
𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈
══════ ≫𝐏𝐈𝐋𝐎𝐓𝐎≪ ═══════
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25 de julio, 1993.
Little Whinging
Privet Drive.
Harry Potter estaba en su habitación, aburrido, mirando alrededor de toda su habitación esperando encontrar algo con lo que entretenerse. Hubiera podido jugar con Hedwig pero su lechuza ahora se encontraba, tal vez, con Hermione o Ron, quizás descansado del largo viaje que le tocó recorrer a la blanca lechuza que había salido a entregarle unas cartas a Ron, quien actualmente estaba de vacaciones en Egipto con su familia, visitando a su hermano Bill. El señor Weasley había ganado el sorteo de El gran Galeón de El profeta llevándose el increíble premio de setecientos galeones por lo que la familia Weasley pudo permitirse el lujo de viajar hacia egipto y además de eso; comprarle una varita nueva a Ron. También se mantenía con constante contacto con Hermione, su última carta fue hace más de una semana en donde le relataba como iban sus vacaciones en Francia junto a sus padres y que probablemente el viaje de regreso a Londres sería más pronto de lo previsto.
Se levantó de su cama, ya frustrado de estar en la misma posición mirando las cuatro paredes de su triste y opaca habitación. Se asomó hacia la ventana y recordó con una pequeña sonrisa apenas asomada en su rostro, como el año pasado, Ron, Fred y George llegaron en su auto volador a rescatarlo de sus desagradables tíos. Ojalá pudieran aparecer de nuevo y rescatarlo del fatídico aburrimiento que en estos momentos estaba torturándolo.
Se situó frente a su nochero, el cual se encontraba junto a su cama. Observó todas y cada una de las fotografías con movimientos que reposaban en su nochero, como lo hacía todos los días cuando estaba en la casa de los Dursley. Se había hecho una inevitable costumbre para él mirarlas, le permitía de alguna manera sentirse feliz al verlas, como por ejemplo; la fotografía con movimiento de sus difuntos padres, quienes danzaban espontáneamente, sonriendo y abrazados. Esa foto le gustaba mucho, sentía que de alguna manera, ellos estaban ahí con el, apoyándole y sonriéndole.
Justo diagonal a la foto de sus padres, había otra donde se encontraba él, Hermione, Ron y Draco abrazados por los hombros, sonriendo a la cámara que, si mal no recordaba, Colin Creevey les habia tomando en la torre del reloj el año pasado. Si que le encantaba esa foto.
El podía decir lo muy imprudente y entrometido que a veces era Colín al tomarle fotos a él y sus amigos desprevenidos sin su permiso pero sin duda el chico tenía gran talento para la fotografía.
Había otra fotografía, también en movimiento. La pequeña foto que se encontraba sin marco se la había mandado Hermione no hace más de un mes; eran ella y Ginny, quienes sonreía y hacían muecas graciosas mientras se abrazaban. La foto, claramente había sido tomada con una cámara mágica, había llegado con una corta nota que decía:
"Ginny considera que tu habitación se verá más alegre con esta foto en ella, mantenla en un lugar limpio y mírala cada vez que nos eches de menos a ambas.
Con cariño, Hermione."
Hermione y Ginny se había hecho grandes amigas inesperadamente. Harry realmente llegó a pensar que estás dos en un principio no se llevarían bien por la gran diferencia de carácter y personalidad de ambas, pero tras los sucesos del año pasado, las dos chicas se habían acercado más después de que Ginny se lamentara de mil maneras por la petrificación de Hermione, obviamente la chica jamás la culpó y con el tiempo se hicieron buenas amigas además de que se mantenían en constante contacto en las vacaciones. Ambas a hora ni se despegaban, eran, mejor dicho, uña y mugre.
También entre todas esas fotografías había una que le encantaba también, eran el y Hermione (también abrazados). A veces se ponía a mirarla detenidamente y podía notar que Hermione tenía algunos rasgos físicos parecidos a los de el, a veces pensaba que podría ser así y otras veces que era una idea completamente estúpida así que lo descartaba de inmediato.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por leves picoteos en su ventana, al ver supo que era Hedwig con tres cartas atadas en su pata, supo de inmediato que eran de sus amigos y una amplia sonrisa se dibujó en su rostro, dejó entrar a Hedwig y desató las cartas de su pata para darle un poco de las galletas que había tomado del gabinete de la cocina a escondidas de Dudley para evitar un berrinche de su parte. Las galletas estaban en su nochero y tomó una de las cartas, cuando abrió una reconoció de inmediato la desaliñada caligrafía de Ron y empezó a leerla
Hey, Harry
¿Como estas?, espero que bien, yo lo estoy, quería contarte todo lo que ha pasado en la última semana. Mamá ha estado en constante caos con Ginny, no dejó que Ginny entrará a las pirámides y a las tumbas y se enojó por eso, fue divertido ver su cara incluso más roja que su propio pelo.
