< chapter 07: Scorpius... >

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Ginny había aprendido a moverse con sigilo por los pasillos de Hogwarts, su corazón latiendo con una mezcla de emoción y miedo. Nadie debía saberlo. Nadie debía descubrir su secreto. Pero allí estaba ella, encontrándose con Scorpius en cada rincon y pasillo poco transitados. El chico pensaba que era una casualidad, un encuentro fortuito en medio de los pasillos del castillo. Pero Ginny lo tenía todo planeado.

Era difícil para ella. A veces se sentía avergonzada por tener que esconder a Scorpius, pero también sabía que nadie de su familia aprobaría su amistad. Los Weasley no veían con buenos ojos a los Malfoy, Nott y Black, dado que el se encontraba familiarizado con dichas familias, y a pesar de que Sirius era un Black, confiaban en el, pero no en Regulus, y mucho menos en Scorpius. Solo los gemelos, Fred y George parecían hacer una excepción, quizás porque veían en él un espíritu rebelde similar al suyo.

Ginny recordaba cómo todo había comenzado. No fue en el Gran Comedor, como para Scorpius comenzó. Para él, su amor por ella había nacido en medio de las risas y los murmullos de los demás estudiantes. Pero para Ginny, todo había comenzado mucho antes, en un día lluvioso de otoño.

Ella era una Gryffindor valiente y decidida. No le gustaba que los Slytherins se burlaran de los de su casa, y menos aún cuando se trataba de ella misma. Aquel día, dos Slytherins la habían molestado en el pasillo. La habían llamado “la ratita de los Weasley” y se habían reído de su cabello pelirrojo y su uniforme.

Ginny no lo toleró. Se enfrentó a ellos con valentía, y aunque eran más grandes y fuertes que ella, no dudó en golpearlos con todas sus fuerzas, aunque sabía que no había hecho ningún daño. Los gemelos Weasley, que pasaban por allí, la ayudaron a espantar a los Slytherins. Fred y George la felicitaron por su valentía y su determinación.

Fue entonces cuando lo vio. Scorpius Malfoy estaba al final del pasillo, observándola con una mezcla de sorpresa y admiración. Ginny sintió que sus mejillas ardían y su corazón comenzaba a bombear con fuerza.

Desde aquel día, que Scorpius la habia defendido de James, comenzaron a cruzarse en los pasillos, a encontrarse en los rincones. Scorpius pensaba que era una casualidad, pero Ginny lo tenía todo planeado.

A veces, Ginny se preguntaba si estaba bien lo que estaba haciendo. Si era correcto esconder su amistad, pero cuando se encontraban, todo eso desaparecía.

Ginny jamás le diría a nadie que sus sentimientos por Scorpius habían desaparecido. A pesar de todo, seguía amándolo en secreto. Quizás para él, su amor había comenzado en el Gran Comedor, pero para Ginny, todo había comenzado en un pasillo mojado y oscuro, cuando golpeó a dos Slytherins que la molestaban solo por ser Gryffindor.

—Deberías ir y hablar con el. —la voz de Hermione a su lado la hizo apartar la mirada de Scorpius frente a ella en la mesa de Slytherin. —El cubrirte se me está dificultando un poco, Ginny, ellos van a descubrirlo. —susurró.

—¿Descubrir que?—Ron pregunto.

—Nada. Cosas de chicas. —respondió de inmediato la pelirroja.

—¿Segura de eso?—Fred apareció a su derecha.

A diferencia de sus hermano o de Harry, Hermione podía leer el comportamiento de su mejor amiga, ella siempre tuvo la suerte de entenderla mucho mejor, y ahora no era la excepción, y dado que ella sabía lo que estaba ocurriendo y sus intentos de cubrirla siempre, no dudo en tomar el profeta en sus manos y golpear a Fred en la cabeza, aunque eso no evito que el otro gemelo hablara.

—Tal vez... —murmura George detrás de ambos, logrando que lo miraran. Ginny lo observo durante unos segundos, pidiéndole tan solo con sus ojos que por favor no dijera nada. —¿No es por tu amistad con Scorpius Black, renacuajo?—la menor maldice para sí misma, odiando que le estuviera pasando eso ahí mismo y por no evitar mantener a sus hermanos callados.

—¿Es verdad?—Ron dirigió la mirada a su hermana. Ginny lo mira brevemente, sabía que no podía esconderlo más y asiente levemente sin comentar nada al respecto. —¡Es una serpiente! ¿Cómo puedes estar de acuerdo con esto?—pregunto de nuevo, pero está vez, dirigiendo su mirada a Hermione.

