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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈𝐈

VISITAS DESASTROSAS

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31 de Julio, 1993.

El hecho de estar dentro de un auto con sus tres hermanos y a su hermana menor parloteando sin parar era realmente estresante para Peter.

Todas sus pertenecías iban tras ellos en un camión de mudanza, al igual que él, sus tres hermanos y sus padres, iban en camino a su nueva casa en Privet Drive.

Y si era totalmente sincero, la idea de mudarse no le importaba ni le provocaba alguna emoción en lo absoluto.

Peter desde hace tiempo se sentía así; neutral, vacío, sin sentimiento alguno que pudiera alterarlo. Un poco irónico si me lo preguntas.

Claro que en los últimos días lo único que crecía dentro de sí era enojo.

¿Por que su familia le daba tanta importancia a una estúpida mudanza?

Si, era completamente entendible qué vivir en otro lugar era un gran cambio, pero, ¿era necesario tanto alboroto?

El no quería esto, a Peter no le importaba nada de la estúpida mudanza, ni la casa ni la nueva vida.

Yo solo quiero regresar a Narnia. Se respetía constantemente cuando se dejaba disociarse y fantasear un poco con dicho lugar

—¡Peter!

Dio un brinco en su asiento, sobresaltado por el repentino grito, miró de manera incisiva a su hermana pequeña.

—¿Qué quieres, Lucy?

—¡Llegamos!

La niña señaló hacia adelante, donde un cartel no tan grande encabezaba la entrada de la calle.

"BIENVENIDOS A PRIVET DRIVE"

Había perdido la cuenta de las veces que había limpiado el sudor de sus manos en sus pantalones a pesar de que sus manos la mayor parte del tiempo estaban frías, pero hoy, estaba sumamente nervioso. Hermione llegaría dentro de poco y aún no tenía ni idea de como iba a meterla en su habitación sin que sus tíos se dieran cuenta.

Si, no sonaba bien la idea pero, ¿qué más podía hacer?  La idea de que sus tíos recibieran a su mejor amiga que también era una bruja de brazos abiertos... Estaba completamente alejada de la realidad.

Y por si fuera poco, la horrible hermana del tío Vernon los visitaría en la noche, y aunque Harry ya se había preparado mentalmente para cualquier comentario ofensivo o crítico de la mujer hacia él, no debía dejar que lo pisoteara verbalmente, no en su cumpleaños.

La bocina de un auto se escuchó afuera de la ventana de su habitación. Tal vez los padres de Hermione vinieron a traerla.

Asomó su cabeza por la ventana sin barrotes, y vio confundido un camión de mudanzas qué iba persiguiendo un auto amarillo desgastado.

¿Nuevos vecinos?

Para Harry era algo extraño, aunque Privet Drive era un buen lugar en el que vivir, muy poca gente se mudaba allí, desde que tenía memoria, en Privet Drive siempre había vivido la misma gente.

Esto podría ser interesante, pensó con una pequeña sonrisa.

Haber salido de su casa sin que sus padres lo notarán no fue fácil, menos el hecho de que se iría de su casa por unas semanas antes de ir a Hogwarts y sin haber avisado a sus padres.

Pero si era sincera, ni siquiera era capaz de verlos a los ojos, se sentía traicionada, sentía qué toda su vida había sido una total mentira.

¿Quien era ella entonces?

¿Adonde pertenezco?

Se golpeó mentalmente unas cuatro veces, se prometió que mientras estuviera con Harry en su cumpleaños, iba a alejar cualquier pensamiento negativo de su cabeza, este día es de Harry.

Concentró su mirada en las casas qué pasaban rápidamente a través de la ventana del autobus, ansiosa por llegar a la casa de Harry.

—¡Pasajeros a Privet Drive!— gritó el conductor.

Rápidamente, Hermione colgó su mochila al hombro y bajó rápidamente las escaleras del autobus  el cual la dejó en toda la entrada de la ancha y larga calle, a la entrada de la misma se divisaba un pequeño pero alto cartel qué decía:

"BIENVENIDOS A PRIVET DRIVE"


Más allá del cartel se encontraba una hilera de casas de lado izquierdo y derecho, todas totalmente iguales, al igual qué los autos.

