
03
——SE PODÍA PRESENCIAR COMO UNOS PEQUEÑOS orbes rojos se abrían con pesadez, estaba tirada en el suelo estaba sola siendo la luna su única acompañante junto a los fríos vientos que movían las hojas de los árboles.
¿Árboles?
La niña se levantó con cansancio, observando sus pies desnudos para después girar su cabeza al rededor de su campo de visión. Al parecer estaba en un bosque, pero ¿Cómo? Hace unos instantes estaba junto aquel duo de esqueletos acostados en el puff del destructor.
Sus pregunta fue rápidamente pasada a un segundo plano gracias a las furiosas ventiscas que danzaban con fulgor, moviendo con ira a todo lo que tenía a su alrededor, pero la niña poco le importaba, es más, llegaba a disfrutar el bello show que aquellos remolinos le brindaban, se sentía abrazador, tan rudo, tan bello, tan reconfortante que no era capaz de comprender lo que sentía en estos momentos ¿Tranquilidad? ¿Asombro? ¿Paz? Simplemente no lo sabía y eso le consternaba.
Pero no pudo seguir ahogándose en sus pensamientos debido a unas pequeñas flores de tonos azulados y brillantes comenzaban a florecer en una dirección en específico, como si la alentaran a seguirlas y como no hacerlo, al ver cómo bailaban con elegancia era simplemente exorbitante y hipnotizante, y más para una niña tan curiosa como la peli blanca.
Con curiosidad, la demonio comenzó a seguir el camino de flores que le susurraban palabras inaudibles, pero que la alentaban a seguirlas.
Sus pequeños pies dejaron de moverse debido al paisaje que estaba al frente de ella.
Era una bosque, pero este estaba decorado por una cascada de tonos suaves y brillantes junto a más de esas resplandecientes flores, pero esa vista tan destellante se debía a la luna junto a sus eternas acompañantes, que tintineaban con elegancia, contemplando la belleza de aquel cuerpo celeste rocoso, quién se llevaba toda la atención debida a su encantador brillo capaz de guiar a las almas en pena al descanso eterno y poder dan consuelo a las pobres almas en agonía con su simple presencia.
La usuaria de fuego estaba conmovida por el bello paisaje que le era brindando, sin perder más tiempo, se adentro a al bosque en busca de saciar su curiosidad. Sentándose con calma en el húmedo pasto, sus pies tocaron con precaución aquel lago, estaba helada, haciendo que por inercia se quitará pero luego de observar más afondo en busca de un animal que pueda llegar a afectar su integridad física, comenzó a hundir sus pies poco a poco, sintiendo un escalofrío pasar por su columna vertebral gracias a la tención que se provocó su cuerpo a sentir lo frío del agua, para después relajar sus músculos, acostumbradose a la sensación que le regalaba el lago.
Sus ojos comenzaron a tintininear con asombro al ver unos bellos peces de diferentes colores con largas y extravagantes colas, eran Bettas splendens o más conocidos como peces betta o luchadores de Siam. Esto emociono a la infante, comenzando a jugar con aquellos pececillos con suavidad para no espantarlos mientras que se preguntaba ¿Que clase de peces eran? Los libros que estaban en el laboratorio no tenían información de la vida marina que a ella tanto le fascinaba y eso le entristecia, el simple hecho de recordar como nunca pudo jugar con los niños de su edad gracias a las constantes castigos y experimentaciónes que realizaban los "doctores" le generaban ganas de vomitar.
Decidió no darle más importancia y seguir entreteniendose con sus pequeñas amigos.
Todo bajo la mirada del rey de las pesadillas.
Era alguien de apariencia intimidante, su cuerpo estaba completamente consumido con un líquido negro viscoso, a simple vista putrefacto, siendo sus ropas y cuenca derecha lo único visible, de su columna y costillas emergian unos imponentes tentáculos rodeados de la misma masa negra. Parecía un cuerpo en estado de descomposición.
Su mirada reflejaba nostalgia a su máximo explendor, aquella niña de sueños raros pero pacíficos, capaces de crear un ambiente neutro capaz de relajarlo sin crearle daño alguno, no importa cuántos siglos hubiera vivido, le parecía sorprendente como un ser tan pequeño que a presenciado a la maldad del ser humana a todo su esplendor fuera capaz de resguardarse en sus sueños creando una armonía lo suficiente como para que el pudiera estar en presencia de sus pequeñas paisajes sin ser dañado en lo más mínimo, pero solo se quedaba en contemplar y descansar de lejos, debido a que tampoco le servía para reponer fuerzas y no quería que al acercarse dañará ese equilibrio que tanto disfrutaba.
