ˑ༄ؘ | CHAPTER THREE•*➷

BELLA Y YO CAMINAMOS JUNTAS AL ENTRAR AL DESOLADO EDIFICIO, mi brazo enganchado al suyo mientras ella metía las manos en los bolsillos de su chaqueta. Una repentina ola de calor nos golpeó y nos calentó los cuerpos helados. Sonreí levemente, solté el brazo de Bella y me quité el gorro, ya no estaba tan frío como para usarlo. Bella nos guió hacia la secretaría y la seguí a ciegas.

—¿Puedo ayudarlas?— una señora mayor y menuda nos sonrió amablemente al entrar en el pequeño espacio. Bella y yo nos acercamos para presentarnos.

—Sí, eh, soy Isabella Swan y ella es mi hermana Clarissa Swan.— Le informó Bella. La miré mientras el reconocimiento pasaba por sus ojos y nos miró fijamente. Sin duda sabía a quienes estaba viendo, ya que Charlie tuvo que venir a inscribirnos en la escuela.

—Ah, sí.— Su sonrisa se ensanchó mientras rebuscaba en un archivador que tenía a su lado. Al encontrar lo que buscaba, nos entregó los papeles. —Estos son sus horarios escolares junto con un mapa para ambas.— En silencio, tomamos los papeles de su mano y los examinamos después de darle las gracias. Bueno, yo le di las gracias, y Bella asintió levemente.

Bella y yo salimos de la oficina y esperamos hasta llegar al pasillo para comparar nuestros horarios. Yo sabía que no tendríamos clases juntas, ya que Bella era un año mayor que yo, pero ella solo quería comprobarlo.

—Solo almorzamos juntas.— Dijo mientras revisaba nuestros horarios. —Ah, espera, también tenemos gimnasia juntas.— Sus ojos se iluminaron cuando le sonreí.

—Bueno, parece que no estaremos solas después de todo.— Volví a engancharme en su brazo mientras caminábamos por el pasillo hacia nuestros casilleros, que estaban convenientemente uno al lado del otro.

Después de encontrar nuestros casilleros, Bella y yo guardamos nuestros abrigos en ellos. Me quité el gorro y lo metí en mi mochila, que, lamentablemente, tendría que llevar conmigo a todas mis clases.

»—Buena suerte.— Sonreí a Bella. Ella asintió con incertidumbre, con una expresión sombría en su rostro, y cerró su casillero de golpe antes de irse a buscar su clase. Después de verla doblar la esquina, cerré mi casillero y me apoyé en él para estudiar el mapa.

—Pareces perdida.— Levanté la vista del mapa y giré la cabeza para ver a una chica pelirroja mirándome mientras abría su casillero. —Debes ser una de las chicas nuevas de las que todo el mundo habla. Soy Jennah.— Me extendió la mano y la estreché educadamente, con una sonrisa en el rostro.

—Soy Clarissa, pero puedes llamarme Clary.— Me devolvió la sonrisa y cerró su casillero.

—¿Cuál es tu primera clase?— asintió señalando el horario que tenía en la mano. Se lo di y ella asintió con una leve sonrisa. —Gobierno Avanzado, impresionante.— Me devolvió el papel y lo guardé en la carpeta junto con el mapa. —Te acompañaré a tu clase.— Asentí agradecida y la seguí por los pasillos, que aún estaban llenos de estudiantes. —¿Sabes que estarás en una clase solo con estudiantes de penúltimo y último año?— me miró con cautela, arqueando una ceja.

—Sí.— Me reí entre dientes. Ella asintió y se echó el pelo pelirrojo y alisado hacia atrás.

—El año pasado tuve al Sr. Jefferson en Gobierno; es muy tranquilo. Mientras prestes atención, no te hará pasar mal.— Empezó. —Ya estoy en último año, así que ya no lo tengo.

—Qué bien, yo soy de segundo.— La miré y ella se rió entre dientes.

—Así que esta es tu clase.— Señaló la puerta a un paso de nosotros. —Solo estaré aquí medio día, pero te veo a la hora de comer, Clary. Diviértete aprendiendo.— Sonrió radiantemente antes de alejarse de mí.

Observé la puerta de madera con cautela antes de girar el pomo plateado y abrirla. Lo primero que noté al entrar fue que ya había algunos estudiantes. Todos estaban sentados en las mesas, mirándome en silencio, sin interés alguno en la conversación que estaban teniendo. Cerré la puerta y me acerqué al profesor sentado detrás del escritorio.

—Hola, debes ser una de mis nuevas estudiantes.— Me sonrió amablemente, dejando los papeles que estaba mirando. —Soy el Sr. Jefferson.

—Soy Clarissa Swan.— Le estreché la mano cortésmente.

—Bueno, bienvenida a Forks High.— Sonrió. —El único escritorio vacío es el del rincón del fondo. El que no tiene a ningún estudiante sentado.— Bromeó. Me reí un poco y le di las gracias antes de caminar hacia el escritorio que sería mío por el resto del año.

Me senté y dejé mi mochila en el suelo junto a mis pies mientras revisaba el mapa de la escuela, intentando localizar mis otras clases. Miré discretamente a mi alrededor y vi que todos seguían mirándome.

—Hola.— Les sonreí a todos. Los cuatro adolescentes del frente del salón se sonrojaron y se dieron la vuelta tímidamente, sin molestarse en responderme. Giré la cabeza para encarar a los otros tres adolescentes que no se molestaron en ocultar que me observaban.

