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Capítulo 25
【 Locura o Grandeza 】
"Locura y grandeza, son dos caras de la misma moneda, cada vez que un Targaryen nace, los dioses lanzan una moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de qué lado caerá..."
- Canción de hielo y fuego.
Nymeria Targaryen se encontraba acurrucada en uno de los sillones de su habitación, observaba las estrellas a través del gran ventanal, pensativa, su mano derecha no dejaba de jugar con el collar que Malfoy le había regalado. Después de lo sucedido en los jardines del castillo no pudieron volver a conversar en toda la noche.
La joven heredera cerro sus ojos dejando escapar un suspiro mientras recordaba.
Había intentado regresar al Salón pero Draco se lo impidió, la atrajo hacia él y finalmente plantó sus labios sobre los de ella. Nymeria sintió una emoción desmedida que le recorría el cuerpo y correspondió casi al instante, jamás imagino que disfrutaría tanto besar a un chico que en ocasiones no toleraba y en otras le parecía alguien diferente. No le importó que podían verlos, en ese momento los jardines estaban solos por completo.
Se separaron por varios segundos, mirándose a los ojos, ambos sonrieron. El rubio intento besarla una vez más pero Nymeria se lo impidió, cubriendo con su mano los labios del muchacho, la mirada gris confundida de él, la hizo echarse a reír.
— Espera... Vamos un poco rápido, no nos hemos hablado desde hace semanas — sintió a Draco sonreír por sus palabras, el muchacho tomó la mano de Nymeria y depósito un beso en esta.
— Le has quitado lo divertido Targaryen — Nymeria negó y dejó escapar una sonrisita — Me disculpó, no podia dejar ir la oportunidad de besarte... — de pronto su voz se torno un poco temblorosa — Me gustas, Nymeria. Desde el día que te ví en el tren...
— Algo en mi lo sabía. — la princesa rió nerviosa — ¿Por qué me llamaste loca, entonces?
Pregunto en tono divertido. Él le sonrió con sorna.
— Debía llamar tu atención de alguna manera. La verdadera pregunta es: ¿Cómo es que terminaste siendo amiga de Potter y...?
— Es un asunto complicado. En otra ocasión te lo contaré con más calma — respondió rápidamente — Amm, nunca dije gracias por no delatarme cuando escondía a Syrax en el bosque, fue muy arriesgado para ambos.
— Era divertido acompañarte. — dijo sonriente — jamás te hubiera podido delatar, te moleste con eso y lo lamento.
— ¿Por qué inventaste que nos habíamos besado la noche en que Sirius Black irrumpió en el castillo? — pregunto Nymeria curiosa, Draco negó con la cabeza.
— No lo invente yo. — aseguró — ese día estúpidamente pensé que le habías contado mi secreto a Potter, admito que me sentí un tanto traicionado.
— Eres un poco dramático. ¿Lo sabias?
— Claro que no. — expresó ofendido provocando que Nymeria riera.
— Jamás te podría delatar — pronunció Nymeria, posteriormente dijo: — Ahora estoy segura de algo, mis secretos están a salvo contigo y tus secretos, están a salvo conmigo.
— ¿Estas dispuesta a guardar cualquier secreto del gran Draco Malfoy? — él rubio sonrió ampliamente, en cambio Nymeria rodo los ojos y después negó divertida.
— Estoy dispuesta, gran Draco Malfoy... y usted, ¿esta dispuesto a guarda cualquier secreto de la futura reina de Dragonstone?
— Estoy dispuesto, reina. — la princesa sonrió, lo atrajo hacia ella para besarlo de nuevo.
Nymeria sostuvo el collar frente a ella, ¿estaba bien o mal? ¿Se dejó llevar por un momento fugaz? ¿Deberia arrepentirse y evitar problemas? La situación se volvía un tanto difícil para ella, porque la verdad era que no quería alejarse, lo supo en el momento que aceptó bailar con él. Optó por irse a dormir y dejar de pensar en eso.
Al día siguiente, se levantó a primera hora, decidio tomar el desayuno junto a Hermione en la habitación, aun no estaba segura de la decision que había tomado con respecto a Malfoy, por lo que prefería no encontrarse con él, cuando terminaron de comer ambas amigas se dirigieron a Pozo Dragón.
Nymeria se preguntaba dónde estaba Daenyra, encontró a su tía Amy por los pasillos, quien le dijo que no tenía idea de adónde había ido Nyra. De alguna manera ya imaginaba dónde se había metido, y eso le causaba una gran satisfacción.
