Tamy

Parecía una pordiosera, tenía tan mala suerte que en unas tres horas me pasó todo lo que en una vida me podría pasar.

Después de la llamada que le hice a Kim, me entró una crisis existencial que me eché a llorar por unos largos minutos, minutos que bastaron para que los oficiales lleguen y me echen del lugar por desorden público, si como lo leen, me echaron por desorden público, no dejé que me tocaran ya que me querían sacar a la fuerza y por pelear con esos oficiales, caí al suelo y el tacón de mi zapato se rompió.

Después de pasar la humillación más grande, me di cuenta que los únicos billetes que tenía se mojaron cuando pasé por un barrio pobre y me aventaron agua, se excusaron de que estaban limpiando sus calles, cosa que no creí ya que me vieron con cara de muérete

La noche había llegado más rápido de lo que creí, no sé en dónde estaba, las calles estaban desoladas, el frío era terrible y temblaba tratando de hacerme entrar en calor. Las palabras que le dije al señor Kim se quedaron en el cesto de basura que vi hace una cuadra. Suspiré y me puse de cuclillas en un rincón de un país desconocido. Escondí mi cabeza entre mis rodillas y cerré los ojos pensando en que hacer ¿Qué demonios se supone que haga?

─Señor ya buscamos por todos lados y no hay rastros de su es...

─ ¡Me importa un carajo! ¡Busquen otra vez!

Alcé mi cabeza cuando reconocí esa voz, una luz de esperanza reflejó ante mí, al verlo. Sonreí con los ojos acuosos. Giraba su cabeza de un lado a otro con desespero mientras gritaba no sé qué cosas a sus guardaespaldas.

Parecía una niña chiquita feliz de haber encontrado a su madre después de que le hayan perdido ahí.

Me paré de golpe y corrí hacía él.

─ ¡Señor Kim! ─ grité mientras corría hacía él, su mirada cayó en mí y soltó un suspiro, lo rodeé con mis brazos llorando a mares, joder que había perdido mi dignidad con él más veces que conmigo mismo. ─lo siento, lo siento, fui una inútil q-que....

─ ¡Por dios santo! No vuelvas a hacer eso, joder ¡me tenías preocupado! ─rompió el abrazo que le estaba dando para verme.

─Lo siento ─susurré sollozando, sus manos acunaron mis mejillas limpiando con sus pulgares las lágrimas que caían sin control, sus ojos me veían con preocupación recorriendo mi rostro sin pudor alguno hasta que soltó un suspiro y sus labios tocaron los míos, un toque delicado, yo entré en un estado de shock que se me pasó cuándo dejó otro beso en mi frente.

¡Ay dios! Me besó

─Fue mi culpa ─susurró─ no debí tratarte así, desquité mi enojo con la persona equivocada. ─me abracé a él con más fuerza, me alegraba que se haya disculpado.

─Está bien ─respondí cuando rompimos el abrazo.

─Mírate ─río─ parece que hayas pasado más de un mes en la calle ─me miré y en efecto, eso parecía, dejé pasar que haya usado el lenguaje informal.

Solté todo el aire ─ No me haga acuerdo, toda mi mala suerte se reunió a hacer fiesta el día hoy conmigo. ─soltó una risita, yo froté mis manos en busca de calor, él pareció darse cuenta.

─Ven, hay que ir a un hotel ─cogió mi mano y una corriente recorrió todo mi cuerpo.

No pregunté y no dije nada, solo le seguí a la camioneta.

[...]

Salí dándome un delicioso baño con agua caliente, una pijama estaba en la cama, pensé que Kim se quedaría en la habitación, pero no fue así, sequé mi cuerpo y lamentablemente no pude ponerme mis cremas ya que no habían encontrado todavía el equipaje.

Me vestí y solté mi cabello para que se seque rápido, mi madre siempre ha dicho que es malo dormirse con el cabello mojado y por ende se me hizo costumbre esperar a que se me seque para poder dormir.

La pijama era suave y delicada, me senté mirando alrededor. Todo gritaba dinero y más dinero.

─De seguro tienes hambre, vamos, la cena está servida ─apareció por la puerta, me lo quedé mirando, tenía un pantalón de chándal, nada a como estoy acostumbrada a verlo, su cabello rojo estaba revuelto junto a sus rizos que parecían rebeldes, una camiseta blanca.

Solté un suspiro de adolescente enamorada.

