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🌷2- YunHong

The Hairdresser of Paris

[HongJoong - Hairdresser]

[YunHo - Tourist]

[Juvenil/Corto Romance]

[Palabras: 3903 ]

[LO SIENTO POR TARDAR, LOS EXÁMENES Y DEFENSA FINAL ME ESTÁN POR MATAR]


Bueno, ni siquiera él podría describir correctamente la situación en la que se encontraba.

YunHo recordaba que sus amigos le habían insistido bastante en salir de vacaciones al terminar el último año de la escuela, pero lo único que YunHo quería hacer era prepararse para el examen de admisión para medicina.

San era el más insistente, logrando persuadirlo en menos de una semana para que se fueran a algún país por un par de semanas al menos.

Convencer a sus padres fue difícil, ellos querían que se pusiera a estudiar ya mismo, para ser de los primeros en ingresar en la universidad más destacada de Seúl. Al final, su abuelo paterno, esa persona con personalidad mitad demonio y mitad ángel -a veces-, terminó por convencerlos. YunHo tenía derecho a divertirse como se debe ahora que era mayor de edad, y, ¿qué mejor si viajaba a París, Francia, con sus amigos "normales"?

Sí, Francia.

¿Por qué?

SeongHwa tenía parientes allá -sus padrinos, que le habían ofrecido ir a dicho país por terminar con notas excelentes (podía llevar a sus amigos si quería, adicionalmente)-, así que no dudaron en elegirlo para no tener problemas a la hora de buscar un lugar para alojarse. Además Francia era uno de los países más frescos e interesantes para toda alma joven que sueña con su vida perfecta en el país del amor. Aunque ellos no buscaban amor; divertirse y conocer otra cultura a la par sonaba más tentador.

Realmente no tenían muchos planes al momento, los harían en cuanto llegaran allá. SeongHwa hablaba parte del idioma extranjero, así que les enseñó lo básico para sobrevivir si su, también básico inglés, les traicionaba. Con eso lograron no ganarse una vergüenza frente a los extraños al pisar el aeropuerto cuando llegaron. Era de madrugada, no había mucha gente, y eso era mejor.

Aunque WooYoung casi mete la pata al utilizar mal sin querer una conjugación en inglés al olvidar la francesa.

Los padrinos de SeongHwa los recogieron y llevaron a la casa donde se alojarían todo el tiempo de su aventura. A YunHo le pareció buena idea no meterse con un grupo de turismo, ya que deberían de seguir reglas, cumplir cierto horario, y sería aburrido. Era más interesante hacerla ellos mismos, yendo a donde quisieran y a la hora que desearan. Lo primero que hicieron al entrar en sus habitaciones fue tirarse sobre las camas, luego dormir tal y como estaban. Luego harían una lista de lo que harían en su primer día.

Durante el desayuno se pusieron en marcha. San puso en primer lugar visitar la Torre Eiffel, por supuesto, e iba a arrastrar a WooYoung con él. SeongHwa quería ir al Museo de Louvre, un emblemático y extenso museo de arte. WooYoung aportó ir en barco también. YunHo... ¿Qué podía decir él? Habían demasiadas opciones, muchos lugares interesantes, demasiadas cosas atractivas y nuevas para él. No podía elegir simplemente un lugar sin que otro le llamara la atención y así consecutivamente. No podía hallar su lugar favorito, le atraían todos.

Así que él los seguiría a donde les pareciera. Total, acabaría por gustarle. Era muy indeciso, y eso era un gran problema cuando debía elegir entre varias cosas la que más le gustara. No había nada que no le gustase o emocionara mucho.

Terminaron optando por una caminata simple para empezar el primer día. Recorrieron las calles cercanas a la casa, saludando a la gente para practicar el saludo que SeongHwa les había enseñado. San los había guiado a varias tiendas, emocionado por todo lo que contenían. Los demás debían seguirlo por que era capaz de alejarse de ellos y perderse.