Hermione leía atenta un libro que la rubia le había prestado de la biblioteca del castillo, le dijo que más tarde podían regresar y tomar los que ella quisiera, puesto que aquel era su último día en Dragonstone. El carro avanzaba hacia Pozo Dragón, Nymeria observaba por las pequeñas ventanas, hasta que finalmente habló.
— Tenías razón. — murmuro. La castaña levanto su cabeza en dirección a Nymeria.
— ¿A que te refieres? — pregunto apartando el libro.
— Mi padre me lo ha advertido, mi madre y también tú, quiero decir, esta claro que no es buena idea que me involucre con Draco... — murmura jugando con sus dedos. — Quizá solo es algo fugaz.
— Imaginé que tardarías más en reflexionar. — Hermione esbozo una sonrisa — Solo es pasajero, ya veras. Quiero pensar que así es de dramático el asunto de los chicos, al final del día somos adolescentes.
El carro se detuvo y ambas bajaron de este. Hermione abrazo el libro, mientras Nymeria se enganchaba de la castaña para avanzar juntas, subieron las escaleras mientras el viento despeinaba su cabello.
— Hablare con él de frente, no quiero ser cruel y enviarle una carta diciendo que siempre no. — Nymeria respiro hondo y le sonrió.
— ¿Por qué de pronto cambiaste de opinión? — inquirió la castaña con curiosidad.
Nymeria cerro la puerta de su habitación con una sonrisa en el rostro, se quito los aretes y los arrojó en el joyero, escucho como llamaban a la puerta, seguro eran sus doncellas.
— ¡Adelante! — concedió.
— No terminamos de conversar en el jardín — Nymeria se apoyo con ambas manos en el tocador e hizo una mueca al escuchar la voz de Daenyra.
— Si. Dices que tengo un deber ahora, bien lo tengo, y estoy consiente de eso, ¿algo más? — la rubia retiro las orquillas que sostenían su cabello y tiara e hizo un gesto al retirar la primera.
— ¿Ya lo sabias? — pregunto Daenyra.
— No puedo decirte. — dijo Nymeria tajante.
— No sé que te dijo mi padre...
— ¡Mamá basta! — suspiro Nymeria desesperada — ¿Te has puesto a pensar en lo que quiero? No, jamás. El abuelo me consultó, y acepte ser su heredera, porque quiero serlo.
— No han pasado ni siquiera veinticuatro horas y mirate. ¿Crees que es sencilla la posición en la que ambas estamos? No Nymeria, el trono es el lugar más inseguro que existe, no sabes quienes están de tu lado y quienes no, muchos te han jurado lealtad el día hoy, pero solo unos pocos tienen intención de cumplir con su palabra...
— Porque no vas al punto que quieres llegar, si mamá, Draco y yo estábamos solos en los jardines, besandonos, cosa que no tiene nada de malo...
— ¿Ah, si? pues esa es la percepción que tu tienes, pero no la de todos ¿odiabas ser una princesa? ¡Sorpresa Nymeria! Vas a odiarlo aún más, todos estarán al pendiente de lo que haces, dices y quieres, la libertad de la que antes disfrutabas dejara de existir, ahora eres el centro de atención y cada persona que no te quiere en el trono buscara lo mínimo para sacarte. No tengo nada en contra del muchacho, pero por algo su padre estaba tan interesado en que se prometiera con una Targaryen, si de verdad quieres esto tendrás que comenzar a ser más observadora con los que te rodean y descubrir que intenciones tienen en lugar de otorgar tu confianza de la manera más estúpida, eres un Dragón, se uno...
— Ya te lo he dicho Granger, ya han sido suficientes advertencias. — La rubia cambio el tema enseguida — vamos que a Syrax le encantará estirar las alas.
— ¿¡Qué!? — Nymeria jalo a la castaña hasta las puertas de Pozo Dragón, en dónde Syrax era liberada por sus cuidadores.
— ¡Ven! — las dos se acercaron a la dragona de escamas doradas, qué buscó el contacto de su jinete, Nymeria ensanchó su sonrisa.
La rubia subió de un salto y se acomodo rápidamente, extendió su mano hacia Hermione, la castaña respiro hondo, dejó el libro en manos de uno de los guardias y posteriormente salto para alcanzar la mano de Nymeria, le costó solo un poco subir.
— ¿Lista? — pregunto la princesa.
— Si, eso creo...
— Sōves, Syrax! — la dragona extendió sus alas y emprendió vuelo, sorprendentemente Hermione no sintió tanto temor como pensó, era una experiencia poco usual y extraordinaria. — ¡Terminaras apestando a Dragón! — grito Nymeria divertida.
