Tamy

─Yo tenia una linda relación con Suni, o eso pensé yo, al año que cumplimos de noviazgo comencé a ver a mi padre muy nervioso, de mal humor y la empresa andaba algo tensa.

El tomó mis manos entre las suyas debajo de las cobijas, habíamos apagado la luz y solo teníamos la lámpara prendida.

─Entonces comencé a sospechar de algo, Suni también comenzó a tener una actitud extraña, pero lo que más se me hizo extraño es que su forma de vestir cambió.

─ ¿Cómo? ─pregunté confundida. Sus dedos acariciaban los míos.

─A Suni se le caracterizaba por vestir elegante, le gustaba mucho los vestidos pegados a su cuerpo, usaba faldas cortas, ella siempre decía "la presencia, ante todo", le gustaba ser el punto de atención ─él sonrió embobado, y sentí una presión en mi pecho. Me solté discretamente de sus manos, él se dio cuenta y yo disimulé taparme bien con las cobijas.

─Siga, ¿Por qué para? ─sonreí falsamente.

─Bueno, yo recién estaba entrando al mundo de los negocios con mi padre, al principio creí que todo era tal cuál como él me lo decía, me enviaba a dejar documentos sin dejar que los lea, me mandaba a hacer transacciones a cuentas que no sabía si existían, eran números altos de los montos que hacía, cada semana llegaba al banco y entonces el gerente del lugar comenzó a seguirme los pasos.

─... Siempre le pregunté a papá si pasaba algo, si había algo en que pueda ayudarlo, pero él solo me evadía, con Suni era otro caso, le veía más pálida, su maquillaje ya pasaba a segundo plano, no sabía que pasaba con ella tampoco, parecía el único ignorante en el juego ─suspiró y nuevamente cogió mis manos y parecía que se entretenía con ellas─ pasó meses y en esos cortos meses mi vida se volvió una basura, el gerente del banco me tuvo una emboscada y el FBI se involucró en ello, la última entrega no lo hice por esa razón, me acusaron de lavado de dinero, de encubrir a mafiosos... ─su vista cayó en la mía─ papá de alguna manera se involucró con gente mala, pensé lo peor en ese momento, estuve frente a un juzgado por algo que no cometí, me tacharon de todo lo que se les ocurrió, papá no hizo su aparición, Suni tampoco, mamá fue la única que estuvo conmigo, tuvo que venir desde España para estar conmigo, ella arregló todo, no sé cómo, pero lo hizo, cuando salí de la retención, lo primero que hice fue buscar a papá, no hubo rastros de él, luego busqué a Suni, la enfrenté, discutimos, ella me escupió en la cara diciendo que metió a papá en el lavado de dinero, que hizo que papá vendiera a su gente y a su hijo a esos mafiosos y que fui su conejillo de india para todo eso, yo era el iluso que les pagaba y hacía los contratos ilegales. ─suspiró una vez más y sacó nuestras manos de las cobijas.

─ ¿Supo de su padre?

El negó con la cabeza─ Mamá dijo que murió y los noticieros dijeron que huyó del país, yo preferí quedarme con la segunda noticia─ veía nuestras manos, el entrelazo nuestros dedos─ Suni había estado embarazada ─confesó y eso me sorprendió en grande─ ese día que discutimos la vi palidecer de repente, sangró de su entrepierna, el pánico se apoderó de mí, no sabía qué hacer, corrí donde ella y la vi deshacerse de su tan grande abrigo que se acostumbró a llevar, luego alzó su camiseta y vi cómo se despojaba de dos fajas ─yo le miré espantada.

─ ¡Por dios! Eso lo hacen para ocultar el embarazo, pero solamente les lleva al aborto ─susurré viéndolo.

─En efecto, tuvo un aborto, en ese lapso tuve un ataque de pánico, mamá llegó en ese momento, llamó a una ambulancia y nos atendió a los dos, al siguiente día fingí estar bien y le pregunté al doctor que pasó con Suni, me respondió que había tenido un aborto en ese instante ─paró y cerró sus ojos─ tenía 8 meses de gestación ─susurró lo último con voz entrecortada, yo me armé de valor y abracé su cintura, el pasó su brazo por mis hombros acariciando mi brazo─ iba a tener un hijo y ella lo mató, el doctor aseguró que ya había tenido intentos de aborto y que ella mismo se los causó.