Aún se preguntaba cómo había acabado merodeando en los sueños de una infante, al principio se emociono al sentir sentimientos negativos tan abundantes pero al ver qué era una nena de tan solo 3 años ——en ese entonces—— no pudo evitar pensar en “si mismo”, la criatura era el vivo recuerdo de “su” asquerosa niñez, dos seres que tuvieron que sobrevivir a la crueldad humana y el odio de los monstruos por su simple existencia, dos jóvenes con la misma situación pero con un final diferente, mientras que el uno al punto del colapsó; consumido por la negativa, asesino a todo aquel que se le atravieso por mero placer, la otra aún tiene tiempo para escribir su futuro y su mente aún luchaba por encontrar estabilidad después de vivir tantos momentos traumáticos, un fino hilo que sostenía su pequeño mundo.
Era totalmente frustrante el hecho de tener que revivir los antiguos recuerdos y remordimientos de aquel ser que alguna fue un guardián, alguien que ya había muerto.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un par de rubis brillantes que lo miraban fijamente con curiosidad, una guerra de miradas comenzaba a surgir entre los dos individuos
— ¿Quién eres tu? — pregunto el infante con curiosidad, no recordaba aquel ser en ninguno de sus sueños ——aún que al final jamás recordaba éstos——
Pero no hubo respuesta alguna, sería mentira decir que la entidad no estaba curiosa, quería ver qué sucedía si la dueña del sueño neutro este expuesta a la maligna aura y negatividad que expulsaba.
Grande fue su sorpresa al ver cómo la pequeña no se inmutaba y tomaba su "mano" para guiarlo a aquel lago infestado de peces, obligandolo a sentarse junto a ella
¿El rey de las pesadillas dejándose guiar por una simple niña? ¿Impactante verdad? Pero el ex-protector estaba inmerso en sus pensamientos debido a la sorpresa que aún que su rostro no demostraba, estaba analizando la situación actual, una niña mutante era capaz de estar cerca de el sin que su estado de ánimo cambiará o su cuerpo colapsara debido a la negatividad que expulsaba su ser ¿Sera su gran resistencia fruto de las constantes pruebas que la pequeña vivía desde que tenía memoria? Era la más probable.
No pudo seguir pensando porqué la pequeña comenzaba a "enseñarle" lo poco que sabía de los pececitos.
— Se llaman peces betta. — hablo por primera vez el hombre, sorprendiendo a la niña, prestándole toda su atención, le daba curiosidad la profundidad de su voz.
El hombre lo vio como una señal para continuar su explicación
— El pez betta o luchador de Siam es una especie de pez de agua dulce de la familia de los osfronémidos en el orden de los Perciformes. Su promedio de vida son de 2 a 5 años, siendo capaces de tener de 100 a 500 huevos. — continuo.
La pequeña no puedo evitar soltar un suspiro de sorpresa ¡Aquel hombre era muy inteligente! Con lentitud se acerco un poco más al hombre, guardando su debida distancia, su actual cuidador le enseño a respetar el espacio personal de las personas gracias a su ¹hafefobia, esa acción hizo reír al hombre.
— ¿De donde aprendió tanto señor? — pregunto con curiosidad la nena.
— Fue gracias a los libros, gracias a ellos podemos saciar nuestra curiosidad y viajar a mundos nuevos — respondió, en su único ojo visible se podía ver un brillo de admiración, está acción hizo que el infante soltara un "ooh" de sus cuerdas bucales.
La expresión de la pequeña pedía a leguas que siguiera con su entretenida clase, algo que la entidad no desaprovecho. Comenzando una pequeña lección sobre la vida marino, se podía apreciar a un joven esqueleto dándole datos e historias de la vida marina y una pequeña niña demonio escuchando con paciencia y curiosidad en busca que saciar su curiosidad, encontraba totalmente placentero el ser admirado por la más pequeña ——mostrando su claro egocentrismo——
Pero la entidad noto como aquel paisaje se iba desintegrando poco a poco, demostrando que la pequeña estaba despertando. Comenzando a levantarse con cuidado del pasto, comenzando a retirarse del lugar llamando la atención del infante.
— ¿Ya te vas? ¿Tan rápido? — pregunto la demonio. Ganándose un asentimiento del contrario
— ¿Volverás verdad? Quiero saber más de lo bonito que es el vida marina — expreso con inocencia, haciendo que el hombre se volte dando un suspiro ante la insistencia de la criatura.
Sin ganarse una respuesta oral, el hombre sacudió sus rebeldes cabellos, sacándole una pequeña risilla a la nena.
