Capitulo 2
Lo que yo te ofrezco es algo incondicional.
Haseul se despertó por primera vez con un silencio cómodo, sin gritos, gemidos o abusos por parte de su madre
Haseul se despertó por primera vez con un silencio cómodo, sin gritos, gemidos o abusos por parte de su madre. Salió de su habitación con calma, sin sigilo, sin el constante estrés que la perseguía de no ser notada por su madre; pareciéndole particularmente extraño porque prácticamente no conocía a su papá como para estar en tanta confianza, pero lo ignoro. Siguió el olor de la mezcla de pancakes hasta la cocina y se encontró con algo que la hizo sonreír en grande como nunca antes.
— Papá, te manchaste toda la cara — Río suavemente.
Hoseok se avergonzó y rió con ella — Si, cuando batí la mezcla un poco salió a volar — Miro la hora y la miro un poco sorprendido —, te despertaste algo temprano ¿No quieres dormir un poco mas?
Haseul negó y fue a la pequeña barra donde había sillas, para sentarse y tener mejor visión de lo que su padre hacia. Luego de esperar que la mezcla estuviera lista, hoseok empezó a cocinar los pancakes pidiéndole el favor a Haseul que sacara de la despensa la miel para comerlos con esta. La cafetera sonaba indicando la finalización del proceso, aunque a Hoseok no le gustaba tanto el café debía admitir que uno por la mañana era muy reparador; aunque no le iba dar a la niña pues había leído un poco sobre que alimentos no podían consumir y que podía darle de comer para que no enfermara, etc. Sirvió su café con dos cucharadas de azúcar y para Haseul calentó leche con cola granulada, mientras escuchaba aquellos sonidos de satisfacción salir de la boca de la pequeña al probar su comida.
— ¿Te gusta mucho?
Asintió con suavidad — Mamá nunca me hizo algo parecido, ¡pero es muy rico! — Sonrió.
— Ya veo, me alegra que lo disfrutes — Sonrió igualmente y se dedicó a seguir comiendo, luego le enseñaría algunas reglas en la mesa, por ahora la dejaría disfrutar.
Luego de comer y lavar los platos, Haseul fue a mirar televisión por petición de Hoseok, mientras esperaba que el le arreglara el baño, según eso hoy ellos saldrían a comprarle ropa y mirar si podía entrar a una escuela que le permitiera nivelarse con los demás niños, eso la emocionaba un poco pero también la asustaba. Luego de ver un poco de caricaturas, fue a bañarse cuando su papá la llamo; aun notaba a su papi incómodo por bañarla así que se aseguraría de aprender rápidamente para que el no tuviera que hacerlo siempre.
Mientras la niña se vestía el tomó una ducha rápida y se puso una ropa casual, debían pasar por el médico, una que otra tienda de ropa, mirar la escuela y hacer las compras; lo que tenía apenas le alcanzaba para el así que no alcanzaría para alimentarla a ella también, en la noche tendría que dejarla dormida para ir con los chicos y dividir el monto restante. Quizás paka le podría ayudar con la niña, lo que recordaba era que tenía un hermano menor y los consejos no podrían hacerle más falta. Ambos ya vestidos salieron hasta la calle principal, Haseul seguía fascinada por la ciudad donde vivía ahora, con edificios demasiado altos y unas calles hermosas llenas de gente y tiendas bonitas. Caminaron así un buen rato, llegando a un hospital donde los atendieron rápidamente pues Hoseok era amigo de uno de los doctores, mas específicamente uno que atendía sus heridas del trabajo, Kim JongWoon, Yesung para los amigos.
— ¡Hola hoseok! ¿Cómo te- — Noto la cara de shock de Yesung al ver a Haseul salir detrás suyo.
— Hola Yesung hyung, ¿tienes tiempo?.
— Seguro — sonrió aun estupefacto ante la mirada curiosa de la niña.
Se sentaron frente a frente mientras haseul se quedaba mirando toda la habitación. Hoseok le explico brevemente lo que había hecho, simplemente diciéndole que luego de salir de su trabajo, todavía omitiendo el decirle que era un reconocido sicario, encontró a la niña en la puerta de su casa bajo la lluvia; siendo su hija fruto de un amorío del pasado. Yesung entendió un poco y suspiro, de ahora en adelante tendría que acostumbrarse a la hija de hoseok.
— Haseul, Yesung hyung te va a revisar, colócate encima de la camilla ¿Vale? — Demando.
La menor asintió y subió con un poco de dificultad a la camilla, dejando que el doctor revisará su respiración, su boca, ojos y oídos.
— Colócate allí sin tus zapatos — Pidió Yesung mientras le sonreía con suavidad.
