tw: no hay smut pero igualmente, si te incomoda este tipo de escenas puedes saltarte la última parte del capítulo

CHAPTER FIFTY-TWO
❝hormonas❞
   cobra kai season five | act. five

TODO EL MUNDO ESTABA en el edificio donde Miguel y Robby vivían. El lugar estaba lleno de vasos rojos, gente conversando o besándose, chicos y chicas borrachos y la música a tope.

—¿Qué pasó con el verde? —le preguntó Robby (que estaba sentado sobre una mesa con Luca al lado) a Eli.

Miguel y Ethan estaban dejando vasos sin usar en el lavaplatos.

—No me convenció, aún busco mi estilo —respondió.

—Esto es una locura —dijo Miguel—. ¿Cómo se enteraron todos?

—Moon invitó a gente de East Valley —dijo Eli—. Se corrió la voz.

—Hay demasiada gente —dijo Ethan agobiado antes de abrazar a Miguel.

—Hola —dijo Mitch a unas chicas—. ¿Vienen a festejar que entramos al Sekai Taikai?

—No sé qué acabas de decir, pero vinimos a beber —respondió una.

—El Sekai Taikai...

—Oye, amigo, pásale un vaso —interrumpió Luca negando.

Miguel susurro algo al oído de Ethan y fue a sentarse al sillón. Luca tomó a Ethan del brazo.

—Te quedas a dormir con Miguel, ¿no?

—Sí, ¿por qué? —preguntó confundido.

Luca sacó su billetera y le entrego un paquete sin que nadie los vea.

—Mejor prevenir que lamentar, Ethansito —dijo dándole pequeñas palmaditas en el hombro.

Ethan abrió la mano y casi se ahoga con su propia saliva.

—¿¡Por qué tienes est...?! —se interrumpió al ver que Luca ya no estaba ahí.

Maldito.

¿Recuerdan como Ethan en algún momento dijo que no iba a beber nunca más?

Mintió, estaba borracho con Miguel besándose como si estuvieran solos en el sillón.

Escucho a Cassie gritar el nombre de su hermana pero realmente tenía la mente nublada y no le tomó importancia.

Era la primera vez en mucho tiempo que no se sentía responsable por nada y podía estar tranquilo sin tener que pensar en como proteger a su hermano o a sus amigos de Cobra Kai. No tenía que pensar en torneos, ni karate, no tenía que pensar en absolutamente nada.

Las manos de Miguel sujetaban su cabello con desesperación mientras Ethan se apegaba lo más que podía a él.

Claro, hasta que un chico empezó a gritar "¡pelea!" y tuvo que salir corriendo.

Vio a Sam lanzándole golpes a Tory con un grupo de gente rodeándolas y grabando.

—¡Toda mi familia ha sufrido por tu culpa! —gritó Sam.

—¡No! ¡Sam, suficiente! —gritó Cassie metiéndose en medio al igual que Sophie.

¿Por qué se metió Sophie?

—Ha estado trabajando con Kreese —gritó Sam—. ¿Por qué no confesaste antes? Eres una cobarde.

—Púdrete, LaRusso —dijo Tory con la voz quebrada—. Sabía que esto era un error. Ethan hubiera entendido pero tu simplemente no quieres escuchar.

Tory se fue. Sam también con Cassie siguiéndola. Ethan volteó y vio como Robby tenía los puños apretados y Luca estaba con el ceño fruncido. Miguel tenía una mueca de preocupación.

Sophie había desaparecido.

Pasaron un par de horas más antes de que todos se fueran a sus casas. El resto de la fiesta fue bastante tranquilo dentro de lo que cabe.

Ethan se dió una ducha para al menos eliminar un poco el mareo que tenía y se puso su pijama. Miguel estaba sentado en el borde de la cama —con su pijama ya puesto— mirando su teléfono cuando Ethan salió del baño.

—¿Supiste algo más de Sam? —preguntó el moreno.

—Nop —respondió acercándose—. Cassie la llevó a su casa pero no hemos hablado. Le voy a escribir mañana, no entendí bien que fue lo qué pasó.

Miguel abrió un poco las piernas para abrazar a Ethan por la cintura, y de paso apoyando su cabeza en el pecho del chico.

—Esto cuenta como nuestra primera pijamada —dijo Miguel sonriendo hacia arriba.

—Si ignoramos los días que dormí aquí cuando me sacaron de la casa... —Miguel rodó los ojos y Ethan se largó a reír—. Es nuestra primera pijamada y tu hueles a cerveza, que poco romántico, Miggy.

—No se vale porque tu te duchaste —Miguel se dejo caer hacia atrás aún abrazado de Ethan por lo que cayó encima de el—. ¿Por qué tu pantalón es de Hello Kitty?

Ethan apoyó sus manos a los lados de la cabeza de Miguel para no aplastarlo tanto pero no pudo levantarse ya que lo tenía agarrado por la cintura.

—¿Tienes algún problema con Hello Kitty?

Miguel simplemente rió y levantó la cabeza para besarlo con delicadeza. Ethan correspondió el beso de igual manera cuando Miguel metió las manos en su camiseta y recorrió su espalda como si fuera algo tan delicado que podría romperse.

Ethan se estremeció, pues Miguel tenía las manos frías pero no dijo nada.

El beso fue cambiando a medida que pasaban los segundos. Ahora era más rápido y las respiraciones de los dos se aceleraron rápidamente. Las manos de Miguel recorrían la espalda de Ethan mientras el último nombrado bajo sus besos hasta el cuello de su novio.

—Espera —dijo Miguel frenando todo—. Estás borracho.

—Tu también.

—¿Has hecho esto antes? —preguntó con el pecho subiendo y bajando con rapidez.

—No —dijo Ethan negando—. ¿Tu?

Miguel negó con repentina inseguridad.

—Creo que estoy listo pero... si tu no quieres puedo esperar. No quiero que te sientas obligado, ¿sí? —siguió Ethan—. No es como si se fuera a acabar el mundo...

La cara de Miguel reflejaba miedo y eso asustó a Ethan. ¿Lo había incomodado? ¿Por qué se veía asustado? ¿Hizo algo mal? Dios, por que tenía que hacer cosas sin pensar, ahora todo va a ser incómodo y van a dormir dándose la espalda, cada uno en una esquina de la cama.

—No lo hago —aseguró Miguel relajando su expresión—. Quiero hacerlo. Solo si tu también quieres.

Ethan asintió, un poco más tranquilo.

—¿Tienes...? Ya sabes...

Las mejillas de Ethan se volvieron rojas mientras se levantaba de la cama y buscaba en el bolsillo de su pantalón. Miguel puso los codos en la cama mientras observaba a su novio sacando una tira de preservativos de su pantalón.

—Ah, viniste preparado —bromeó Miguel.

—¡Me los dió Luca! —dijo Ethan con la cara roja de la vergüenza—. No pensé que de verdad iba a usarlos.

—¿Por qué Luca tiene condones? —preguntó Miguel riendo.

—Prefiero no saber —Ethan empezó a reír y volvió a la cama, recostándose boca arriba junto a Miguel.

Los dos voltearon a verse y Miguel se acerco a besarlo, solo que esta vez con algo distinto en mente.

20 votos para el siguiente capítulo