CHAPTER TWENTY-TWO
❝sin piedad❞
   cobra kai season two | act. two

PARA CUANDO la familia Díaz se despertó, Ethan ya tenía la cocina hecha un completo desastre.

—Ethan, ¿qué haces? —preguntó Miguel con cara de dormido.

—Uhm... —Ethan puso los huevos revueltos en un plato—. No pude dormir y pensé que... podría agradecerles por dejar que me quede todos estos días.

—Cariño, no tenías que cocinar el desayuno —dijo Carmen riendo.

—No hay problema, aunque quizá le falte sal a los huevos —dijo rascando su nuca con una mueca—. Hay pan tostado en esa cesta, solo había un tomate pero lo corte en pequeñas rodajas para que alcanzara para todos, huevos revueltos y puse a hervir agua para el café o té.

La abuela de Miguel sonrió con cariño y le apretó los cachetes.

—Que buen amigo tienes, Miggy.

Los dos chicos compartieron una mirada antes de que Miguel se sentara en la mesa y Ethan le diera la espalda y comenzará a ordenar todo.

Ethan estaba tratando de no quedarse dormido cuando Luca llego corriendo.

—¡Robby me contó todo! —dijo apoyándose en sus rodillas—. ¿Estás bien?

Ethan lo miró como si fuera idiota.

—¿Me veo como si estuviera bien?

—Te ves como la mierda pero valía la pena preguntar —dijo alzando los hombros—. ¿Dónde te estás quedando?

—Me quedé con Miguel —murmuró terminando de guardar sus cosas.

Luca subió y bajo las cejas con una sonrisa divertida. Ethan le dió un codazo sonrojado.

—Vamos a preguntarle a Johnny si me puedo quedar con él desde ahora.

Johnny salió de su oficina.

—Pónganse los gi —gritó—. Comenzamos en cinco minutos.

Todo el mundo se observó con los ceños fruncidos y se acercaron a los senseis.

—¿Qué pasa?

—Nada, solo pensé que iríamos al bosque a una clase especial —dijo Miguel.

—¿Al bosque?

—Pensé que ya era hora de convertirlos en hombres —explicó Kreese—. Y en mujeres, supongo.

—¿Cómo?

—En Coyote Creek.

—¿Estarán listos? —preguntó Johnny vacilando.

Ethan y Luca se miraron con pánico.

—Pues vayamos a averiguarlo.

—Estamos listos, sensei —dijo Halcón—. Queremos ir.

—Depende del sensei Lawrence —dijo Kreese—. Solo iremos cuando a él le parezca bien.

—Muy bien, ¿qué esperan? Vamos.

Cuando llegaron a Coyote Creek, los dos adultos los hicieron ponerse en dos, filas frente a frente. Una fila tenía bandas negras y la otra bandas rojas. Ethan quedo con el equipo negro y Luca el rojo.

—Caballeros —dijo Kreese—, damas. Bienvenidos a Coyote Creek. Los dividimos en dos equipos. El Rojo..., y el Negro. La meta es conseguir tantas cintas del otro equipo como sea posible. Hoy, los de enfrente no son sus amigos. No son sus hermanos. Son el enemigo. El equipo que resista, gana.

—¿Como tomamos las cintas? —preguntó Miguel.

—Por cualquier medio. No hay reglas.

—Sean prudentes. Es solo un ejercicio —dijo Johnny.

—Sí, pero recuerden: esta es su vida —dijo mostrando la banda—. Si la pierden... mueren.

—Chicos, disculpen que llegue tarde —dijo Raymond llegando con gafas de sol y con el pelo más corto—. Había mucho tráfico. Puse Coyote Creek en el GPS. Pero no encontró nada.

—¿Qué te hiciste?

—Cierto...—se quito las gafas—. Sí, decidí hacer un cambio al estilo Halcón. Mis respetos. A partir de ahora, pueden llamarme... Mantarraya.

—Bien, Rollos. Está contigo —miro a Kreese.

—Genial.

Todos se separaron y caminaron por el bosque. Ethan se encontró con un chico del otro equipo y apretó los puños. Cuando lo vio, sonrió y silbó. Otro chico apareció por detrás.

—¿Dos contra uno? —preguntó Ethan riendo—. Bien.

Le lanzó una patada a uno haciendo que se caiga. El otro chico saltó en su espalda y Ethan retrocedió hasta golpearlo con un árbol, le quitó la banda y la guardó en su bolsillo.

—Ahora es más justo, ¿no creen?

Se puso en posición de pelea cuando el chico restante se levantó. Una vez comenzaron a pelear, Ethan le hizo una barrida, lo golpeó justo en la nariz y le quitó la banda bruscamente.

Se fue sin decir nada más. Un rato después ya tenía seis "vidas" y se encontró con Luca que sonrió y alzó los hombros.

—Esto va a estar bueno.

—No te la voy a dejar fácil.

Luca atacó primero lanzando dos patadas que Ethan bloqueó rápidamente. Los dos chicos lanzaban golpes sin parar, bloqueando los del contrario.

Luca lo empujó hacia un árbol pero Ethan rodó por el suelo y le dio una patada tan fuerte en el estómago que cayó hacia atrás sin aire.

El de pecas tomó una gran bocanada de aire y atacó a Ethan nuevamente. En un descuido, Luca logró quitarle la cinta de la cabeza y sonrió respirando agitado.

—No vuelvo a dudar de tu palabra.

Ethan se dejó caer al suelo, cerrando los ojos.

—Hijo de puta —respondió para empezar a reír.

Al abrir los ojos, logró ver como todos los veían con la mandíbula en el suelo. Kreese miro a Luca con las cejas alzadas.

—Acaba con él.

Hubo un silencio en donde Luca miro a Ethan y este asintió.

—Hazlo.

—Lo siento —dijo Luca volteando a ver a Ethan y dándole un golpe no tan fuerte en la cara—. ¡Equipo Rojo! —dijo alzando la bandana.

Los chicos del equipo empezaron a celebrar. Luca se fue con Kreese y Johnny se acercó a Ethan, ayudándole a levantarse.

—¿Estás bien, LaRusso Junior? —preguntó con preocupación—. ¿Qué fue eso?

—¿Qué fue que?

—No soy tan idiota, así no enseña Daniel —dijo cruzado de brazos.

—No se de que hablas.

—Cuando estaban peleando —dijo Johnny—, estabas realmente enojado.

—Lo estoy —dijo Ethan cruzándose de brazos—. No con Luca, pero estoy enojado.

—¿Quién te enseñó a pelear así?

—Kreese. "Es la vida real, no hay puntos".

—No creo que realmente pienses eso —dijo negando antes de irse.