Así que, haremos enojar a los vecinos
En el lugar que se sienten las lágrimas
El lugar para perder tus miedos
Sí, un comportamiento imprudente
Un lugar que es tan puro, tan sucio y crudo
En la cama todo el día, todo el día, en la cama todo el día.
Follando y peleando

Kasia tomaba su té tranquilamente, su mente estaba tranquila y su cuerpo se encontraba relajado, mientras tenía un libro sobre sus piernas.

"El mundo de Sofia", un libro muy particular y que la hacia cuestionarse si en verdad recibió la educación necesaria de parte de sus maestros o solo necesitaba indagar más sobre la corriente filosófica que ese libro enmanaba.

—¡Cariño, Jungkook llegó! —grita su madre.

Suelta un suspiro y se levanta con cuidado de su entrañable descanso mañanero. Aunque no negaba que extrañaba a su novio, había dias en los que se sentía irritable con ella misma, no sabía si era por su carácter o la personalidad tan vacía que tenía, ni siquiera imaginaba como fué que aquel pelinegro se enamoró de ella.

Mientras tomaba el último sorbo de su té, colocó el libro sobre su escritorio y se dirigió a su clóset, hoy era el día donde ambos celebraban su segundo año de novios, jamás había durado tanto en una relación.

—¡Dile que suba, tomaré una ducha mamá!.—exclama mientras sigue urgando en su armario, buscando el mejor atuendo para aquel encuentro amoroso.

Un estilo algo sútil para una cita.

—¿Vestido rojo o negro?

—El rojo hace verte sensual, pero el negro, muestra tu lado atractivo e hipnotizante.

La fémina se sobresalta del susto al escuchar a su novio, voltea y este le sonríe tiernamente, se acerca a ella y le roba un beso, sacándole un suspiro.

—No te escuché entrar.

—Porque estás tan concentrada en que ponerte para nuestra cita.

—Lo sé, se siente como la primera vez.

—La verdad, a mi me encanta verte arreglada, o no, eso no quita que al final... —se acerca a su oído con cautela y susurra —te tendré desnuda sobre mi cama y con las piernas abiertas para mí.

—¡Jeon!

—¡Vamos!—ríe y la toma de los hombros. — ve a bañarte, te espero.

Ella asintió y tomó su toalla para secarse e ir al baño, Jungkook se sentó en su cama, mirando a la nada, era algo que hacia cuando se perdía en sus pensamientos, eso le encantaba a su novia, verlo asi lo hacía ver tierno y divertido a la vez.

El sonido de la ducha se hace presente, por lo que el chico decide husmear la habitación como si no supiera a detalle de las cosas que habían en aquel cuarto. Observa las fotos que están sobre el buró de la fémina, donde se encuentra él y ella dándose un beso, ese día había sido su primer mes de novios, habían ido a dar un paseo en caballo, un recuerdo tan bonito y memorable para ambos.

Treinta minutos después, el olor a cereza inunda la habitación haciendo sonreir al pelinegro.

—Jamás me cansaré de decirte que amo el olor a cereza que traes.

—Gracias Koo.

La morena toma el vestido negro que había escogido junto a su novio y deja caer la toalla sin ningun temor de sentir aquella mirada oscura de su amante, quién la veia embobado de pies a cabeza, recorriendo su cuerpo con una mirada hambrienta de deseo.

—Una foto te dura más.

—Solo apurate a vestirte antes que te deje coja por lo duro que te follaré.

—¿Premio o castigo?

El tatuado niega divertido y observa como su hermosa novia termina de arreglarse.

Era tan lindo novio, que no le importaba esperar horas en las que su novia se areglara, a él le parecía divertido.

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Jungkook toma un poco de su helado con su dedo meñique y embarra el rostro de Kasia, sacándole una sonrisa.

—¡Eres un tramposo!

Ella toma un poco se su helado, haciendo lo mismo, pera esta vez, en los labios de su novio. Jeon la toma de la cintura y le planta un beso, compartiendo ambos el sabor del helado.

—¿Vamos a la feria o tarde de películas?

—Voy por la segunda opción.

—En ese caso, haremos lo que mi hermosa novia pida.

—Eso es de saberse, siempre tienes que hacer lo que yo diga.

—¿A sí? —la pelinegra asiente. -Ya veremos dijo el ciego.

—¡Oye! con los ciegitos no.

—Relájate, mejor escoge que...

—¡Jungkookie, tanto tiempo lindo!

Kasia miraba extrañada a aquella pelirroja quien llamaba a su novio de manera coqueta. Jamás la habia visto y mucho menos su novio la habia mencionado si la conocía, mientras Jungkook habia quedado estático, sin saber que hacer, no quería tener problemas con su novia por aquella chica que lo molestaba en la Universidad, quería estrangularla o deseaba que desapareciera.

