Capítulo 18
Ella vino a hacer su vida más feliz, el llegó a ella para enseñarle lo que era ser feliz.
Viernes 8 de Octubre, 2021.
Hoseok, se había enterado de cosas que le podían arriesgar la vida, pero ahora ya no era como antes, cada palabra de ese informe había sido pensando minuciosamente. Su vida podía dar igual, pero ahora estaba su pequeña, y el jamás la arriesgaría. Había hecho un segundo informe luego de que sus amigos le dieran algo se información que obtuvieron de los números de Yeop y unas cuantas extorsiones a miembros de su cártel.
Suspiro revisando la horario, notando de paso el recordatorio de su teléfono sobre el cumpleaños de su hija. Tomo aire, le había prometido a la pequeña luego de el terrible incidente con la incompetente psicóloga del centro, que irían a hacer algo nuevo que no hubiera hecho antes. Pensó en todas las posibilidades, pero realmente no quería hacer un viaje muy largo o llevarla a un sitio común dentro de la ciudad, sus ideas se organizaron cuando se levanto a revisar su nueva planta, una pequeña suculenta que había comprado durante la cita de Seul.
Encendió su teléfono y llamo a Seokjin, suspirando cuando lo escucho responder adormilado — Perdón por despertarte hyung, ¿Tienes tiempo en la tarde?
— Eh.. Si, claro — Tardo un poco en responder por el sueño, — ¿Paso algo?
— No, solo necesito tu ayuda para hacer unas cosas, también llevare a Haseul.
El contrario soltó una risa suave — Aun no me puedo acostumbrar a la existencia de ella. No en el mal sentido, creo que te hizo bien.. — Bostezó — hablare con Saeron cuando despierte, te dejare un mensaje antes del almuerzo.
— De acuerdo, nos vemos — Colgó oportunamente, escuchando la puerta de la habitación de Haseul abrirse a la lejanía.
Sabia de primera mano lo desanimada que estuvo la noche anterior y la tarde, conoció muy a su pesar, los daños que aquella mujer dejo en la vida de Haseul; mujer que en algún punto de su vida amo sin limites creyendo que era buena y dulce. Iba a ir en su encuentro, cuando antes de darse la vuelta pudo sentir las pisadas volverse menos ruidosas, captando la intensión de la infante de darle un susto. ¿Seria malo fingir que no la escuchaba? Por que quería ver su sonrisa de nuevo, por el simple hecho de lograr asustarlo.
Acomodo su cabello, soltando un bostezó falso pero lo suficiente creíble para que ella pensara que aun no estaba al tanto de su presencia, escucho una risita diminuta, casi un murmullo lejano luego de unos segundos. Camino hasta la cama, pretendiendo buscar algo, hasta que por fin la sintió acercarse, preparándose para cuando diese la vuelta y..
— ¡BUU! — Ella gritó con sus manos arriba, fingiendo hacerse mas grande. Le recordó a un panda rojo, casi se muere de ternura.
Su cuerpo involuntariamente se tenso y dio dos pasos atrás, levantando una de sus manos por reflejo, aprovecho esto para hacer un jadeo de sorpresa, disfrutando cuando la menor empezó a reírse cuando lo vio así, cerrando sus ojos en pequeñas y dulces medias lunas, aliviando el dolor de su alma por la faceta del día anterior.
— Me asustaste, que cruel eres con mi pobre corazón — Fingió quejarse, suspirando en berrinche cuando la vio reír mas.
Logro tomar aire cuando fue alzada por el, apretándola en un abrazo cálido y confortante.
— Buenos días, parece que tienes mucha energía hoy — La deja en el suelo de nuevo, aun tomando su mano para llevarla a pasos lentos a la cocina.
Haseul asintió, no dijo mucho y solo miro curiosa lo que sacaba para el desayuno, chillando cuando vio su cereal favorito. — ¡El cereal de trixx! — Señalo la caja roja con un conejo en ella.
— Ni siquiera me dejaste preguntar — Suspiro y sirvió para ambos un poco, dejando un poco mas en el plato de ella.
