Cuando In Na se acercó a la mesa del grupo de amigos de Jung Kook, no pensó qué todo se fuera a dar bien, si bien al estar frente al grupo de amigos se llevó la sorpresa de ver Ye Jin, ambas se emocionaron más de la cuenta al verse.
Hace seis meses que no se veían, desde que ella había aceptado entrar a la compañía de marketing en la que actualmente trabajaba. Desde que había empezado su relación con Kang Ho que se separó de muchos de sus amigos y de muchas cosas le gustaban.

—Omo! In Na-yah, es emocionante verte de nuevo — un brillo había envuelto los ojos de Ye Jin, esto no podía ser solo una mera casualidad. Ella podía presentir como en el pasado, sus dos amigos estaban destinados a estar.

Todos parecían emocionados al hablar, hasta de forma casual habían incluido a la pelinegra en su conversación.
In Na parecía ensimismada en recordar a varios de los presentes, a unos los recordaba de sus años de universidad, en cambio Jung Kook no podía dejar de observar a la pelinegra, seguía siendo tan hermosa como la recordaba. Sus gestos a la hora de hablar, la atención que les dedicaba a cada persona al hablar, toda ella era una obra de arte ante sus ojos.

Los minutos pasaban y con ellos la morena había hecho a un lado su catastrófica exrelación y todo lo que la estaba atormentando. Uno de los chicos que se encontraban en la mesa sugirió ir a ver al grupo de Jazz que se presentaría hoy por el festival.  Todos estaban de acuerdo, parecía interesante escuchar música, al parecer Ji Min quién había sugerido ir, era conocido de unos de los músicos.

Poniéndose manos a la obra pagaron la cuenta y se dispusieron a salir del restaurante. Los últimos en salir fueron la pelinegra y el arquitecto, aunque no sabían de qué hablar ambos tenían una necesidad por estar al lado del otro.

Iban caminando lentamente admirando como los árboles estaban en todo su esplendor, parecía una escena de película, todo estaba ambientado para una escena de romance, tal vez de un reencuentro.

Jung Kook se mordía el interior de su mejilla, necesitaba pensar en cómo formular las palabras correctas, este era un buen momento para pedirle disculpas luego de mucho tiempo.
—Nani yo quería... — estaba listo para hablar cuando la voz de uno de los cantantes lo interrumpió.

—Hola nosotros somos Le jazz de V, esperamos que les agrade nuestra música — exclama un joven rubio con una sonrisa cuadrada, su vestimenta era muy formal para un chico de su edad, pero eso era lo que llamaba la atención de todos, hasta la de In Na. Eso lo hizo producir un sonidito de resignación, parecía más un bufido.

La primera canción empezó a sonar por los parlantes, todos al rededor se quedaron en silencio, ensimismado en comprender la letra de la canción. Según el cantante el nombre de la pieza musical daba entender que se podía dar segundas oportunidades. ~Love me again~.

«Tampoco los recuerdos tenían sentido, desapareciste de mí
Incluso ahora, no puedo
Dejarte ir, dejarte ir
¿Es eso todo lo que tienes que decir?
Si voy a ser honesto
Quiero decirlo todo
Cada día, con quién estas, dónde estás
A menudo pienso en ti, en lo que estás haciendo
Estoy perdido sin ti, cariño
Ojalá me amaras otra vez
No, no quiero a nadie más
Ojalá pudieras amarme otra vez, otra vez...»

La letra de la canción se sentía tan personal para ambos jóvenes que no pudieron evitar mirarse. Lo sabían mejor que nadie, necesitaban hablar.
En busca de tener esa conversación tan anhelada, se apartaron un poco aun lado, cerca de unas bancas rodeabas por varios árboles de cerezo.

Se quedaron en silencio por unos segundos, había mucho que decir, pero las palabras no salían. Sin poder aguantarlo más Jung Kook decidió volver a dar el primero paso.