—¿Quién es ella Jeon?

Jeon

Su novia ya estaba empezando a molestarse, siempre le hablaba asi cuando algo no le parecía o se enojaba por las actitudes negativas que hacia él con ella.

—Yo...

—Soy la amiga de Kookie, más bien, futura novia.

Este la miró incrédulo.

—¡¿Qué?! Jungkook... dime que sucede. -comenta Kasia, harta de la situación.

—¿Quién eres tú?

La femina sentía la irá ir acumulando dentro de sí, no entendía nada, ni mucho menos la actitud quejumbrosa de aquella desconocida.

¿Su novio tenia a otra? Eso no podía ser verdad.

—Bonita, no es lo que parece, ignorala.

—Kookie, no actúes indiferente conmigo.

—¡No me llames así! Ni siquiera te tengo la confianza para algo así, estas loca.

—Jeon, vámonos.

—Pero...

El pelinegro frustrado, tomó a su novia y siguió rumbo fijo a su departamento, aquella cita había sido estropeada por esa mujer.

No entendía porque actuaba como una amiga suya, ni amigas tenía por miedo a que desarrollaran sentimientos hacía él, pero desde que llegó a la Universidad y tuvo de compañera a Suni Brown, sus días se volvieron un infierno, solo cuando estaba con su novia, todo el mundo se detenía y él se complacía con la compañia de Kasia.

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—¡¿Por qué no me lo dijiste?!

—¡No tenía caso, ella solo es como las demás!

—¡¿A caso tienes más? No te entiendo Jeon!

—¡No me refiero a eso, pero estamos discutiendo por una loca obsesionada que no tiene nada que ver conmigo!-exclama exaltado.

—¡Entonces explica porque te decia así!

—¡Creeme, ella está obsesionada!

La fémina bufa y cae rendida sobre el sofá, jamás había pasado algo así en sus citas, menos que una chica loca por su novio apareciera así.

—Ella no me importa Kasia, por eso le dije aquello, el que me llame así no tiene nada que ver.

—No lo sé.

—Bonita, no arruinemos nuestro aniversario así.

—Jungkook...

El pelinegro solo sonrió y se agachó a la altura de ella, toma sus manos y las besa delicadamente, acerca su rostro al de la fémina y besa sus labios, donde al principio solo parecía él entusiasmado, pero al poco rato, su novia siguió su ritmo.

Los chasquidos de aquel beso hacían eco en la habitación, al principio era lento, pero la necesidad de ambos fue el detonante de todo.

Jungkook recorrió suavemente los muslos de su novia, llegando a tocar la parte interna y llegar a rozar el encaje de sus bragas negras.

—Mmm... —gime Kasia mientras lo besa.

Ambos se separan por la falta de aire, dejando un hilo de saliva. Sus miradas conectan, observando el deseo que cargan en su sistema.

—Fóllame Jungkook.

Él no respondió, tan sólo acarició su rostro y volvió a besarla, pero esta vez mostrando las ganas que tenía de tenerla bajo suyo.

Tomandola de los muslos, la cargó hasta llegar a su habitación, recostándola sobre su cama, sus lenguas parecían pelear por ganar aquella batalla de un beso fogoso.

Su desesperación salió a flote, Jungkook dirigió su mano izquierda hacia la intimidad de la morena, donde un rastro de húmedad albergaba en su exterior, hizo a un lado la ropa interior y masajeo aquella parte íntima, donde su novia gemia ante el placer que este le proporcionaba.

El tatuado se separó de ella para poder ver cómo su mano hacía maravillas en la parte favorita de él.

—Ah... Jungkook.

—¿Quieres molestar a los vecinos?

—¿Eh? —pregunta confundida la pelinegra.

—Hoy quiero estar toda la tarde en la cama junto a tí. —susurra sobre sus labios. —No me cansaré de follarte.

Jungkook siguió follándola con su mano, viéndola retorcerse de placer y siendo un mar de gemidos altos, donde la habitación era testigo de como ambos se entregaban al deseo una vez más.

Este al verla a punto de tener su orgasmo aumentó los movimientos, las paredes vaginales de su novia apretaron sus dedos y no tardó en sentir como su novia por fin pudo deshacerse de aquel punto de placer en que había logrado saciar el pelinegro.

Sacó los dedos de su interior y lamió parte de sus fluidos ante la mirada de Kasia, quien ante la sensibilidad de su parte íntima, gime ante la vista que le da Jungkook, este suelta una risa ronca para después bajar a su intimidad y lamer como una paleta parte del orgasmo de la fémina.

