CAPITULO VEINTISÉIS;
LO SIENTO

—Mi preciosa novia. —acaricio su mejilla mientras Linda se retorcía de asco debajo de el.

—Veras que fue una completa equivocacion estar con Regulus—dijo Sirius mientras pasaba su mano por en medio de sus pechos—Tranquila—limpio una lágrima que resbaló por su mejilla—Esta vez no hará nadie que arruine nuestra pequeña aventura.

Y sin más la beso mientras Linda negaba con la cabeza, siendo inmune al Sirius detener su rostro con firmeza mientras James la desvestía por completo...

—Lo siento, pero ya no puedo ver esto—salio Nashira del pensadero, mientras limpiaba sus lágrimas y suspiraba temblorosa.

Se sentó en un sillón individual aún conmocionada con la mirada perdida, mientras escuchaba los sollozos de Narcissa siendo consolada por su hermana mayor.

—¿Soy su hija?—pregunto vagamente, mientras las miradas se dirigian hacía ella.

—Shira escucha...

—¿Soy su hija?—repitio interrumpiendo a Lucius quien había optado por no ver los recuerdos—Si o no. No es muy difícil de responder. Y quiero la verdad.

—No...no lo sabemos...

—Puedo saber cuándo mientes y ahora mismo lo estás haciendo, ¿Por qué?—pregunto dirigiendo la mirada al platinado quien la miraba nervioso—Narcissa...—la rubia aparto la mirada, dirigió su atención a la única persona que faltaba en la habitación—Bellatrix—la Lestrange le sostuvo la mirada sin ningúna emoción en su rostro—Quiero la verdad y tú vas a decirmela. No más mentiras. ¿Soy o no soy hija de Regulus Black?

—Lo siento... —respondio apartando la mirada—Linda hizo la prueba de paternidad, minutos después de que nacieras.

Nashira asintio mientras sus ojos se cristalizaban, de nuevo dirigió su atención a Bellatrix—: Dime por favor que no soy hija de Potter.

—No. Sirius pensó que realmente eras hija de Regulus por el gran parecido que ambos tienen.

—Bien...—asintio—....Yo...debo salir de aquí—salio rápidamente de la habitación.

(...)

—Por favor dime qué nadie te mando ha hablar conmigo.

—Tranquila, nadie lo hizo, mi madre quizo venir de visita y dije, "¿Por qué no?". —respondio el moreno tomando asiento a su lado.

—Supongo que ya te contaron lo que ocurrió, ¿No es así?—dirigio su vista al frente.

—Un poco si, pero la verdad esperaba que tú lo hicieras. Pero tranquila respeto tu decisión si decides no hacerlo—respondio con una pequeña sonrisa, la cual fue correspondida.

—Gracias.

Giro el rostro confundida al verlo de pie. Ambos se miraron fijamente durante unos segundos. Extendió su mano frente a Nashira, quien la tomó confundida.

—Blaise...¿Que...?

El no dijo nada simplemente tomo una varita del bolsillo de su pantalón la cual pudo reconocer como la de Alessia Zabini. Hizo aparecer una pequeña radio muggle y una canción comenzó a sonar: Angels—Robbie Williams.

—¿Me consederia está pieza, bella señorita?—pregunto viéndola a los ojos.

Nashira asintió lentamente. Blaise la tomó de la cintura y la acercó a él, mientras que ella colocaba sus manos detrás del cuello del moreno.

Bailaron alrededor del pequeño quiosco que se encontraba en el patio trasero rodeado de flores blancas con detalles rosados, sin dejar de verse mutuamente.

—¿Sabes?, no conozco mucho del tema y de la situación por la que estás pasando ahora mismo, pero no por ser la hija biológica de Regulus Black significa que no seas su hija.—hablo mientras le daba una vuelta a la chica haciendo a esta sonreír levemente

—¿Enserio?

—Claro. No has escuchado la frase muggle, "Un padre es el que cría y cuida no el que engendra" y por lo que tengo entendido, tu padre te protegió hasta su último día de vida, Shira.

—Si...es verdad. ¿Me acompañaras?

—Hasta el fin del mundo. Siempre—la pelinegra sonrió levemente—Pero dime, ¿A dónde vamos?—pregunto mientras Nashira lo tomaba de la mano y lo llevaba consigo.

—Vamos al cementerio. Más específicamente dónde está todo la familia Black.

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