Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

━━━ 03

Capítulo 3
【Granger y Weasley】

Era el último día de vacaciones, Harry había perdido toda esperanza de ver a Hermione y a Ron, durante los días anteriores los buscó en el Callejón Diagon e incluso se encontraron con Neville Longbottom, pero no logró topar con sus amigos. No se dasanimo pues Nymeria lo acompaño la mayoría del tiempo.

Justo ahora habian salido a perderse entre la multitud del Callejón Diagon.

Nymeria no podía parar de reír cuando le contó de aquella ocasión en la que salió junto a la familia de Ron y viajó por primera vez a través de Red Flu, en lugar de decir Callejón Diagon, dijo Diagonal.

— Que inocente eres algunas veces — comentó Nymeria partiéndose de la risa. — Imaginé tus anteojos cubiertos de tierra.

Pasaron nuevamente frente a la tienda que mantenía en exhibición la Saeta de Fuego, Nymeria comprendia lo mucho que el chico deseaba tal escoba.

— Vamos por un helado ¿Te parece? — Harry asintio, así que caminarón en dirección a la heladería. — Estoy algo nerviosa, mañana será mi primer día en Hogwarts.

— Bueno, ahora tienes un amigo.

— Es cierto, Potter. Que honor el tuyo ser mi primer amigo aquí — sonrió la joven, mientras caminaba hacia atrás.

— ¡Harry! ¡HARRY! — el chico miro hacia donde provenían las voces, el rostro de Harry se iluminó aún más.

Allí estaban los dos, sentados en la terraza de la heladería, Ron más pecoso que nunca y Hermione muy morena. Los dos lo llamaban con la mano.

— Ven — Harry tomó de la mano a Nymeria haciendo que diera la vuelta y la jalo hasta donde se encontraban sus amigos.

— ¡Por fin! — sonrió Ron de oreja a oreja. — Hemos estado en el Caldero Chorreante pero nos han dicho que habías salido y luego hemos ido a Flourish y Blotts, y al establecimiento de la señora Malkin y...

— Compre todo el material escolar la semana pasada, fui junto con Nymeria — señalo con la cabeza a la rubia, quien saludo alegremente con la mano. — Nymeria, ellos son Ron y Hermione.

— Mucho gusto, soy Hermione Granger — se levantó la castaña de su lugar y le ofreció su mano a la rubia. Quien sonrió y aceptó el saludo.

— Igualmente, Granger. Potter se ha pasado todos estos días hablando maravillas de ustedes. — comentó mirando al pelinegro. Mientras los tres tomaban asiento.

— ¿Eres pariente de Malfoy? — preguntó el pelirrojo.

— ¡Ron! — lo reprendió la castaña.

— ¿Qué? No pude evitar preguntar.

— Mm, no. Soy una Targaryen, no una Malfoy — los dos la miraron sorprendidos, Harry no entendió porque — Tú debes ser un Weasley, conocí a tu hermano Charlie cuando visitó Dragonstone.

— ¡Por Merlin! ¿Habra una clase de Dragones? ¿Por eso el libro de Alto Valyrio? — inquirió Ron emocionado.

— No — rió Nymeria — solo Alto Valyrio. Mi madre será la encargada de impartir la materia.

— ¡Wow!

— No sabia que los miembros de la realeza podían entrar a Hogwarts, Ni mucho menos que fuesen profesores.— comentó Hermione.

— ¿¡Qué!? — preguntó Harry sorprendido, mirando a la joven rubia.

— No prestas atención a tus clases, Potter — dijo Nymeria divertida — muy pocos lo hacen, en realidad somos la excepción, mi madre también estudio ahí. De echo también estoy intrigada en porque de pronto cambie de escuela y vinimos aquí.

— Es cierto que todos los miembros de los Targaryen tienen un dragón — comentó Ron, Nymeria asintió — ¿Tú tienes uno?

— Si, es una dragona, su nombre es Syrax. ¡Yo misma la reclame! — sonrió orgullosa.

Harry miro a la rubia completamente impactado, no dejaba de sorprenderlo, ¿Una princesa? Era una jodida locura.

— Por cierto ¿Comó se enterarón que me hospedaba en el Caldero Chorreante? — preguntó desviando la mirada de Nymeria.

— Mi padre — respondió Ron.