Comieron con pequeñas bromas sobre lo sucedido antes, como si hubiera sido lo mas sorprendente del mundo verle asustado. Luego de eso, paso a hablarle de que pronto venia su cumpleaños y como estaba muy emocionada de ver a todos con ella, sus ojitos producían emoción pura, brillando como estrellas. Internamente se prometió que no quería volver a ver sus ojos sin brillo alguno, solo un color plano, que se esforzaría por contratar a alguien capaz de tratar a su hija como debía. Fueron al sofá para poner algo, costumbre que tenían luego de desayunar.
— Papá.. — Lo miro tímidamente mientras se acomodaba cerca de él en el sofá, — ¿Voy a ir a la escuela?
— Claro cielo, lo habíamos hablado antes. Me han dicho que deberías reforzar un poco antes de entrar, pero eso no significa que no entres a una.
Haseul simplemente asiente — Esta bien — No dice mas que eso y se concentra en lo que coloco en el televisor.
No sabe porque ahora esta nuevamente insegura, pero trata de no presionar, que ella sola comunique que es lo que esta sintiendo. Espera un poco pero ella no dice mucho mas, y simplemente coloca un poco de televisión en lo que vigila cada tanto su teléfono para ver si Seokjin ha colocado algo al respecto del tema de ir a su casa. Quiere hacer algo con ella este fin de semana antes del cumpleaños para animarla un poco mas, y le preguntaría a Seok si se le ocurría algo, de paso volvería a ver a Saeron, estaba seguro de que ellas dos se llevarían de maravilla.
Una hora antes de almorzar fue cuando le llego el mensaje de que su amigo podría recibirlos en casa y su esposa también estaba emocionada por conocer a la pequeña, así que se apresuro en avisarle a Haseul que irían a verlos para que pudiera alistarse con calma. Presentarle gente nueva siempre se sintió como un reto, incluso cuando conoció a Jungkook y Taehyung por primera vez, pudo sentirla tensa ante la idea, sin embargo estaba agradecido de relacionarse con personas que eran pacientes y buenas, sobre todo con los niños. Suspiro una vez mas, levantándose con pereza para ir a arreglarse también.
Haseul fue la primera en salir, aún mirándose un poco en el reflejo del televisor su conjunto. Una faldita blanca con fresas y un suéter rojo, aparte de su gorrito pescador rosa con estampado de fresas, medias blancas y tenis rosa. Cuando Hoseok salió, de negro sin más, hizo un pequeño puchero.
— Papi, no vamos para un funelar.
El mayor río — Se dice funeral hija, y la verdad es que no tengo tan buen gusto como tú para la ropa. Es más fácil todo de negro.
— ¡Pero al menos una chaqueta de color! — dijo con cierto berrinche.
— ¿Y si mejor me ayudas a escoger?
— ¡Si! — Gritó emocionada y corrió a su habitación.
Hoseok simplemente dejo salir un suspiro de felicidad y la siguió, sabiendo que probablemente saldría con la ropa más colorida que jamás había usado en los últimos años. Luego de un rato de la infante quejándose por qué lo único que tenía de color eran camisas, termino saliendo con la misma ropa de antes, solo que una camisa azul pastel con una flor estampada como novedad.
Fueron al metro para finalmente ir a la casa de Jin, no estaba del todo lejos, pero aún así Haseul prefería dormir por qué le incomodaba el viaje. Aprovechando esto llamó a Taehyung, esperando pacientemente a que este contestará.
— ¿Buenas tardes? — Contesto Jungkook.
— Hola, lamento molestar en sus días libres. ¿Esta Taehyung contigo?
— Si, ¿Necesitas que te lo pasé?
— En realidad quiero hablar con los dos, ¿Salieron a una cita o están en casa?
— Casa. Ya te pongo en altavoz.
Espero unos segundos hasta que pudo oír el eco de su respiración.
— Bien, ya que ambos están atentos, me gustaría pedirles un favor. Haseul está cerca de cumplir años y quiero planear algo para ella, probablemente un picnic o algo sencillo en mi casa, aún que también puede ser otro sitio.
Un chillido de emoción, probablemente de Taehyung, se escuchó — ¿Cuándo cumple? ¡Dios, será la mejor fiesta del mundo! Ella se lo merece.
— No lo dudo, debe ser la mejor por qué es la primera.
— Me harás llorar — Jungkook se quejó bajito, — pero estamos encantados de ayudar.
— Gracias por hacerlo, confío en que escogerán algo que nos guste a todos. Ya me debo ir, hablamos luego.