Así jamás encontraré la casa de Harry. Bufó en silencio.

Hermione comenzó a caminar lentamente por la acera, tratando de encontrar algo que pudiera indicarle cual era la casa de Harry.

Siguió caminando, no había nadie por esa calle a quien pudiera preguntarle dónde diablos vivía Harry Potter.

A lo lejos vio como un chico salía de una de las tantas casas y se acercó a un camión que estaba frente a la misma. Era rubio, alto y delgado, tal vez algunos años mayor que ella.

Se preguntó seriamente si debía acercarse a preguntar, el chico tenía una expresión sombría y de gran disgusto.

Respiró ondo y se acercó al chico, lista para recibir una dura mirada.

—Disculpa, ¿Sabes donde vive Harry Potter?

El desconocido se giró hacia ella, su expresión sombría cambió rotundamente a una confundida. No por la pregunta que la joven frente a él le hizo, sino por el sentimiento de familiaridad qué lo golpeó en la cara la verla.

Se sentía tan perdido en ese momento, alguna especie de déja vu se instaló en su mente, tratando de encontrar un recuerdo perdido qué no sabía que tenía hasta ahora. Ella le resultaba tan familiar, tan conocida...

Pero era imposible, el jamás la había visto en su vida, ¿o si?

No podía estar más enredado tanto emocional como mentalmente. Por un lado sentía un tipo de conexión familiar y por el otro desconcierto porque jamás en su vida habia visto a la chica que ahora tenía enfrente.

Un carraspeo lo sacó de su ensoñación, la joven frente a él lo miraba de manera preocupante a la vez que extrañada.


—Disculpa, ¿qué me peguntaste?

Hermione entrecerró sus ojos, algo desconcertada

—Ammm, pregunté si sabes donde vive Harry Potter.

—Yo... No, lo siento. Acabo de mudarme— el chico señaló al camión de mudanzas junto a ellos y Hermione rió levemente al no haberse dado cuenta.

—Ah, esta bien. Gracias de todos modos...

—Peter, soy Peter— el chico mostró una sonrisa por primera vez la cual ella correspondió

—Gracias, Peter.

Hermione dio una última mirada antes de girar sobre sus talones y caminar por donde había llegado.

Peter se quedó mirando la extraña chica, cuyo nombre... Había olvidado preguntar.

—¿Quien es ella?— preguntó una voz tras él, Edmund tenía una de las tantas cajas de la mudanza en sus manos.

—No tengo idea.

Edmund miró a la chica que ahora se ilejaba con los ojos entrecerrados y luego miró a su hermano quien aun no despegaba la mirada

—¡Oye! ¿Vas a ayudarme con las cajas o te quedaras mirándola una hora más?— preguntó Edmund mientras le daba un empujón a su hermano, Peter le arrebató la caja que tenía en manos con una sonrisa ladina y entró a la casa con Edmund tras él.

Harry se apartó de la ventana de su habitación en cuanto vio a Hermione hablando con un desconocido, salió de su habitación rápidamente con la capa de invisibilidad de su padre en la mano y bajó las escaleras del segundo piso con cautela de que sus tíos no lo oyeran.

Salió de la casa y antes de que su mejor amiga pudiera ir a otra casa equivocada, corrió hacia ella.

—¿Adonde vas?—  preguntó Harry sobresaltandola, Hermione se giró hacia él y lo golpeó en el hombro.

—¡No vuelvas hacer eso! ¿Donde estabas? No sabes cuanto tiempo llevo buscándote— decía rápidamente entre jadeos, Harry solo reía de su repentino enojo —¡No te rías! Tuve que preguntarle a tu nuevo vecino donde vivías.

—Si, eso pude notar.

—Por cierto, ¿donde vives?

Harry señaló la casa frente a ellos ante la pregunta de Hermione, provocando qué está retorciera los ojos y Harry soltara una carcajada.

Hermione lo miró incisiva para luego ser traicionada por una sonrisa y se lanzó a los brazos de Harry, lo había extrañado demasiado.