Era agradable, pensó YunHo, no tan arrepentido de haber salido con ellos. Al menos ver las tonterías de sus amigos y sumarse a ellos era una de las cosas que amaba de su vida.

Luego de almorzar, iban hacia una de las calles que todo turista en París debía visitar. Mientras se reían de los malos chistes de WooYoung, YunHo se detuvo cuando algo atrajo su atención.

Más bien, alguien.

Su risa se apagó lentamente y su rostro adoptó una expresión anonadada. Se había parado frente a una peluquería, de dos pisos, que ocupaba casi toda una enorme cuadra. Mirando a través de los vidrios de la entrada, admiró a un muchacho. Un pelirrojo, uno de los tantos peluqueros del local, riendo mientras le daba los últimos retoques al exquisito peinado bien hecho a una mujer rubia. Ella se veía encantada con el resultado, cómo no, el joven había hecho un excelente trabajo.

No se dio cuenta cuando SeongHwa regresó para buscarlo, ni que había mirado en la misma dirección que él cuando no le hizo caso. El mayor levantó ambas cejas y le dedicó una sonrisa pícara al más alto.

-¿Quieres un cambio de look, o hablarle a alguien en específico ahí dentro?

YunHo pareció salir de su ensoñación al oírlo. El pelirrojo se había despedido de la mujer y se dirigió a unas escaleras, desapareciendo hacia el segundo piso. Miró al mayor un poco nervioso, y sonrió tímido.

-¿Qué dices, Hyung? Solamente... me llamó la atención... lo que hacían. -fue lo único que logró decir en un intento de excusa.

-Ahora resulta que te gusta el oficio de peluquero -bromeó SeongHwa-. Tal vez si entras y hechas un vistazo más de cerca, puede que cambies de opinión a la hora de elegir tu carrera.

Le dio un pequeño empujón en la espalda antes de soltar una corta risa ante la expresión desconcertada de su menor.

-Esa peluquería es una de las mejores de París, estando entre las más reconocidas del mundo. Es famosa por sus profesionales, que son gente de todo el mundo cuyo talento brille en esta área, sin importar su procedencia. Joyas perdidas, como les dicen -informó, mirando el local-. No te extrañes si vez una mezcla de razas.

-Vaya, es genial. -YunHo también miró hacia dentro una vez más, buscando un inconscientemente la cabellera roja entre la cantidad de gente yendo y viniendo de aquí para allá.

-Sí. Son muy amables también... Deberías entrar a mirar -agregó. El rostro de YunHo era un poema-. O dejarte hacerte algo. Te haría bien un nuevo corte de pelo.

-Pero yo no...

-Estaremos en la primera tienda de la otra cuadra. Suerte.

Sin esperar más, le dio unas palmaditas en la espalda y se alejó para seguir a San y WooYoung a la mencionada tienda.

Y así fue como acabó frente a un local de peluquería visiblemente costoso, con el corazón golpeando con fuerza en su caja, y con la duda de si entrar o no. Al menos su inglés le salvaba el pellejo. Pero, si iba a entrar, ¿qué diría exactamente? Dudó que el chico pelirrojo lo atendiera, había mucha clientela tanto como trabajadores. Y si así fuera, ¿por dónde debía empezar? Su cabello estaba bien según él, medio despeinado, igualado y de un castaño oscuro bien lavado.

Bueno, lo había usado así por años. Tal vez no estaría mal cambiar un poco.

Tomó aire, contó hasta diez, se dio éxitos, y entró.

El audio de unas dulces campanitas llegó a sus oídos cuando pasó por las puertas automáticas de blindex. El aire acondicionado golpeó su rostro ligeramente y el color blanco con lila, dorado y crema se adueñó de su campo de visión. Muy artístico y con ciertos aires de la corriente del modernismo en la decoración de las paredes resaltando esos detalles con dorado.

