«LA DECISIÓN»

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Mackenzie entró a la sala de aquella casa con paredes color crema.

—Hora de comer, mi pequeño—Dijo Mackenzie, mientras cargaba al pequeño bebé de 4 años

Mackenzie camino con el pequeño hasta el comedor donde le entregó el pequeño a alguien.

Mackenzie entre sueños, arrugó la frente al no poder reconocer quien era.

—Acomódalo en su silla, mientras sirvo el desayuno, ¿quieres?—Mackenzie se dispuso a servir el desayuno

—¿No crees que tú madre está un poco loca?—Dijo la voz de aquel hombre

Mackenzie dejó caer el plato de comida al reconocer la voz.

Escuchó como el llanto del pequeño comenzaba a hacerse más fuerte.

—¿Todo bien?—Volvio a hablar el hombre—. Asustaste a...

Mackenzie se dio la media vuelta y abrió los ojos, asustada al poder ya, identificar a la persona.

El hombre la vio con el ceño fruncido, cargó al Niño y se acercó a Mackenzie.

—Oye, Macmillan—Dijo el hombre, sacudiendo la mano frente a Mackenzie cuando vio que no se movía—. ¿Todo bien?

Fue cuando Mackenzie observó al Niño.

Era un niño azcabache, de piel blanca, con algunas pecas notables y los ojos como los de ella.

Pero...

Mackenzie vio al hombre...Lucas Parkinson la veía lo más raro posible.

—Asustaste a Jake—Habló Lucas

Fue cuando Mackenzie despertó en su habitación, miró que estaba a oscuras.

Se limpió el sudor, aún con la respiración agitada. Sintió un escalofrío cuando recordó que...había sido Lucas, con el que había soñado.

—Mi madre me ha dejado loca—Murmuro Mackenzie, para después agarrar una de sus almohadas, taparse la cara y gritar

Cuando sacó su pequeño estrés, se quito la almohada de la casa y se pasó su mano por su vientre.

—¿De qué tamaño estarás?—Pregunto Mackenzie, mientras sonreía—. Supongo que lo averiguaremos más tarde.

Cinco días.

Cinco días habían pasado desde que se había enterado que estaba embarazada.

Había evitado a James todo lo que podía, y lo había conseguido. Claro que no era como que James la buscara siempre.

Pero Mackenzie prefería no pensar eso eso, no ahora.

Entró a las tres escobas, se quedó parada unos segundos. Hasta que visualizó la cabellera castaña.

—Creí que no vendrías—Dijo Mackenzie, cuando se sentó enfrente

—¿Después de la carta que mandaste?—Dijo Clarissa—. Ally, me dejaste...no sé ni cómo me dejaste. ¿Embarazada?—Esto último, lo había dicho en voz baja

—Ya lo se—Mackenzie se pasó las manos por la cara

—Supongo que James es el padre—Dedujo la chica Rosier

Mackenzie solo asintió.

—Me van a matar, lo se—Dijo Mackenzie, mordiéndose el labio inferior

—No te aseguro que sea la mejor noticia que le darás a Esther—Dijo Clarissa—. Puedes mentir sobre quien es el padre.

—Lo pensé—Dijo Mackenzie—. Pero no se a quien...ya sabes...

—A ver—Clarissa suspiró—, Evan lo haría, pero Esther sabe que te ve como una hermana más. Así que no. ¿Barty?

—Esther sabe que le gusta Eva—Dijo Mackenzie

—¡Maldición!—Clarissa se rascó la nuca—. Evan no puede decir que es suyo porque te ve como una hermana. Desearía ser hombre y decir que es mío, Ally. De verdad que si.

—Deja el tema de lado, Clari, ¿si?—Dijo Mackenzie—. ¿Le dijiste a tu mamá?

—Ella agendo la cita—Dijo Clarissa—. Pero, como me pediste que no diéramos tu nombre...a partir de que entres en san mungo, serás Estelle Rosier, mi hermana mayor y hermana menor de Evan.

—¿Estelle?

—No me mires así—Dijo Clarissa—. Fue el primer nombre que dijo mi mamá cuando estaba haciendo la cita.

—No me quejaré, entonces—Dijo Mackenzie—. ¿Es un nombre francés?

—Así es—Dijo Clarissa—. Como Eloise que es el mío, Camille que es el de...Eva. Ahora formarás parte de los Rosier. Supongo que mamá ganó la batalla para ponerle nombre a Evan, porque sus nombres no son franceses—Mackenzie sonrió, le gustaba cuando podía compartir tiempo con Clarissa. Siempre tenía algo que contar—. Aunque tenga el nombre de mi padre...Alexandre, pero lo tiene...¿como decirlo? ¿Normal? Ósea, no es francés. Y ahora debería de parar de hablar, porque si sigo podemos perder la cita.

Mackenzie pensó en el segundo nombre de Eva, el cual la pelirroja odiaba. Eva Camille.

Mackenzie pensó en que, para que Eva y Clarissa se odiaran, hasta sus nombres iniciaban con la misma iniciales.

—¿Tu madre nos estará esperando allá?

—Así es—Contestó Clarissa—. Vamos, se hará tarde.

Ambas salieron de las tres escobas. Iban hablando sobre Clarissa y su novio. A veces Mackenzie también le decía como iban con las clases.

Casi cuando estaban a punto de llegar a san mungo, ambas notaron que un hombre las iba siguiendo.

—Soy yo, o ese hombre nos viene siguiendo—Dijo Mackenzie

—Nos viene siguiendo—Dijo Clarissa—. Veamos qué quiere.