— ¿Por qué sin zapatos?.
— Va a revisar que tengas un peso adecuado, no te preocupes — Respondió Hoseok ante la duda.
Más segura, Haseul se colocó encima de la pesa mirando cómo arrojaba una flecha a lo que creia serian numeros. 17,4 kg. Yesung hizo una mueca de desconfianza, se supone que debería pesar 21,2 kg, y estaba pesando lo mismo que un niño de 5 años.
— Colócate allí para que te midas — Señalo la línea métrica pegada en la pared.
Asintió obediente y se colocó recta allí. Marco con la regla 1.21 cm, Haseul también media un poco más que la mayoría de las niñas de su edad. Anoto todo en el sistema, empezó a buscarla y encontró que estaba registrada como Haseul Smith pero decidió colocar el apellido de hoseok para el informe, al final se suponía que si la chica estaba con Hoseok debía ser porque este tenia su custodia.
— ¿Y bien? — Pregunto hoseok mientras acariciaba con cuidado el cabello de Haseul.
— Es un poco más alta que las niñas de su edad, y está algo desnutrida — Comentó mientras seguía escribiendo —, te sugiero que intentes aportar ciertas cantidades de proteínas de alto valor biológico: carne, pescado, y huevos a diario. Es posible usar también mezclas de cereales con leguminosas y frutos secos. Puedes mantener una dieta para subir peso, mezcla las comidas, no pido que le des todo, podrías consultar con Irene, la chica es pediatra y te puede dar una información mas precisa para tratar esto.
— Bien, gracias — Suspiró suavemente, Roxanne ni siquiera se había interesado en la pequeña niña.
Pago la consulta y salió de allí de la mano con Haseul, el próximo sábado tendría que llevarla a la cita con Irene, solo esperaba no recibir un trabajo ese día para poder responder por ella. Siguieron caminando por las calles transitadas, luego de pasar varios puestos de comida, Haseul vio uno que tenia pescados, preguntando a hoseok si podían comer y este concediéndole el deseo de comer bungeoppang, comiendo el de paso uno también. Comieron los pequeños panes en forma de pescado todo el camino hasta llegar al centro comercial, hoseok llevó a la niña al baño para limpiar su boca y manos embarradas por el relleno de chocolate, sonriendo inconscientemente al verla así. Luego de estar limpia siguieron su recorrido, entrando a una tienda de Kkami, una marca conocida de ropa para niños.
— Puedes escoger lo que te guste — Hablo el mayor.
— ¿Puedo? — Pregunto Haseul aún atónita, hablaba de dejarla a ella, ¿Escoger su propia ropa?.
— Puedes hacerlo — Río dulce —, no tengo problema, en serio.
Haseul sonrió nuevamente ese mismo día, caminó con cuidado y escogió algunas ropas que le gustaron, los zapatos de la misma cantidad que los conjuntos y de su ropa interior llevo un poco más. Hoseok simplemente la dejo escoger, agradeciendo que su gusto no fuera el de un rosa chillón, no era que fuera malo, simplemente un rosa en todo haría que fuera más complicado para el. La niña se probó la ropa con cuidado y la mostró para el, feliz de usar ropa que le gustaba. Luego de pagar todo Hoseok le preguntó si quería pasar por un corte, pues su cabello lo había notado algo descuidado cuando la baño en la mañana, esta rápidamente aceptó y caminaron hasta la peluquería, el trabajo normal de paka, aun que precisamente la llevo pues ese día Paka no tenía turno.
— Esta bien, ¿Qué estilo debería escoger para cortarlo? — Se preguntó mientras veía la hoja con diferentes peinados que le proporcionó el peluquero a su cargo.
— Puede cortarlo con un flequillo, ¿No le interesa? — Le sonrió el hombre.
— ¡Si! es muy bonito, ¿Puedo papi? — Miro a Hoseok, un poco más acostumbrada a hablarle.
— Esta bien, seguro te veras bonita — Acepto, no iba a detenerla de cortar su cabello como deseaba.
Mientras cortaban el cabello de Haseul, el se quedo mirando algunas cremas para peinar y jabones, quizás tendría que conseguir un trabajo adicional al que ya tenia para manejarse, todo lo relacionado a Haseul era bastante costoso a pesar de que bueno, el tenia una buena vida, ya que su 'salario' por así llamarlo era bastante generoso, pero siempre era costoso mantener a un niño. Compro algunas cosas para cuidar el cabello de Haseul y el propio, también algunas cremas hidratantes. Se hizo una nota mental para después ir a comprar también sus mascarillas y cremas, también debía enseñarle a Haseul a como cuidar su cara.
— Ya esta, su hija se ve muy bonita — Le sonrió el joven que los atendía.