Por cierto, ¡Tengo noticias! Papá decidió regresar antes por lo que pensé que tal vez podrías pasar el resto de las vacaciones en la madriguera, mamá estuvo de acuerdo en insistió en invitar también a Hermione y Draco, sinceramente espero que Draco logré inventarme una gran mentira a su padre para que pueda ir.
Espero de verdad que puedan venir, Fred y George planean un partido de Quidditch para cuando vengan y dijeron que harían que Hermione se montará en una escoba de cualquier forma y quiero ver eso, espero con ansias su llegada.
Te extraña, Ron.
PD: Te mandé también una bolsa de dulces y algunas cosas geniales que compre aquí en Egipto, es mi regalo adelantado por no poder estar en tu cumpleaños, adiós amigo.
No pudo evitar sonreír al leer la carta del pelirrojo y le respondió rápidamente, luego abrió apresurado la carta de Hermione, la cual era la de una bonita caligrafía.
Hola, Harry
¿Como has estado?, espero que bien, la verdad ¡Ya quiero regresar a Londres! He hablado con Draco y Ron, Ron me ha dicho que la señora Weasley nos invitó a pasar el resto de días de vacaciones en la madriguera ¡Y eso me emociona! Sería la primera vez que voy a la madriguera.
Como te comenté antes, regresaré antes de lo previsto. No voy a negarte que las vacaciones fueron increíbles pero mis padres destruyeron lo divertido de las vacaciones y he estado algo... triste desde entonces. Honestamente me gustaría mucho contartelo, Harry porque creo que sino estallaré de la desesperación. No sería apropiado por carta, así que iré a visitarte, específicamente en tu cumpleaños ¡quita esa cara Harry Potter! Me las arreglaré para que tus tíos no se vuelvan locos por mi presencia, entraré por la ventana o tal vez podamos usar tu capa, ciertamente no lo sé, espero que no te moleste mi visita pero enserio necesito hablar contigo, estaré en tu casa a las 10:30 a.m. a más tardar.
Te quiere, Hermione.
Honestamente estaba sorprendido. Hermione jamás había ido a su casa y el hecho de que lo visitaría inesperadamente lo desconcertó por completo. Además, ¿Que era eso tan importante que ella tenía que decirle como para tener que visitarlo? Le causaba mucha curiosidad.
Miró su habitación.
¡Era un maldito desastre!
¡¿Como iba a recibir a Hermione con ese desastre?!
Tras leer la carta de Malfoy que ciertamente no decía mucho, además de que trataría de inventarle una mentira a su padre para poder ir a la madriguera y que seguramente su madre lo ayudaría. Escribió las contestaciones a sus tres amigos antes de que pudiera olvidarse por completo, más tarde mandaría a Hedwig para entregarlas, por ahora dejaría descansar a su pobre lechuza. Rápidamente, sacó sus walkman y unos audífonos de uno de sus cajones, se puso los audífonos mientras enganchaba el reproductor en el bolsillo trasero de su pantalón, entonces empezó a escucharse Every breath you take en los audífonos. Se puso a limpiar su habitación, recoger calcetines del piso, guardar la ropa limpia encima de una pequeña silla que debió guardar como hace tres días y sacudir el polvo de su nochero. La puerta fue abierta bruscamente que fue interrumpido por sus tíos y su primo entrando a su habitación
—¿Qué estas haciendo, Potter?— preguntó su tío Vernon entrando a su habitación junto con la tía Petunia y Dudley
—Limpiando mi habitacion ¿Que no es obvio?— preguntó con obviedad en su voz mientras ponía sus audífonos en su cuello y al notar el desconcierto en los rostros de sus tíos, ya que, muy pocas veces limpiaba su habitación, agregó. —quiero dejarla ordenada y limpia antes de regresar a la escuela— mintió. Procesó lo que había dicho y se golpeó tres veces con la ventana mentalmente, ¿Enserio, dejar su habitación limpia antes de regresar a la escuela? ¡Literalmente faltaba un mes para eso, aunque ciertamente el trío de Dursley pareció tragarse la mentira sin siquiera masticarla. Obviamente tampoco iba adecirles que su mejor amiga iría a visitarlo en unos días, serían capaces de echarla.
