"Hoy corté una flor"

Taehyung camina por el jardín con una flor en su mano, más específicamente una Rosa la cual cortó hace tan sólo unos minutos, cuando el cielo se nubló y un aguacero comenzó a caer sobre la ciudad.

No es de esperarse que esté ahí, ya que como cada cumpleaños de su amada, él asiste a aquel jardín para obtener la rosa más hermosa, aunque eso signifique un robo.

Él sabía que llovería, después de todo siempre está enterado del tiempo en su ciudad.

Las gotas de lluvia comienzan a empapar su ropa, el cabello negro y ondulado se pega a su frente y por instinto esconde rápidamente la rosa bajo su abrigo para evitar marchitarla, y así corre hasta un lugar donde la lluvia esté fuera de su alcance.

"Presurosa la gente pasaba, corría,
y desierta quedó la ciudad pues llovía."

Es domingo, y como es de esperarse hay muy poca gente fuera de sus casas, las cuales por motivos demasiado importantes seguramente estan ahí, como es el caso de Taehyung, quien por conseguir una hermosa rosa como las que a JiSoo le gustaban haría hasta lo imposible.

Llega hasta un lugar más alejado dónde no se oye nada más que el sonido del agua al colisionar contra el cemento, y libera a la flor que se halla protegida entre su abrigo.

Mientras espera que la lluvia disminuya su intensidad, se sienta en el escalón de una pequeña tiendita cerrada, observando con detenimiento la rosa como si fuera la primera vez que ve una.

Lágrimas caen sin darse cuenta por su mejilla, pero las seca en seguida con brusquedad y se levanta para comenzar a caminar hacia su destino final del día.

La lluvia no cesa, pero se encuentra más relajada, al igual que Taehyung al llegar. Recuerdos hermosos llegan de pronto a su mente, como cuando conoció a su querida JiSoo aquella tarde en la playa. Su cabellera rojiza danzaba armoniosamente con el viento y su vestido se movía al ritmo del oleaje, suficiente para dejar a Taehyung embobado, pues llevaba viéndola de hace rato. Ese día se convirtió en uno de los favoritos de Taehyung cuando esa hermosa jóven posó la mirada en sus ojos desprevenidos. No supo que hacer, se quedó atónito pero volvió a la realidad al sentir aquella hermosa sonrisa como el más bello regalo que alguien puede ofrecer.

Sonríe al recordar todo eso y toma la rosa entre sus dos manos.

Se siente afortunado al haber conocido a esa mujer, tan alegre y hermosa, tan radiante capaz de iluminar hasta el alma más oscura. Pero se siente más feliz por el hecho de que ella haya aceptado recorrer el extenso camino a su lado, hasta que el tiempo acariciara sus pieles y el gris comenzara a formar parte de sus vidas.

Taehyung empieza a acercarse muy despacio, cada paso es una lágrima y cientos de gotas del cielo que se mezclan fácilmente.
Cada paso es uno al pasado, que comienza a apoderarse a un ritmo tortuoso de su ser herido.

Se agacha hasta que sus rodillas aplastan el césped húmedo y una de sus manos agarra el florero azul donde deposita luego la rosa.

Quizá fueron los recuerdos que no le permitieron ver la sangre que corre desenfrenada por su mano gracias a la lluvia, pero su piel ya no duele a pesar de lo profundo que haya sido el corte de las espinas.

Taehyung devuelve el florero a su lugar y se acerca aún más, para poder acariciar el cemento dónde yace escrito desde hace un año el nombre de su amada. No puede evitar llorar al recordarla entrar a la iglesia, con el hermoso vestido blanco ceñido a su cuerpo, y el momento en que el padre los unió en matrimonio hace cuatro años.

Deja escapar una lágrima tras otra, las cuales se confunden con la lluvia, pero ya no importa, da igual si alguien lo ve, si alguien lo escucha. No le importa nada, sólo quiere pasar el día más especial en la vida de su esposa a su lado, aunque ella ya no esté con él.

A veces se culpa, pero no encuentra razones para hacerlo, otras cree que si no hubiera insistido en la idea de un nuevo integrante en la familia nada de esto habría ocurrido, pero, ¿Cómo podría haber sabido que no vería a su esposa nunca más?

Lleva a un lado la mirada y una lápida aún más pequeña yace junto a la de su madre bajo la lluvia.
Su pequeña, aquella niña que se suponía sería la luz de sus ojos, pero que nunca llegó a conocer, su hija.

Taehyung no se creía capaz de soportar tanto hasta que vio a su JiSoo alejarse lentamente. La noticia fue un balde de agua fría en esa cálida tarde. Él sólo esperaba poder ver ese pequeño cuerpesito en los brazos de su esposa, acariciar aquella piel suave y tomar esas manos que le devolverían la esperanza en la vida, lo harían ver lo hermosa que esta es sólo porque podría guiar a esa criatura en su camino.

Pero la noticia que recibió estaba demasiado lejos de ser la que esperaba. En ese momento su corazón se partió, y no en dos, si no en cientos de pedazos que terminaron desgarrando su alma incrédula.

Él se negaba a aceptarlo, después de todo, ¿Quién podría hacerlo?

Lleva su vista al jardín y de allí corta una pequeña flor, la cual va directo a la tumba de su bebé.

Taehyung esperaba aquella noche poder entrar y ver a su esposa, el trabajo a veces consumía gran parte de su tiempo y por eso llegó tarde al parto de su bebé.

Nada se igualaba a la alegría que sentia en ese momento. Llevaba un ramo de rosas, las flores favoritas de JiSoo, y una sonrisa que estaba seguro nada podía quitársela.

A veces la vida es cruel, otras veces sólo ocurre lo que es mejor.

Taehyung sabe que debe ser fuerte y seguir adelante, aunque su anhelo de ser padre se haya marchitado junto a la persona que más amaba.

-Feliz cumpleaños, mi amor -dice luego de una rato y lanza un beso a la tumba llena de gotas por la lluvia-. Feliz cumpleaños, mi pequeña.

Se levanta como puede, sin saber si aún continua llorando o es la lluvia que empapa su rostro. Comienza a caminar de vuelta a casa sin importarle el resfrío que obtendrá luego.

Taehyung no llora solo, el cielo lo acompaña en el silencio de la tarde un tres de enero.
Sólo espera llegar al punto en el que no llorará cada vez que recuerde a su linda JiSoo, si no que deslumbrará una hermosa sonrisa en su rostro al recordarla grácil junto a la brisa.

Por ahora sólo vuelve a su hogar vacío para seguir llorando hasta que el cielo deje de hacerlo, y el dolor que siente en su corazón disminuya.

Porque hoy cortó una flor bajo la lluvia que tanto le recuerda a ella, y quizá mañana corte otra rosa, mientras piensa en que le diría a su esposa si tan sólo pudiera volver a verla.

"...Porque yo corte una flor
Y llovía y llovía
Esperando a mi amor
Y llovía y llovía
Que me alegre tu canto
Que me alegre tu risa
Que se alegre en silencio
Tu mirada en la mía..."

Hola!
Un OS cortito porque llevaba tiempo sin subir algo del Vsoo, en fin, espero sea de su agrado ~♡

-Lina.
09/07/22