— ¡No sabía que eso era posible! — respondió la castaña.
— ¡Lo és!
── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ──
Daenyra Targaryen había decidido salir a primera hora de la mañana sin siquiera avisar, la yegua que montaba, cabalgaba con lentitud, y es que la realidad era que Nyra no estaba segura de lo que invadía su mente, pensaba y teorizaba muchas situaciones en su cabeza, pero ninguna de ellas era positiva o benéfica para su hija.
Nymeria por supuesto siempre será su mayor preocupación, pero justo ahora comenzaba a cargar una enorme responsabilidad de la cual no estaba del todo consciente, era joven y avispada, atravesaba una edad en la que podía llegar a ser impulsiva y no pensar en los consecuencias de sus actos.
Después estaba su familia, quienes no dejarían ir la humillación tan fácil, Viserys les arrebató aquello que tanto anhelaban para dárselo a Nymeria, quizá entendía el punto de su padre, Aegon y Shaera son despreciables, pero ¿Por qué meter a su hija? ¿Para que encadenarla a un destino que jamás pidió?
La yegua se detuvo y Nyra se deslizó hasta tocar el suelo, la amarro muy bien a una rama, para después caminar en dirección a la cabaña escondida en el bosque, elevó una ceja al no ver a Buckbeak cerca. Respiro hondo y tocó un par de veces la puerta.
— Soy Daenyra... — apenas pronunció su nombre, en cuestión de segundo la puerta se abrió. Sirius Black apareció en el marco y sonrió ampliamente.
— Pasa. — la rubia elevó sus labios en una pequeña sonrisa y entró sin decir nada, se detuvo al instante al ver a Buckbeak recostado dentro de la cabaña. Sirius cerro la puerta tras de él. — ¿Qué? Es la única compañia que tengo...
— No he dicho nada al respecto... te ves mucho mejor que la última vez — comentó Nyra, Sirius esbozo una amplia sonrisa — He venido porque...
— ¡Por Merlin, Nymeria se veía preciosa, me hubiera gustado poder acercarme! — comentó emocionado, la sonrisa de Nyra se borro — ¿No?
— ¿¡Saliste de la cabaña!? — Nyra subió el tono de su voz al grado de que Sirius retrocedió, la mujer era más bajita que él, pero aún así era mejor buscar huir si algo la ponía furiosa — ¡Cuando te traje aquí, te pedí estrictamente que no salieras para nada! ¿sabes cuantas personas del ministerio asistieron a esa ceremonia? ¡Pudieron reconocerte, inconciente! Tu hija y tú son tan parecidos...
— ¡Queria ver a mi hija! — respondió desesperado — ¡Estuve pudriéndome en Azkaban por doce años! Ya perdí suficiente...
— Y si no obedeces mis indicaciones perderás mucho más, Nymeria nos necesita, por eso estoy aquí...
— ¿Ha sucedido algo malo con ella?
— La ceremonia. Era en realidad su nombramiento, mi padre la ha nombrado su sucesora — los ojos de Sirius se abrieron llenos de sorpresa. — Nymeria algún día ascenderá al trono como una Targaryen, pero conozco a mi familia lo suficiente, no lo permitirán...
— Por supuesto que lo hará... ¿qué hay que hacer?
— Primero, demostrar tu inocencia, tenemos que encontrar a Colagusano. Sin la rata, estamos jodidos... Segundo, velar por la seguridad de Nymeria, volveré a Hogwarts, ya he hablado con Dumbledore al respecto y está de acuerdo. Tercero, aliados, estoy segura de qué mi hermano, Rhaegar me apoyará en buscar una buena alianza...
— Espera ¿No es muy precipitado hablar de una guerra? — pregunto preocupado.
— No — afirmó — cuando los Targaryen desean algo, lo consiguen, con fuego y sangre.
— A veces olvido lo loca qué está tú família, iré con ustedes, ya encontrare un lugar...
— No, no, no. — pidió Daenyra — aquí estas más seguro, ya veremos cómo puedes ayudarme... Por lo pronto quédate aquí.
— Lo intentaré — Sirius se acercó a su esposa mirándola a los ojos — Pero, si es necesario, no dudare en salir de mi escondite y asegurarme de qué estén bien.
Nyra percibió de inmediato las intenciones de Sirius, por lo que lo abrazo antes de qué intentara besarla, él hombre la estrecho entre sus brazo cómo su fuera él última día, mientras acariciaba él cabello platinado y le deposito un beso la cabeza.
— Mi amada, Khalessi.
── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ──
El paseo con Syrax había terminado, sin embargo tanto pronto la dragona volvió dentro de Pozo Dragón, comenzó a rugir furiosa. Nymeria no entendía porque, quizá quería continuar con su vuelo, pero justo ahora aún faltaban algunos sitios por mostrarle a Hermione.
Las dos estaban por bajar la escalinata cuando Daella apareció subiendo escalón por escalón completamente cansada. Se detuvo frente a Nymeria y Hermione.
— ¿Por qué no fuiste a despedirte de los Malfoy? Acaban de irse está mañana — comentó cansada.
— ¿QUÉ? No sabía que se iban hoy... — expresó Nymeria sorprendida.
— Draco quería despedirse, fuimos a buscarte pero no estabas, se le veía decepcionado, dijo que por mera idiotez no lo hizo una vez. Bueno no lo dijo así, pero se entiende... También dijo que esperaba verte en los Mundiales, son el siguiente més y qué iba escribirte. — Daella sonrió.
Nymeria asintió pensativa, ahora mismo se sentía algo abrumada, cómo ya había dicho era cruel decirle que no por medio de una carta.
— Gracias, Ella.
— Se la pasaron muy bien anoche ¿eh?
— Si, amm, no es para tanto.
— La foto dice otra cosa — rió Daella con inocencia.
— ¿Qué foto? — pregunto nerviosa.
— Pues la foto, la qué aparece en el diario "El Profeta" de los dos bailando, además dice que fueron vistos en los jardines del castillo... besándose. Aseguran que las casas Malfoy y Targaryen... — Daella fue bajando el volumen de su voz. — Es nota internacional.
— ¡Soy una estúpida! Mi madre va matarme, me lo advirtió y ahora sucede esto... — dijo Nymeria sintiendo la ansiedad apoderarse de ella.
— Nymeria, está bien, puedes decir que es una mentira, podemos averiguar quién escribió la nota y...
— Hermione, Harry ¿Recibe una copia? — la castaña negó.
— Pero los Weasley si...
— Oh, no, no, no. — ahora todo el mundo mágico quizá estaba especulando qué clase de negocios tenían ambas familias. Daella trago saliva y miro cautelosa a Nymeria. — ¿Hay algo más cierto?
— Bueno... El artículo dice que... Bueno, posiblemente la casa del dragon se divida, tal como paso durante el ascenso de Rhaenyra Targaryen, teorizan una Segunda Danza de dragones... Pero obviamente son mentiras, nada de eso es verdad.
— ¿Danza de dragones? — pregunto Hermione.
— La guerra civil de los Targaryen — aclaro Daella.
— Todo se remonta al reinado de Viserys I, quien no tuvo hijos varones con su primer esposa, Aemma, por lo que nombró a su única hija heredera al trono de hierro, Rhaenyra Targaryen, sin embargo, el rey había contraído matrimonio por segunda ocasión con Lady Alicent Hightower, misma qué le dio cuatro hijos más, tres varones y una mujer, cuando el rey murió, la reina Alicent y su padre Otto, usurparon el trono de Rhaenyra, coronando a su medio hermano, Aegon II. Aquel suceso dividió a los Targaryen en dos bandos distintos, los negros, quienes apoyaban a la reina legitima, Rhaenyra, y los Verdes, partidarios del usurpador.
>> La Danza de Dragones fue una guerra tan sangrienta qué casi exterminó a nuestros dragones, cobro la vida de muchas personas y surgió una enorme crisis económica en el reino — Nymeria hizo una pausa — Rhaenyra venció a los verdes, y paso a la historia como la primer mujer en ser coronada reina. Mi dragona, Syrax, fue nombrada en honor a la dragona qué alguna vez Rhaenyra I monto. Hacer mención de un suceso historico como este, no es un juego para mi reino, todos temen que los Targaryen enloquezcan y quemen el mundo como Aerys el rey loco lo quería... Justo ahora mismo todos se deben estar preguntando que cara de la moneda cayó cuando yo nací...
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Holaaa
Hoy tocó un capítulo cortito.
Trataré de actualizar a la semana pero no prometo nada.
Ya estamos por saltar a los mundiales, por lo tanto Harry y Nymeria volverán a verse después de un verano lleno de locura. Ahorita mismo todos andan en el chismesito ignorando que cierto sin nariz ya anda por ahí, por lo que nadie sabe que se los va cargar ya saben que...
Me gustaría que dajaran su opinión, si les gusta la historia, teorías que tengan, que les ha parecido hasta el momento, sus comentarios me ayudaban a saber que tal voy.
Sin más que decir, ni añadir.
Los leo (espero) muy pronto 💋
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