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CAPÍTULO: 7

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Pasaron los días desde aquel momento y Aqua ayudaba cada día más a su prima, invitándola a que salgan a pasear, haciendo un maratón de películas, intentando hacer un buffet de comida, pijamadas, bailar como en la película "La Bella y la Bestia", leer en el patio trasero disfrutando de la tarde y más cosas.

Charlie podía observar como la actitud de su hija mejoraba y se renovaba con el pasar de los días, un calor en su pecho aparecía cuando escuchaba la risa de Bella y se sentía agradecido con su sobrina, ya que ella había traído un poco de luz a sus vidas.

Aqua soltó un suspiro mientras se sacaba un mechón castaño de su frente, elevó sus cejas impresionada con lo que veía y soltó un chiflido hacia la fémina.

—¿Qué le hiciste a mi prima? —preguntó juguetona Aqua, al frente suyo estaba Isabella con un aura decidida y fuerte, su vestimenta seguía siendo la misma pero ahora la hacían ver como una mujer hermosa. Sus cabellos se movían al compás de su caminata y brillaban cuando unos débiles rayos ultravioletas impactaban en las hebras marrones—. Enserio, ¿tan fuerte fue el cambio que hice contigo?

—Aqua —le golpeó el hombro avergonzada con lo que le decía su prima y negó con su cabeza al verla subir y bajar las cejas pícaramente—. Deja eso.

—Por ti me cruzaría al otro bando —la picó un poco la de ocelos azules y su acompañante abrió su boca sin saber que decir, sus mejillas se tiñeron de un color rosado y soltó un risa nerviosa—. No apoyo el incesto, sin embargo, podríamos tener algo tú y yo.

—¡Aqua! —soltó una carcajada la menor divertida por lo que decía la mayor y la abrazó—. Gracias.

—Sé que ya llevo más de dos meses aquí, pero, me has dichos muchas veces las gracias... ¿Por qué me agradeces nuevamente? —curioseó Aqua correspondiendo el abrazo.

—Agradezco que hayas venido para ayudarme, Aqua. Además, me hiciste abrir los ojos al respecto sobre mi verdadero yo.

La casi adulta abrió sus ojos sorprendida y abrazó aún más fuerte a la más joven, comenzó a dar vueltas en el patio trasero de la casa soltando una que otra risa, Bella la acompañó aferrándose a la más alta temiendo que pueda irse volando por los giros que daba la oji-azul.

—¡Me alegro un montón! —dijo apenas soltó a Bella y le dio un sonoro beso en su frente—. Dime, ¿cómo te sientes ahora?

—Me siento fuerte, con más maduración y creo que ya no voy a depender de un hombre —sonrió felizmente la menor—. Y todo es gracias a ti, ahora me amo con todos mis defectos y sé quién soy.

—¿Ah, sí? Dime quién eres, linda —la alentó Aqua tomándola de los hombros.

—Soy Isabella Swan.

—¡Dilo más fuerte, hermosa!

—¡Soy Isabella Swan!

Ambas mujeres se miraron con una enorme sonrisa en su rostro y Aqua le dio un golpe suave a la nariz de la menor con su dedo índice.

—Estoy orgullosa de ti, Isabella —los ojos azules de la joven brillaron al decir eso y Bella se vio tentada a guardar ese momento en su mente para siempre, los ojos de la muchacha se cristalizaron y la castaña entró en pánico—. ¿Q-Que sucede?

—N-Nadie me h-ha dicho e-eso antes —sollozó la menor tapando su cara y la Swan mayor sonrió enternecida por la acción de la más joven.

—Lo escucharás más seguido, linda —todo el tiempo en el que estuvo en Forks Aqua pudo desarrollar algo de su antigua actitud, tomándose el atrevimiento de decirles esos apodos cariñosos a su prima.

Poco a poco, la antigua Aqua volvía.

