——QUE TAN RARO SERIA VER A un furioso esqueleto rodeado de un líquido de dudosa procedencia, regañar a gritos a tres de sus subordinados mientras una pequeña demonio estaba en cama completamente débil siendo cuidada por un esqueleto monocromático.

Bueno pues, retrocedamos unas horas antes de que ocurriera está extraña situación.

La abrazadora mañana rodeaba el palacio de tonos grises, la bandera con el significativo logo lunar ondeaba junto a la brisa mañanera, en un lujosa y amplio cuarto de tonos azulados oscuras y plateados, se podían ver al joven emperador junto a la pequeña demonio acurrucados en las suaves cobijas de algodón, la menor estaba completamente dormida mientras el esqueleto la observaba con tranquilidad, velando por su sueño durante toda la noche, soltando un suspiro, se levantó poco a poco para no despertar a la menor, comenzando a alistarse como era de costumbre, ordenando su cuarto con ayuda de sus tentáculos, anoche estuvo jugando con la niña para que se cansará y pudiera caer dormida con más facilidad y olvidara su penumbres así sea por un momento.

Mientras, su puerta era tocada con suavidad, una voz femenina recitaba su nombre con respeto, siendo lo más probable una de las sirvientas del emperador, avisando que el desayuno de el y la criatura estaba servida en el comedor privado, ganandose una cortante y fría afirmación.

Algo raro ya que pocas veces se utilizaba aquel lugar debido a que Empire!nightmare no necesitaba sólidos para ganar energia, más su único motivo era tener un lindo momento con la peli-blanca, estaba decidido a consentir a Hikaru a más no poder.

Con suavidad, comenzó a despertar a la ya mencionado con cuidado, dándole pequeños toques en su espalda para no levantarla de golpe, algo que funcionó, escuchando los pequeños e inaudibles murmurós de está, sacándole una pequeña risa, tomándola en brazos con cuidado, comenzando un andar suave directo al comedor mientras acomodaba el desordenado cabello de la menor, aquel moño estaba casi desecho, algo que provocó la tenua rísa del varón.

–– Buenos días... –– murmuró con sueño la más pequeña mientras analizaba todo.

Tremendo sueñito que se dio que ni sabe dónde está parada, que cosas no.

–– Buenos días hikaru –– le devolvió el saludo el hombre con su típico tono monótono, pero sonaba más tranquilo.

Al momento de abrir una elegante puerta, dejo a la vista una bella sala a basé de mármol, con un bello diseño y un gran ventanal, una elegante mesa de cristal pulido al igual que las sillas, con zafiros y trazos de plata incrustados en este, incluso el juego de vasijas y platos.

Una total maravilla visual.

Y ni hablar del desayuno servido en este, en el centro, un gran tazón con huevos shakshuka, al lado de uno lleno de pan de ajo, frutas de todo tipo picadas en trozos, con un pequeña taza de crema dulce de acompañante, acompañados de dos tazas llenas de café, negro y amargo para el emperador, dulce y con leche para la princesa.

Los ojos de la demonio brillaron a más no poder, ¡Era una maravilla! Hace tiempo que no veía tan exquisitos platos, por no decir que nunca.

Con emoción, movió sus piecitos para que el mayor la bajase, algo que con delicadeza acato, observando con diversión cómo la pequeña se sentaba con rapidez al comedor y contemplaba el "pequeño" y "simple" desayuno para los dos presentes.

Acto seguido, el esqueleto imitó su acción, pero con la diferencia de que el lo hizo con más calma, comenzando así, el día de hoy, ¿Nada podría dañar tan pacifico día verdad?

Después de un agradable desayuno lleno de de pequeños risas por parte de la niña y algo de chisme por parte del varón, a hikaru se le otorgo un lindo baño con flores y velas aromatizantes, junto a una pequeña despuntada de cabello, junto a un pequeño corte para su largo fleco debido a que esté le impedía realizar algunas actividades, terminando con un simple pero tierno peinado, todo este proceso fue monitoreado por Empire!nightmare.

Tu sabes "por si las moscas"

Y como ahora era la princesa del emperador, tenía que vestirse como tal, traía puesto un lindos vestidos suelto color crema, con una cinta color azul rey, que combinaba con el traje del esqueleto, con unas pequeñas y brillantes sandalias color negro estilo Mafalda, su cuello estaba decorado con una delgada cinta del mismo color del listón del vestido, su larga cabellera estaba amarrada a la mitad con una cinta del mismo color, junto a unos moños enrollados en la parte de arriba.

La mucama estaba encantada ante los modales y extravagante belleza de la demonio, aún que no pudo estar tranquila en ningún momento gracias a la helada mirada que su mayor le dedicaba a todo momento.