— Seguro, cuídate hyung y saluda a la niña por nosotros.
— Hmm, adiós — Colgó, guardando su teléfono.
Levantó a seul con mucho cuidado, bajándose en la parada cerca a la casa de Jin. Camino un rato con ella en brazos hasta que la sintió quejarse, levantando su cabeza con los ojitos hinchados.
— ¿Ya Llega..mos? — murmuró somnolienta.
— Falta un poco más, no pasa nada si duermes un poco más.
Ella niega rápidamente y la baja, viendo cómo se frota sus ojitos, arregla un poco su faldita y los pliegues de su saco. Luego se sentirse satisfecha y ya más despierta levanta tu mano para tomar la de él.
— Vamos, Taehyung oppa dijo que tenía que saludar siempre a las personas por qué era de buena educación, no puedo si estoy dormida — Sonríe leve.
— Está bien, Taehyung tiene razón, pero cuando no estés de humor no pasa nada, solo una leve reverencia basta. ¿Ok? — Da un apretón suave a su mano y sigue caminando.
No tardan demasiado en llegar a casa de Seokjin, de inmediato Saeron abre la puerta, sonriendo con genuina felicidad al ver a Haseul.
— ¡Hola pequeña Haseul, mi nombre es Saeron! ¿Como estás?
— Uh, b-buenas tardes, estoy bien muchas gracias por i-invitarme — dice ligeramente tímida, escondiéndose un poco detrás de la pierna de Hoseok.
Ambos adultos solo sonrieron comprensivos y Saeron los dejo pasar, invitándolos a sentarse en el sofá mientras ella iba a por un poco de té y leche de fresa para Haseul. Seokjin llego al segundo, bajando por las escaleras con una sonrisa.
— Hola Hobi, y a ti también, haseul.
— ¡Hola Hyung! — Le sonrió suave.
El menor se levantó y ambos se fundieron en un cariñoso abrazo, de los pocos que Jin solía recibir de él. Con toda la emoción tapando su vista, haseul decidió contar de nuevo hasta tres, esperando paciente a que su cabeza formulará las palabras que quería decir.
Más, el mayor la miro rápidamente — Seguramente no me conoces, pero soy Seokjin, un amigo de tu padre — sonrió, ofreciendo su mano.
Con nerviosismo Haseul acepto y hizo una ligera reverencia — S-Soy Jung Haseul.
Para cuando el almuerzo estuvo listo, la personalidad alegré de Seokjin ya había logrado que la menor se adaptará, siendo más espontánea con lo que decía. Habían pasado un muy buen rato allí, los cuatro en la mesa hablando incluso con los platos vacíos.
— Iré a lavar la loza con la niña.
— De acuerdo cariño, yo hablaré de algo con Hoseok — Seokjin murmuró contra su mejilla antes de dejar un beso.
Una vez ambas estuvieron en la cocina, Hoseok empezó a contarle lo que estaba pensando hacer para el cumpleaños de la menor.
— ¿Entonces quieres ideas de un regalo?
— Sí, la verdad que siempre he sido muy consentidor, así que no se qué pueda querer realmente — Murmuró con algo de pena.
Y la realidad sea dicha, quizás nunca había usado su dinero de tal manera despreocupada, hasta que llegó ella. Entonces quizó comprarle ropa, juguetes, remodelar una habitación solo para ella, pagar sus gastos y hacer infinidad de cosas. Tampoco le importaba gastar un poco más, tenía lo suficiente guardado como para no sufrir si dejaba de trabajar, así que no le negaría nada.
— Creo que se que podría hacer por ti — Jin interrumpió su reflexión, — Sae trabaja como maestra, puedo pedirle que le pregunté a uno de sus compañeros su está dispuesto a enseñarle cosas básicas a Haseul.
Sus ojos brillaron de inmediato, ¿Cómo pudo no pensarlo antes?
Me disculpó por un capítulo tan corto, pero como es un capítulo más tranquilo no le vi la necesidad de hacerlo demasiado largo.
No me funen por tardar tanto, yo los amito, pero tengo más ocupaciones que vida, ahorita si le ando echando ganas a la escuela.
El siguiente cap será el último que podremos disfrutar de nuestro dúo feliz, así que no me funen, a mi también me duele :(
Besos, Noah.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro