Tamy

Rara

Así era como me sentía puesta este vestido, creía que si lo tocaba con algo filoso se desgarraría, era muy suave como la seda, su color era de un vino tinto precioso, haciendo conjunto con las sandalias de color plata,

¡Me veía genial!

Tanto así que instantáneamente me saqué una foto y le envié a mi hermano y a mi amiga.

─Está lista señor Kim ─oí que dijeron y rápidamente guardé mi móvil, ese señor Kim ha pasado con la cara seria todo el momento, siento que él ya tenía planes con quien ir esta noche y su madre lo arruino diciendo que sería yo su acompañante.

Algo dentro de mi dolió.

Solté un suspiro, no tiene que dolerme nada, ni sentirme mal por esa idea, el solo es mi jefe, nada más.

Con los ánimos por los suelos salí del probador con mi ropa en brazos, y sin prestar atención me paré frente a él mirando hacia un lado, joder que me estaba comportando como una mocosa caprichosa, pero es que....

Llevo enamorada del señor Kim desde hace tiempo y el solo pensar que estaría con otra mujer que no era yo...dolía, aun sabiendo que no somos nada más que un jefe y una empleada, o como sea.

Sacudí mi cabeza.

─ ¿Nos vamos? ─murmure bajo viendo que el señor Kim no decía nada, regresé a verle y me topé con la sorpresa de que no estaba frente a mí, mi pecho se encogió cuando lo vi con una pelinegra hablando en la entrada de la boutique, aspire profundo, sintiéndome humillada.

No son nada

No son nada

Ni siquiera se acuerda de ti

Me repetí mentalmente, caminé despacio hasta donde él.

─ ¿Nos vamos? ─pregunté con algo de recelo, rogando para que no piense que quiero meterme en sus asuntos, por más que en mi cabeza ya le arrastre toda la cuadra a esta pelinegra.

─Dame un momento, espérame allá por favor ─respondió con las manos metidas en sus bolsillos delanteros y mordí mi lengua para no insultarle, tenía su rostro serio, más serio de lo normal, giré hacia la chica, tenía sus brazos cruzados mirándome con una ceja alzada.

Asentí y preferí salir del lugar.

Comenzaba a hacer mucho frío y otra vez había olvidado mi abrigo en la oficina, un arranque de rebeldía cruzó por mi ser y así como estaba, con la etiqueta en la ropa cogí un taxi y me fui en busca de mi abrigo, no me enfermaría por estar esperando al patrón "espérame por allá"

¡Joder! Tenía que darme cuenta que él no se fijaría en mí, no me siento a la altura de todas esas bonitas chicas enfundadas en ropa de marca, adornadas con joyas.

Una notificación llego a mi móvil y lo vi rápido, era mi amiga deseándome suerte para hoy en la noche, y Jimin solo me había enviado un "diviértete"

Espero que le esté yendo bien en lo que esté haciendo, chequeé el reloj en mi móvil y faltaba solo una hora para dicha inauguración, ya no quería ir, pero no quería quedar mal con la señora Kim.

Una vez llegué a la empresa los empleados me vieron extraño, así que subí velozmente a la oficina, al entrar paré abruptamente al ver esa figura.

─Sabía que mi hijo haría cualquier cosa para despecharte y no ir a la inauguración. ─comentó soltando una risa.

─N-no...

─Tranquila chica, lo conozco perfectamente, pero él tiene que estar ahí contigo ─cambio su rostro a uno serio, haciéndole ver como su hijo.

Son tal para cual, solté un suspiro.

¿Cuál es la necesidad de que vaya acompañado?

Me crucé de brazos.

─Eso te lo diré cuando sea el momento ─cogió su bolso, le miré sin entender─ deberías darte cuenta que no puedes hablar en tu cabeza ─sonrío pasando por mi lado─ les espero allá Tamy.

Y salió cerrado la puerta. Haciendo un puchero me senté de golpe en el sillón. Quería saber porque tiene que ir acompañando de alguien y porque la señora Kim quiere que ya esté casado.

Cogiendo mi abrigo me paré para largarme a mi casa, no tenía ánimos para ir a una inauguración, estando por salir la puerta se abrió abruptamente quedando a centímetros de mi cara.

─ ¡Mierda! Que acaso no saben abrir la maldita puerta con delicadeza ─salí de atrás de la puerta topándome con el señor Kim.

─ ¿Por qué carajos desapareciste así de la nada? ─gruñó entrando y cerrando la puerta

Fruncí mi ceño, rodando los ojos.

─Porque tenía frío, y usted estaba muy ocupado así que decidí venirme ─comenté mirando hacia otro lado.

