Nikol despertó en medio de un bosque un poco asustada al recordar los últimos acontecimientos que pasaron por causa de Mikael que interrumpió el ritual poco después de romperse la maldición.

─ Ten, ponte está ropa ─ Kol le tiró unas prendas dándose la vuelta para que su hermana se cambiará con tranquilidad.

Nikol no dijo nada en ese momento sino que se cambió rápidamente.

─ ¿Qué pasó? ─ preguntó Nikol una vez que terminó de cambiarse.

Kol se dio la vuelta mirándola.

─ Nuestro padre supo la ubicación dónde se estaba realizando el ritual, Elijah te trajo aquí para que pudieras completar la transformación ─ le dijo Kol.

─ ¿Y Elijah? ─ preguntó Nikol al no verlo ahí.

─ Deshaciéndose de los cuerpos que dejaste en el camino ─ respondió Kol.

Nikol asintió.

─ ¿Cuánto tiempo pasó? ─ preguntó Nikol.

─ Dos días, la luna llena pasó y aún seguías siendo licántropo ─ comentó él.

─ Genial ─ Nikol suspiró sonriendo.

Unos pasos saliendo del bosque captó la atención de ambos originales que miraron en esa dirección.

─ Aún estamos en peligro, debemos irnos lo más rápido posible de aquí ─ dijo Elijah acercándose a los dos.

─ Elijah tiene razón ─ Kol estuvo de acuerdo al escucharlo.

Nikol los miró por unos segundos antes de negar con su cabeza.

─ No ─ Nikol estaba harta de huir, iba a arriesgarse sabiendo que todo podría salir mal y por ende morir en manos de Mikael.

Kol frunció su ceño mirándola.

─ ¿Estás loca o qué Nik? Él nos encontrará, seguramente ya sabe dónde estamos ahora y es cuestión de tiempo de que nos encuentre ─ dijo Kol.

─ Es verdad, debemos irnos ─ mencionó Elijah.

Nikol negó nuevamente, entonces Elijah tomó del brazo de su hermana para llevársela a la fuerza si era necesario y así evitar que se enfrentará a Mikael.

─ No ─ Nikol se quitó el agarre ─ lo voy a enfrentar por primera vez en mí inmortal vida ─ les dijo.

Kol se acercó a su hermana mirándola al escucharla.

─ Puedes ser más poderosa ahora que eres una híbrida pero él es mucho más fuerte que tú ─ aseguró Kol.

Nikol sabía perfectamente bien eso, Mikael seguía siendo más fuerte que ella aunque ahora fuera una híbrida, pero ya lo había decidido, no iba a huir, enfrentaría su destino.

─ Ya lo decidí, me enfrentaré a él y si tengo suerte saldré con vida ─ murmuró Nikol.

─ No existe la suerte para nosotros ─ dijo Kol con seriedad.

─ Ya tomé una decisión ─ repitió Nikol.

Había pensado en eso mucho tiempo y ahora iba a ponerlo en marcha.

─ Bien, entonces nosotros también nos quedaremos aquí ─ mencionó Elijah.

Nikol los miró a ambos, no iba a dejar que eso pasará.

─ No se quedarán aquí, tienen que irse a dónde está Rebekah ─ ordenó Nikol.

Los dos vampiros originales se miraron mutuamente al escucharla.

─ Estás loca si piensas enfrentarte a Mikael tú sola, te matará ─ le dijo Kol.

─ Hagan lo que les digo y no se preocupen, tengo un plan que estoy segura que va a funcionar ─ aseguró Nikol.

[...]

En cada pasó que Nikol daba acercándose al lugar donde rompió su maldición, temblaba por dentro del miedo que tenía, no podía evitarlo, sabía bien que ese podría ser su último día de vida si todo salía mal.

─ Y la bastarda por fin se muestra ─ Mikael apareció en el camino de Nikol.

