.

- ¿por qué siempre terminó huyendo de casa de Robert? ¿Y porque siempre eres quien me ayuda? - dije mientras íbamos llegando a nuestro piso y el se acerca para tocar de la puerta de mis jefes, cunado lo detengo. - ¿estás loco? Ni de chiste puedo entrar así, necesito que me prestes ropa que no esté vomitada.

- solo no quise darlo por hecho. Me iba a esperar a que tú lo solicitaras. - mi corazón se derritió cuando el dijo eso. Es lo que pasa cuando experimentas algo malo, lo primero bueno que te suceda, va a ser lo mejor a punto de comparación. Y eso no es bueno. Pero la única diferencia es que, Andrew siempre ha sido lindo. Bueno, menos cuando se enoja y está ebrio. ¿Todos los hombres son idiotas ebrios?

Entramos a su casa y el corre a su habitación en busca de algo de ropa para prestarme. Yo lo sigo y me siento en la orilla de su cama.

- ¿sabes qué? Sería mejor que tomes un baño, te sentirás mucho mejor. - me dice e hice cara de disgusto. - ¿quieres oler a vomito?

- okay, no pensé que sería una molestia mi olor, pero si es cierto. - dije poniendo de pie y el me detiene.

- no me molesta, ni siquiera lo percibo bien. Pero se que un baño hace sentir mejor siempre. - suspiré hondo. - te espero en la sala de estar.

- Gracias Andrew, por todo. - el sonríe y sale de su habitación.

Opté por bañarme entonces, fui a su baño pero en el camino al ir, vi en el buró de el, a un lado de su cama nuevos folletos. Eran de cursos de pintura. Derritió mi corazón y se me hizo tan tierno el que quisiera aprender. Sonreí y fui ya por fin al baño.

Y... los baños de las celebridades son joya. Tan espaciosos y preciosos. Vaya que me daban ganas de quedarme en la tina por horas. Pero no quería verme irrespetuosa así que salí y me puse la bata. En la entrada del baño, se encontraba una camisa holgada y unos shorts deportivos. Los tomé y me cambié. Al yo salir del baño, opté por quedarme en su habitación. No iba a poder dormir en mi casa por las obvias razones. Ya pasa de la una, y no me van a dejar entrar.

- ¿terminaste? - escuché como el grita desde la sala de estar. - ¿puedo pasar?

- si, por favor. - dije y el entra, para sentarse a un lado mío. - Gracias por todo.

- supongo que no dormirás en tu casa, así que... regresamos a la dinámica de tu aquí y yo en mi sofá. No me molesta y de hecho, iba a quedarme a dormir en casa de Robert. Y tengo logo para ti. - dice mientras va por la taza de té que dejó en la entrada y un paquete de galletas. - te hará sentir mejor.

- Gracias. - dije mientras me acomodaba pegada al respaldo y el por igual a un lado mío. - tuve la peor noche de mi vida y gracias a esto, ha mejorado.

- ¿la peor noche de tu vida?

- si, y todo por mi culpa. - dije mientras abría el paquete de galletas.

- ¿como tu culpa? ¿El vomitar? Sabes bien que es algo natural y que no controlas del todo las respuestas de tu cuerpo y...

- fue que no quise acostarme con Max.

- ¿no sucedió? - el pregunta sorprendido. - creí que si, wow.

- no porque no quisiera, solo no quería que fuese ese día. No quería que fuera en casa de Robert, en medio del cumpleaños de mi mejor amiga, donde todo mundo se enteraría... no quería justo ese día y el se enojó y yo vomité.

- es un estúpido si se enojó.

- no hizo nada malo, no es una mala persona. - el me pone los ojos en blanco. - yo entiendo, supongo que no está bien el que te digan que no al momento de casi hacerlo.

- no puede ser que lo estes defendiendo.

- pues, no hizo nada malo.

- no, solo te vio mal tanto que vomitaste y te mandó sola. ¿Qué tal si yo no te veía y te ibas sola quien sabe a donde? Fue una actitud muy mala de su parte.

- bueno, ebrios todos toman malas decisiones ¿no? - cuando dije eso, no conté con lo mal que sonó de mi parte. Creo que no era un punto de comparación. - lamento recordarlo siempre.

- bueno, yo te dije ladrona por un mes así que... estamos a mano. - ríe. - no pasa nada, Andrea.

