Antes de iniciar, una pequeña aclaración: ya que he visualizado a Lyla como una humana, en este fic tendrá 27 años, mientras que Miguel tendrá 32.

Sin más que decir, espero que lo disfruten.

El mundo de Lyla era color rosa, aunque no de manera metafórica. Literalmente, ella veía colorido todo su entorno debido a esas enormes gafas rosadas que nunca se quitaba. Le hacían tener "estilo", según sus propias palabras. Además, sentía que las cosas lucían mejor desde otra perspectiva; una menos fatalista y un poco más divertida.

Más aún con un jefe tan pesado como Miguel O'Hara, quien observaba el pasar de los diversos mundos con total indiferencia. Su deseo de mantener el orden en el multiverso era el objeto de su obsesión y ella, como su - no tan humilde - ayudante, debía permanecer a su lado la mayoría del tiempo, sin importar qué. Sin embargo, el temperamento y desazón de aquel hombre, lejos de amargarla a ella también, la motivaban a comportarse de acuerdo a su propia personalidad efervescente. Sabía que lo que Miguel necesitaba en realidad, era solo un poco de color en su vida.

O'Hara solía hartarse con facilidad de sus bromas, rodeos y el nulo respeto que tenía hacia él pero, por el otro lado, debía admitir que Lyla era más eficiente que cualquier otra persona en la sociedad arácnida. Esa dualidad de la mujer era casi tan intrigante como frustrante, y poco o nada podía hacer para cambiar eso en ella. Siendo el asunto así, no le quedó de otra más que acostumbrarse.

Lyla desde el inicio se adaptó a su carácter hosco. Sí, su jefe podía ser mandón, gruñón, amargado y aburrido. Pero tan sólo bastaba verlo a través de sus gafas rosadas para restarle seriedad a esa cara que con frecuencia se mostraba enfadada. Así era Lyla, siempre viendo la realidad a su manera, lo cual incluía al Spiderman 2099.

Pese a las trabas que le ponía, Lyla fue desglosando la personalidad e historia de Miguel poco a poco y comprendiendo en algún punto porqué O'Hara se comportaba de esa manera tan cerrada. Quizás saber esto fue lo que la hizo más cercana a él y no solo en esa especie de "relación laboral".

Y después de eso, sucedió. No miraba ya al hombre solo con mofa, sino con esa atención que se le da a una persona cuando se tiene cierto interés en ella. Interés de otro tipo. Ese que mantiene los ojos atentos y el corazón exaltado a cada momento.

El entorno de Lyla se volvía rosa por sí solo con la presencia de Miguel, por más contradictorio que eso sonara. Tampoco necesitaba de sus gafas para ver "corazones" alrededor de su jefe. 

Aun bajo toda esa antipatía, aquel Spiderman todavía tenía una pizca de amabilidad y vivacidad para dar. Esa cercanía que ambos tenían no hizo más que acrecentarse a lento paso.

Ahora Miguel sonreía de cuando en cuando, podía conversar con más ánimo e incluso ya no hallaba insoportable la compañía de esa mujer castaña. Por el contrario, disfrutaba incluso de cada segundo a su lado.

Al final, Lyla fue quien contagió a Miguel su visión. Su mundo otrora tan vacío, parecía tener ahora un pequeño destello rosado que lo iluminaba. O más específicamente, a una mujer de abrigo esponjoso y curiosas gafas rosadas en forma de corazón.

No sé porqué terminé escribiendo sobre estos dos... ¡No sé porqué se me ocurrió el ship en primer lugar!

Pero bueno, como dice la canción: lo hecho está hecho.

La verdad me gustó mucho la pareja, es muy tierna, aunque hay escaso contenido de ésta. Y no me importa que Lyla sea un holograma, aquí es real y punto xd

Esta va para Ayis257 tqm mucho y gracias por no mandarme al anexo jajaja ✨

Y también quiero dedicar este a Aleiska-S-Kakyoin, por tener tan buenos gustos 💛

Espero que les haya gustado, los invito a votar y comentar, se los agradecería mucho <3

Por cierto, si son fans de Spiderverse tengo en mi perfil una serie de one shots sobre Miles y Gwen, por si gustan verlo ✨

Me despido, los quiero mucho ❤️

¡Hasta la próxima!

╰ 𝑺𝑫𝑲