Al verlo, Nikol tragó saliva arrepentida de haber ido directo hacía Mikael pero ya era tarde para dar marcha atrás.

─ Hola padre ─ Nikol se detuvo a mitad de camino mirándolo.

─ ¿Padre? ─ Mikael sonrió ─ tú no eres mí hija ─ escupió él sosteniendo con fuerza la estaca de roble blanco en su mano con la cual pretendía matar a la híbrida.

─ Afortunadamente ─ dijo Nikol mirándolo.

Mikael quitó su sonrisa al oírla, a pesar de los siglos, el engaño de Esther aún seguía causándole irá, sobre todo al saber que Nikol era producto de ese engaño.

─ Me sorprende que no huyeras como la rata escurridiza que eres ─ dijo Mikael caminando hacía ella.

─ Estoy cansada de huir ─ admitió Nikol.

Ella realmente estaba harta de huir, por lo que quería jugar su última carta por así decirlo en ese momento.

Nikol sabía y era consciente de que su vida dependía de un hilo y estaba más que dispuesta a arriesgarse.

─ Una vez que te maté ya no tendrás que hacerlo ─ murmuró Mikael sonriendo.

Nikol sonrió al escucharlo.

─ No estés tan seguro de eso ─ dijo Nikol.

Mikael detuvo sus pasos muy cerca de Nikol.

─ Cuando acabe contigo nadie va a recordarte, nadie─ aseguró Mikael.

─ No te daré ese gusto ─ gruñó Nikol mirándolo con rabia.

Ella lo odiaba, igual o más que el verdadero Klaus, tenía dos razones para no quererlo, la primera porque había huido demasiadas veces por culpa de Mikael y la segunda porque sentía las emociones de Klaus hacía Mikael y el dolor que éste le causó.

Sin pensarlo mucho, Nikol lo atacó pero como Mikael era más fuerte evitó su ataque y la sujetó de su cuello poniéndola contra un árbol con la estaca de roble blanco a centímetros de su corazón.

─ Eres débil incluso siendo la abominación que eres ─ escupió Mikael sosteniendo con fuerza la estaca en su mano.

Mikael había añorado muchos siglos ese momento, por lo cual, lo estaba disfrutando demasiado.

Nikol tragó saliva mirándolo, sabía que Mikael en cualquier momento no dudaría en matarla.

─ Si me matas jamás sabrás dónde se encuentra Freya ─ dijo Nikol.

La expresión de Mikael cambió completamente al escucharla pronunciar el nombre de su primogénita e hija favorita que había muerto por la peste.

─ Nunca más pronunciarás ese nombre de nuevo, bastarda ─ gruñó Mikael.

Nikol gritó cuando sintió la punta de la estaca atravesar su piel.

─ Freya está viva y soy la única que sabe dónde está ─ se apresuró a decir Nikol.

Saber de Freya era lo único que podía mantenerla con vida por el momento, por cuál, Nikol lo iba aprovechar.

─ Ella murió ─ Mikael la sujetó con más fuerza mirándola fijamente.

─ ¿Y le creíste a Esther? ─ Nikol se burló de él.

Mikael dudó de todo lo que supuestamente sabía de Freya al escuchar a Nikol, en ese momento tuvo varias preguntas en su mente.

─ ¿Qué sabes? ─ preguntó él con interés.

Él dudaba demasiado que Nikol tuviera razón pero no iba a matarla y quedarse para siempre con la duda.

─ Ella está viva ─ dijo Nikol.

─ Mientes ─ Mikael insertó más la estaca en el pecho de Nikol.

Esther le había dicho que Freya murió, no había razón para haberle mentido.

Nikol gritó de dolor nuevamente, le dolía bastante la zona donde Mikael clavó la estaca de roble blanco, si él insertaba por completo la estaca iba a morir, Nikol lo sabía.

─ Dahlia se llevó a Freya cuando era niña y Esther te mintió ─ confesó Nikol.