Hubo unos minutos de silencio.

─Luego de una semana la enfrenté, me dijo cosas sin coherencia, siempre me mintió, se acercó a mí con el único fin de ayudarle a su padre a tener el control de la empresa, pero no contaron con que mi madre hiciera algunas jugadas y todo el plan se les volteó a ellos.

─Pero no entiendo una parte... ¿Por qué su madre insiste en que este casado? ─me incorporé en mis codos quedando algo cerca de él

─Cuando hacía notariar los documentos que estaban prohibidos para mí, Suni aseguró que era de un matrimonio arreglado con ella, yo era consciente de que mi padre me hizo firmar un documento en blanco, él me había dicho que necesitaba mi firma de urgencia ya que se había olvidado hacer el contrato con unos socios y que necesitaba obligatoriamente mi firma tenía que estar ahí como un representante y entonces lo hice, sin saber cuál eran sus planes, yo confiaba en él.

─Entonces, ¿piensa que está casado con ella?

─Es lo más seguro, mi padre había dejado la herencia y en ese documento dejaba claro que mi esposa y yo tendríamos 50, 50 de la empresa, sin embargo, mi madre alegó frente a Suni que yo ya estaba casado y que el supuesto matrimonio con ella es invalido.

Yo me quedé con los ojos abiertos sorprendida ante su historia, ¡por dios!

Yo buscando dramas en Internet y mi jefe era un drama andante.

El me vio incrédulo y yo abrí mis ojos exageradamente.

─Joder, ¿lo pensé o lo dije? ─tapé mi boca.

─ ¿Enserio me ve como un drama andante?

Yo me senté avergonzada y el soltó una carcajada.

─Lo siento, es que... No he visto tanta maldad en alguien como esa tal Suni ─dije ya serena.

─Desde el día que vi como ella mataba a mi hijo comenzó todo ─entendí a qué se refería.

─Yo agradezco que se haya abierto y expuesto así ante mí, me dio mucha tristeza saber cómo una mujer tan egoísta y mala haya hecho algo tan cruel con usted, yo no sé cómo es el dolor de perder a un hijo, de ser acusado por algo que no hizo, de ser traicionado por las personas que usted más amó, pero sí puedo decirle algo ─me puse de rodillas frente a él, él señor Kim se había sentado y apoyo su espalda al espaldar de la cama─ p-puede contar conmigo para todo, cuándo tenga un episodio de esos respire hondo y cuente hasta 5 o hasta 10, nunca se encierre solo a su dolor, nunca deje que la ansiedad y el pánico ganen la batalla, si usted no puede solo, busque ayuda, ir a un psicólogo o psiquiatra no le hace más débil, le hace más fuerte porque usted está aceptando que necesita ayuda... ─no pude terminar por el jalón que hizo el señor Kim y porque todas las palabras quedaron en el olvido cuándo sus labios hicieron contacto con los míos.

Mis manos se aferraron a sus hombros, nuestros labios comenzaron una danza suave y delicada, como si se estuvieran conociendo, sus manos bajaron a mi cintura acariciando por encima de la tela, me estremecí, el beso comenzó a ser algo demandante, estaba incomoda en esa posición así que me senté a horcajadas, nos separamos con la respiración algo agitada.

Nuestras frentes de quedaron pegadas.

─Gracias ─susurró─ gracias por escucharme y gracias por fingir ser mi esposa, ese día no lo hice, usted mintió y se arriesgó por mi ─tomó mi cara entre sus manos─ eres especial Tamy ─yo no sabía qué hacer, todo parecía irreal, un sueño.

Solo acerqué mi rostro al de él y empecé un nuevo beso, beso que fue el inicio de toda la pasión escondida en mí.

La intensidad subía más y más, nuestros cuerpos se pegaron buscándose entre ellos, las manos de Kim ya no podían quedarse quietas y recorrían mi cuerpo sin pudor alguno y mis manos hacían camino por su pecho terminando por despojarse de esa camiseta para disfrutar del contacto directo con su piel.

