25. Mansión Cullen
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CAPÍTULO: 25
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La simple idea de tener algo con el ex de su amiga era desagradable, de cierta manera; no podía ni siquiera imaginar un momento amoroso al lado de aquel hombre de ocelos dorados, le traía una sensación de traición a su pecho ante la posibilidad de que alguna vez suceda algo así. Su mirada azulada se clavó en el techo blanco de la habitación de Bella, pensativa. Después de haber huido como si fuera una criminal luego de haber hecho un crimen, se refugió en las cálidas mantas de la cama de su amiga y vio todo a su alrededor con un aire pensativo, esperando que una idea buena se le cruzara por su mente y la incite a que se vaya de ese pueblo para no volver más.
No sucedió en las dos horas en la que estuvo en ese sitio.
Suspiró cerrando sus ojos y por un momento deseó que todo lazo que la unía a Edward desapareciera mágicamente. ¡Era imposible para ella desear tener una relación con el ex de su prima! ¡Carajo! Eso sería una traición a la hermosa amistad que tenía con ella, era como una apuñalada a su espalda.
—Quiero pegarme un tiro —murmuró sentándose y poniéndose sus botas, ya se estaba haciendo la hora de buscar a su prima.
Salió de la habitación atándose su cabello en una cola de caballo alta y bajó las escaleras con desgano, miró a sus costados buscando la presencia de su tío pro no aparecía en ningún lado. Se dirigió a la puerta agarrando su chaqueta negra y las llaves de su auto, caminó murmurando un par de maldiciones al sentir unas leves gotas impactar en su rostro y se metió rápidamente al vehículo, implorando que no se largue a llover con fuerza.
Manejó rápidamente hacia el colegió al cual asistía su prima y la esperó dentro de su automóvil, no deseaba empaparse por la lluvia.
La vio bajar con una mueca y frunció su ceño desconcertada, preguntándose sobre qué le habrá sucedido por tener una cara de culo. Bella se subió al auto de su prima y llevó su frente a la guantera, provocando un sonido sordo.
—¡¿Pero qué mierda te pasa?! —exclamó alterada la Swan mayor al ver aquel acto y golpeó el hombro de la menor por lo que hizo—. Si quieres golpearte solo dímelo y te hago un saco de Box.
—Mátame.
—¿Qué? —la miró confundida y suspiró por lo bajo—. Explícate.
—Acepté la invitación de Alice para ir a su casa, y también te incluyó —murmuró soltando un bufido al final—. Aún no entiendo como pude aceptar, creo que me puso algo en la bebida.
—Si serás estúpida —masculló entre dientes Aqua viendo la sonrisa de lado que tenía el rostro de Edward y su hermana, Alice—. ¿Para cuándo?
—Ahora.
Y Aqua golpeó el volante con furia, desquitándose con el primer objeto que tuvo a su alcance. Sus ojos resplandecieron y de sus manos salieron pequeñas llamaradas rojas que inmediatamente apagó.
—¿Aqua?
—Iremos, pero no creas que me comportaré como una ignorante ante lo que te hicieron —exclamó señalándola, obteniendo una risa por parte de la estudiante—. Atrás hay ropa, cámbiate.
Bella la vio confundida, ¿a caso su ropa estaba tan mal? Se preguntaba mirándose. La verdad es que Aqua no iba a dejar que Isabella vaya a esa casa infestada de vampiros con esas fachas, demostraría que su amiga estaba jodidamente hermosa y poderosa, por más que ella sea humana.
—Necesitas demostrar que eres poderosa y hermosa, y con esas ropas demuestras lo contrario —señaló con obviedad.
La Swan soltó un suspiro y se dirigió al asiento de atrás, pasando por el hueco que formaban los dos asientos delanteros; se sentó en el medio y comenzó a revisar la ropa que tenía en la mochila de la de ojos zafiros. Alzó una ceja mostrando una ropa interior de encaje sonrojando a la castaña, quien apartó su mirada ante lo que descubrió la menor.
—¿En serio? —preguntó Isabella mirándola.
—Culpa a mi mamá.
Soltó una risa dejando de lado la prenda y sacó una camisa media marrón a cuadros que parecía un saco y un jean negro que estaba roto en los muslos, aplanó sus labios al encontrar unas zapatillas negras y la puso junto con la ropa que eligió.
—No mires.
—Entendido.
Aqua cerró sus ojos mientras bajaba su mirada y la Swan prosiguió a desnudarse, hasta quedar en ropa interior, y posteriormente a vestirse con la ropa elegida. Se vio a si misma y se sorprendió al verse bien, tocó el hombro de su amiga despertándola y le preguntó cómo se veía.
—Estás... wow —dijo Gaia, el segundo nombre de la de ojos azules, y sacó de la guantera una paleta de colores—. Déjame maquillarte.
—¿Para? —se alejó alterada.
—Y para pegarte. ¡Para maquillarte, estúpida! —soltó la de ocelos azules tomando el cuello de su prima y regañándola—. Quédate quieta y no hables.
Estuvo alrededor de media hora maquillando a su prima para que quedase perfecta y sonrió al ver su trabajo, acomodó su cabellera oscura y le dio unos retoques luciendo aquella larga melena. Le dijo que se quedase ahí para que no se estropeara su trabajo y manejó, con ayuda de su prima, hacia la casa de los Cullen mientras charlaban para mantenerse al tanto.
Aqua se encontraba nerviosa, miraba por el espejo retrovisor la mirada tranquila de su amiga y algo dentro suyo se removía con impaciencia al verla; traición. No podía dejar de pensar en eso, no tenía ninguna idea o un plan en su mente para contarle la verdad a su prima; por una parte le se decía que cuanto más antes le diga iba a ser mejor y por otro lado se gritaba que salga corriendo de ahí y alejarse de ese pueblo.