Entonces la bombilla de Harry se encendió.
—Tío Vernon, ¿Me dejarías salir en mi cumpleaños? Prometo que me portaré bien y haré todos los quehaceres.
—¿No hablas enserio o si?— Vernon rió escandalosamente, pero al ver la expresión del chico supo que no era una broma. Su semblante cambió —¡Por supuesto que no! No permitiré que salgas y cometas una locura con esa... Magia tuya.
—¡Por favor! Prometo que me comportaré y no haré ninguna tontería que pueda meterte en problemas— dijo Harry casi poniéndose de rodillas y suplicar —de todos modos tampoco es que pueda hacer magia fuera de la escuela, soy menor.
Vernon miró a Petunia quien miraba a su sobrino de una manera en que a Harry se le hizo imposible descifrar. La mujer suspiró resignada y asintió hacia Vernon
—¡De acuerdo! Tienes permiso de salir ese día— Harry sonrió de inmediato, estaba tan feliz que incluso quiso abrazar al hombre pero de inmediato descartó esa idea. Vernon interrumpió su festejo y dijo:
—Dejaré que salgas las horas que quieras, en cuanto a tu comportamiento m cuando venga Marge, así que portate bien porque viene el miércoles— ¡menuda suerte! Había olvidado que la horrible hermana del tío Vernon vendría justamente, el día de su cumpleaños.
—Lo haré si ella lo hace— respondió el chico con amargura, borrando cualquier emoción de felicidad que segundos antes tenía
—Escucha, Potter, no quiero problemas ¿de acuerdo? Si algo sale mal juro que no volverás a ese maldito colegio— y con eso el tío Vernon se fue con Petunia detrás
Harry estaba molesto, pero debía comportarse con la horrible hermana de su tío para que lo dejarán salir en su cumpleaños y así mantener a Hermione lo más lejos posible de sus tíos y su casa.
se fijó en su primo, quien miraba una de las fotografías que había en su nochero, para ser más específicos; la fotografía sin marco y en movimiento de Ginny y Hermione juntas
—¿Quiénes son ellas?— preguntó embelesado sin quitar la mirada de la foto.
—Son mis amigas, Ginny y Hermione ¿Por qué?— encarnó una ceja curioso
—¿En serio son tus amigas? Son... Lindas. — dijo sin más. Harry alzó una ceja y no iba a negar que le sorprendió el comentario de su primo ya que este solía decir que las mujeres eran un asco.
¿La pubertad tal vez?
Aunque siendo honesto, el comentario de Dudley lo incómodo, estaba hablando de sus amigas. ¡Era completamente repugnante viniendo de el!
—¿Te gustan?— preguntó con incredulidad
—Tal vez— dijo antes de irse corriendo de su habitación dejando atónito al azabache.
Harry rodó los ojos, Dudley aveces podía ser bastante extraño.
Deslizó de nuevo sus audífonos a sus orejas y dejó que la música inundará sus oídos mientras continuaba limpiando su habitación.
25 de julio, 1993
Barnet
Finchley.
Peter Pevensie caminaba a grandes zancadas por una acera de Finchley, al mismo tiempo sus tres hermanos menores caminaban tras el tratando de seguirle el ritmo.
—Enserio Peter, esto tiene que parar. ¡Ya van dos peleas en una semana!— reprochó su hermana Susan, quien no había parado de reprenderlo desde que salieron de la escuela.
—Cierra la boca, Susan.
—Al menos deberías darme las gracias, ¿No? Después de todo si no te hubiera ayudado esos dos ya te habrían hecho pedazos— dijo su hermano Edmund quien caminaba tranquilamente tras el a diferencia de sus dos hermanas que casi iban corriendo
—Lo tenía controlado— contesto Peter de mala gana. Luego suspiró cansado y se giró hacia sus tres hermanos —¿No están cansados de que siempre los traten como niños?