—El no me agrada, y nunca va a hacerlo, pero no voy a controlar las amistadas de mi mejor amiga, no soy quien para prohibirselo. Y tú tampoco, solo eres su hermano. —respondió Hermione.

—Exacto. Su hermano...

—¿Scorpius Black?— cuestionó Harry interrumpiendo y frunciendo el ceño. —¿Hablas con el? ¿De verdad? ¿Con el? ¿Si sabes quién es, no?

—¿Si?—se vió obligada a responder. —¿Que tiene de malo? Somos amigos. No estoy haciendo nada malo que yo sepa.

—No se trata de estar haciendo algo malo o no Ginny, es un Slytherin. —la pelirroja alzó una ceja cuestionandolo. —Se junta con Nott y Malfoy.

—Ellos nunca me han dicho nada. —respondió Ginny de inmediato. —No hagas de tus problemas los míos. Ellos incluso me defendieron el otro día con James, y ustedes estaban ahí y ni siquiera se acercaron. Tu, Harry, solo te acercaste a mi cuando viste que Scorpius venía conmigo.

—¡Estaba preocupado por ti!—sobresalto a más de uno ahí. Inclusive a varios a su alrededor.

—Pues no lo parecía. Además, ¿Que derecho estás tomando tu sobre mi y sobre con quién me junto? No eres mi madre, ni padre para prohibirme nada. Ni siquiera a ellos obedezco, ¿Y crees que lo voy a hacer contigo?— soltó una risa sarcástica.

—Eso no hubiera pasado si desde un principio salieras conmigo. —y Ron no dudo en darle la razón, recibiendo un jalón de orejas de Hermione.

—No voy a salir contigo. Quizás en primer año estaba ida, enamorada de ti, pero no lo estoy ahora. Y no voy a estarlo en un futuro, por más que lo intentes, por más que le agradezco a mis hermanos, a mamá, tu no me gustas, y espero que lo entiendas, porque no voy a temer en golpearte si vuelves a insistir con ello. —se levantó de golpe de la mesa y hasta ese entonces no había reparado en su alrededor, y como todos ahí se mantenían en silencio.

Y por un fragmento de segundo su mirada se conecto con la de Scorpius. Apartó la mirada y negó con la cabeza mientras suspiraba, eso no iba a salir bien, y caminando hacía la entrada del Gran Comedor se prometió hacía misma odiarlo si de eso valía el mantener que todo siguiera como estaba.

—¡Pelirroja!—paro en seco al escuchar la voz de quien menos pensaba.

—Nott, ¿En qué puedo ayudarte? —volteó a verlo.

—¿Saldrás con mi primo ahora?—pregunto con diversión.

—¡Lo odio!—sobresalto al castaño frente a ella. —¡Lo odio! ¡Lo odio!

—¿Que? Oye, tranquila, ¿A quien odias?—pregunto confundida.

—¿Que es lo que necesitas Theodore?—pregunto nuevamente.

—Escuche lo que sucedió ahí dentro, o bueno...todos lo escucharon. Solo...¿No rompas su corazón de acuerdo? Aunque se que si esa no es tu intención aún así lo harás...

—Es un adicto, Theodore. Y lo siento porque es tu primo, pero nadie en Hogwarts puede negar eso. Todos saben la sobredosis que tuvo en esa fiesta de Ravenclaw. Y no voy a negarlo, en algún momento me...gusto — aún lo hace; evito decir. —Pero no quiero a alguien así en mi vida.

—Tranquila, yo tampoco me querría.

Ginny cerro los ojos fuertemente, mientras aguantaba la respiración. Theodore frente a ella, miro a su primo sobre su hombro, suspirando.

—Scorpius, yo...

—No hay problema, Ginny, yo se lo que todos piensan, y...créeme, es lo menos feo que han llegado a decirme. —se fue de ahí dando media vuelta.

—Scor...

—Dejalo, ya has dicho suficiente. —y la voz de Draco la interceptó a medio camino. Theodore ni siquiera había hecho el intento de detenerla. —Podrás decir que no fue tu intención, pero tú desde un inicio debiste dejarle las cosas claras, comadreja.

Y Draco tomo el mismo camino por el que Scorpius de había ido.

—Tal parece que aquí regresa la enemistad. —Theodore le miró con una pequeña sonrisa que salió como una mueca antes de desaparecer.

—Hiciste lo correcto, Ginny. — sintió la mano de Harry en su hombro.

—Alejate de mi, Potter, y no vuelvas a tocarme o voy a romperte la mano. —se soltó bruscamente, y salió en dirección contrario de los tres Slytherins.

Tal vez las cosas estarían mejor así...¿No?