"𝖤𝗅 𝗁𝗈𝗀𝖺𝗋 𝗍𝗈𝖽𝖺𝗏𝗂́𝖺 𝗌𝖾 𝗌𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗎𝗇 𝗅𝗎𝗀𝖺𝗋 𝗆𝗂́𝗍𝗂𝖼𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗁𝖾 𝖾𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈 𝖻𝗎𝗌𝖼𝖺𝗇𝖽𝗈 𝗍𝗈𝖽𝖺 𝗆𝗂 𝗏𝗂𝖽𝖺". - 𝖧𝖾𝖺𝗋𝗍 𝖡𝗈𝗇𝖾𝗌, 𝖢𝗈𝗅𝗅𝖾𝖾𝗇 𝖧𝗈𝗈𝗏𝖾𝗋.

"𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐌𝐄 𝐅𝐔𝐈..." Druig le dijo a Theia, que había estado de pie junto a él mientras se encontraban en el río y observaban como Thena sostenía las cenizas de Gilgamesh y se lamentaba. "Consideré la posibilidad de apoderarme de las mentes de todos los humanos de este planeta". Miró a Theia, "Violencia,el miedo, la codicia. Todo ha desaparecido".

"Bueno, ¿por qué no lo hiciste?" Theia no pudo evitar preguntarle.

"Porque sin sus debilidades... no serían humanos".

Theia suspiró, volviendo a mirar al
suelo. "¿Druig?"

Volvió a mirarla, con las cejas levantadas y sus ojos esperanzados.
"Eso es lo que sentí". Theia asintió con la cabeza hacia Thena. "Después de que te fueras. No sabía qué hacer. Había pasado tantos años haciendo todos mis movimientos contigo a mi lado, es decir, todo. Y cuando te fuiste, te llevaste todo lo que era...una parte de mí, se fue contigo. Tan patético como suena, no sabía cómo funcionar.
Y no estoy diciendo esto para herirte..."

"Theia..." Druig suplicó.

Ella negó con la cabeza: "No, escúchame. Durante los últimos dos mil años, he tenido mucho tiempo para pensar sobre lo que iba a decirte cuando te volviera a ver. Y quiero
que sepas que antes estaba muy enfadada y molesta, pero ahora, quiero decir, todavía lo estoy pero
trato de verlo desde tu perspectiva
y no puedo evitar preguntarme qué estaba mal conmigo, ¿Era yo difícil de amar? Había alguien más?..." Ella divagó.

Druig sacudió la cabeza, cortándola inmediatamente, "Theia, yo..." Se detuvo a mitad de la frase. Cuando ella levantó la vista a él, todo lo que quería decir se le había escapado de la lengua y lo había dejado sin palabras. Ella le miró, le suplicó con los ojos que dijera algo, pero él no dijo nada. Se quedó allí, mirándola fijamente, sin comprender, durante unos instantes.

Ella soltó un suspiro, negando con la cabeza, "No sé por qué te dije eso, yo
debería haber sabido que no te iba a importar y no debería haber vuelto.
Y lo siento". Comenzó a caminar
alejándose, cruzando los brazos sobre su torso, abrazándose a sí misma, sabiendo que sería la única forma de consuelo que recibiría por un tiempo.

"¡Theia, espera!" Druig gritó tras ella,
pero ella siguió avanzando. Intentó ir
tras ella pero sus pies no se movían, era como si estuvieran clavados en el suelo. Mientras la veía alejarse más,
se llevó las manos al pelo y tiró de las raíces, "¡Joder!"

𝐄𝐒𝐓𝐀𝐁𝐀 𝐋𝐋𝐎𝐕𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎, y Theia se encontraba sentada en el escalón del porche, dejando que la lluvia
golpeara su espalda mientras apoyaba la cabeza en sus manos.

Oyó la puerta abrirse y cerrarse,
asumiendo que era Sersi comprobando por séptima vez que estuviera bien, "Vete Sersi".

"Soy Druig".

Ella apretó la mandíbula, "No quiero oír tus falsas disculpas".

"No es falsa". Él dijo y ella sintió como su presencia se acercaba más a ella, asfixiándola. Se puso de pie antes de dejar que se acercara a  ella. "¿Quieres dejarme hablar?" Exigió, con la voz ronca.

Ella se apartó de él, "¿Y por qué
debería?"

"Porque quiero hablar contigo".

"Pues habla". Ella respondió sin palabras.

"Yo..."

Ella se burló, sacudiendo la cabeza y
comenzó a alejarse cuando sintió como una mano agarraba su muñeca. Dejando escapar una respiración temblorosa, se congeló, tratando de ignorar el escalofrío que le subía por la espalda.

"Por favor". Podía oír la tristeza en su voz, le rompió el corazón. Y ella
odiaba eso. "Creo que eres muy bonita.  Siempre lo he creído"

Fue interrumpido por Theia resoplando, "Oh, Dios mío".

Él frunció el ceño, "De hecho, he querido decirte eso desde que te vi por primera vez en esa nave espacial".

"¿Quieres que te felicite?"

"No, pero...", sonrió, con tristeza, "Theia.  Me enamoré de ti desde el momento en que te conocí. Y sé, sé que suena a cliché, o lo que sea, pero, te prometo que nunca he sentido tanto amor como el que he sentido por ti. Y he pasado cada minuto de cada día rezando a quien quiera que me escuche para que me perdones por mi terrible error y que podamos estar juntos de nuevo. Y que podamos ser felices". Su voz se quebró, "Dios, Theia, todo lo que quería era que fueras feliz. Y creo que..." Se acercó a ella, "Creo que eres feliz conmigo".

Ella lo miró, justo a los ojos, sus ojos iluminados por la luna. "Eso es bastante atrevido de tu parte, ¿No crees?"

Su cara cayó, suspiró, "Por favor, Theia. Te lo ruego. Haré cualquier cosa, ¿De acuerdo?"

"Lo mejor que podrías hacer es dejarme en paz".

"Theia...Sabes que no puedo hacer eso".

Ella levantó las manos en el aire,
"¿Podrías ser más engreído o
ensimismado?"

Él se retiró, sorprendido por su
declaración.

"Realmente no lo entiendo. Te vas
y no te molestas en decirme por qué
¡O en tenderme la mano! Y luego, de repente, vuelvo y dices que "¿Me has echado de menos?" Eres tan confuso 
-¡E ignorante!- Pasé casi toda mi
existencia amándote sólo para que tú, ni siquiera me ames la mitad!"

"¡Eso no es cierto!" Gritó, "Yo te amo, ¿De acuerdo?" El trueno retumbó, respaldando su voz mientras dijo las palabras. La lluvia aumentó y bañó su cara, dejando caer su cabello frente a sus ojos, lo empujó con una mano temblorosa.

"Ni siquiera sabes lo que es el amor".

Se pasó la mano por la cara y por su cuello.

Allí estaban, dos amantes varados,
sin saberlo y equivocadamente enamorados.