—Feliz cumpleaños, Harry

—Gracias, Hermione, pero es mejor que entremos antes de que mis tíos sepan que salí.

Harry tomó la mochila de Hermione y la colgó en su hombro, al mismo tiempo que colocaba la capa de invisibilidad sobre los dos y entraron a la casa.

El tío Vernon se encontraba sentado en el sofá de la estancia leyendo le periódico, Petunia preparaba algo para el almuerzo del día y Dudley comía algunas galletas mientras veía televisión.

Harry puso su dedo índice en sus labios hacia Hermione quien asintió, ambos subieron con cautela hacia el segundo piso y con éxito llegaron al cuarto de Harry.

—No puedo creer que te perdieras— mencionó Harry mientras colgaba el bolso de Hermione al mismo tiempo que ella se acercó a la jaula de Hedwig para darle pequeñas caricias a la lechuza, quién se relajó ante el tacto.

—Yo no tengo la culpa de que todas las casas en este lugar sean iguales— se defendió la chica sentándose en la cama —¿Y bien, que tal tus vacaciones?

—No hay mucho que contar. El tío Vernon se la pasa refunfuñando por toda la casa y regañándome de vez en cuando, Dudley últimamente no se despega de la televisión y no he hablado mucho con la tía Petunia. He tratado de evitarlos para no tener siquiera alguna conversación con ellos

Hermione suspiró mientras ponía su mano sobre la de Harry en forma de apoyo. Sabía perfectamente la relación de su mejor amigo con sus tíos y primo, y no era la mejor del mundo, sabía el maltrato qué Harry sufría en esa casa pero el lo negaba. Harry era el típico chico que justificaba a sus las acciones de sus tíos.

—¿Y que harás para tu cumpleaños?

—Nada.

—¿como que nada?

Harry suspiró mientras se sentaba a su lado—Hermione, jamás hago nada en mi cumpleaños, no mientras estoy aquí.

—¿Tus tíos jamás celebran tu cumpleaños?— preguntó con un nudo en la garganta

Harry encogió los hombros despreocupado —No.

—Entonces debemos hacer algo. No voy a permitir que pases tu cumpleaños sin hacer nada— Hermione se levantó y caminó por la pequeña habitación buscando una idea en su mente

—Hermione, no haré nada, estoy contigo y es lo único que necesito.

—Pero yo quería-

—Además, Marge vendrá en la noche, así que no podré-

Harry se vio interrumpido por un grito qué vino desde el primer piso, Hermione lo miró asustada, tal vez el tío Vernon descubrió que Hermione estaba allí.

—Esperame aquí, voy a bajar.

—Pero Harry...

—No te muevas de aquí.

Harry cerró la puerta de su habitación con Hermione adentro y bajó rápidamente las escaleras hacia el primer piso, al llegar, casi se hecha a llorar de la frustración.

Marge, la horrible hermana del tío Vernon estaba en la puerta de entrada dejando su sombrilla en el paragüero viejo que estaba en la esquina.

¿Qué hacía allí tan temprano? Se supone que llegaría casi al anochecer.

Al notar la presencia de Harry la expresión de disgusto no se hizo esperar y la de Harry tampoco.

—¿Sigues viviendo aquí?— preguntó Marge con desdén

—Si— respondió Harry simplemente mientras observaba de reojo como Petunia miraba al rechoncho perro de Marge con desagrado.

—No digas sí tan altaneramente, agradece que Vernon te recibió en su casa, estarías en un orfanato si te hubieran dejado en mi puerta— Petunia dirigió su mirada llena de enojo hacia Marge, Vernon desvío la mirada incómodo  y Harry suspiró, sabiendo que tarde o temprano un comentario ofensivo lo iba a recibir

—Pero, por suerte no fue así— Se escuchó una voz. Recostada en el marco de la puerta del comedor, estaba Hermione, con los brazos cruzados y mirando a Marge con notable desprecio.

