Escribir todo esto ha sido difícil, he tenido que preguntar ciertas cosas porque ya no las recuerdo con tanta claridad, por eso es probable que hayan momentos especiales que falten, pero los importantes están aquí. Sino lo fueran ni los recordaría vagamente.

Mi memoria comenzó a hacer estragos desde no hace mucho, y aunque es algo que inevitablemente empeorará no me molesta mientras no te olvide a ti.

¿Qué hay de esa vez que nos escapamos de la supervisión de Yerim por dos horas y regresamos a casa con tatuajes nuevos? ¿O cuando fuimos a la casa de Wendy y vestimos la fachada de la lujosa propiedad con papel higiénico?

Unas ancianas jugando a ser niñas otra vez. Pero era nuestra forma de volver a ser felices olvidando lo que nos lastimaba y no admitimos. Ya no necesitábamos de esas conversaciones para resolver los problemas porque esta vez no tenían solución y no eran problemas nuestros sino problemas de la vida que nos afectaron. Pero estábamos bien.

Seguíamos despertando en los brazos de la otra, seguíamos comiendo con una mano encima de la mesa para poder tomar la de la otra, seguíamos besándonos en cualquier momento que quisiéramos. Todo seguía igual pero con un poquito de preocupación momentánea.

ㅡTodo va a estar bien. ㅡhablaste mientras peinabas mi cabello.

ㅡ¿A qué te refieres?

Levanté mi cabeza de tu pecho para mirarte a los ojos, tan hermosa como siempre. Tu cabello totalmente blanco, arrugas un poco más profundas dibujaban un mapa de sabiduría en tu rostro y ojos igual de brillantes como pedacitos de galaxia en tu mirar.

ㅡA cualquier cosa que esté pasando, va a estar bien. ㅡme tomaste de las mejillas para dejar un beso en mi frente, el cual llenó de calidez mi cuerpo durante esa fría noche. ㅡTe amo, osa.

ㅡTambién te amo, Hyun.

Te amé, te amo y te amaré.

𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑖 𝑝𝑢𝑙𝑠𝑜 𝑠𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑎𝑝𝑎𝑔𝑎𝑟