A pasos tranquilos se fue retirando, siendo visto por la infante quien sacudía su brazo derecho con furgor, despidiéndose, pero paro al darse cuenta de algo.
— ¡Espere! ¡Señor! ¡¿Cómo se llama?! — grito la criatura con algo de desesperación ¡Que mal educada era! Recibió una increíble clase y ella no se digno a siquiera preguntar su nombre, ¡Se sentía fatal!
Tal vez Error!sans no sea la excepcional figura paterna, pero el le enseño a respetar a los mayores ——a menos de que sean unos rompe pelotas que no merecen ninguna muestra de respeto, a ese tipo de personas le permite tratarlas mal—— y ser una niña amable y capaz de emitir respeto ante asquerosas anomalías ——en palabras del destructor claro esta——.
Volviendo al escenario actual, el hombre pensaba en su decirle su nombre o no, pero se acordó que gracias a la condición de la infante lo más seguro es que no iba a recordar nada, así que ¿Que tenía de malo no mencionar su nombre? Al fin y al cabo no lo recordaría.
— Nightmare. Me llamo Nightmare!sans — le informo, desapareciendo de su campo visual.
— ¡Fue un gusto conocerte! — alcanzó a oír el hombre, sacándole una pequeña y silenciosa carcajada.
Poco a poco la pequeña comenzó a cerrar sus pequeños ojitos mientras el pequeño lago junto a sus mágicas flores desaparecieran poco a poco.
— Hasta pronto, número 505 — mascullo por última vez el joven creador de pesadillas.
La infante comenzaba a abrir sus ojos con pesadez y pereza, encontrándose un pequeño puff morado, no recordaba nada, solo un sentimiento reconfortante que abrazaba su pecho. Se removió un poco en busca de volver a conciliar el sueño, pero comenzó a sentir una incomodidad en su espalda, con lentitud se sentó dejando sus pies colgando debido a su pequeña estatura, para su sorpresa encontró un libro mediano de color azul marino titulado "Guía de campo de los tiburones del mundo" de Leonard Compagno y Marc Dando, se preguntaba de dónde salió aquel libro, giro sus cabeza con cautelosamente en dirección del destructor en busca de una respuesta, pero el estaba inmerso en su lectura "101 consejos para mamás primerizas" cosa que extraño a la infante pero que paso a segundo plano. Devolviendo su vista a la portada de su ahora nuevo libro.
Una sonrisa se formó en los labios de la chiquilla, levantándose sin soltar el libro, ya le estaba dando hambre, sentándose a una distancia moderada al lado el titiritero llamando su atención, ocultando su nueva guía detrás de el de manera rápida.
— ¿Hikaru? Hasta que porfin despiertas, el rarito de Ink se tubo que ir, te mando saludos. — le hablo el de anteojos rojos mientras se estiraba en su puesto, tensiónando sus huesos creando un sonido de "crack" para después relajarlos otra vez.
— ¿Tienes hambre? — cuestiono con tranquilidad el esqueleto con miopía. Ganándose un rápido asentimiento por parte de la niña que ahora cuidaba.
— Está bien, pediré algo de grillby's, escuche que añadieron algo nuevo a su menú, creo que eran "salchipapas" pero no estoy muy seguro ¿Quieres que lo probemos? — pregunto con paciencia, sabe lo indecisa que puede llegar a ser, ganándose un sonido de aprobación por parte de su criatura.
— Bien, eso será. — dio por terminado Error!sans.
Lo que ninguno de los dos sabía era que el archivo de Hikaru ya no estaba, solo una pequeña mancha de un líquido negro y viscoso.
Nota de la autora:
Palabras: 2016
¹ Hafefobia: es el miedo irracional y persistente a tocar o ser tocado por algo o alguien.
Sinónimos:
• Afenfosmofobia
• Haptefobia
• Quiraptofobia.
AAAAAAAH porfin termine de escribir esto, dios, odio la vida escolar 😭 la escuela me está consumiendo lptm, en fin.
Primero que nada felicito a los que acertaron en el capítulo anterior sobre quién era el acosador del trío de traumadito sin afecto familiar
espero les allá gustado y pido una disculpa de antemano por algún error de ortografía, escribi este capítulo cada que tenía un poquito de tiempo
¿Hace cuanto que nightmare!sans conocía a nuestra protagonista?
¿Que piensas hacer con ella?
¿Hikaru porfin conocerá a los star sanses, o el grupo contrario tomara la delantera?
¡Lo veremos en el próximo episodio!
Recuerden votar por la historia, solo tiene que picarle en la estrellita, me ayudaría mucho :3
Correción: 15/12/2024
Correción 2: 05/05/2025
Cherry se despide ¡Bye!
😸
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