018. both sides
CHAPTER EIGHTEEN
❝ambos lados❞
cobra kai season two | act. two
LUCA Y ETHAN se pasaron todo el viaje poniéndose al día.
Cuando llegaron al club, se pusieron los trajes de baño y fueron a las reposeras.
—Robby el es Luca —lo presentó Ethan—. Luca el es Robby, a Sam ya la conoces.
Cassie se levantó y abrazó a su primo, Robby le dio una sonrisa y lo saludo con la mano. Luca sonrió y abrazo a Cassie de vuelta.
—¿De dónde vienen?
—Del entr...
—Nos encontramos en el parque —interrumpió Ethan sonriendo—, así que lo invité.
—¿Qué sucede? —le preguntó Cassie a Sam.
Todo el grupo levantó la mirada hacia donde Sam miraba, para encontrarse a Aisha y Tory en el segundo piso.
—Es Aisha —dijo su melliza—. No hablamos desde lo que pasó en el festival. Creo que deberíamos hablar pero sigo enojada porque arruinaron el show.
—Deberías hablarle —dijo Robby—. En el peor de los casos, si se pelean, podría grabarlas.
—¿Grabar? —le preguntó Luca a Ethan con una mueca.
—Te explico luego —susurró.
—Quizá consiga una alumna nueva para el Miyagi-Do —dijo Sam con una sonrisa mientras se levantaba y se iba.
—Te vas a quemar la espalda, date la vuelta —dijo Ethan obligando a Robby a sentarse.
—Bueno, mamá —dijo con tono burlón haciendo que Luca riera.
—Jodete —Ethan le levantó el dedo del medio y empezó a esparcirle el bloqueador solar en la espalda.
—Sabía que eras tú —dijo un trabajador acercándose a Robby—. ¿Qué dije que pasaría si regresabas?
Robby se paralizo, mirando al adulto asustado. Cassie y Luca se miraron confundidos.
—¿Qué pasa? —preguntó la pelirroja.
—Llamaré a la policía —dijo el al parecer nombrado Marshall sacando su celular.
—Wow, wow, wow, ¿qué? —preguntó Luca sin entender nada.
—¿Qué esta pasando? —dijo Amanda acercándose por detrás.
—Nada, señora LaRusso —dijo Marshall—. Solo echo a este delincuente de la propiedad.
—Delincuente mis pelotas —murmuró Ethan por lo bajo.
Que suerte que solo sus amigos lo escucharon y soltaron pequeñas risas antes de poner cara de serios otra vez.
—Bueno, este delincuente es nuestro invitado —dijo Amanda cruzada de brazos.
—Señora, creo que no entiende.
—No, tú no entiendes —dijo seria—. Es nuestro invitado. Y punto.
Cassie miró a la adulta casi que con ojos de corazón, recibiendo un golpe en la cabeza por parte de Ethan.
—Lo siento.
Amanda se acercó a ellos y se sentó en la reposera de Robby.
—¿Qué fue eso, Robby?
Robby suspiró, un tanto incómodo.
—Antes de conocerlos, era una persona diferente. Hice algunas cosas de las que me arrepiento.
—¿Lastimaste a alguien? —preguntó Cassie recibiendo otro golpe en la cabeza—. ¡Deja de hacer eso!
—No —negó el ojiverde—. Nada de eso. Pero tiene razón. Debería irme.
Luca se puso unos lentes de sol y se recostó, escuchando el chisme con una sonrisa.
—No —dijo Amanda—. Mira, todos cometemos errores. Lo importante es qué hacemos luego.
Amanda sonrió maternalmente y se fue, dejando a los chicos solos en silencio.
—Una vez robe un chicle —dijo Luca de la nada.
Robby rió, contagiando a los otros dos. Luego de un rato, Sam volvió y recogieron sus cosas para irse mientras que la chica les contaba lo que pasó.
—Lamento lo de Aisha —dijo Robby.
—Puede ser amiga de quien quiera.
Luca y Ethan compartieron una mirada.
—¿Alguno vio mi cartera? —preguntó Amanda.
—¿Falta su cartera? —dijo Robby.
—Debe estar aquí. ¿Me ayudan a buscar?
—Veré en la playa —dijo el ojiverde—. Quizá alguien la encontró.
Sam apretó los puños y salió corriendo. Los otros tres se miraron y la siguieron.
—Oigan —les gritó a Tory y a Aisha.
Ethan puso una mueca y estuvo apunto de darse la vuelta e irse si no fuera por Cassie.
—Mamá perdió su cartera.
—Qué pena —dijo Tory.
—¿No sabes nada de eso? —dijo alzando las cejas.