Parece loquito del centro, que miedo.

Dando una última reverencia, la sirvienta se retiró del gran cuarto, dejando a solas a los dos restantes.

–– Bien, vámonos –– fue lo único que dijo antes de tomar en brazos a hikaru, desde que comenzaron a interactuar el mayor era alguien poco expresivo.

Siempre tenía cara de culo.

Pero eso poco le importaba a la oji-rubi, es más, se le hacía más cómodo.

Con curiosidad, la demonio veía como el suave caminar del hombre iba en una dirección en específico, un gran salón, con una gran puerta de dos partes bañada en plata y joyas preciosas de tonalidades azules, que adentro abarcaba una gran biblioteca de lujo, repleta de libros de todo tipo, desde lo historico hasta lo fantasioso, una maravilla para los amantes de la lectura y el aprendizaje.

La niña estaba sorprendida y emocionada a más no poder, ¡Que variedad de libros! Podría jura que solo en la un cuarto de la biblioteca entraban 20 veces el laboratorio.

–– Bienvenida a mi biblioteca personal –– dijo con calma el varón mientras bajaba de sus brazos a la nena.

¡¿Biblioteca personal!?

–– Tengo bastante trabajo que hacer, el reino no se gobernará sólo, puedes quedarte a leer lo que quieras o salir a pasear, la servidumbre está a tu disposición, eso si, no entres a los cuartos de reunión o a mi oficina bajo ninguna circunstancia, a menos que sea urgente ni salgas a fueras del palacio sin mi permiso ni vigilancia alguna ¿Esta claro? –– indico Empire!nightmare con su seriedad, ya le había enseñado las reglas del palacio durante el desayuno, bastante estrictas pero fáciles de acatar.

Ante este recordatorio, hikaru simplemente asintio con educación, ganandose una pequeña caricia en su cabeza y una pequeña despedida del contrario, dejándole el gran lugar a su disposición.

Con rapidez, comenzó a buscar cualquier libro de su interés, llamándole la atención uno en específico.

"Dragones de la antigua mitologia china"

Al leer el titular, hikaru, por reflejo, observo su propia cola, parecida a la de un dragón a primera vista.

–– Yo no soy un dragón...¿Verdad? –– se cuestionó a si misma en su mente, mientras recordaba como error!sans la confundió con un dragón la primera vez que se vieron.

Leyendo más a fondo, se describían como grandes seres de largos cuerpos, en algunos casos, con uno o dos cuernos, largos colmillos y largas colas de diferentes colores.

Espera.

Ella tiene un gran cuerno negro, colmillos filosos y su larga cola negra con punta roja.

Entonces, ¿Eso significa que ella también es un dragón?

Incluso puede expulsar fuego por la boca.

Adentrándose más a la lectura, explicaba como los dragones eran símbolos de protección, sabiduría y familia.

Familia.

Por uno momento, soltó aquel libro, para buscar un diccionario, encontrandolo con facilidad, buscando con sus pequeños dedos la letra f, encontrando la palabra que necesitaba, junto a un pequeño ejemplo de este.

Familia: Conjunto de ascendientes, descendientes y demás personas relacionadas entre sí por parentesco de sangre o legal. Ejemplo: "la familia estaba compuesta por los padres y sus dos hijos"

Una familia eh.

Desde pequeña, siempre quiso una familia, ya que todos los niños del orfanato lloraban por una, pero, jamás supo que era en realidad.

–– Así que estás interesada en la familia, señorita hikaru –– sus pensamientos fueron interrumpidos por una suave voz, por reflejo, la menor se volteó a ver de quién era la presencia.

Era Sara, la sirvienta del esqueleto monocromático, a simple vista, se podía notar su belleza, una joven de al rededor de 20-25 años, estatura promedio, tez blanca, cabello y ojos castaños, junto a una suave sonrisa.

–– Creó que esto te podría interesar –– habló con su tono de voz suave, mientras acariciaba el sedoso cabello de la niña con su mano izquierda.

Con su mano derecha, le extendía un pequeño libro color rosa palo, sin titular alguno. Bajo a una última caricia, la joven dama se retiró de la biblioteca con una última mirada en dirección a hikaru, con una dulce sonrisa decorando sus labios, ya que la pequeña comenzó a leer de una vez la pequeña introducción del pequeño cuento que le entrego.

Su mayor tenía razón, aquella niña es un encanto total.

"¿Quiénes son los extraños que nos contemplan desde el fondo gris del retrato?"

"Dieciséis años son un enorme trozo de siglo: generaciones, vidas, historias."

"Broma pesada de cualquier moda: cómo ridiculiza al viejo presente, nos obliga a reírnos de nuestro aspecto."