Las sillas y espejos estaban bien distribuidos en el amplio espacio. Los elementos con los que trabajaban los peluqueros estaban perfectamente colocados sobre las mesas, los empleados eran muy pulcros. El suelo de loza aperlada relucía por lo limpio que estaba, más aún con las luces redondas pegadas al techo.

YunHo se sintió totalmente fuera de lugar entre tanta clase y elegancia. Se mojó los labios antes de tragar saliva, pensando que había sido una mala idea haber ingresado.

Y cuando se disponía a dar vuelta y salir, una de las empleadas se le acercó con aire seguro y una cordial sonrisa.

-Bonsoir, Monsieur -habló en un francés perfecto. Su apariencia era muy pulcra, con una camisa rosada portando el logo bordado de la peluquería en el lado izquierdo de su pecho, y una falda tubo de color negro. Su cabello castaño rizado destacaba en ella, junto a sus ojos avellanas y dentadura cubierta por brackets transparentes-. Je m'appelle Leila. Bienvenue chez Mystic Hair Salon. Comment puis-je vous aider?

YunHo quedó en blanco por unos segundos. Lo único que entendió fue "buenas tardes" y "señor." Casi se ofendió por ello, casi. Carraspeó un poco antes de sonríele con sutileza (una sonrisa la cual denominaba como la «sonrisa de relaciones públicas») y responderle en inglés.

-Uhm, hello. I'm sorry, I... don't understand French very well.

-Oh! I see, don't worry -respondió de inmediato la muchacha con un inglés mucho más fluido que el suyo-. I'm sorry. It's ok if I speak you in English?

YunHo volvió a colgarse un rato. Asintió levemente con la cabeza. Leila sonrió más.

-Agree! I will start again. Good afternoon, my name is Leila. Welcome to Mystic Hair Salon. How can I help you?

-I'm Jeong YunHo. And I... Well...

No sabía qué decir, puesto que ni él sabía qué quería. Se estaba avergonzado de su actitud frente a la empleada y apenas era su primer día en el país. Maldijo mentalmente.

Leila lo miró alzando ambas cejas, esperando por su respuesta. Observó mejor sus rasgos, y se le cruzó una idea prendiendo su lámpara mental.

-Sorry, excuse me sir. May I know where you are from?

Al menos YunHo pudo entender toda la oración.

-Ah, Yeah. I'm from South Korea.

Los ojos de Leila parecieron iluminarse. Le pidió que lo esperara un momento, que regresaba enseguida.

La muchacha trotó con sus zapatos de tacón alto con agilidad entre la gente, directo hacia la escalera metálica, subiendo con saltos. YunHo pensó en cómo no se torcía un tobillo.

Esperó aproximadamente cinco minutos parado en la entrada, mientras algunas miradas se clavaban en su persona. Definitivamente iba a salir de ahí si Leila no llegaba en un minuto más.

Como si la invocara, ella bajó las escaleras seguida de otra persona. El pelirrojo caminaba a su lado con las mangas de su camisa celeste dobladas hasta los codos, y la escuchaba hablar atentamente. YunHo sintió sus nervios regresar otra vez viendo que se dirigían hacia él. El pelirrojo era mucho más bajo que ellos, YunHo le pasaba una cabeza entera. Leila era de por sí alta, y le superaba unos centímetros más al joven con esos zapatos. Ambos le sonrieron ampliamente al llegar.

-C'est lui, HongJoong -Leila habló mirando al pelirrojo. Luego miró a YunHo-. Mr. YunHo, he is my South Korean co-worker, HongJoong. He can help you.

-Merci beaucoup, Leila -agradeció el más bajo. La chica asintió y se alejó luego de un leve movimiento de manos, despidiéndose. HongJoong levantó la vista hacia YunHo y amplió su sonrisa-. Hola, buenas tardes. Soy Kim HongJoong. Mi compañera Leila me llamó diciendo que había alguien oriundo de mi país natal y que requería de mis servicios.