—No, Clarissa...

—¡Oiga!—Clarissa no dejó que Mackenzie terminara de hablar—. ¿Se puede saber por qué nos viene siguiendo?

Clarissa se acercó al señor, Mackenzie abrió los ojos, y fue detrás de ella.

—¿Es que acaso está sordo?—Pregunto Clarissa—. Le he preguntado algo.

—Lamentó incomodarlas—Dijo el hombre, para después ver a Mackenzie a los ojos—. ¿Me puedes decir como te llamas?

Mackenzie observo al hombre. Se veía como de la edad de Esther, tal vez unos años más. Su cabello era castaño, que casi logró comprarlo con el de ella. Sus ojos eran verdes y tenía pecas en el rostro.

—¿Se puede saber para que quiere saber mi nombre?—Dijo Mackenzie, cruzándose de brazos—. Yo no lo conozco. Y deje de estarnos siguiendo, si no quiere que gritemos.

—Es que...me recordaste a alguien cuando te vi es todo—Dijo el hombre

Mackenzie se relajó, e incluso bajo sus brazos.

—Mackenzie—Dijo Mackenzie—. Ahora, ¿como se llama usted?

—Axel Rowle—Dijo el hombre—. Lamento incomodarlas...adiós.

Dicho eso, se dio la media vuelta dejando a ambas chicas confundidas.

—Vámonos de aquí, antes de que se arrepienta de regresar—Clarissa tomó la mano de Mackenzie y la jaló para comenzar a caminar más rápido—. Nada de esto a mi madre, o no me volverá a dejar andar sola, y no me podré escapar de mi colegio. 

Mackenzie asintió, tampoco era como que quería contarlo.

Una vez llegaron a San mungo, ambas se acercaron a donde la madre de Clarissa estaba.

—Mamá—Dijo Clarissa

—Hasta que llegan—Dijo Evelyn Rosier

—Una disculpa. Tuve que pasar al baño—Mintió Mackenzie

—No puedo creer que...estés embarazada, Mack—Dijo Evelyn

—No se lo recuerdes, mamá—Dijo Clarissa—. Ally no la está pasando del todo bien con eso.

—¿Estas segura de que quieres hacerlo?—Pregunto Evelyn—. Es tu decisión, linda.

—Se que no es lo mejor—Dijo Mackenzie—, pero...no podría tenerlo con la vida que llevo.

—Y ninguna de nosotras te juzgará por tu decisión—Dijo Clarissa—. Pero...supongo que después de cualquiera de las dos decisiones que tomes, tu vida va a cambiar. Por completo.

—Lo tengo claro.

—Bien—Dijo Evelyn—, mejor ahora, que tarde.

Mackenzie estaba demasiado nerviosa. Solo se limitaba a responder las preguntas que hacía la medigama.

Cuando estaba en la habitación, acostada en la camilla. Se volvió a replantear si estaba haciendo lo correcto.

—Bien—Dijo la medigama—, acabemos con esto.

Mackenzie vio como la medigama inyectaba algún tipo de líquido al aparato en donde Mackenzie estaba conectada.

Pasaron unos segundos, hasta que su vista se volvió negra.

Cuando abrió los ojos, vio que estaba en una habitación totalmente diferente.

Vio que se encontraba Clarissa, leyendo una revista.

—Ally, despertaste—Dijo Clarissa, quien se acercó—. ¿Como te sientes?

—Creo que...bien—Dijo Mackenzie—. ¿Ya lo hicieron?

—Hace dos horas que te pasaron a está habitación, Ally—Dijo Clarissa, sonriéndole mientras le acariciaba el cabello—. Has sido muy fuerte.

—No lo se, Clari—Dijo Mackenzie, suspirando—. Creo que fui débil al dejarme caer por el miedo de lo que podría decir mi madre.

—Claro que no—Dijo Clarissa—. Ya no pienses en lo que pudo haber sido. Tomaste una decisión, y es a partir de aquí, que debes tener mucho más cuidado. ¿Le dirás a...James?

—No lo se—Dijo Mackenzie—. Posiblemente me odiaría si se lo digo. Y si no se lo digo...

—Cual sea que sea la decisión, debes saber que él no te puede culpar por haber abortado, Ally—Interrumpio Clarissa—. Era tu cuerpo y tu decisión. Él no iba a tener problemas, tú si. Iré con mi mamá, creo que solo te quedan dos horas más para que te den de alta.

Mackenzie no dijo nada, solo asintió. Vio salir a la menor de los Rosier de la habitación para después suspirar.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no derramó ninguna.

No sabía como o el porqué, pero...se sentía vacía. ¿Como podía sentirse vacía, si solo hace 5 días sabía que estaba embarazada?

Si se lo decía a James, probablemente se enojaba. Si no se lo decía...no había forma de que se enterara por otra parte, puesto que solo Clarissa y Evelyn lo sabían. Y confiaba en ellas...pero no confiaba en si misma. No sabía cuánto tiempo iba a poder guardar este enorme secreto.

24/11/23

¿Que les pareció?

Ojito con el sueño 🤔

Al menos Jake existió unas semanas 🥺

¿Creen que Mack le dirá a James?

¿Como creen que lo tomaría James?

No tuvieron un dejavú en este capítulo?
¿Mack y Clarissa? O ¿Paige y Theodore?

Paige también quedó embarazada de alguien que sabía que su madre no aceptaría...pero a ella le importo más su bebé, que lo que diría su madre.

Y a Mack mas lo que diría su madre, que su bebé.

¿Quien creen que sea ese hombre?

Teorías...