—Espera... Espera, ¿que insinúas? —preguntó Aisha.
—Sam —dijo Ethan.
—Dame la cartera y no le diré a seguridad —lo interrumpió.
—Sam...
—¿Estás bromeando? —preguntó la rubia.
—Sam, ella no robó la cartera de tu mamá —defendió la de pelo corto.
—Claro —dijo Sam sarcástica—. Tampoco una botella de vodka. Ni robarías los cubiertos.
—Mira, no le robé a tu mamá, perra —dijo Tory a la defensiva.
—Sam déjala, ya te dijo que no lo hizo —murmuró Cassie tratando de alejarla.
Sam se soltó de su agarre y trató de quitarle la bolsa a Tory.
—¡Suéltame!
Tory empujó a Sam y esta cayó sobre la mesa, rompiéndola y llenándose de chocolate.
—Mierda —Luca, que estaba más cerca, la ayudo a levantarse—. ¿Estás bien?
—¿Estás bien? —preguntó Aisha.
—Muy buena amiga nueva —dijo enojada.
—No deberías haberla acusado de algo así —Aisha negó—. Nos vemos en el entrenamiento, chicos.
Ethan se tensó y ayudó a Sam a limpiarse. Luca le sonreía inocentemente a su prima que lo miraba seria.
—¿Entrenamiento? —preguntó la pelirroja.
Sam cerró la puerta de Ethan de un portazo.
—¿Fuiste a Cobra Kai? —le gritó.
Ethan le tapó la boca, completamente estresado.
—No puedes decirle a papá —pidió—. Por favor, Sam.
Sam se soltó de su agarre y rió sarcásticamente.
—¿Es en serio? ¿Cobra Kai? ¿Tan bajo caíste?
—Sam por el amor que le tengo a Taylor Swift, ¡¿puedes hablar más bajo?!
Sam lo tomó por los hombros y lo obligó a mirarla.
—Última vez que te pregunto, ¿que haces en Cobra Kai?
—¡No tengo que explicarte nada! —gritó-susurró Ethan dándole un pequeño empujón, sin intenciones de hacerle daño—. Sólo... vete.
—Oh, tienes que explicarme muchas cosas —reclamó.
Ethan pasó sus manos por su cabello con frustración.
—Sam, tengo un plan —le dijo—. Por ahora, necesito que no le digas a papá porque va a enloquecer, por favor. Yo hablaré con Robby.
Sam suspiró, guardándose su enojo y lo abrazó por los hombros.
—Ten cuidado con lo que haces, ¿sí, Eth?
—Todo estará bien —murmuró el abrazándola por la cintura.
—¿A que se refería Aisha con entrenamiento? —preguntó Robby sin querer pensar lo que estaba pensando.
—Mira, Robby...
—¿Estás en Cobra Kai? —dijo dolido—. ¿Después de lo que te hicieron? ¿Después de que te conte lo que mi padre me hizo?
—Rob, no estoy ahí por voluntad propia —murmuró Ethan—. No puedo decirte específicamente por qué pero te prometo que jamás te haría eso.
—¿Por qué no puedes decirme?
—Por qué me pondría en peligro a mi, a ti, a Sam —trato de explicar—. Confía en mi, todo saldrá bien.
Ethan estaba haciéndole pequeñas trenzas a Sam que estaba recostada boca abajo, con la cabeza en sus piernas. Estaba triste porque Aisha no le contestaba los mensajes y Ethan trataba de distraerla junto a Cassie que estaba al lado cantando canciones de Queen. Daniel y Robby salieron del dojo conversando.
—...El señor Miyagi no me reclutó, no buscaba alumnos —decía Daniel—. Me acogió porque yo lo necesitaba. Yo vine a él, no al revés. Es hora de que seamos pacientes. Que quienes nos necesiten nos encuentren. ¿Sí?
—Disculpen —dijo Demetri entrando tímidamente—. No estaba claro si debía pasar o tocar el timbre. ¿Es un estanque koi? ¿Cuánto cuesta mantenerlo?
—¿Necesitas algo? —preguntó Daniel sonriendo confundido.
—Sí... Quiero aprender karate.
Ethan pudo ver la mirada de su padre iluminándose.
—Viniste al lugar indicado.
—La patada trasera funciona así —explicó Johnny—. Dan un paso, giran y lanzan una patada lateral.
—¿Y si te atacan por detrás? —preguntó Halcón.
—Excelente pregunta. Sensei Kreese, ¿les responde?
—Por supuesto, sensei Lawrence. La clave es hacer que tu enemigo piense que te estás retirando. Pero cuando baja la guardia —Kreese miró a Ethan fijamente—, lo golpeas más fuerte.
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