—¿Quien eres tú?— preguntó Marge. Mirando a la joven de abajo hacia arriba y, por primera vez Dudley despegó sus ojos de la televisión para concentrarse en la discusión

—Soy Hermione Granger— respondió la chica con total orgullo y arrogancia al mismo tiempo, Petunia observó a la niña expectante, con una idea totalmente loca pero no imposible en su cabeza.

¿Y si era ella?

No, tal vez el nombre era solo una coincidencia.

Pero, ¿y si no?

—¿Puede quedarse?— Harry trató de cambiae la conversación, mirando a sus tíos suplicante —Dormirá en mi cama y yo en el suelo si es necesario, por favor— insistió  sin pensarlo dos veces  —solo serán algunos días

—¡Por supuesto que no!— grito Marge metiendo la cucharada. —¡no dejaras que esa niña duerma sola con ese muchacho en su habitación, Vernon! Sería completamente inapropiado— Marge se acercó al hombre tratando de persuadirlo aun más —Seguramente es una problemática igual que el

—¡Ya cállate, Marge!— gritó Petunia cansada de la insoportable mujer —esta es mi casa y yo decido que hacer y que no hacer con respecto a Harry. Después de todo soy su tutora— Marge no dijo más nada bajo la retadora mirada de su cuñada. Petunia miró a los dos chicos quienes parecían sorprendidos ante su actitud —Y si, Harry, tu amiga puede quedarse. Trata de que se sienta lo más cómoda posible en la casa— Petunia mostró, lo que parecía ser, una suave sonrisa.

—Si, tía Petunia— accedió Harry con una sonrisa de agradecimiento a la mujer.

Más tarde Harry se ponía la mesa con la ayuda de Hermione. Petunia servía el estofado en los platos, Vernon y Marge charlaban sobre el trabajo del hombre y Dudley peleaba con el pequeño cachorro de Marge qué al parecer, quería comerse sus galletas.

—¿Te sirvo de esto, Marge?— preguntó Vernon durante el almuerzo mostrando su licor más caro de la alacena, Petunia rodó los ojos.

—Sólo un poco— contestó para después chasquear los dedos a Harry que limpiaba la cocina —¡Tu! Limpia esto— señaló unas migajas de pan regadas en la mesa —Petunia, todo está delicioso, es genial.

—Gracias— contestó Petunia con falso agradecimiento.

—¿Quieres un poco de brandy? Si perrito lindo, solo un poco— Harry y Hermione observaron  con asco lo que hacía la mujer, quien le daba al cachorro un sorbo de brandy... Del mismo vaso qué ella estaba tomando.

A Harry le gustaban los perros y, sabía que el pobre perrito era inocente del acto tan asqueroso qué hacia la mujer.

Que maldito asco.

Debes estar demente como para compartir las  bacterias de tu perro.

—Eso es desagradable— le susurró Hermione a Harry quien asintió sin quitar la mueca de náuseas en su cara, Hermione ya tenía el vómito casi en la garganta.

—¿Que miran?

—Nada—contestaron los dos chicos al unísono

El tiempo se había pasado volando pero aun así, todo en el ambiente empeoró, Marge comenzó a hacer preguntas sobre la escuela de Harry y el tío Vernon se apresuró a decir que Harry estudiaba en una escuela para "chicos problemáticos"

—Oh, entonces imagino que tú también estás en esa escuela, ¿o me equivoco?

Hermione apretó la mandíbula, intentando que de su boca no saliera alguna palabra denigrante, en cambio fingió una sonrisa y asintió

—Así es, señora Dursley. También estudio ahí.

Marge la ignoró y situó su mirada en Petunia.

—¿A que se dedicaba su padre, Petunia?

—Nada. James no trabajaba, él era... Un hombre desempleado— mintió. A pesar de que sabía que James Potter había sido un hombre trabajador a sus cortos 21 años.

—No dudo que era un ebrio.

—¡Es mentira— bramó Hermione hecha cólera.

Ella nunca conoció al padre de Harry por obvias razones, pero sabía lo necesario como para defender el hecho de que James Potter era alguien trabajador y que muchos menos era un ebrio.