YunHo asintió, pudiendo imaginar cómo sus propias mejillas se ponían rosadas ante HongJoong. Su voz era agradable, pensó que jamás se cansaría de escucharlo hablar.

-S-Sí. Yo... mi inglés no es tan bueno que digamos. Mi francés tampoco. Apesta, en realidad.

HongJoong rió levemente.

-No hay problema, no se preocupe. Muy bien, ahora, sígame, por favor.

YunHo lo siguió de cerca hacia una de las sillas giratorias de cuerina negra frente a un espejo libre. HongJoong le pidió que se sentara, mientras buscaba una capa negra para colocarle antes de empezar a trabajar.

Cuando colocó el cierre magnético por atrás de su cuello, HongJoong lo miró por el espejo. Le sonrió nuevamente, y YunHo no pudo evitar corresponderle con algo de timidez.

-Bien, ¿exactamente, qué quiere que haga? ¿Algún look en específico? ¿Es para una ocasión especial? ¿Un cambio de tono, con perfilado, rebajado, con maquillaje incluido o sin maquillaje?

-Ahm... -hizo una pausa. Realmente no tenía ni idea de qué hacerse por el pelo (menos por la cara). Definitivamente no quería maquillaje, se había puesto un poco antes de salir, y pensó en las alternativas-. Siendo sincero, no sé qué me quedaría bien. No tengo en mente algo específico -se remojó los labios un poco teniendo una repentina idea-. ¿Y si lo dejo a tus manos?

HongJoong levantó ambas cejas, ligeramente sorprendido.

-Vaya. Es el primer cliente que me pide algo así. ¿Seguro que no tiene algo en mente?

-Si soy el primero, entonces que sea especial. He visto algo de su trabajo, podría decirse, así que... Confío en sus manos.

Una carcajada salió de la garganta del pelirrojo, enseñando su dentadura junto a una gran sonrisa. YunHo se sintió contagiado de inmediato para reír un poco con él.

-Oh my. Me siento realmente halagado. Entonces, haré magia con usted.

Lavado, secado, rebajado, decolorado, tinte, etc.

HongJoong había movido a YunHo de su silla tres veces para lavarlo, acariciando las hebras con sumo cuidado entre sus dedos. YunHo se sentía realmente relajado con ese indirecto masaje en el cuero cabelludo, con un cosquilleo cuando las yemas de los dedos ajenos rozaban sin querer su nuca y sus orejas. Él era bastante sensible en esas zonas y HongJoong era el primero en descubrirlo.

Indirectamente.

Esas manos pequeñas pero ágiles tenían una increíble habilidad.

-¿Y qué hace un joven como tú por estas calles? -le había preguntado HongJoong cuando aplicaba el decolorante en los cabellos, muy centrado en su tarea-. ¿Mudanza?

-No exactamente -YunHo se sumía cada vez más en su toque, al punto de quedar medio dormido-. Vine de visita con unos amigos. Acabamos el último año de la preparatoria, y bueno, viajar a otro país fue lo único interesante que se nos ocurrió.

-Oh, ya veo. Turismo juvenil antes de la universidad, ¡qué agradable!

YunHo asintió sonriendo.

-No creo que se queden por mucho tiempo. Deben prepararse para los estudios superiores, me imagino.

El tono ligeramente bajo del pelirrojo extrañó a YunHo. Buscó su mirada a través del espejo, y como si el mayor lo supiera, también lo miró. Sonrió de lado con un brillo peculiar en los ojos para luego regresar a su tarea.

YunHo tragó saliva.

Las lentillas claras que usaba HongJoong hacían de su mirada más penetrante.

-Sí -articuló luego de un rato-. Mi Hyung, SeongHwa, había dicho que nos quedaríamos tres semanas.

