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«CHICA MACMILLAN»
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Mackenzie se vio al espejo por quinta vez.
Odiaba el vestido que traía, definitivamente el rojo no era su color. Pero Esther se lo había comprado, y ya no había vuelta atrás.
—Definitivamente Esther no tiene buen gusto para vestir—Habló Mackenzie con ella misma
La puerta fue abierta. A veces Mackenzie odiaba estar en casa. Pues su madre jamás le deba privacidad como ahora.
—¡Madre!—Se quejó Mackenzie—. Te he dicho miles de veces que toques antes de entrar. No sabes si estoy desnuda o algo peor.
—¿Peor que estar desnuda?—Hablo Esther—. Y no importa, Mackenzie. Yo te traje meses en mi vientre, te vi desnuda el día que te di a luz y cuando te cambiaba los pañales.
—¡Era una bebe!—Dijo Mackenzie, para después suspirar. No tenía caso pelear con su madre, era demasiado terca, al igual que ella.
—Me importa muy poco—Dijo Esther—. ¿Estás lista?
—¿Por qué color rojo?—Pregunto Mackenzie con una mueca en la cara
—¿Por qué no?—Dijo Esther—. Se nos ven increíbles.
Mackenzie puso de todas sus fuerzas para no hacer una mueca al ver el vestido que traía Esther. Un vestido rojo de cuadros.
—Claro—Mackenzie fingió una sonrisa
—Le dije a Alessia que Lucas ya sabía sobre el compromiso—Dijo Esther
Mackenzie suspiró.
La puerta se abrió, y por ella se mostró al elfo doméstico de los Parkinson.
—Los amos Parkinson le pidieron a Kepi que llevara a las señoritas Macmillan a la sala—Dijo Kepi
Ambas Macmillan, entraron a la casa. Mackenzie veía todo algo asombrada.
La mansión parecía con más vida que la Macmillan. Cuando llegaron a la sala, ahí estaban el matrimonio Parkinson.
Mackenzie hizo una mueca, cuando pensó que, después de un tiempo, ella y Lucas podrían ser aquel matrimonio.
—Kepi—Dijo Alessia—. Por favor, dile a Lucas que baje.
—Kepi irá por el año Lucas—Kepi desapareció de la vista de Mackenzie
—Buenas tardes—Dijo Esther
—Me alegro que hayan venido—Dijo Peter
—Podrías pararte más derecha, Mackenzie—Dijo Alessia
—Yo...Amm...
—Siempre es un gusto volver a verte, Mackenzie—Dijo Alessia
Mackenzie la observo. Alessia Parkinson, era una señora de cabello castaño, probablemente como el de Lucas.
—Te pido que no la toques, madre—La voz de Lucas la sacó de sus pensamientos
Estaba perdida en ellos, que no vio cuando Alessia había intentado tocarla.
Lucas había llamado la atención de todos con aquella frase. Sobre todo la de Mackenzie, la odiaba, ¿por qué no dejaría que la tocara?
Peter y Esther se acercaron más.
—Tu debes ser Lucas Parkinson—Dijo Esther
Mackenzie vio como Lucas miraba a Esther con una ceja alzada de arriba a abajo. ¿Ella también había hecho aquella mueca cuando vio a su madre usar ese vestido con cuadros?
— Y usted debe ser la Staritsata, koyato sŭsipva zhivota mi— (la vieja que arruina mi vida) hablo Lucas en búlgaro. Nadie en la sala entendio lo que dijo, solo Alessia por lo que tocio tratando de ocultar la risa ante la cara de Esther.
Mackenzie rodó los ojos. Odiaba cuando Lucas o Hasley hablaban en búlgaro. No les entendía.
—¿Disculpa, que dices?—Pregunto Esther
—Usted debe ser mi futura suegra—Dijo Lucas neutro
—Mi hijo siempre tan directo—Dijo Peter mientras le pasaba un brazo por los hombros a Lucas
Mackenzie por un momento, pensó que era como lo que hacía Esther cuando la estaba haciendo avistar su paciencia. Agarrarla del brazo y hacer un poco de presión.
Los adultos se fueron al comedor, dejando a los menores comprometidos.
—¿Que fue eso?—Pregunto Mackenzie, incrédula
—Conocí a mi desgracia de suegra—Dijo Lucas
Mackenzie abrió su boca, ofendida. Para después observar a Lucas. El Parkinson la vio con el ceño fruncido.
—¿Por qué impediste que tu madre me tocara?
—Iba a leer tu mente, tus recuerdos o te manipularía a su beneficio—Contestó Lucas—. Nunca confíes en Alessia Parkinson, chica Macmillan. Si vamos a fingir todo esto. Alessia es la que nos puede desmentir.
—Pero...ella sabe que no somos nada...¿por qué hace esto?—Mackenzia aún no lo entendía
—Porque hay una razón y es Peter Parkinson. Porque sin el, ella es capaz de romper todo y sacarme de esta horrible vida.
—¿Y por qué no lo hace?
—No voy a decirte toda mi vida, chica Macmillan—Mackenzie noto la frustración de Lucas
Vaya, si que es fácil hacerlo enojar. Nota para el futuro y molestarlo.
Mackenzie sonrió, ante aquel pensamiento. Fue detrás de Lucas.
Mackenzie se sentó a lado de Lucas en un extremo de la mesa, mientras Esther y Alessia en el otro, dejando a Peter en la punta.
—Tengo entendido que Lucas, ya sabe del compromiso—Habló Esther
Mackenzie apretó los cubiertos mientras Lucas tensaba la mandíbula. A ninguno le gusta eso, definitivamente.
Lucas asintió.
—Mi hijo ya lo sabe, es inteligente...
—No quiero que nadie lo sepa—Interrumpió Lucas
Mackenzie abrió la boca, mientras Esther casi se atora con el vino. Peter envió una mala mirada a Lucas, mientras Alessia tenía una sonrisa en su rostro.
—¿Como dices?—Pregunto Peter
—Estoy en mi quinto año—Comenzó Lucas—. Y la...Mackenzie esta en su cuarto año, es mejor si lo decimos al público en mi último año. ¿Creen que no nos gustó la sorpresa del compromiso? ¿Quieren comprometernos? Bien, háganlo. Pero no me casare hasta que acabe Hogwarts.
Mackenzie se quedó pensando. Por primera vez, estaba de acuerdo con Lucas. Tampoco quería que nadie se enterara, aún.
—Pues mi hija no...
—Yo pienso lo mismo que Lucas—Interrumpió Mackenzie a su madre—, quiero llegar hasta mi sexto año para decirles a todos que me voy a casar.
—Bien—Habló Alessia, con una sonrisa—. Los chicos tienen razón—Mackenzie suspiró, aliviada—. ¿Te acuerdas, corazón? Así nos comprometimos.
Mackenzie logró aguantar su risa, y solo sonrió.
—No es momento, Alessia—Dijo Peter, para después meter un pedazo de carne a su boca
—Lo único que queremos—Habló Esther—, son herederos, un lord y una lady.
17/04/23
¿Que les pareció?
Aunque me fumen, como que si le tengo cariño a Alessia.
Bueno, ya vimos de donde sacó el lado sarcástico Lucas.
Lo único en lo que Lucas y Mack están de acuerdo.
Teorías...
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