xʟ.Hᴇ Is Aʟɪᴠᴇ...
CAPITULO CUARENTA;
EL ESTA VIVO...
Observaba todo a su alrededor. No había nada. Todo era total y completamente oscuridad. Estaba confundida, eso lo sabía, sentía su vista cansada, su respiración agitada, sentía sus manos temblar, miraba agobiada el lugar.
—¡No dejes que te consuma!—resono una voz en el lugar formando un eco.
Miro a todos lados confundida, mientras trataba de encontrar el lugar proviniente de aquella voz. Era una mujer. Sonaba intranquila y angustiada.
—¡No dejes que te controle! ¡Eres más fuerte que eso!
Resonó la voz nuevamente en el lugar, asustada, comenzó a correr sin dirección alguna.
—¡No dejes que se apodere de ti!
Le costaba respirar, sin embargo no se detuvo, siguió corriendo tratando de huir de ese lugar, más parecía que el lugar era infinito.
—¡No dejes que asesiné a los que amas!
Sus piernas se rindieron. Cayó al suelo de rodillas. Hacía frío, su respiración la notaba en aire, se abrazo así misma tratando de encontrar calor más nada funcionaba.
—¡Eres más fuerte que esto!
Siguió la voz en el lugar, dejando un eco a su pasó. Sentía la respiración pesada. Cerró los ojos tratando de tranquilizarse, mientras se mecía temblando. Abrió nuevamente los ojos y grito ante la vista.
Una mano, totalmente ensangrentada, trataba de tocar su frente. Asustado dió un brinco hacía atrás ocasionando que cayera.
—¡No dejes que se apodere de ti!
Resonó la voz de la mujer, sin embargo está vez había sido más fuerte.
—¡Eres débil!
Sonó la voz de un hombre está vez.
—¡No eres nada sin tu apellido!
—¡Eres una ilusa, una niñita mimada que se cree mejor que todos!
—¡Todos te traicionan!
—¡Fue tu culpa la muerte de tu madre!
—¡Tu padre se alejo porque te odiaba!
Escuchó voces y siguieron aumentando, pero con cosas más hirientes. A lo lejos escuchaba como gritaban su nombre.
Cerró los ojos deseando que todo volviera a la normalidad. Lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas, sollozaba, su respiración se entrecortaba.
Abrió nuevamente los ojos y está vez se quedó pasmada en su lugar. Observó varias personas a su alrededor que la tocaban, arañaban y gritaban con dolor y maldad su nombre, mientras seguía encuchando la voz del hombre que no se detenía, trato de escapar pero no pudo. Era más fuerte que ella. La tomaron por los pies, de las manos. Comenzó a gritar pero nada sucedía.
—¡No! ¡No! ¡Déjenme en paz!—las personas la ignoraron mientras las voces se hacían más fuertes—¡Por favor!—grito llorando—¡No!
Despertó sobresaltada al sentir como la sarandeaban fuertemente . Miro a todos lados asustada, sentía frías sus mejillas, las lágrimas húmedas, había llorado en verdad.
Observó a los presentes en aquella habitación. Narcissa, Lucius y Bellatrix se encontraban ahí, mirándola con total preocupación. Mándame Pomfrey la obsevaba en shock pero eso no impidió que se acercará rápidamente a ella y tomara su presión y temperatura.
Unos minutos después Madame Pomfrey se alejó a su oficina para informar a San Mungo sobre lo ocurrido.
—¿Shira? ¿Que fue lo que ocurrió?
—El está vivo...—dijo Nashira ignorando la pregunta de Bellatrix—Regulus está vivo...
Ojito con este y los siguientes capítulos.
NO OLVIDEN VOTAR
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