Tamy

Se podía decir que me sentía bien, había pasado dos semanas que la relación ─si se puede llamar así─ entre Kim y mi persona daba frutos, la prensa estaban en cada rincón y eso en parte me molestaba, no podía tomar agua en la calle porque ya estaban ahí sacándome fotos ridículas.

─Entonces solo haz eso por hoy, tenemos la reunión al mediodía y debe estar bien redactado cada punto ─asentí mientras escribía lo que tenía que hacer, Kim me quedó viendo el vientre y eso llevaba haciendo desde hace días cuando terminábamos de tener sexo, mi mente sacaba conclusiones sola y yo me negaba a eso, rotundamente, él no podía pensar en eso─ llama a Jeon y dile que lo esperamos en la reunión y que traiga al socio que dijo para poder conversar.

─Listo, ¿Nada más?

─No ─nos quedamos mirando por unos segundos hasta que sonrió y jaló mi mano para acercarme a él─ mi madre dijo que ayer fueron de compras ¿Cómo les fue?

─Fue agotador, no soy amante de ir de compras, pero me divertí ─acaricié su cabello─ ¿no has pensado en teñirte de otro color?

─La verdad no ─ladeo su cabeza mientras daba caricias en mi cintura─ si lo hago, perderé mi esencia ─soltó una carcajada ─ pero podría pensarlo, llevo muchos años de rojo y si tienes alguna sugerencia, dímelo. ─se puso de pie─ ¿iremos a cenar esta noche?

─Yo... ─quería decirle lo que estuve aprendiendo durante estas dos semanas, pero sinceramente tenía pena, y que deseaba verlo pelinegro ─ e-estuve aprendiendo algo

─Ok, ¿Qué será? ─se sentó en el filo de su mesa, me acerqué a él por inercia mientras jugaba con mis dedos.

─Me inscribí en un curso de cocina online ─él me vio sorprendido y los nervios aumentaban─ he aprendido a hacer pizza

─ ¡Eso es maravilloso! Porque no lo haces hoy en la noche, puedes salir unas horas antes mientras yo me encargo de lo demás ─acarició mi mejilla sonrojada mientras acercaba su rostro al mío, sus labios tomaron los míos en suave beso. ─ya quiero que sea de noche ─solté una risita feliz.

─Yo también ─después de eso salí a hacer lo que tenía pendiente. Mi buen humor también se debía a la llamada imprevista que tuve con mi hermano, se le oía feliz y más animado a la última vez que lo vi, me contó que no estaba en Canadá, Park Jimin estaba en Florida con un socio de Taehyung, quien movió sus influencias para que Jimin pueda poner en pie nuevamente nuestra empresa. Y eso me hacía feliz, también me contó que conoció a alguien y juró presentarme algún día cuando esté de regreso a Corea.

Sacaba copias del documento redactado por Taehyung, le di una leída rápida, sé que no era de mi incumbencia, pero me llamó mucha la atención al leer Florida, claramente me recordé de Jimin, entonces... ¿Ya no habrá nada en Canadá? Si es así sería mucho mejor, así algún día se debería viajar allá y me encontraría con mi hermano.

─Bonita ¿está listo? ─Kim me veía con una sonrisa. Algo que muchas de las personas no tienen el lujo de ver.

─Si ─le tendí las hojas─ que te vaya bien, me iré a recibir a Jeon ─dejé un corto beso en sus labios, en cambio el apresó mi cuerpo a la pared sujetando mi nuca con su mano y la otra acariciaba mi mejilla.

Sus manos bajaron a mi cintura, luego a mi trasero apretando a su antojo. El beso comenzaba a tornarse apasionado, un calor recorría mi espalda y ese famoso nudo en mi vientre bajo comenzaba a hacer presencia. Debía parar terminaríamos haciéndolo aquí.

Kim se separó jalando mi labio inferior en el acto, algo tan excitante, dejó un último beso en mis labios y salimos por caminos distintos, reí mientras veía como se acomodaba su traje rojo. Enserio que era como una completa manzana prohibida. Siempre le veía comer una manzana cuándo estaba libre, mientras que yo solo tomaba una botella de agua, jugaba con mi bolígrafo rojo y lo veía atontada.

─Señora Kim ─llamaron, giré a ver, sin embargo, en la entrada aún no se encontraba Jungkook, debió haberse atrasado, espero que se apresure, a Taehyung no le gusta esperar, concentrándome en la chica en mí en frente, no sabía quién demonios era.

─ ¿Si? ─saludé con desconfianza, no quería a paparazzi en el trabajo.

─Soy Soria Tremblay, esposa del señor Tremblay ─su tono seco y odioso me hizo morder la lengua, Taehyung me contó que ese día le dejó en claro a esta señora o señorita, que la ruptura de lazos entre Tremblay Score y las empresas Kim terminaron el día que viajamos a Canadá.