- si, no eran buenos momentos. - reí.

- yo terminé con Palmer. - en cuanto el dice eso, escupí de lo que estaba tomando. Del té. No podía de la sorpresa. - fue al mismo tiempo que tú vomitaste de hecho, quizás antes.

- ¿como por qué?

- bueno, no tengo sentimientos hacia ella... al menos no ahora. Y no me parecía correcto seguir con esto. Era lo mejor.

- ¿y que dijo ella?

- en un principio no me escuchó y dijo que se iba a ir a su casa. Entonces fue cuando me quedé solo con Robert y ella regresó porque olvidó su bolso y... luego me animé a decirlo. Y si, se molestó mucho. Me lanzó mi bebida encima y bueno, eso fue todo.

- increíble, jamás me imaginé que te animarías a hacerlo. Quiero decir, genuinamente creí que estabas enamorado de ella.

- no, la verdad es que no es el caso. - dice mientras tenemos el más largo contacto visual. - no podía seguir engañándome a mi mismo ni a ella.

- pues, tomaste una buena decisión. - di una palmada en su hombro. - bien por ti.

- Andrea ¿tú si estás enamorada de Max? te lo pregunto porque aún y cuando "salen" y hoy estuvieron a punto de... no son pareja.

- ¿cómo sabes eso?

- me lo dijiste, cuando estabas ebria. - el ríe pero yo solo me quedé viendo de la taza de té. - ¿qué te detiene a hacerlo algo formal?

- ¿aparte del que no me dejan tener pareja? Esa debe ser razón suficiente. - el me mira como si no me creyera. - pues um... - no quería decir lo que estaba pasando por mi mente. Así que gracias al cielo, llegó otra buena idea a mi mente. - demonios ¿tienes una computadora a la mano?

- laptop. - dice mientras la saca del cajón de su buró y me la entrega. Lo primero que hice, fue entrar a la página de boletos de avión para mañana. - olvidé por completo el que tengo que ir a Brownsville mañana y no compré mi boleto. Maldita sea.

- ¿a que vas?

- voy a pasar el fin de semana con mi familia y um... por motivos de la boda. - busqué pero no había un bueno disponible, todo estaba lleno al parecer.- irreal que todo mundo quiera ir a la ciudad más aburrida de todo Texas.

- creo que es por la fecha... - dice tomando de la laptop y la pone en sus piernas. - solo hay un vuelo que lleva allá y es a las ocho de la mañana. Es el que esta lleno.

- ¿y hay para el sábado?

- noup. - dice y voltea a verme para ver cómo reacciono. La verdad, en vez de sentir tristeza o enojo, sentí preocupación. Mi madre me mata si sabe que preferí irme a una fiesta a hacer mis responsabilidades. - Mira haremos esto, mañana nos levantaremos temprano y nos vamos al aeropuerto para que puedas comprar tu boleto.

- no hay asientos disponibles ya.

- si pero, no todos los días voy yo contigo como para sobornar y que te den mínimo un asiento disponible. - reí ante eso. - see actor tiene sus ventajas.

- podríamos intentarlo, si. - dije mientras dejaba la taza de té a un lado y me acomodé para acostarme. - tienes que dejar de ser tan buena persona o voy a perder la cabeza.

- solo porque tuviste una mala noche, mañana voy a seguir molestándote. - dice mientras se pone de pie y listo para irse. - sigues siendo una persona odiosa.

- Gracias, tú también. - le sonreí y este sale de su propia habitación.

Dejándome con todo el deseo de que el se quedara conmigo y a mi lado. No podía creer como una pequeña parte de mi estaba feliz de que el y Palmer hayan terminado. Prefiero no pensar en eso, ya que es algo que no me incumbe. Es su vida, no la mía. Y en estos momentos, si de por si ya la estoy invadiendo al dormir en su cama por segunda vez, no quiero seguir haciéndolo. Ocupo urgentemente este fin de semana para mi sola y aclarar la mente.

Voltee a ver a mi celular una última vez y tenía bastantes mensajes de Max, preguntándome si había llegado bien. Y que lo lamentaba. Pero no quise checarlos ni contestarle así que apague el celular. Y me dormí.

...