Rompí el beso para contemplar semejante delicia, pensé que estaba en las nubes, sus manos se abrieron paso por entre mi camisón y me lo sacó, se sorprendió al verme sin ropa interior, estaba completamente desnuda, expuesta y excitada frente a él.

─Joder ─susurró y me vio, estaba sonrojada y él dio caricias en mis mejillas─ estás hermosa ─si eso pensó que mi sonrojo se extinguiría estuvo equivocado, solo lo aumento.

Con delicadeza nos dio la vuelta y quedó encima de mí, comenzó con un nuevo beso lleno de lujuria, una de sus manos acarició mi seno derecho, pellizcó mi pezón sacándome un gemido que se ahogó con el beso. Kim se terminó de sacar su pantalón y bóxer, sus manos recorrían cada parte de mi sin olvidar nada, mi cuerpo había quedado marcado por él, por el hombre que amo desde hace años.

Sus besos bajaron por mi cuello dejando pequeñas mordidas que lejos de disgustarme me encantaban, se puso entre mis piernas, su pene hacía contacto con mi entrepierna haciendo que me comience a desesperar. Joder, nunca me había sentido así.

─Kim...por favor ─susurré.

─Yo tampoco puedo esperar. ─rompió el beso y nuestras miradas se buscaron hasta encontrarse, nos miramos por unos cortos segundos que bastaron para que, dentro de mí, se cree una fiesta. Pero estábamos tardando.

Y yo no quería eso, quería que me haga suya de una vez.

Me besó bruscamente, mordiendo mi labio sacándome un gemido, bajó su mano acariciando todo mi abdomen, llegando a mi centro, jugó un rato con mi clítoris volviéndome loca, gemía como nunca, arquee mi espalda sintiendo ese nudo en mi vientre. Mis manos acariciaban mis senos mientras gemía, y jadeaba el nombre de Kim.

Pero paró, lo vi con el ceño fruncido, Kim me sonrió socarrón y con su mano cogió su miembro haciendo su presencia ante mí.

Me penetró de golpe haciendo que suelte un grito, me abracé a su cuello completamente agitada, sintiendo ese escozor en mi centro. No era virgen, pero llevaba tiempo que no tenía intimidad.

─Lo siento ─susurró, yo no dije nada, solo busqué más fricción y el entendió que quería que se mueva y lo hizo, primero fueron movimientos lentos pero profundos.

Luego comenzó más rápido y mis gemidos subieron de volumen, la sensación era muy difícil de describir, me sentía extasiada, se separó de mi cuello y ver sus facciones me prendieron más, en un movimiento lo atraje a mí y lo besé ferozmente, pasé años soñando con esto, con sentirlo a él.

Cambié los papeles ahora lo estaba montando, tenía sus ojos cerrados, sus manos me ayudaban a subir y bajar, pero de pronto el sentimiento llegó a mí, no quería que solo fuera un desliz, que cuándo amanezca su comportamiento frío y distante vuelva, mis movimientos comenzaron a parar, Kim se dio cuenta, me abracé a su cuello y dejé que todo terminé, el arremetió con más fuerza y yo gemía en su oído. Hasta que nuestro orgasmo llegó, el gruñido de Kim fue lo más excitante que pude haber escuchado.

Estaba muy cansada, tenía sudor por todo el cuerpo, pronto nuestra respiración comenzó a calmar, Kim dejaba caricias en mi espalda y yo tenía mi mejilla en su hombro viendo un punto fijo, me sentía cómoda con él, protegida, pero a la vez desprotegida, era algo contradictorio.

Yo lo amo, pero no sé cuál es su sentimiento hacia mí.

─Hay que bañarnos ─susurró. No dije nada y eso bastó para que me cargue hasta la ducha, los músculos de mis piernas dolían y el baño ayudó a que se relajen. Nos bañamos en silencio y luego solo nos acostamos a dormir, no dejé que mi cabello se seque, solo me metí a las cobijas y le di la espalda a Kim.

No quiero sentirme usada el día de mañana. Sin embargo, sentí a Kim abrazar mi espalda y dejar un beso en mi cabeza.

─Descansa hermosa.

Eso bastó para calmarme.

ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ |₂₀₋₁₂₋₂₁|

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Bay bay ❤

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