─ ¿En qué le puedo ayudar?

─Conversar con su marido es algo imposible así que, si no es con él, es contigo.

─Prefiero que me llame de usted ─su ceño se frunció─ no tengo ni la menor idea de que desea conversar conmigo....

─Su marido está incumpliendo el contrato que tiene con Joshua y eso...

─Señora Tremblay, en los negocios de mi marido yo no puedo meterme, usted debería hacer lo mismo ─soltó un gemido de frustración─ tengo cosas pendientes, así que si me disculpa... ─giré para ver si Jungkook llegaba, pero la señora Tremblay no tenía esas intenciones, me agarró de la muñeca torciéndolo en el acto.

─Yo no soy de las mujeres que se quedan con la palabra en la boca, los negocios de mi marido son míos, que el tuyo te tenga en la sombra no es mi puto problema, así que vas y le dices que cumpla con el maldito contrato o no querrá conocerme ─me soltó de golpe haciendo que caiga al suelo, de pronto los guardias hicieron su aparición y la sacaron a rastras, estaba en shock hasta que unos brazos me alzaron.

─ ¿Te hizo algo esa perra? ─murmuró enojado. Yo alcé mi muñeca para verla, pero no era nada del otro mundo, era piel irritada y nada más.

─No, solo me gritó como una loca, pero nada más. ─murmuré, el suspiró y dejó un beso en mi muñeca.

─ ¡Por dios, esa mujer está loca! ¡Dañó mi traje! ─Jeon vino gritando desesperado─ si no entraba en el momento justo, esa mujer te comía viva ─reímos, así que él llamó a los de seguridad.

Después de convencer a Taehyung que estaba todo bien, regresaron a la reunión, los del personal me veían raro y eso lo odiaba. Yari no estaba nada contenta con todo lo sucedido y me veía desde la cafetería con ¿decepción?, negó con la cabeza y salió a su oficina.

Solté un suspiro y regresé a mi oficina, que prácticamente es la de Kim.

Como no sabía que hacer comencé a hacer la lista de ingredientes para la pizza, escribía muy concentrada hasta que alguien entró a la oficina.

─ ¿Te gustaría que para la noche haga una torta de piña y lleve un vino? ─alcé mi vista pensando que era Taehyung, pero era una chica que me veía con el ceño fruncido.

¿Acaso era el día de las rubias?

─ ¿Quién eres? ─preguntó con los brazos cruzados.

─ ¡Señora Kim! ─entró Sara─ lo siento, le dije a la señora que no puede pasar, pero insistió y pasó como si fuera su casa ─dijo ya enojada.

Me levanté ya harta que quieran hacerme perro ante todos, Sara a pesar que me detesta, respeta las reglas de la empresa y por ende también tiene una pizca de respeto por ser "La señora Kim"

─No sé quién carajos es, pero si Sara le dijo que no puede pasar es porque no puede pasar, mi esposo, el señor Kim está en una reunión muy importante, si tiene algo que decir, espérelo afuera como todos que desean una cita con él. ─mi voz sonó fría y furibunda, estaba enojada. Esa chica me vio con la ceja arqueada.

─ ¿Cómo te llamas? ─preguntó ignorando lo que dije y eso aumentó más mi ira.

─Cariño, al parecer iremos los dos de compras.... ─alcé mi vista agradecida, vio el espectáculo serio─ ¿Qué pasa aquí? ─yo no estaba relajada, tenía mis manos hecho puños y respiraba agitada, nunca antes había estado tan enojada. Odiaba que las personas me vean por sobre el hombro.

─La señora aquí vino irrumpiendo las instalaciones ─dije─ Sara puedes retirarte ─ ella asintió matando con la mirada a la desconocida.

─Sea quién sea no puede estar aquí ─sacó su celular─ Jeon, manda a los guardias, al parecer algunas han amanecido con joder el puto día a mi esposa. ─una pequeña sonrisa creció en mis labios.

─Pensé que me reconocerías TaeTae, decías conocerme muy bien ─vi que Taehyung se tensó con el teléfono en mano, la desconocida retiro sus gafas de sus ojos y le sonrió a Kim.

─ ¿Qué demonios haces aquí? ─hizo lo posible por mantener su cuerpo relajado. Pero notaba su ira en su voz─ linda, tráeme un vaso de agua por favor ─asentí saliendo con desconfianza, pero antes de abrir la puerta jaló mi brazo y plantó un beso salvaje que me arrebató el aire por completo.

─Ya regreso ─sonreí limpiando el resto de labial de su boca.

Sentía que todo iba a estar difícil para los dos. Pero yo estaría siempre para él.

ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ | ₂₈₋₁₂₋₂₁|

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Bay bay ❤

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