─Tamy ─llamó, asentí y salí delante de él, me sentía nerviosa que camine detrás de mí, puesto que mi pijama solo era un camisón ligero de ceda. Estaba descalza y el frío de la baldosa me erizaba la piel. ─pedí algo rápido, tenía ganas de hamburguesas, espero que no te moleste.

Me senté en el sofá y él alado mío.

─No me negaría a esa deliciosa comida nunca, no comí nada en todo el día, así que bienvenido sea ─hablé nerviosa. Cuando hablaba corrido significaba que estaba nerviosa y el parece que se dio cuenta.

─Tamy ─puso su mano en mi muslo desnudo. ─ ¿estás nerviosa? ─mi corazón se aceleró, literal. ─Mira ─ se sentó de lado y yo hice lo mismo bajando un poco el camisón. Él tomó mis manos entre las suyas ─Yo estuve mal, te traté mal injustamente, estaba pasando por un mal momento...

─ ¿P-puedo saber que le pasó? ─pregunté con temor a que reaccione mal nuevamente.

Él se tensó, soltó un suspiro girando la cabeza para un lado soltando mis manos. Me puse nerviosa.

─E-eso pareció a un ataque de ansiedad o de pánico ─susurré viendo mis manos─ y-yo los tenía cuando estaba en el colegio, si es eso, le entiendo, a nadie le gusta que le vean en faceta débil ─solté una risita─ yo siempre lo negué y oculté mi malestar por años, mi madre siempre pasaba en la empresa, Jimin estudiaba día y noche para tomar el cargo de mamá, no tenía amigos y tenía que enfrentarlos sola...

─ ¿Por qué sucedía?

─Desde niña tenía miedo a la oscuridad, no sé si eran sueños, pesadillas, pero yo siempre le decía a mamá que un hombre malo me hacía daño ─alce mis hombros jugando con el dobladillo de mi camisón─ siempre pasaba en las noches que mamá se desvelaba en la empresa y que Jimin se iba de fiestas con sus amigos ─suspiré─ me quedaba sola y siempre tenía esa pesadilla, desde entonces tenía esos ataques, comencé a tener miedo a todo, mi cabeza divaga y eso era malo para mi ─comencé a sentir una presión en el pecho─ los años pasaban y me sentía bien hasta que lo vi, vi al hombre que siempre aparecían en mis pesadillas ─sentía correr sudor por mi frente─ y-yo lo vi y todo comenzó a ocurrir nuevamente, él apareció como profesor en el colegio, él, él era mi tío y yo no lo sabía, no sé porque no lo recuerdo, no entendía porque siempre aparecía solo como pesadillas ─tomé aire contando hasta cinco como mi psicólogo me había dicho─ le pregunté a mamá si teníamos más familia, pero ella alegó que solo éramos nosotros tres sin contar a papá.

─Ella no te dio respuestas ─confirmó Kim.

─Así es, yo investigué por mi lado con mi mejor amiga, y era verdad, mamá no tenía más familia, la única familia que teníamos era de papá, él tiene un único hermano y viendo sus fotos era el mismo de mis pesadillas, en el último año del colegio viajé a Daegu, me encontré con mi abuelo quién estaba en un psiquiatra y apenas me vio, me pidió perdón desesperadamente en nombre de mi tío Egan.

Solté un suspiro tembloroso solo de recordar aquel día. Una lagrima salió de mi ojo izquierdo. Alcé mi cabeza y Kim me veía fijamente hasta que jalo de mi brazo dándome un abrazo fuerte, por la postura incomoda que teníamos, jalo con más ímpetu y me senté en su regazo con mis piernas a cada lado, eso me llenó de más nervios.

─ ¿Lograste averiguar qué pasó? ─susurró en mi oído.

─No, no pude, el abuelo murió ese mismo día a la media noche, con papá no tenía ningún contacto y todo quedó ahí. ─me separé de él mirando a otro lado. ─Pero preferí no saberlo, tenía miedo a las respuestas así que solo ingresé a terapias. El psicólogo me dio la respuesta que yo quería, confirmó que debí haber tenido un abuso y por mi niñez mi cerebro bloqueó todo recuerdo y preferí que se quedé, así como está, sin recordar nada malo, y solo pedí ayuda con mi ansiedad. ─un alivio se instaló en mi ser al poder por fin hablar con alguien que no sea mi psicólogo.

