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001. fucking Kyler

CHAPTER ONE
❝maldito Kyler❞
cobra kai season one | act. one







SAM ORGANIZÓ una fiesta en la casa sin preguntarle a sus padres, quienes estaba en el club de campo con Anthony (el hermano más pequeño). Ethan estaba sentado con su única amiga: Cassie. Se habían conocido hace unos años porque ella defendió a Ethan de un niño que lo estaba molestando por su orientación sexual.

—Kyler no deja de mirar a Sam, es desagradable —dijo la pelirroja.

Ethan miró a Kyler quien estaba en el otro lado de la piscina y le estaba sonriendo a Sam. El mayor hizo una mueca de asco y rodó los ojos.

—No entiendo como es que a Sam le gusta ese idiota —respondió con un bufido.

—Quizá —dijo la chica—, si le dijeras que te molesta casi todos los días, dejaría de hablarle.

—Cassie —dijo con voz de cansancio—, le llego a decir y me encuentras en una zanja muerto.

Un chico salto en el trampolín dando una vuelta en el aire y cayendo a la piscina. Moon mientras tanto grababa para su canal de Youtube unos metros más allá.

—¡Hey! ¡Hey, hey, hey! ¿Que esta pasando aquí? —gritó Daniel LaRusso mirando a todos con una mueca.

—Mierda —dijo Moon.

Sam salió rápidamente de la piscina. Cassie le dio un golpe en el hombro a Ethan obligándolo a levantarse e ir con sus papás.

—Todo el mundo fuera de aquí, ahora —dijo el mayor.

—¿Me voy? —preguntó Cassie en el oído de Ethan.

—No, le pregunté si podías venir así que no hay problema —sonrió.

—Lo siento —dijo Sam con brazos cruzados—. No pensé que volverías tan temprano.

—No importa a qué hora llegue, Sam. ¿Acaso queremos extraños en nuestro patio haciendo un desastre?

—No son extraños, son nuestros amigos —tomo el brazo de su hermano y lo atrajo a su lado.

—Seamos realistas, Sammy —dijo Ethan sonriendo—. Mis amigos no son.

—Que amigos tienes —dijo Daniel sarcástico—. ¿Se puso mi traje de baño? —observó a todos los chicos con el ceño fruncido—. Espera, ¿todos se pusieron mis trajes de baño? Okay, escuchen, se acabó la fiesta. Quítense los trajes y váyanse.

Un chico empezó a bajarse el traje de baño haciendo que Ethan tapará rápidamente los ojos de Sam y de Cassie.

—¡Aquí no, estupido! —gritó cerrando los ojos.

—Daniel, ¿por qué no hablamos adentro? —dijo Amanda agarrando a Daniel del brazo y llevándolo adentro.

Sam quitó la mano de Ethan de su cara y se cruzó de brazos de nuevo, viendo como todos sus invitados se iban.

—Si nos castigan, te matare.

—¡Cállate, Ethan! —lo golpeó en el hombro y se fue enojada a su habitación.

—¿Lista? —le preguntó a su amiga.

—¿Para qu...? Ethan, me tiras a la piscina y te asesino mientras duermes —dijo con voz de advertencia.

—Tarde —la rodeó con sus brazos y se lanzó a la piscina mientras las abrazaba.

Ethan se encontraba con la cabeza en los pies de la cama mientras leía un libro con sus audífonos puestos. Cassie ya se había ido hace un par de horas ya que su mamá la necesitaba en su casa. Alguien tocó la puerta de su habitación.

—¡Pase!

Daniel entró a la habitación de su hijo. Ethan pausó la música, bajo sus audífonos al cuello y luego de ponerle el marca paginas al libro, lo dejo a un lado.

—¿Puedes venir un segundo? Quiero hablar con tu hermana y contigo.

—¡Fue idea de Sam! —dijo inmediatamente—. Yo le dije que era mala idea pero claramente, no me hizo caso e hizo lo que se le dio la gana.