La alta chica rubia me miraba con una expresión neutral. Sus ojos se encontraron con los míos antes de girarse para mirar al chico de piel oscura que tenía el brazo envuelto alrededor de su cintura desde atrás. Él desvió la mirada y le sonrió antes de susurrarle algo al oído. Miré hacia otro lado y observé al alto y musculoso chico sentado junto a mí en un escritorio. Su mano estaba fuertemente sobre su boca mientras me miraba con una expresión furiosa. Mis ojos se abrieron sorprendida y rápidamente miré hacia otro lado, empujando un poco mi escritorio hacia un lado.

Finalmente sonó la campana, pero por el rabillo del ojo, seguí viendo al chico con la mano sobre su cara y la otra mano aferrada al escritorio. Su piel, ya de por sí pálida, parecía haberse vuelto aún más blanca a medida que su agarre se apretaba. Traté de no mirarlo más y en su lugar me concentré en intentar escuchar lo que se nos estaba enseñando. Antes de darme cuenta, la clase terminó y el chico no hizo movimiento alguno. Agarré mi mochila del piso y salí del aula, con un chico llamado Thomas a mi lado para acompañarme a mi siguiente clase.

—¿Qué tal te va en la escuela hasta ahora?— me preguntó Thomas, un chico bajito y flacucho con el pelo rubio y despeinado, mientras me guiaba por los pasillos.

—Por ahora bien.— Respondí con sinceridad.

—¿Ya has hecho amigos?— preguntó mientras se abría paso entre un grupo de chicos que hacían el tonto en medio del pasillo.

—Eh, conocí a una chica que se llama Jennah antes.— Me encogí de hombros.

—Oh, Jennah es mi hermana mayor.— Me sonrió.

—Oh, qué bien.— Le devolví la sonrisa. No dijimos nada después de eso. Fue un poco incómodo, pero solo porque todos se detenían a mirarnos al pasar. Finalmente llegamos al gimnasio y le di las gracias rápidamente a Thomas antes de correr hacia Bella, que estaba hablando con algunas personas.

—Hola.— Le sonreí a mi hermana. Ella se giró hacia mí y me devolvió la sonrisa levemente antes de presentarme a las personas con las que estaba hablando.

—Ella es mi hermana Clary. Clary, ellos son Mike y Jessica.— Les sonreí a los dos adolescentes. Mike nos sonrió con suficiencia a Bella y a mí, mientras que Jessica nos fulminó con la mirada. Y así fue la clase de gimnasia: con una chica celosa, una Bella torpe y un chico coqueto que no dejaba de mirarla.

[...]

—Fue estúpido. Todos saben que los zombis no hablan.— Dijo Jessica, una de las nuevas amigas de Bella, mientras estábamos sentados en la mesa del almuerzo discutiendo sobre una nueva película de zombis que acababa de salir.

—¡Eso fue lo que la hizo buena, estaba más allá de lo estúpido!— Eric se rió en voz alta, mientras Angela, otra amiga de Bella, lo golpeaba con un pedazo de pan.

—¿Quiénes son ellos?— Bella preguntó de repente. Todos nos giramos hacia ella y seguimos su mirada hacia un grupo de adolescentes pálidos que entraban en la cafetería.

—Los Cullen y los Hale.— Como si la hubieran escuchado decir su nombre, todos se voltearon hacia nosotros brevemente antes de desviar la mirada y caminar hacia una mesa aislada en una esquina de la sala.

—La pequeña con el cabello puntiagudo es Alice Cullen, y está con Jasper Hale, el rubio que parece que está sufriendo.— Todos miramos mientras ellos son los primeros en sentarse en la mesa antes de volver a mirar a los demás. —La chica alta y rubia es Rosalie Hale, ella es hermana de Jasper, y el chico de piel oscura es Dominic, su novio.— Ellos se sentaron junto a los otros dos en la mesa y simplemente se acurrucaron.

—¿Y esos?— Bella preguntó, moviendo la cabeza hacia los otros dos chicos que se empujaban entre ellos mientras caminaban hacia su familia.

—Edward y Emmett Cullen. Edward es el de cabello puntiagudo y Emmett es el musculoso.— Emmett, el chico que se sentó junto a mí en la clase de Gobierno. —Están solteros, pero ni lo intentes. No salen con nadie porque, aparentemente, nadie aquí es lo suficientemente bueno para ellos.— Jessica resopló. La miré y levanté una ceja.

—No parecen estar emparentados.— Comentó Bella.

—No lo están.— Explicó Angela. —El Dr. Cullen y su esposa los adoptaron. Rosalie y Jasper son los únicos dos que están relacionados por sangre.

—Ah.— Dijo Bella simplemente. Volví a mirar mi sándwich pero seguí escuchando la conversación que las chicas estaban teniendo.

—Sí, se mudaron aquí como hace dos años desde algún lugar de Alaska, y hasta que ustedes dos llegaron, eran de lo único de lo que la gente aquí podía hablar.— Dijo Jessica, resoplando. Rodé los ojos ante su actitud y tomé otro bocado de mi sándwich.

Miré hacia arriba cuando escuché mi nombre y vi a Jennah y Thomas saludándome desde el otro lado de la habitación. Asentí con la cabeza y miré a Bella. —Te veré después.— Le sonreí antes de levantarme y tomar mi bandeja. Lamentablemente para mí, las puertas junto a las que estaban Jennah y Thomas estaban cerca de los Cullen, junto con el basurero más cercano. Caminé con confianza hacia el cubo de basura y vacié el contenido de mi bandeja antes de apilarla en el carrito a un lado. Me reuní con Jennah y Thomas y salimos de la cafetería juntos.

Pero sintiendo unos ojos sobre mí, me giré y me encontré con la mirada de Emmett Cullen, quien me estaba mirando fijamente desde atrás. Giré de nuevo y ignoré su intensa mirada mientras caminábamos fuera de su alcance.

¿Por qué diablos me estaba mirando de esa manera?

emmett se está juntando demasiado con el pelos de escoba JAJAJAJAJAJA
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