amor de mi vida...lo comprometieron con tu madre—Dijo Miranda—. Creo que...ambos nos encontramos tratando de buscar algo que no pudimos tener.
—Tengo que irme—Dijo Mackenzie
—Lo entiendo—Dijo Miranda—. Ojalá otro día puedas venir. Estoy segura que a Milton le encantará...
—Axel te dijo que soy curiosa, ¿no?—Dijo Mackenzie, haciendo que Miranda asintiera—. Pero también soy rencorosa, Miranda. Ese hijo que tuvieron, no es nada mío. Jamás me atreveré a verlo a los ojos. Porque lo que él tuvo, es todo lo que yo siempre quise.
Dicho eso, salió de la casa sin volver a mirarla. Esa tarde, Mackenzie solo podía pensar en lo último que había dicho.
Milton, tuvo lo que siempre quiso. Un padre, una madre y una vida sin presiones. Solo podía pensar e que Milton era igual a ella físicamente. Y estudiaba en Hufflepuff.
Se limpió las lágrimas rápidamente, cuando la puerta de la oficina fue abierta.
—Si vas a llorar, procura no manchar mis papeles—Dijo Lucas
Y ahí estaba. La realidad de su vida. Estaba casada con alguien que no quería. Su madre tuvo suerte, parecía que con quien la habían comprometido había muerto.
16/07/2024
¿Que les pareció?
¿Esperaban que Axel tuviera otro hijo? ¿Que Mack en lo canon si tuvo "hermanos"?
¿Que creen que haya pasado con ellos?
Axel JAMÁS merecerá que Mack le haya tenido algo de cariño.
En este extra, podemos aún reafirmar más, que Paige es una mini Mack y Pansy una mini Lucas.
Espérenme un poco más, para el extra donde se relata lo qué pasó aquel 31 de Octubre.
Esther = Mack
Axel = James
Miranda = Lily
Cameron = Lucas
Solo que Mack y Lucas si se casan, James no sentía amor por Mack y, Lily y Lucas si se amaban.
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