─Mierda ─bufo─ nos vamos, tengo que ir comprando algunas cosas y se nos hará tarde─ no dejó que responda y solo agarro mi mano para salir, pero paró viéndome de pies a cabeza, mis mejillas se prendieron. ─ te queda bien el vestido, pero esto no hace conjunto con lo que estás puesta

Le mire sin entender y me sorprendí cuando bajo con delicadeza el abrigo que me había puesto, sus dedos largos rozaron mis hombros desnudos, haciendo que me estremezca, dejó la prenda en el sofá y se me quedo viendo un buen momento, con sus dedos arregló mi cabello desordenado y dejó un mechón atrás de mi oreja quedándose un buen momento ahí viéndome fijamente a los ojos.

─Ahí estas perfecta, en el camino te compraré un abrigo acorde a ti. ─las palabras se me perdieron cuando me dijo que estaba perfecta, agarro mi mano y salimos de la oficina.

¡Dios! Este hombre me va a matar.

Bajé mi vista a nuestras manos y sonreí disimuladamente, joder que me va dar un ataque. Los empleados nos veían sorprendidos, carajo que yo estoy igual.

¿A qué se debe este cambio?

En el camino nadie dijo nada, pero el silencio no era incómodo, me sentía tranquila, él hablaba por su móvil dando órdenes de lo que debían comprar para hoy ese evento, me sentía cansada así que apoyé mi cabeza en el espaldar del asiento y cerré mis ojos, muy pronto sentí que mi cuerpo resbalaba y sentí descansar mi cabeza en algo suave, desprendía un olor varonil, exquisito para mis fosas nasales.

[...]

Taehyung

─Si, sólo eso, cuando hagas la entrega di el nombre que te dije, al parecer me demorare un poco más ─hable, regresé mi vista a Tamy y rápidamente me acerque a ella haciendo así que su cabeza descanse en mi hombro, yo estaba igual que ella, estaba cansado ir de un lugar a otro por mi madre.

Cuando el hombre atrás del teléfono colgó, solté un suspiro y me la quedé mirando. Mi respiración se atascó cuándo vi que el tirante de su vestido resbaló por su brazo dejando a la vista el inicio de su pecho.

¿Estaba sin sujetador?

La tentación me ganó y con delicadeza pasé mis dedos por su piel extremadamente suave, desde su clavícula hasta el borde de su seno, era consciente que era algo turbio hacer esto pero mi lado oscuro me pedía hacerlo, sin embargo, ella no era como las demás, ella no entraba en mi lista y no lo haría, acaricié su brazo dejando en su lugar el tirante y le tapé con mi abrigo que tenía a un lado, destape su rostro que estaba con sus cabellos encima, y contemplé su rostro limpio de maquillaje, era natural, Park Tamy era natural, transparente y eso me gustaba de ella.

En el camino compré un abrigo para ella y cuando llegamos al evento un nudo se formó en mi garganta, lo que menos quería se iba a realizar el día hoy, no quería que Tamy entre en el juego de mi madre, pero no pude intervenir en eso a tiempo.

─ ¿Ya llegamos? ─preguntó bostezando y sonreí al verla con los ojos entrecerrados.

─Si Tamy, bajemos ─las puertas se nos abrieron y me preparé para lo que venía, ella de seguro no sabrá nada de lo que tramó mi madre y cuando lo sepa me odiará para toda su vida.

Los reflectores se posaron en nosotros, las cámaras soltaban el característico sonido del flash y los reporteros preguntaban miles de cosas inentendibles.

─Señor Kim ─susurró y yo solo pude coger su delicada y pequeña mano.

─No digas nada, solo... Lo siento Tamy ─susurré en su oreja.

─ ¡Señor Kim, señor Kim! ─ gritó una reportera, esa reportera que siempre me jode las bolas─ ¿¡Señor Kim ella es su esposa!? ¿Ella es la señora Kim? ─me echó una mirada, esas que siempre lo hacía para acusarme de lo que sea, perra.

Tamy abrió sus ojos, pero le plantó la mirada a la reportera, parecía que en su cabeza pasaban miles de cosas hasta que abrió su boca, pero antes preferí hablar yo.

─Si, ella esa mi esposa

─Sí, soy su esposa ─dijimos al unísono.

Los dos nos regresamos a ver sorprendidos y todo el bullicio que había se disipó, el flash de las cámaras, los gritos de los reporteros, todo, todo paró.

¿Por qué aquel día había desaparecido?

ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ |₁₀₋₁₂₋₂₁|

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Bay bay ❤

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