Mikael la soltó empujándola al suelo luego de escucharla.

Era imposible que Nikol supiera de Dahlia pensó Mikael, nadie de sus hijos sabía de la existencia de ella ya que nunca había ido al lugar donde ellos vivían o eso fue lo que él creyó hasta ese momento.

─ ¿Cómo sabes todo eso? ─ preguntó Mikael mirándola.

Nikol se levantó del suelo alejándose un poco de él.

─ Tengo mis métodos padre, pero puedes estar completamente seguro de que tú querida hija se encuentra viva, Dahlia la utiliza como una fuente de poder al ser una primogénita Mikaelson, la hace dormir cada siglo para que acumulé poder y luego la deja despierta un año, por eso ambas se han mantenido con vida todos estos años, lo sé porque Freya vino a mí a pedirme que la ayudará a matar a Dahlia pero mi querida tía la encontró y la puso a dormir de nuevo ─ dijo Nikol mintiendo un poco.

Mikael apretó la estaca en su mano con fuerza al escuchar a Nikol.

Su hija estaba viva, su Freya vivía. Pensó él sorprendido.

En ese instante Mikael deseó tener a Esther delante de él para matarla de mil maneras posible al saber que una vez más lo había engañado y mentido por años.

─ Freya sufre estando bajo el dominio de Dahlia y no puedes ayudarla, no si no sabes exactamente dónde están ─ se burló Nikol.

Nikol ni siquiera pudo prevenir cuando Mikael la estampó nuevamente contra un árbol con demasiada fuerza sacándole un gruñido de dolor.

Admitía que Mikael tenía una gran fuerza ya que a pesar de que ella era híbrida y él un vampiro original, la superaba en fuerza.

─ Dime dónde está o te mataré ─ gruñó Mikael.

Nikol sonrió.

─ Mátame, si yo muero jamás sabrás dónde se encuentra Freya ─ dijo Nikol.

Aunque la estaca de roble blanco estuviera cerca de su corazón, a Nikol le dió igual, no le iba a decir a Mikael todo lo que sabía para que luego él la matará.

─ Me has perseguido durante siglos, ahora tienes la oportunidad de matarme y ganar, hazlo ─ retó Nikol.

Mikael la miró fijamente, quería matarla pero no podía hacerlo, al menos no por el momento.

─ Me dirás todo lo que sabes ─ ordenó él.

─ Primero baja la estaca ─ demandó Nikol ─ no soy muy buena hablando bajo presión, papi ─ le dijo.

Mikael gruñó bajando la estaca de roble blanco a regañadientes, se alejó un poco de Nikol guardando detrás de él la estaca mientras la miraba.

─ ¡Ahora sí, habla! ─ Mikael se acercó nuevamente hacía Nikol.

─ ¿Qué quieres saber? ─ preguntó la original.

─ ¡Todo! ─ respondió Mikael con seriedad.

Nikol asintió lentamente.

─ Sé dónde está el ataúd de Freya ─ mintió Nikol.

─ ¿Dónde? ─ preguntó Mikael frunciendo su ceño.

Él quería saber todo para ayudar a su hija y así alejarla de las garras de Dahlia.

─ ¿Tanto te importa Freya? ─ Nikol lo miró fijamente.

Mikael la sostuvo por tercera vez de su cuello ejerciendo su fuerza, antes de que él pudiera decir algo, Nikol le clavó una daga hecha de cenizas de roble blanco que trajo con ella.

─ Pudrete ─ susurró Nikol viendo cómo Mikael quedaba neutralizado por la daga.

¡CAPÍTULO 17!

Aquí les dejo un nuevo capítulo después de un tiempo sin actualizar.

Nikol finalmente se enfrentó a Mikael, ahora él sabe la verdad sobre su hija Freya pero se encuentra neutralizado por una daga.

¿Qué les pareció el capítulo?