— Vaya — Hablo sorprendido —, te ves preciosa Seul, te queda muy bien — Halago.
— Gracias — Hablo bajito con un lindo rubor en su nariz y cachetes.
Hoseok pago tranquilamente, cuidando el monto que tenía para repartir con los chicos. Haseul seguía con su lindo sonrojo, avergonzada al oír por una primera vez aquellas dulces palabras, su corazón se sentía calentito y su vientre hacía cosquillas, ese sentimiento tan bonito que hacía que no dejara de sonreír le gustaba. Solo había pasado un día desde que llegó a Seúl, pero había sentido el cuidado con el que la trataba Hoseok, en la mañana el desayuno cálido con su bonita sonrisa de corazón y la comida rica que le había comprado a ella, se sentía bien. El resto del día fue el sentimiento en su corazoncito cada vez mas y mas presente. Hoseok por su parte, no recordaba sentirse así desde sus días de infancia, donde todo se encontraba calmo y aun nada pasaba. Suspiro y miro a Haseul, esperaba darle una buena infancia como la que tuvo el. Siguieron el camino a la casa y llegaron dejando todo, hoseok pidió mejor un servicio a domicilio para las compras, ya cargaba demasiado y sus brazos no darían más.
— Ve organizando la bolsa del baño mientras yo organizo tus cosas.
— Bueno papi — Contestó y se dirigió al baño mientras el seguía su camino a la habitación.
Arreglo la ropa con cuidado, organizándola según el alcance de la menor y con cuidado de no arrugar nada. Se sentía raro, pero no era tan malo como pensaba; curiosamente todo era cómodo para los dos y ambos se llevaban bastante bien. Terminó de arreglar y colocar la toalla de gatitos que compro para cuando fuese a bañarla y sus cobijas y sabanas en su lugar. Sonrió al ver todo perfectamente arreglado y salió de la habitación, revisando el baño donde haseul luchaba para subir el shampoo a la repisa, la cargo y dejó ponerlo allí.
— ¿Quieres que comamos ramyun para la cena y luego a dormir?.
— Con mamá comía mucho ramyun, ¿Podemos comer algo diferente? — contestó tímida, había aprendido rapidamente que podía pedir algo si lo deseaba sin ser regañada.
— Hm, ¿Qué te parece bulgogi de cerdo picante? — Sonrió.
— Si.. Suena rico — Haseul sonrió con suavidad.
— Esta bien, lo iré a comprar, mientras tanto ponte la pijama — Contestó con ánimo —, no le abras la puerta a nadie, yo tengo la llave para entrar, ¿Ok?
Haseul asintió y entro a su cuarto, Hoseok únicamente le sonrió con dulzura y siguió su camino, salió de la casa tapado y corrió un poco para no llegar tarde, los barrios bajos se ponían pesados de noche y el llevaba un buen monto encima. Volteo la calle y toco la puerta rápidamente, algo serio.
— Pensé que no ibas a llegar — Rio Kitty luego de abrirle —, ¿Ya gastaste tu parte? bueno en realidad no me interesa, solo danos la paga.
RM negó y simplemente me ofreció un lugar en la mesa, entró y se sentó frente a los 6 chicos, repartiendo parte y parte para cada uno, pues RM se concentraba en no dejar rastros de que él estuvo allí y Agust D que los testigos no dijeran nada sobre el. Los chicos le invitaron a beber, siempre que se hacía un buen trabajo bebían un rato pero se negó rápidamente, Haseul debería estar preguntándose que hacia para demorar tanto, salió rápidamente con una disculpa rapida; sorprendiendo a los demás y dejando a Paka con una mirada curiosa. Todas las personas que adquieren algo importante dejan de lado sus festejos, pensó.
Hoseok paso por la tienda y pidió el bulgogi, llegando algo agitado a la casa, recobró el aliento y entró como si nada, encontrando a Seul perdiendo la mirada en la televisión; emocionada al ver el increíble mundo de gumball allí. La saludó y fue a la cocina para servir todo con cuidado, llevo los platos a la mesa frente al televisor y se sentó junto a ella en el suelo, ambos comiendo con dulzura mientras miraban a gumball hacer de las suyas con darwin. Después de todo, no hay mejor compañía para un alma solitaria que otra igual. Luego de terminar de comer, ambos se fueron a dormir. Hoseok se quedo pensando acerca del día que había pasado con Seul. Buscando dormir inconscientemente empezó a recordar claramente como había terminado aquella infancia feliz que tuvo en su trabajo.
Buscando dormir inconscientemente empezó a recordar claramente como había terminado aquella infancia feliz que tuvo en su trabajo.
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