─Tenía una novia ─comenzó, sonreí en mi adentro al poder haber logrado mi cometido, en parte yo también quería desahogarme con alguien, yo tuve que afrontar un abuso olvidado por mis traumas, pero también quería alentarlo a que lo hable, era muy, pero triste no poder tener con quién hablar─ ella tenía 18 y yo tenía 21, mi padre siempre llevó el negocio en orden, pero desde que conocí a Suni comenzó los problemas.

─ ¿Porqué? ─pregunté.

─Déjame contar todo sin interrupciones ─soltó una risita y yo me sonrojé cuando acarició mi cadera con sus pulgares. Asentí.

─Lo siento, me dejas ir por un vaso de agua primero ─señalé nerviosa la cocina, el asintió dejando una caricia en mi muslo.

─Tráeme a mí también ─me sonrió y me levanté de su regazo caminado a la cocina, solté el aire retenido en mis pulmones, me escondí tras la pared y me asomé un poquito viéndolo, había comenzado a comer la hamburguesa, de pronto el hambre regresó.

Tomé agua lentamente pensando

¿Por qué cambió así de repente?

¿Su madre tendría algo que ver?

Quería pensar que él mismo se dio cuenta que estuvo mal su actuar y que su madre no influyó en nada. No quería romper mi ilusión, salí con su vaso de agua en mi mano, yo ya me sentía más tranquila, me dije que tenía que aprovechar a este Kim Taehyung de buen humor y disfrutar de su exquisita cercanía.

─Aquí tienes ─le tendí el vaso de agua

─ ¿Vas a comer?

─Si ─nos mantuvimos comiendo en silencio, uno muy cómodo.

Una vez terminamos de comer, cogimos todo y botamos a la basura, prendimos un ambiental y Kim puso música.

Quería que continúe con la conversación, pero no sabía cómo decirlo. Quería que él mismo lo haga, que sienta confianza en mí, como yo lo tuve con él enseguida, mentí por él en esa cena, me arriesgue porque lo amo y aun así siendo unilateral siento que haré todo por él sin importar que, a pesar de que sé que esto está muy mal, de que ponga a Kim antes que a mí.

Yo estaba sentada viéndolo como salía del baño lavándose las manos, estaba sentada de lado con mi codo apoyado en el respaldar del sillón y mis piernas estaban frías, yo estaba temblando de frío.

Lo seguía con la mirada, él estaba evadiendo todo y me sentí decepcionada. Yo me abrí a él, pero Kim no corresponde a mi confianza. Me paré del sillón mordiendo mi labio y caminé a la habitación. No quería forzarlo, ni que sienta que debe hacerlo solo porque yo le conté primero.

─ ¿Te vas a dormir? ─preguntó pasando su mano por su cabello, parecía frustrado.

─Si, yo... ─suspiré─ quiero que sepa que yo le conté porque me sentía confiada, no lo hice con la intención de que se sienta presionado o que está en su obligación de contarme solo porque yo lo hice, en mi caso fue porque yo enfrente mi problema, y porque, aunque usted no lo crea, yo... Confío mucho en usted señor Kim, mucho ─sonreí y seguí el camino a la habitación.

─Quiero hacerlo ─paré girando a verlo─ yo también me siento confiado con usted señorita Park ─sonreí tímida, yo gritaba emocionada en mis adentros.

Caminé hacia él, lo cogí de la mano y preferí subir a la habitación.

─Estaremos más cómodos aquí ─solo había una habitación y una cama, nos adentramos a las cobijas. Él me miraba extrañado y solté una carcajada. ─no le voy a violar señor Kim ─me metí a las cobijas.

El río

─Taehyung ─le miré ─ dime Taehyung, Tamy, solo en horarios de trabajos tendremos nuestros honoríficos laborales.

Yo asentí y él ya se metió a las cobijas.

Me acosté de lado, él estaba sentado viendo al frente.

─ ¿Está seguro de querer hablar?

Quería que hablemos de su problema, y también quería hablar sobre el pequeño beso que me dio. Taehyung se acostó de lado igual que yo.
Teníamos una distancia prudente, y era mejor, para mí es la primera vez que duermo con un hombre en la cama.
Entonces el empezó a hablar y sonreí feliz de que haya tenido confianza conmigo.

ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ |₂₀₋₁₂₋₂₁|

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Bay bay ❤

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