Marge miró ofendida a la niña por haberle gritado de tal manera —¿Disculpa?

—El padre de Harry no era un ebrio.

—¿Y tu que vas a saber so- La copa qué Marge sostenía se rompió de repente, sobresaltando a todos. Instantáneamente, Petunia y Vernon miraron a su sobrino y a la chica, ambos negaron, confirmando qué ninguno había utilizado magia.

—No se preocupen, ya le pasó la semana pasada con el Coronel Fubster— Marge le restó importancia al incidente mientras limpiaba su vestido.

—Tal vez sea mejor que ustedes dos suban a la habitación— dijo Vernon entre dientes, Harry no lo pensó dos veces y tomó la mano de Hermione, listo para retirarse.

Pero Marge Dursley no iba a darse por vencida.

—O mejor no— chasqueó los dedos hacia Harry y señaló el charco de brandy sobre la mesa —Limpia.

Harry hizo lo ordenado de mala gana y Hermione decidió sentarse en una de las sillas qué sobraban en la mesa.

—¿Sabes, Petunia? No es por su padre, sino su madre— Petunia miró a la joven, quien devolvió la mirada a la mujer. —Es igual que los perros, si algo malo tiene la perra, también los cachorros.

Hija de...

—¡BASTA, YA BASTA!— Harry explotó —No voy a permitir que siga hablando de esa manera sobre mis padres. ¡No eres nadie para habar de ellos!

—Escúchame bien, Pott- Marge se detuvo a media oración, miró su dedo el cual empezó a inflarse como si de un globo de tratara y, de igual manera, sus extremidades comenzaron a inflarse seguido de su cabeza y por último el resto de su regordete cuerpo

Uno de los botones del vestido de Marge se desprendió, golpeando de lleno a Dudley en la frente.

Vernon comenzó a chillar al ver como Marge flotaba hacia la puerta trasera, Petunia miró a su cuñada sin alguna pizca de pena mientras Harry, Hermione y Dudley tenían la boca abierta a más no poder.

Marge se elevaba cada vez más lejos en el casi anochecido cielo, Vernon seguía gimoteando en el patio y el perro de la Marge ladraba hacia algún punto del cielo.

Harry  aprovechó los lloriqueos de su tío por lo que tomó a Hermione de la muñeca y la arrastró hacia su habitación.

—¿Qué haces, Harry?

—Toma tu mochila, nos iremos de aquí— Harry tomó la jaula de Hedwig con ella dentro, tomó su baúl a medio empacar

—¿Adonde vanos?

—¡Ya pensaré en algo!

Hermione no dijo más nada, se colgó su mochila al hombro y guardó su varita en su bolsillo trasero.

Harry salió rápidamente de su habitación con Hermione pisandole sus talones, en el inicio de la escalera estaba Vernon hecho un manojo de enojo y llanto.

—¡Regresa a Marge! ¡Regresa a mi hermana ahora!

—No lo haré, se merece eso y más.— Entonces, Vernon tomó a Harry del cuello de su chaqueta pero el inmediatamente apuntó su varita directo a su cara. —¡Aléjate de mí! Estoy harto de vivir aquí

—No puedes hacer magia fuera de Hogwarts. ¡Los expulsaran!

—¿Ah, no? Retanos. — dijo Hermione apuntando su varita hacia Vernon. Dudley y Petunia veían expectantes la escena tras Vernon

—Te lo advierto, Potter; no vivirás más aquí si me haces algo.

—Es mejor la calle.

Y con eso último Harry y Hermione salieron de la casa de los Dursley con sus cosas en mano, sin mirar atrás.

¿Que iban a hacer ahora?


¡Al fin he actualizado!

Literalmente tarde cinco malditos días en escribir este capítulo y en actualizar dos meses, pero eso no importa. Lo. Importante es que traje el segundo capítulo editado y modificado.

Que les parece? Les gustó?

Tal vez no haya cambiado muchas cosas pero si las necesarias y creo que esta versión me gusta más.

No olviden votar si les gustó el capitulo y comentar una crítica u opinión al respecto.

Nos leemos pronto!

VENUS✨

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