HongJoong se detuvo en seco, parpadeó y lo miró con sorpresa, como si le costase creer en sus palabras. YunHo no entendió al principio, sintiéndose nervioso otra vez al tener esos ojos claros clavados fijamente sobre él. HongJoong sacudió la cabeza, se acomodó un mechón soplando, y empezó a reír para más extrañeza de YunHo.

-Perdón. ¿Tres semanas? En ese caso tienen mucho tiempo para recorrer por los mejores lugares de París. ¿Quieres que te cuente sobre algunos?

-Claro.

Desde ese momento HongJoong no paró de hablar. Le contó todo lo que sabía sobre las calles, nombres tiendas, lugares turísticos. La sensación relajante que te dejaba el viajar en barco a las horas de la tarde, cuando el sol se ponía y la vista se convertía en un espectáculo de luces anaranjadas. Lo hermosa que era la Torre Eiffel durante la noche, y la vista que tenías desde arriba te dejaba sin habla. Las maravillas por dentro y por fuera del Museo de Louvre, la magestuosidad de la Catedral de Notre Dame...

HongJoong se dejó soltar con YunHo, y el menor lo disfrutó hablar. La emoción que transmitía era simplemente admirable, y ese toque juguetón en su mirada dejaba mucho de qué hablar. Simplemente, HongJoong era una persona bastante particular. No tenía miedo en expresarse, ni que un poco de su tono francés se mezclara con su coreano. Eso volvía su acento uno único.

HongJoong había acabado media hora después. En total trabajó casi dos horas seguidas. Cuando terminó de secar su cabello y acomodarlo con cuidado, sonrió satisfecho ante su trabajo.

-De acuerdo, ¿qué te parece tu nueva imagen?

YunHo se admiró en el espejo. Su cabello dejó de ser castaño en la clásico corte de taza, a pasar a ser un rubio marfil con la raíz negra. Tenía rebajado en la nuca y los lados de su cabeza, la mitad de su cabello hacia atrás mientras la otra caía estratégicamente hacia delante dejando al descubierto una parte de su frente. No era él; era otro, en versión mejorada. Era otro YunHo de aspecto mucho más masculino que el de antes.

Y pensar que un simple cambio de peinado y color hacía toda la magia.

HongJoong había hecho la magia.

Dejó salir una gran sonrisa mientras sus mejillas se tornaban de un suave rosa. ¡Por todos los Dioses! Hasta juraba que se veía mucho más atractivo que antes.

Levantó su mirada buscando la del mayor, quien le devolvió el gesto.

-Es increíble, Hyung. ¡De verdad!

-Dijiste que lo dejabas a mis manos. Busqué lo que mejor te quedara, y he aquí, mi mejor trabajo del día.

YunHo tarde se dio cuenta de la posición del mayor. Apoyado por su silla con ambas manos ligeramente inclinado hacia él, y cuando se había girado para hablarle, sin querer acortó un poco más la distancia entre ellos.

Sintió que su corazón saldría de su pecho de tanto latir y que el aire que entraba a sus pulmones se calentaba. HongJoong no parecía incómodo por la cercanía, incluso parecía disfrutarlo sin apartar esa conexión de miradas.

YunHo un rato sonido con la garganta para desviar la mirada, rascando su nuca distraídamente. HongJoong jamás borró esa sonrisa juguetona, la cual había parecido convertirse en una coqueta. Pero YunHo pensó que era solo su imaginación.

-M-Muchas gracias, me gusta en serio.

-De nada -le oyó canturrear, y sintió sus dedos en su cabello nuevamente-. Aish, tendré que ponerte algo de spray fijador. Tu cabello es muy rebelde.

Hizo lo que dijo, colocando un poco del fijador en el fleco, el cual parecía una ola de mar cayendo con elegancia. Se permitió sonreír abiertamente cuando ningún pelo se movió de su lugar, quedando perfecto.