La mayor pasó un brazo por los hombros de la menor para atraerla hacia su cuerpo susurrándole lo orgullosa que estaba y escuchando los sollozos por parte de la joven, pudo observar a su tío Charlie acercarse preocupado ante la actitud empleada por su hija y su sobrina solo negó con su cabeza.

—¿Qué sucede? ¿Por qué estás llorando, Bella? ¿Sucedió algo?

—Una nueva Bella acaba de presentarse hoy, Charlie. Tu hija ha vuelto pero en una versión mejorada —murmuró orgullosamente Aqua hacia el policía y éste entreabrió sus labios impactado por la noticia.

—¿E-Eso es c-cierto, Bella?

La hija del jefe de policías salió del agarre de su prima y miró a su padre para posteriormente asentir con su cabeza, Charlie sonrió levemente abrazando a su hija haciéndola sorprender.

—Estoy orgulloso de ti, Bella.

Toda la tarde la familia Swan estuvo intentando que la menor dejase de llorar pero estaban contentos de que Bella haya descubierto quien era y que ahora ella podría salir adelante sin la ayuda de los demás.

Aqua observaba sentada en el patio trasero el cielo nocturno y sonrió, en un tiempo tendría que irse de ese lugar porque su misión ya había finalizado; sin embargo, sentía que algo faltaba por hacer y eso la desconcertaba.

—¿No puedes dormir, Bella?

Los ojos azules de la mayor se desviaron de aquel cielo oscuro para mirar detrás suyo a una Isabella en pijama, ésta solo sonrió sentándose a un lado de su prima y apoyó su cabeza en el hombro de la castaña.

—¿Te vas a ir? —el solo pensar que su prima se iría la hacía sentir mal, con un miedo indescifrable para ella misma.

—Si tú deseas que me quede, lo haré.

—Quiero que te quedes, Aqua —sonrió acomodándose en su lugar y soltó un suspiro—. Me alegra tener tu compañía, prima. En unos días entro a clases y me gustaría que me acompañes.

—Linda, yo ya terminé la secundaria —soltó una risa corta Aqua, divertida al solo pensar que debía cursar nuevamente el último año de bachillerato.

—No, eso no. Quiero que me acompañes hasta la escuela.

—¿Quieres que hagamos lo mismo que hacen las madres con sus hijos, los cuales entrarán por primera vez al jardín? —preguntó con el ceño fruncido volteando a penas su rostro para ver a la menor, esta asintió—. Ay, Bella, ¿qué haré contigo?

—¿Amarme y aguantarme?

—Yo ya lo hago, linda —sonrió ligeramente Aqua, pasó su brazo derecho por la cintura de la menor para acercarla más a ella y que esté más cómoda—. ¿Tú me amas y me aguantas?

—Yo ya lo hago, linda —copió la frase Isabella, soltó una risa baja al ver a la mayor abrir sus labios sorprendida y poner una mano en su corazón ofendida—. Ya, no hagas tus escenas de drama. Entonces, ¿vas a acompañarme?

—De eso no lo dudes, hermosa.

Se quedaron hablando de cualquier cosa y la mayor alzó en brazos a la morena cuando esta se quedó dormida, subió las escaleras en silencio y se adentró en la habitación de la mujer que tenía en brazos. La dejó con cuidado sobre la cama, que ya estaba destapada, y la tapó; besó su frente con cariño y salió de la habitación para irse a la sala a descansar.

Observó todo el lugar sintiendo peligro formarse en su pecho y escuchó un ruido en el patio trasero, caminó sigilosamente hasta el sitio y levantó sus manos dispuesta a usar ese poder que la hacía descontrolar.

Golpeó sin duda alguna a la persona que estaba a un costado de la puerta y la agarró del cuello con furia, vio unos ojos dorados y su ceño se frunció.

—¿Quién carajos eres? —preguntó sin aflojar el agarre y la persona puso sus dedos pálidos en las manos blancas de Aqua en un intento, en vano, para sacarlas. La mujer se rindió y sonrió.

—Soy Alice, Alice Cullen.

        
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| ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