"Qué jóvenes, qué niños parecen todos. Cómo han cambiado nuestros muertos."

"Ya llevaban su muerte a cuestas pero nadie vio la guadaña."

"El vendaval arrasó con todo."

"Todos envejecimos menos la abuela."

"Más hermosa que nunca a sus ochenta años."

–– José Emilio Pacheco.

Eso era lo que relataba la primera página del delgado libro.

Entre más páginas pasaba, más se adentraba a la lectura, comenzando a crear un deseo en el débil corazón de hikaru.

Deseaba una familia.

Ella también quería sentir la calidez de un desayuno en compañía, una tarde de paseo o una cálida noche de películas.

Una amorosa madre, un padre protector, hermanos y primos para jugar un rato, tal vez un tío que la saqué a pasear.

Cuándo de un padre se trataba, a la primera persona que aparecía en su mente era a erro!sans, el fue quien la saco de ese infierno y cuido a partir de entonces.

De solo recordarlo, en sus labios una pequeña sonrisa triste se formaba, lo extrañaba mucho al titiritero, cuando volviera al anti-void, le contará todas las cosas que a hecho hasta ahora.

Soltando un suspiro, soltó aquel libro, su vista estaba algo cansada y el hambre comenzaba a apoderar su cuerpo.

A paso lento, comenzó a caminar en dirección a la puerta principal, empujándola con un poco de esfuerzo para salir de la biblioteca, emprendiendo nuevamente su caminar en busca de alguien que la podría guiar a la cocina, dando con una mujer mayor con el mismo traje que Sara.

Con timidez, jalo un poco la falda de la mujer para llamar su atención, ganandose una mirada llena de sorpresa, que fue rápidamente cambiada por una linda sonrisa.

–– Así que usted es la joven princesa de la que su majestad nos hablo ¿Hikaru no es así? –– habló la mayor mientras se agachaba con algo de dificultad para poder ver a la menor, mientras que está simplemente asentía a su pregunta –– Mucho gusto mi señora, soy Lilith, y estaré a su servicios de ahora en adelante, es un gusto conocer a una jovencita tan encantadora –– se presentó la mujer de tercera edad con una maternal sonrisa.

Hikaru no pudo evitar sonrojarse por la vergüenza, conocer humanos nuevos la colocaban nerviosa y más cuando la trataban con tanta dulzura.

Lilith era una mujer de al rededor de 50 años, su cabello recogido en una cebolla baja era cubierto por completo con mechones blanquecinos a causa de las canas por la vejes, su rostro estaba algo arrugado, pero por su edad, se veía mucho más joven, ojos negros llenos de vida y unos delgados labios sonrientes.

–– Dígame, ¿Qué desea el día de hoy? –– pregunto la mayor.

–– ¿Me podrías guiar a la cocina porfavor? –– murmuró la nena con vergüenza mientras abrazaba su estómago.

Ante la acción de la menor, Lilith no pudo evitar soltar una pequeña risa ante la ternura, mientras se levantaba, le extendió la mano a la chica.

–– Ven querida, yo te llevaré y te pediré una rica comida ¿Te parece? –– le ofreció junto a una sonrisa.

Hikaru no pudo evitar sentir una calidez en su corazón ante la amabilidad de la mayor con ella, que no pudo evitar soltar una pequeña risa, tomando la mano de la sirvienta, comenzando un lento caminar a la dirección ya mencionado mientras comenzaban una pequeña charla sobre sus gustos y pasatiempos.

Al llegar al gran comedor, la demonio fue sentada en una de las refinadas sillas, mientras que la sirvienta estaba en la cocina principal para poder prepararle un platillo.

Pero lo que le llamo la atención fueron unos extraños ruidos provenientes del patio trasero, tres voces masculinas riendo y reclamandose entre si, picándole la curiosidad a la criatura, que, con agilidad, se bajó de la silla y camino precavidamente en dirección a las voces, encontrándose una extraña escena.

Tres esqueletos estaban en el suelo, rodeando una especie de fogata sin encender, uno con el cráneo roto estaba sosteniendo en sus dos manos varias brochetas con vegetales y carnes crudas, con una sonrisa burlona, a su izquierda, uno con las cuencas completamente oscuros y con rastros de lágrimas negras intentaba prender fuego con dos piedras, algo estresado a simple vista, más no dejaba de reir como desquiciado, mientras que a la derecha del más alto, se encontraba un joven encapuchado que reprendida al anterior mencionado por no poder crear si quiere una mínima chispa, todos tenían en común aquella marca en el rostro en forma de luna.