Poco después YunHo decidió que era hora de pagar y salir. Ya había estado demasiado tiempo ahí dentro, y dudaba que sus amigos le esperaran por más.

HongJoong lo guío hacia la caja y habló en francés a la cajera. La muchacha rubia de algunas mechas coloridas asintió rápidamente a sus palabras, y se alejó de su puesto contoneando las caderas con una enorme sonrisa en sus rojizos labios. HongJoong tomó su lugar y le cobró.

Pero algo no andaba muy bien para YunHo cuando le había dicho el monto.

Calculó rápidamente en su cabeza el cambio de moneda; a su opinión era poco lo que le pidió por todo el trabajo que había hecho. Además, era mucho más raro siendo que esa era una de las mejores peluquerías de toda Francia. Debería ser un golpe a su bolsillo, pero no lo sintió tanto así.

-Perdone, Hyung. Pero, ¿me está cobrando bien? Quiero decir, ¿no es un tanto... no tan caro el monto? Por todo lo que hizo...

-Claro que sí -HongJoong le sonrió en grande, achicando sus ojos en un par de dulces media lunas-. A cada cliente que viene por primera vez le hacemos un descuento especial. Es tradición.

YunHo asintió, aunque no muy convencido. Sin embargo le dio un poco más y no quiso aceptar la mitad del cambio.

Pero HongJoong resultó ser mucho más insistente que San (para su sorpresa), y tuvo que ceder ante esa profunda mirada, tomando los billetes doblados junto al ticket.

El peluquero lo acompañó hacia la salida para completar el combo.

-Muchas gracias por venir. Esperamos que le hayan gustado los servicios, y que vuelva a aparecer pronto. Disfrute de su estadía en París y recuerde enamorarse de cada exquisitez de nuestro país, joven Jeong.

Un guiño fue suficiente para que YunHo tuviera el deseo de apretar las mejillas entre sus manos y besar todo su rostro. Pero claramente se contuvo.

Sonrió haciendo una reverencia, sin ser consciente de que el otro tenía los mismos deseos que él.

-Lo haré. Muchas gracias de nuevo, HongJoong hyung.

Abrió la puerta, pero antes de salir miró sobre su hombro un tanto tímido.

-Tal vez regrese... Con mis amigos, a mostrarle lo genial que es este lugar, claro.

HongJoong rió de nuevo moviendo la cabeza en signo de afirmación. Lo vio irse por un lado, y mezclarse entre las personas. Algunas chicas que pasaban lo miraron fijamente y el orgullo de HongJoong aumentó al ver que sí había hecho un buen trabajo. Aunque también se sintió algo celoso.

Leila se le acercó con aire llena de dicha sacándolo de su burbuja.

-¿Celeste te chismoseó? -preguntó alzando una ceja sugerente. Leila traía en sus manos un vaso de batido de chocolate frío.

-Nos cruzamos en el camino y me regaló uno -sonrió de boca cerrada-. ¿Y bien? ¿Qué tal, señor? -canturreó en su acento francés-. ¿El joven disfrutó de su trabajo?

HongJoong asintió.

-Lo dejó todo en mis manos. ¿Puedes creer esa confianza? Y así, lo hice cambiar de ser un cachorro a un chico mucho más maduro... Lo hice más atractivo para mi gusto, digamos. -respondió inocente con su francés fluido.

Leila rió mostrando toda su ortodoncia transparente.

-No lo dudo, señor. Era un chico diferente al salir.

-Le hice un favor. -y guiñó un ojo nuevamente. Leila volvió a reír con la pajilla entre los dientes antes de dar un sorbo a su bebida.

-¿Turista, no?

-Exactamente.

-Ya veo. Es una lástima que sea un turista solamente. -dijo, mirando de reojo a su superior, quien ni siquiera se molestó en reaccionar por el obvio tono que utilizó Leila.

-Tienes razón. Es una lástima...

