𝗦𝗜𝗡 𝗣𝗘𝗥𝗗𝗘𝗥 𝗟𝗔 𝗘𝗦𝗣𝗘𝗥𝗔𝗡𝗭𝗔
Ali aun estaba viviendo momentos duros, pero gracias a la ayuda de la psicóloga se estaba recuperando poco a poco, volvió a hablar al cabo de unas semanas después de su incidente, solamente con la psicóloga y con su madre , todavía no podemos mirar a su padre al los ojos aun le temía a el.
-¿Que quieres hacer cuando salgas de aquí?-
Aquella mujer le pregunto a Ali
-Quiro volver a la escuela-
Respondiendo la pregunta de la mujer Ali pensaba en regresar a la escuela y jugar con sus amigos
-Mis amigos se darán cuenta de lo que me paso-
En tono triste Ali le dijo a la psicóloga
-¿Crees que se den cuenta?
Ali asintió
-Se darán cuenta no fui mucho desde que estoy enfermo, tal vez les diga que me fui de viaje a alguna parte con mis padres o algo así-
Confeso el pequeño
-¿Y que más quieres hacer?
-Cuando nazca mi hermano o hermana, quiero cargarlo pero tengo miedo de machar a el bebe-
Ali miro su bola de colostomia que tenia debajo de la bata de hospital
-Siento que mis papás solo van a querer a el bebe bonito, yo ya no soy bonito como antes ahora solo tengo cicatrices en toda la cara-
Ali estaba seguro de poder recuperarse, escribía en una pequeña libreta que le daba la psicóloga y siempre tuvo el deseo de ya no estar enfermo y volver a la escuela con sus amigos.
Su padre por otra parte, buscaba la forma de ver a su hijo, iba a su cuarto cuando el estaba dormido, algunas veces se disfrazaba de el personaje favorito de su hijo para ir y verlo, aun no podía acercarse demasiado a el tenia que sanar sus heridas tanto físicas como psicológicas.
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