(Los anteriores tres fanarts no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores)

A pasó lento, hikaru se comenzaba a acercar al trío, importandole poco las miradas que recibía por parte de éstos, agachándose enfrente de la fogata sin expresión alguna.

–– ¿Qué quieres mocosa? –– el de chaqueta verde pantano y camisa negra fue el primero en hablar, mientras observaba con diversión la rara apariencia de la menor.

Más está no respondía, indignando al esqueleto.

–– ¿Acaso eres sorda? Te estoy hablando niña. Responde... –– volvio a insistir sin ocultar su irritación, su sonrisa crecía poco a poco, tomando el mango de cuchillo.

Los dos restantes no decían nada, queriendo ver lo que sucedería.

Más fue interrumpido por una gran llamarada de fuego que dejó atónitos a los esqueletos.

La menor simplemente miraba como el fuego comenzaba a cubrir la madera, el calor abrazaba su rostro con calidez, más su expresión seguía siendo helada, su larga cola se meneaba de un lado al otro con lentitud, creando un golpeteo constante.

–– Oigan es cosa mía o la cuernuda acaba de escupir una bola fuego por la boca –– habló con sorpresa y algo de ironía el de hacha, más conocido como Empire!horror.

Empire!murder lo vio con una sonrisa forzada ante su estúpida aportación.

Mientras que Empire!killer comenzó a reír a más no poder después de despertar del pequeño shock, tomando de las axilas a la más pequeña, que lo veía sin expresión alguna, ya se estaba acostumbrando que la cargaran a cada rato.

Ya parecía muñeca de trapo mal ubicado no mames.

–– Vaya, al parecer la cosa viene con sorpresas eh –– comento con diversión el lagrimitas. –– Creó que nos llevaremos muy bien~ –– termino de decir mientras que una sonrisa perversa.

Los otros dos esqueletos solo soltaron un suspiro, esto no acabaría bien.

A ver, a ver, ¿Qué pasó?

Hace unos minutos hikaru se encontraba sentada en un gran comedor en espera de un delicioso plato ¿Y ahora?

Se podía ver cómo Empire!horror caía de cara en la mesa de madera, completamente vencido, a su derecha, veinte platos completamente vacíos, mientras que a su izquierda, hikaru se terminaba con tranquilidad su plato número treinta y cinco de pollo a la naranja con arroz, mientras tomaba con calma un pequeño vasito de agua.

–– ¿Entonces ya gané? –– pregunto con inocencia la más pequeña con sus mejillas llenas de arroz.

Empire!killer no aguanto más, soltando una gran carcajada al ver cómo su compañero fue vencido por una niña, abrazando su "estomago" con fuerza, casi cayendo al suelo.

–– A-ASI ES MOCOSA JAJAJAJA –– dijo entre risas el esqueleto con problemas me psicopatía, mientras le regalaba unas pequeñas palmaditas en la cabeza de esta, despeinado su cabello, incluso se le dificultaba hablar por la falta de aire.

Para después, comenzar a burlarse de su compañero, que estaba casi en sus últimas.

Mientras esto sucedía, el más lógico de los tres esqueletos soltaba un suspiro lleno de cansancio, mientras caminaba en dirección a la menor con un pañuelo en manos, limpiando sus mejillas con cuidado, era el único que sabía sobre el lazo de la niña con el emperador, y se rehusaba a meterse en problemas.

–– Gracias... –– agradeció en voz baja la fémina, causando otro suspiro en el de capucha.

–– Al menos no es una berrinchosa sin modales –– se consoló a su mismo Empire!murder.

Después de esos, Killer y Horror comenzaron a joder con los poderes de la única niña, llegando a incinerar tres árboles sin querer, arrastrando a Murder en sus travesuras.

Más no se percataron de como Hikaru poco a poco se comenzaba a debilitar por el uso excesivo de su piroquinesis y como eran vigilados por un espectro.

–– Oye cruz, encontre a la niña, pero no se encuentra sola, y no se ve para nada feliz –– informó aquella entidad.

Nota de la autora:

Palabras: 2924

1 / 2

Hola gente no me morir 🤓

Perdón por no publicar capitulo desde un mes, tengo tremendo bloqueo creativo 😭😭

Cómo recompensa les dejé dos dibujitos de hikaru.

¿Me perdonas?

¿Cómo reaccionara Empire!nightmare al ver cómo utilizan a la cría como juguete de feria?

¿Quien era aquel espectro?
(Que pregunto tan estúpida HSKSH)

¿Cuáles serán las consecuencias de esto?

¡Lo veremos en el próximo capítulo!

Recuerden votar por la historia, solo tienen que picarle en la estrellita, me ayudaría mucho :3

Cherry se despide ¡Bye!
😸