—Somos niños— dijo Edmund con obviedad, Peter lo miró mal para seguir caminando, está vez sin apuro
—Si, pero no siempre lo fui. Ya pasaron dos años— volvió a girarse hacia sus hermanos —¿Cuanto más tiempo nos hará esperar?
—Creo que es tiempo de acostumbrarnos a nuestra vida aquí— Susan dio un paso hacia Peter y puso una mano en su hombro de manera reconfortante —En ese entonces solo tenías trece años Peter, debes superarlo.
—Como si fuéramos muy mayores— comentó Lucy con sarcasmo provocando una risa de Edmund que trato sofocarla con tos falsa.
—Pero una vez fuimos adultos, Lucy. ¿Ya lo olvidaste? No pueden pedirme que lo supere o simplemente lo olvidé, Narnia es parte de mi y siempre lo será— sin una palabra más que decir, el rubio siguió caminando hacia su hogar.
En cuanto los hermanos Pevensie llegaron, dejaron sus mochilas a un lado de la puerta y caminaron hasta la sala de estar donde se oía más de una voz, encontraron con su madre, Helen junto a su padre Walter quien llevaba su uniforme militar.
—¡Papá!— Edmund y Lucy fueron los primeros en correr hacia el y darle un abrazo rompe costillas, el hombre los recibió alegremente.
Si que había extrañado a sus pequeños
Walter dejó a sus dos hijos menores para recibir a los mayores igual de alegre, Helen sonreía al ver tan lindo momento.
—¿Que haces aquí? Pensé que no vendrías hasta septiembre— cuestionó Lucy mientras se quitaba su el suéter de su uniforme junto con el listón
Walter miró a su esposa vacilante, ella le dio una mirada nerviosa.
—Emmm... Verás, Lu. Nos dieron dos semanas de descanso para visitar a nuestras familias, ha habido mucho trabajo en la milicia últimamente— la pequeña entrecerró los ojos, sabía que esa no era toda la verdad y Susan pareció notarlo también porque su expresión era igual —pero mejor no hablemos de eso. Su madre y yo les tenemos una gran noticia.
Helen les indicó a sus cuatro hijos que se sentarán en los sofás, los cuatro chicos esperaron pacientes y expectantes la noticia.
—Su padre y yo hemos... Encontrado una linda casa en un lindo lugar y...
—Chicos, vamos a mudarnos, nos iremos de Finchley— culmino Walter con una sonrisa cerrada.
Los cuatro chicos estallaron
—¡¿Mudarnos?!
—Niños se que esto es algo repentino pero les aseguro que es para darles lo mejor a ustedes. Es una casa muy linda y grande, además de que es en un lugar muy tranquilo.
—No lo entiendo. ¿Por que ahora? ¿Por que tan de repente?— preguntó Edmund poniéndose de pie
—¿Creen que es apropiado mudarnos? Estamos a pleno mitad de año— siguió Susan igual de desconcertada. El hecho de que su padre haya venido inesperadamente por unas "vacaciones" le era completamente sospechoso y más el hecho de que repentinamente sus padres quieran irse de Finchley, literalmente había vivido ahí sus cortos 14 años.
—Niños lo único que deben saber, es que este será un cambio para bien; para todos nosotros y en cuanto a la escuela, podrán ir a la más cercana de allá
—Y es mejor que preparen todo desde hoy mismo— dijo Helen con una sonrisa —¡Nos mudaremos en una semana!
—¿Una semana?— Lucy preguntó, totalmente incrédula
—A todo este asunto, ¿Hacia donde nos mudaremos?— pregunto Peter
—Iremos a Little Whinging, es un lindo lugar en el condado de Surrey.
Aclaraciones: El nombre real del padre de los Pevensie no existe, solo es conocido como el señor Pevensie por lo que yo le puse uno.
Los Pevensie no son del año 192x sino mucho después, por lo que cuando los Pevensie entraron al armario fue en 1991, el mismo año en el que Harry Potter entro a Hogwarts.
Algunos de los personajes no tendrán las mismas actitudes como en los libros o las películas, al igual como este fanfic no será tan adaptada a ellos, por lo que no te sorprendas si hay cambios o modificaciones.
Espero que hayas disfrutado esta nueva versión del Fanfic, pronto estaré resubiendo el segundo, no olvida votar y comentar que te pareció.
Sin más que decir, nos leemos pronto. Los quiere...
✨VENUS✨
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