—Aqua, llegamos —le llamó Bella picando su hombro al verla ida.
—¿Eh? ¡Oh, sí! Deja que yo te abra la puerta —se apresuró a salir del vehículo con un paraguas en mano y le abrió la puerta a su acompañante mientras mantenía el objeto abierto para proteger a su prima de la lluvia.
Luego de unos minutos, ambas mujeres estaban al frente de aquella puerta con un inesperado semblante serio, y que solo aumentaba sus bellezas. Cuando iban a tocar la entrada, ésta ya estaba abierta mostrando a los líderes del clan, quienes se vieron asombrados por la imagen que mostraban ambas familiares.
—Bella, Aqua—saludaron ambos vampiros dejando pasar a las chicas a la mansión— Es un gusto verlas.
—Igualmente —dijo Bella mientras miraba fugazmente el sitio con un ligero ceño fruncido, miró de reojo a su prima encontrándola con sus brazos cruzados y mordiéndose su mejilla interna, con molestia—. ¿Aqua?
—Apesta —soltó con brusquedad la mayor obteniendo como resultado que los vampiros abran sus ojos dorados con sorpresa—. Es muy... dulzón el olor, me resulta hasta repugnante.
—Lamento que nuestro aroma te resulte de esa manera, Aqua —se disculpó Esme sonriéndole cálidamente y Aqua suspiró relajando sus brazos.
—¿Pueden llevarnos a donde sea que debamos ir? Quiero irme —pidió la mayor de las Swan viendo a los líderes, los cuales asintieron.
Las llevaron al salón en donde toda la familia estaba reunida, los vampiros que se encontraban ahí miraron con intriga el nuevo look que portaba la ex de su hermano y su acompañante, quien seguía con su ceño fruncido. Aqua agarró del brazo a la menor para posicionarla a su lado y manteniendo una distancia prudente con los depredadores.
—¡Bella, Aqua! —saludó Alice a un costado de su esposo.
—Alice/Vampira —saludaron ambas a la misma vez con diferentes emociones.
Rosalie miró molesta a ambas Swan, aunque ocultó demasiado bien la sorpresa al escuchar aquel saludo que dijo la de ojos azules.
—¿Para que nos llamaron?
—Quisimos hacer esta reunión para pedirte disculpas y un agradecimiento por salvar a nuestro hijo.
—¿Eso nada más? —preguntó Aqua sonriendo de lado, logrando que Edward sienta un ligero cosquilleo en su pecho.
—Y también para hablar sobre ti —dijo Carlisle mirándola con intriga—. Mis hijos me contaron del poder que tienes, y me vi en la obligación de investigar qué eres.
—Eso es una falta de respeto, ¿lo sabe, no? —inquirió la castaña con molestia—. A ver, dígame que soy.
—Una hada.
Rosalie junto a Emmett se vieron con curiosidad ante tal término ya que nunca habían escuchado sobre esa especie, Jasper vio con seriedad a la mujer ya que aún creía que era peligrosa mientras que los otros dos hermanos sonreían ligeramente.
—Ajá, ¿y? —alzó una ceja—. ¿Te felicito o qué?
—Yo quisiera saber más de tu especie y si resulta peligrosa para nosotros.
—Si tuviste la información concreta para saber lo que soy, ¿para qué mierda me preguntas tal cosa? ¡Por favor! Hasta tu mismo te diste cuenta que si quisiera matarte lo hubiera hecho a penas te vi en la entrada, pero mírame, estoy contestando tu pregunta con tranquilidad. Pero tranquilo, no pienso asesinar a un par de fríos; uno, mi madre me lo prohíbe y dos, los dos rubios me caen bien.
Ambos Hale alzaron una ceja ante aquella respuesta, ni siquiera habían entablado una conversación para saber si se caían bien o no.
—Ni siquiera te conozco.
—Tus ojos me lo dicen todo, Rosalie —sonrió Aqua mientras cerraba sus ojos—. No por nada dicen que los ojos son las puertas del alma.
—Otra cosa, ¿es cierto qué eres la compañera de Edward? —cuestionó Carlisle sin saber que eso desató una guerra en el interior de la de ojos zafiros.
Aqua mostró un semblante inexpresivo mientras miraba al patriarca, cerró de nuevo sus ojos al escuchar un jadeo provenir de los labios de su prima y tragó saliva para abrir sus párpados y mirarla con nerviosismo. Bella ahí supo el porqué de esas intensas miradas que se daban sus dos amigos y miró ida a su familiar, preguntándole con la mirada si eso era cierto.
—Lo siento, Bella.
H | ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ
Si bien algunos no leyeron mí tablero en donde informé que la historia tendría actualizaciones lentas, ahora para los que no saben les informo.
Bien, últimamente estoy demasiada cansada, mí mente no da para más con tantos proyectos que tengo pensado hacer y, a parte, publiqué tres historias del anime de Naruto rápidamente y eso, lamentablemente, me tomó tiempo para crear capítulos y dejé de lado la escritura de la edición de ésta historia.
A lo que voy, dije que iban a haber actualizaciones lentas por ese mismo motivo y que, lastimosamente, me cuesta demasiado escribir un capítulo de Hadita que me llegue a ser perfecto, y como muy pocos, o nadie, sabrá soy una jodida perfeccionista y eso me juega en contra muchas veces.
Hasta el momento, solo tengo tres capitulos hechos perfectamente, y debo seguir trabajando para poder terminar toda la historia, la cual le faltaría unos dieciséis capítulos, por ahí.
Eso sería todo, no se preocupen si no actualizo hasta por más de dos semanas, ya saben el motivo de mí ausencia.
Suerte en lo que hagan y cuídense.
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