—No los voy a castigar, Ethan —sonrió divertido y le hizo señas para que se acercara—. Vamos.

Los dos caminaron hasta la habitación de Sam.

—¿Sam tienes un segundo? —Daniel entró y al ver que Sam estaba en llamada, negó con la cabeza—. No sabía que hablabas con tus amigas, volveremos luego.

—No, esperen —miro su computadora—. Sí, te recogeremos en la mañana Yasmine, no te preocupes.

—Bien —dijo la voz de Yasmine y Sam cerró el computador.

Ethan corrió y se lanzó a la cama de su hermana, apoyando su cabeza en las piernas de la chica.

—Solo quería decirles...

—No. Mira, papá... lamento mucho lo de hoy, no debí invitar a todos sin preguntarte primero —dijo Sam.

—Quizás, yo exagere un poco.

Ambos adolescentes alzaron una ceja al mismo tiempo.

—Bueno, quizá mas que un poco, ¿sí? Solo díganles a esos chicos que traigan sus propios trajes de baño de ahora en adelante.

—Trato —dijo Sam mientras Ethan reía.

—Entonces... —dijo el adulto mientras se sentaba al lado de los dos—. Estos chicos... ¿me preocupo por alguno?

—Buen chiste —dijo Ethan cerrando los ojos.

—No es necesario, papá —la chica sonrió y bajo la mirada—. Pero hay un chico, Kyler. Nos hemos estado enviando mensajes.

—Asqueroso —comentó Ethan recibiendo un golpe en la frente.

—Mensajes... —comenzó a decir Daniel—claro... ¿solo palabras?

—¿A que te refier...? ¡Que asco! ¡No! Solo palabras, papá.

—Sammy, dios mio —dijo su hermano alzando exageradamente las cejas.

—¡Ay por dios, Ethan!

Soltó una carcajada mientras que Daniel miraba a sus hijos sonriendo.

—Bien —dijo—. Entonces, Kyler... ¿qué tal si lo invitamos a cenar el viernes?

—¿A la cena familiar del viernes?

—Que hice yo para merecer esto —murmuró lloriqueando.

—No estoy hablando de llevarte al altar —dijo dramatizando—. Le daremos comida. Aparte, su hermano tiene una pijamada, es una buena oportunidad.

—Bien —dijo Sam—. Veré si puede venir.

—Genial.

—¿Papá? —preguntó Ethan.

—¿Sí?

—¿De donde sacas ideas tan malas? —dijo suspirando.

Sam rió comenzando a hacer pequeñas trenzas en el cabello de su hermano.

Primer día de escuela. Ethan estaba sentado junto a Cassie en una mesa mientras comían y hablaban de cualquier cosa, hasta que Ethan vio a un chico sentarse con Eli y Demetri. Nunca habían hablado, pero entre el grupo de amigos de su hermana decían muchas cosas.

—Cierra la boca que se te va a caer la baba —dijo Cassie lanzándole una zanahoria—. ¿A quién miras?

—¿Conoces al chico nuevo? —preguntó sin despegar la vista—. El que se sentó con Eli y Demetri.

—¿Miguel?

—No sé, Cassie, no lo conozco —dijo Ethan sonriendo falsamente.

La pelirroja rodó los ojos y suspiró.

—Se llama Miguel —dijo y sonrió—. Va en mi primera clase.

Miguel al sentir la mirada de Ethan se dió la vuelta y sonrió al verlo. Ethan sonrió y empezó a hablar entre dientes.

—Me esta mirando, ¿que hago? ¿lo saludo? Cassie, ayuda —dijo tomando jugo.

—¡Salúdalo, idiota!

Ethan saludó con la mano. Miguel le dijo algo a sus amigos y se levantó, comenzando a caminar hacia su mesa.

—¿Me veo bien? —susurró Ethan arreglándose el pelo.

—No te he dado clases para coquetear aún—dijo Cassie alarmada.

—Shh, ahí viene.

Kyler llegó y se sentó al lado de Ethan robándole un poco de su comida.