Al día siguiente, me desperté temprano por el plan de ir al aeropuerto, y Andrew por igual se levanto y fue conmigo. Me prestó algo de ropa pero toda era suya. Unos pantalones bastante calientitos que fueron perfectos porque tenían cómo ajustarse de la cintura, una sudadera azul marino de una marca bastante cara de hecho, y por ello tengo que cuidarla bien y mis mismos zapatos. Me llevó manejando hasta el aeropuerto y dejamos su carro estacionado.

Corrimos hasta la casilla donde vendían los boletos y este se puso una gorra, anteojos y todo eso para que no lo reconocieran. No queríamos causar más alboroto.

- hola um... ¿tienes boletos para el vuelo a Brownsville? - pregunté y la señorita empieza a checar. - por favor.

- ya no hay, lo siento. El vuelo se llenó porque una compañía de aquí va a una junta en la ciudad, por ende, ya está lleno de todos los trabajadores. - me dice y muy desesperada, pongo los ojos en blanco. - lo lamento, el próximo vuelo es um... el lunes.

- no puedo ir el lunes. - dije y Andrew se retira las gafas.

- ¿cuanto tendríamos que pagar por un asiento? Siempre sobra uno.

- hay, pero en la sección cara obviamente. Hasta el frente y es la parte VIP. - tomé del brazo de Andrew y lo hice para atrás para poder hablar con el sin que nadie más nos oyera.

- okay, jamás podría pagarte los. Deben ser muy caros, mejor no. Lo digo en serio, no estoy fingiendo. Vámonos.

- quiero dos boletos para ese vuelo, por favor. - dice mientras saca su tarjeta.

- ¿qué? No, te dije que no quería que pagaras el boleto y... - capté en ese momento. - no vas a ir.

- ¿por qué no? Siempre he querido conocer Texas, debe ser tan lindo como todos lo mencionan. - la señorita está por tomar su tarjeta de crédito, cuando yo lo detengo. - ¿no quieres que vaya? Bien, pero tú tampoco vas.

- bien, no iba a aceptarlo como sea.

- solo tendrás que ver a tu madre decepcionada contigo por no haber hecho la única cosa que te pidió. - dice para tentarme. - vaya, y yo creí que mentirle sobre donde vives era lo peor que podrías hacerle pero ¿hacer que su familia no vaya a su propia boda...? Wow.

- basta.

- ¿qué decisión tomas? - me pregunta por última vez y yo no digo nada. Solo regreso la tarjeta de crédito y por fin la señorita la toma. - bien, tomaste la decisión correcta,

- eres un tonto.

- creí que me dirías "wow, Andrew, te amo. Gracias por ayudarme a cumplir mi objetivo, eres el mejor."

- no, digo que eres un tonto porque no se como vas a justificar tu falta estos tres días. El señor Brown te va a matar en cuanto sepa que estás fuera y luego conmigo.

- sorpresa, no hay filmaciones este fin semana. - le regresan su tarjeta y nos entregan los boletos. - digo, mi plan no era pasar mi fin de semana en un pueblo pero si toda tu familia es igual de linda que tú abuela y tu madre entonces, espero con ansiosas conocer a todos.

- eres sorprendente ¿lo sabías? - dije cínicamente.

- claro que lo sé. - me guiña un ojo y se vuelve a colocar sus anteojos para caminar hacia la sala de espera donde esté toma asiento y empieza a leer de la revista que se encontraba a un lado suyo. Fui a sentarme y lo miré molesta, el me ignoraba mientras leía de su tonta revista y suspiré hondo.

- Gracias por el boleto.

- no fue nada.

- te lo voy a pagar pronto. Cuando me paguen por mi trabajo en la película ¿si?

- puedes invitarme a desayunar y con eso basta. Porque tengo mucha hambre. No suelo levantarme tan temprano últimamente. -  reí ante ello. - ¿emocionada por ver a tu familia?

- a decir verdad no tanto, ahora que te llevo conmigo... se que me van a juzgar mucho. - rasqué de mi nuca nerviosa. - van a pensar que eres mi pareja y eso no es bueno porque cuando les diga que no es así, me juzgarán.

- no pueden ser tan malas personas.

- no lo son, solo um... esperan mucho de uno. - el me mira como si no entendiera. - no pasa nada, tú lo entenderás por ti mismo cuando los conozcas.

- puedo decir que vengo a filmar algo, y que nos encontramos ahí. - el ríe pero yo no, en efecto estaba nerviosa.