Llegamos con pasos cansados por nuestras aventuras de verano a la edad en la que yo ya no conseguía explicar mi constante nerviosismo cada vez que venías a lo que se convirtieron en tardes de película.

Habías crecido para convertirte en la chica más hermosa que había visto, tu rostro la obra de arte ante mis ojos, -y los cuales todavía te ven de la misma forma-, y sin hablar de tu existencia en general. Y bueno yo... Yo crecí para ser más alta que tú.

Eras demasiado para mí Bae Joohyun, me enamorabas cada día más y no podía seguir soportándolo.

Mucho menos desde que no había salido del closet ni siquiera con mis padres aunque nunca oculté mi cierta afinidad por las mujeres, pero creía que aceptarlo totalmente sería aceptar que estaba perdida por ti.

Y no es que no lo quisiera, es que tenía miedo de que tú no te sintieras de la misma forma.

Estaba dispuesta a que me rompieras el corazón pero nunca a perderte.

ㅡCreo que me gustan las chicas.

Recuerdo cómo simplemente lo dejé salir en esa cena donde solo estábamos tú, yo y mis padres. Ustedes tres se quedaron viendo las caras hasta que me sonrieron, bueno, mis padres lo hicieron. Tú solo apretaste mi mano por debajo de la mesa y la soltaste rápido.

ㅡ¿Y la sorpresa, cariño? ㅡcuando mi papá dijo eso sentí todo un peso caerse de mis hombros, aunque poco a poco subía el de tu silencio. ㅡNo es que lo hubieses ocultado de todas formas.

Todos reímos un poco, pero tú seguías perdida en tus pensamientos.

En ese momento pensé en que había arruinado todo, que te alejaras de mi porque lo más seguro creíste que enamoraría de ti y tú no de mi.

Pero te quedaste, esa noche y muchas después.

𝑎 𝑣𝑒𝑐𝑒𝑠 𝑣𝑎 𝑎 𝑠𝑒𝑟 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑔𝑟𝑖𝑠. 𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧 𝑑𝑢𝑑𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑠𝑖 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