En ese momento el celular del pelirrojo sonó, indicando la llegada de un mensaje. Al revisarlo, alzó una ceja ante el nombre del contacto. Sonrió leyendo el mensaje, y respondió bajo la mirada atenta de su amiga.

YunHo no tuvo que caminar mucho cuando se encontró con SeongHwa apoyado por una pared de la otra calle. Con la vista en su celular y un vaso de plástico con café en la otra llamaba la atención de ciertas personas. Y YunHo no pudo evitar negar con la cabeza y reír por dentro.

-SeongHwa hyung. -dijo cuando llegó a su lado.

-YunHo... Oh, wow -había dicho SeongHwa al verlo. Sonrió alzando una ceja guardando su teléfono-. ¿Eres tú, YunHo-ssi?

-Hyung -dijo YunHo un poco avergonzado-. Solamente me cambiaron el peinado.

-El color, la apariencia y todo. Hasta pareces un modelo. Te dije que son de los mejores.

YunHo rió. Era cierto que ya no parecía un simple chico. Era increíble lo que un pequeño cambio podía ocasionar en todo tu ser.

-¿San y WooYoung? -preguntó cuando comenzaron a caminar. SeongHwa le había dado el vaso con café, mientras tecleaba en su celular.

-Una señora les dio un anuncio de que habría un pequeño evento en una fuente cerca de aquí, y no dudaron en ir. Me quedé a esperarte.

-Oh -dijo luego de darle un sorbo a la bebida ya tibia-. Gracias, Hyung.

-No me lo agradezcas. ¿Y cómo fue?

SeongHwa sonrió ante la contestación de su mensaje, mientras YunHo le relataba de principio a fin lo ocurrido dentro de la peluquería, obviando algunos detalles personales.

Park SeongHwa (Little Mars)

No deja de hablar de lo bien que fue tratado ahí dentro por usted. Hyung, YunHo es otra persona.

Kim HongJoong Hyung

Solo hago mi trabajo. 😌

Kim HongJoong Hyung

¿En serio? Aw, es un chico lindo. Una lástima que se queden poco, amigo Mars.

Park SeongHwa (Little Mars)

Sí, una lástima. Esperaba entrar yo también a saludar. Pero nuestros otros amigos son unos niños de jardín y debemos seguirlos.

Kim HongJoong Hyung

Jajajaja, me imagino. Bueno, debo volver a trabajar, antes de que mi superior me descubra usando el teléfono en mi turno.

Park SeongHwa (Little Mars)

Eres la mano derecha de mi padrino, Hyung. No creo que le diga algo malo.

Kim HongJoong Hyung

Touché.

Kim HongJoong Hyung

Los quiero ver pronto mientras sigan por aquí, Mars. Le di algo a tu lindo amigo entre el cambio, seguramente no lo desdobló aún.

Kim HongJoong Hyung

Suerte.

SeongHwa alzó ambas cejas. Miró a YunHo inquisitivo. Esos días de vacaciones no serían normales, pensó.


HOLAAA

¿Qué tal? uwu

Espero que les haya gustado. 💓

Lamento tardar mucho, pero, he estado teniendo varios inconvenientes. Incluyendo que perdí la hoja con las ideas y escenarios anotados para los capítulos.

(Ireallyhatemenow)

Haré de nuevo la lista, más extensa y rica. El siguiente es SeongJoong, prepárense.

Skxbdixjd

¡Pregunta!

¿HongJoong y YeoSang?

O

¿HongJoong y San?

El más votado será publicado primero, y así consecutivamente.

¡Bueno! Gracias por leer y votar, y lamento nuevamente hacerles esperar tanto. Prometo traer el siguiente con más anticipación al igual que en mis otras novelas. Les amo un montón. 🥺💓💓💓💓

(Si hay algún error no duden en avisarme, sin miedo, les agradeceré un montón. uwu)

Hasta la próxima. ✨

-Jazie. 🐰

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