Kasia pasó sus manos por el cabello de Jeon, acercando aún más su rostro hacia su vagina, donde este lamia con entusiasmo, como si fuera lo más delicioso que había probado en su vida.

La pelinegra se sentía desfallecer por las sensaciones que su novio la hacia sentir y no había mentido que la tendría casi desnuda y con las piernas abiertas hacia él.

Jungkook se alejó de ella haciéndola sentir confundida, pero él tenía otros planes en mente.

—Voy a cogerte muy duro. —exclama con voz profunda, mandando corrientes de excitación hacia la chica que tenía sobre su cama. —Anda, desnudate.

Ella no lo dudó ni dos veces, deshaciéndose del vestido, quedando completamente desnuda para el pelinegro, quién también se había desecho de su ropa, mostrando su erección brillante por el presemen que salía de la punta de su pene.

—¿Te gusta lo que ves, no es así? —ella asintió relamiendose sus labios.

Kasia sonrió complacida al ver a Jungkook acercarse a ella con una sonrisa coqueta, esta no se inmutó, al contrario, quería más que nada que la follara sin piedad alguna, incluso, aceptaría chuparsela toda la tarde.

Así que, se acomodó en una posición favorable para el, donde su redondo trasero quedaba a una altura prominente. Tomó de los glúteos a su novio, acercandolo a ella con la intención de darle una mamada, pero el pelinegro se negó.

—Sé que quisieras chuparme la polla, pero será en otro momento, ahora sólo quiero tener tu lindo coño alrededor de mí.

La tomó del cuello, aplicando un poco de fuerza para acercarla a él y besarla con intensidad, demostrando cuánto la deseaba, no había día en que saciara sus ganas de tenerla retorciendose de placer.

—Ponte en cuatro.

Kasia hizo caso a su petición, inclinando su cuerpo mientras alzaba su trasero hacia su novio, su cabeza quedando sobre las almohadas.

—Pon tus brazos sobre tu espalda.

La fémina lo hizo, Jeon sonrió complacido.

—Ahora sólo gime y grita, no quiero verte callar tus gemidos. Quiero que todos los vecinos escuchen lo bien que te cojo.

Jungkook bombeó su miembro para después acercarlo a la entrada de Kasia, quien soltó un suspiro por sentirlo.

No esperó tanto cuando sintió la primera embestida de su novio, agradecía haber estado lubricada para que no tuviera problema con entrar en ella.

Jungkook sacó un poco su miembro, volviendo a ingresar pero esta vez con más fuerza.

—¡Ah... Jungkook!

—Que bien te sientes, joder.

Propinó unas cuantas nalgadas a su trasero, dejándolo rojo, mientras su novia gemia en lo alto.

Sus hoyuelos de Venus se veían hermosos en aquella posición que la tenía, algo que lo excitaba aún más.

—Más... Quiero más cariño.

—¿Crees soportarlo?

—¡Solo hazlo!

Él no respondió, tan sólo acató los deseos de la fémina, tomándola del cabello y embistiendola con más dureza.

—¡Oh, si si, así!

—Eso, gime para mi bonita.

Sus testículos golpeaban contra su trasero, haciendo aquel sonido morboso en aquella habitación.

—¡Oh... jungkook! —grita de placer.

Jungkook seguía follandola, tocando aquel punto dulce que la hacía gemir y gritar de placer. Lágrimas recorrían sus mejillas por lo fuerte que estaba siendo follada, mordía de vez en cuando las almohadas, sus sentidos se agudizaban y su corazón latía con frenesí por todo lo que sentía en ese momento.

—Creo que voy a...¡Ah!

—Vamos, correte sobre mi polla.

Kasia sintió aquel nudo, haciéndola venirse, manchando un poco las sábanas, el pelinegro seguía embistiendola hasta correrse sobre ella, liberándose de su placer.

—Mira el desastre entre tus piernas.

Ella cayó rendida, sonriendo como una tonta, Jungkook salió de su interior, derramando parte de su semen en el interior de sus muslos.

Estaba satisfecho.

Sus respiraciones eran incontrolables, ambos tratando de recuperarse.

—Follame así todos los días.

—No tienes que decirlo, yo con gusto lo haré.

Kasia rió y tomó sus mejillas acortando la distancia y besarlo, pero de manera dulce.

—Te amo tanto Jeon Jungkook.

—Yo mucho más, Kasia Blake.

¡Hola! Otro capítulo más de estos OS de Jungkook.

La verdad lo extraño mucho hermanes.

En fin, espero les guste este capítulo, quiero dedicarselo a unas personitas especiales para mi btsp0ptiitans sanbabie itspaolaaJk  EnyaJeonMin12 ojalá les guste.

Sin más, disfruten del capítulo.

Nos leemos pronto 💗.