—Yo sé que las cosas entre nosotros no terminaron de la mejor forma, mejor dicho fui un tonto al no darte una explicación cuando me fui a Inglaterra — estaba nervioso, jugaba con el ruedo de la manga de su abrigo — y sé que las palabras no bastarán para expresar lo que en verdad te mereces escuchar, pero si algo puedo decir... es que nunca te deje de amar todo este tiempo, solo que sentí miedo de no ser los suficientemente bueno para ti y más cuando decidí aceptar el trabajo q-que decidí dejarte ir antes de que pensaras y me dejaras — termina de hablar en un susurro, había sido muy duro por fin decir la verdad, ni a sus amigos les había dicho el motivo de su lejanía.

Escuchar la explicación que tanto había anhelo In Na en aquel tiempo la dejo desconcertada, todo está tiempo ambos se hicieron ideas absurdas uno del otro. El miedo de no ser la mejor versión o la versión que esa persona se merecía los invadió cegando lo que era más importante. El amor que sentían el uno hacía el otro.

Con algo de dificultad la pelinegra se acercó al joven y sin poder evitarlo posó su mano temblorosa en la mejilla de Jung Kook, con delicadeza movió su dedo pulgar. Extrañaba este tipo de gestos que siempre le demostraba la pelinegra cuando estaban juntos.

—Jung Kook... no debiste de sentirte así, creo que ambos fuimos muy inmaduros al no hablarlo en su momento... — aun cuando la pelinegra años atrás pensaba que cuando pudiera entender el comportamiento de su exnovio, tenía un repertorio de reproches que pensaba decirle, si bien ahora que se encuentra frente a él y sabía los motivos de aquella ruptura, todas esas palabras habían desaparecido de su mente.

Solo pensaba en cómo se sentía la piel de su mano en la mejilla sonrosada por el frío del joven, todo se sentía tan irreal, si alguien le hubiera dicho que estaría en esta situación después de haber terminado con su prometido, solo se hubiera reído por tal ocurrencia.

En cambio, se encontraba a pocos centímetros de Jung Kook, no podían mentir que ambos habían extrañado estar de esa forma, con la osadía que le dio disculparse paso una de sus manos por la cintura de la pelinegra eliminando la distancia. In Na soltó un gemido de la sorpresa, aunque fuera muy precipitado todo no pudieron resistirlo más, unieron sus labios en un lento beso que les permite decir todo lo que se guardaron todos estos años. Te extraño. no te he olvidado. siempre serás tú. 
No era el primer beso que compartían, pero se sentía como uno, tal vez era el inicio de una reconciliación que prometía mucho más. Había pasado tiempo desde que In Na había disfrutado dar un beso, se sentía tan bien que el desespero por querer más junto con el éxtasis la embriagaba en aquel acto, con la necesidad de profundizar el beso Jung Kook paso una de sus manos por el cuello de la menuda chica, mientras que la otra mano no pudo evitar acariciar la tersa piel del rostro de In Na.

Con reticencia se separaron en busca de aire, separándose solo lo necesario para admirar cada pequeño detalle del otros, pasaron varios minutos así hasta que fueron conscientes de su alrededor, la música seguía sonando, el público disfrutaba de la voz grave que los deleitaba con inimaginables piezas musicales, parecía que relataban la historia de dos jóvenes en su momento de ruptura, tanto In Na como Kook no pudieron evitar reírse al sentirse identificados.

Fue así como los dos terminaron sentados en esa banca poniéndose al día como tanto quería, entre risas, pequeños roces de manos, que los llevo a dejar a un lado todas las preocupaciones que habían estado acechando. 

In Na se sintió tan emocionada cuando Jung Kook la apoyo en abrir la cafetería que tanto quería, fue un inicio complicado, pero valió la pena para ambos al estar ahora juntos, animándose el uno al otro. Tal vez se tenían que separar para darse cuenta de que habían nacido para estar juntos.