—Hola, marica —sonrió—. Venía a recordarte qu...

—¿Por qué no te vas a la mierda, Kyler? —lo interrumpió Cassie con los puños apretados.

—No estoy hablando contigo, princesa —le guiñó un ojo y volvió a mirar a Ethan—. Recuerda no decirle nada a tu hermana.

Antes de que Ethan pudiera responder, Kyler saludo a Miguel con mirada burlesca. El moreno comenzó a alejarse bajando los hombros.

—Haste luego, Réa.

—Vete, ¿quieres?

Kyler le empujó la cabeza y se fue con sus amigos. Cassie soltó un bufido.

—Arruino la única oportunidad de coquetear que vas a tener en tu vida —dijo dramáticamente.

—Gracias por la fé.

Era viernes por la noche. Ethan estaba deseando poder irse de esa cena tan incómoda que estaban teniendo.

—El yanagi o yanagiba, según región, es un cuchillo que solo se usa pata cortar sashimi. Compré este diablillo en mi primer viaje a Okinawa. Violà. —dijo Daniel sirviendo la comida—. El famoso... Ponzu toro a la LaRusso.

Amanda sonrió con cariño y empezó a aplaudir.

—No, gracias. No me gusta el sushi —dijo Kyler.

—Tenía que ser —murmuró Ethan por lo bajo recibiendo una patada de Sam por debajo de la mesa—. ¡Auch!

—Cállate.

—¿Seguro no quieres un pedacito? —preguntó Amanda con amabilidad.

—Se deshace en la boca —dijo Daniel.

—No, el pescado me da asco.

—Si que te gusta —dijo Sam—. ¿Y los palitos de pescado en la escuela?

—Sí, esos palitos son geniales. ¿Tiene palitos?

Ethan puso los ojos en blanco suspirando.

—No, solo el pescado fresco que compré en el mercado japonés esta mañana —murmuró Daniel suspirando igualmente.

Sam sonrió incómoda.

—Saben, buscaremos algo para que Kyler coma —dijo Amanda—. Sam, ¿vienes a la cocina?

—Claro.

Sam y Amanda se fueron, dejando a los tres hombres solos en un silencio incómodo.

—Gracias por invitarme, señor LaRusso —dijo Kyler rompiendo el silencio—. Tiene una casa estupenda. Y Sam también es genial.

—Gracias —respondió el único adulto—. Es igual a su madre. Y escucha, tampoco me gustaba el sushi a tu edad. Me empezó a gustar al conocer a un buen amigo, era de Okinawa. ¿De dónde son tus padres?

—Irvine, creo.

—Ay por dios —dijo Ethan entre dientes.

—De Irvine, claro. Cuéntame sobre el ojo morado.

—Oh, esto —se apunto el ojo—. Uhm, es por lucha libre, me equivoque al esquivar, y me golpearon con el codo. Es estúpido.

Tú eres estúpido si crees que eso sonó convincente, pensó Ethan.

—¿Y así te lastimaste la mano?

Kyler vio sus nudillos con heridas y puso las manos debajo de la mesa.

—Esta bien —dijo el adulto—. Ya tuve mis peleas en la secundaria.

—No sé de qué habla —dijo Kyler riendo nervioso.

—Vamos, Kyler. Sé que los chicos son rudos.

—No, no fue un chico.

Daniel estaba apunto de tomar agua pero al escuchar eso miro a Kyler expectante.

—Así que hubo una pelea. ¿Paso algo en casa?

—Oh, no, no —dijo nervioso—. Uhm..., bien. Un tipo en un centro comercial nos atacó a mí y a mis amigos.

—¿Qué? —preguntó mirando a Ethan.

—No soy su amigo —respondió con mueca de asco.

—...Sí —dijo Kyler dándole una mirada asesina—. Estábamos comprando barras de proteína en la tienda y sí, un tipo sin hogar empezó a molestarnos. Y, de repente, empezó a hacer karate.

—¿Karate? Un momento, ¿en qué centro comercial?






















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