— ¿Es verdad que Inflaste a tu tía, Harry? — preguntó Hermione completamente sería. Nymeria no logro retener la carcajada, Harry hacia cada cosa que no podía evitar reírse.

— Fue sin querer — respondió Harry mientras Ron se partía de la risa junto con Nymeria — Perdí el control.

— Oigan no tiene gracia. — pero Nymeria y Ron se reían sin parar — me sorprende que no te hayan expulsado.

— A mi también — admitió el chico — no sólo expulsado, lo que más temia era ser arrestado. ¿No sabrá tu padre porque Fudge me ha perdonado el castigo?

Se dirigió a Ron.

— Probablemente, porque eres tú.
¿No puede ser ese el motivo? — encogió los hombros sin dejar se reírse, pero Nymeria guardo silencio manteniendo una ligera sonrisa — El famoso Harry Potter. No quiero enterarme de lo que me haría a mi el ministerio si se me ocurriera inflar a mi tía. Pero primero me tendrían que desenterrar, porque mi madre me habria matado. De cualquier manera, tú mismo le puedes preguntar a mi padre esta tarde. ¡Esta noche nos alojamos también en el Caldero Chorreante! Mañana podran venir con nosotros a King's Cross ¡Ah, y Hermione también se aloja allí!

Después de charlar, comer helado y molestar a Hermione por todas la materias que iba tomar (a Nymeria le pareció sorprendente, pero no dijo nada) los cuatro se dirigieron a la tienda de animales. Ron quería que revisaran a su rata "Scabbers" al parecer había enfermado y Hermione quería comprarse un búho. Mientras Ron y Harry se acercaron al mostrador, Nymeria prefirió seguir a Hermione y ayudarla a buscar un búho. Posiblemente también comprar uno para ella.

— ¿Cómo es que Harry y tú coincidieron? — preguntó Hermione sin titubeos.

— Bueno, recién habíamos llegado mi madre y yo de Dragonstone, salí a pasear ya que en el Caldero Chorreante no hay mucho que hacer, me lo encontre admirando la Saeta de Fuego en la tienda.

— Ya ¿Te gusta el Quidditch?

— No exactamente. — rié la rubia — y tú, ¿Tambien perteneces al equipo como Potter?

Hermione negó.

— Soy buena para otras actividades. El vuelo no es lo mío — admite haciendo una mueca.

— Una lastima, Granger — se lamenta Nymeria. Hermione rié.

— ¿Por qué tanta formalidad? Solo dime Hermione, siento que vas a bajarle mil puntos a mi casa.

— Es una extraña costumbre que tengo, me disculpo — admite Nymeria divertida.

— No sé cual búho elegir. — comenta la castaña observando a las aves. Nymeria levanto la vista hacia arriba encontrandose con un gato color blanco que la observaba sigilosamente con sus profundos ojos azules.

— Creo que ya me adoptaron — Nymeria sonrio ampliamente, Hermione miro al gato y después a la chica.

— Son el uno para el otro — dice la castaña felizmente.

— ¡No, Crookshanks, no! — las dos miraron hacia el mostrador, un gato color canela se lanzó en dirección a Scabbers.

El gato color blanco salio también disparado en dirección al mostrador, pero la rata fue más rápida y salio corriendo por la puerta.

— ¡Scabbers! — grito Ron. Corrió detrás de la rata y Harry lo siguió. Ambas jóvenes se miraron y caminarón hasta el mostrador.

— ¡Hey, ven aquí bonito! — llamó Nymeria al gato color blanco, mismo que acudió a ella inmediatamente, lo tomó en sus brazos y acarició su pelaje. — ¿Qué sucedió?

— Crookshanks se alteró — comentó la bruja acariciando la cabeza del gato. — Fue un poco extraño.

— ¡Es precioso! — exclamó Hermione acercándose al gato. — ¿Verdad que si?

Nymeria simplemente asintio, el gatito realmente no era muy agraciado, sintió la intensa mirada azul del gato que llevaba en brazos. Para gustos, los colores, pensó.

— Lleva mucho tiempo en la tienda, al parecer nadie quiere adoptarlo. — Comentó la bruja.

— Pues no esperará más tiempo, yo me lo llevaré — sonrio ampliamente la castaña.

— Yo llevaré conmigo a este pequeño, esperemos que Syrax no se ponga celosa. ¿Tiene un nombre? — pregunto Nymeria.

— Arrax. — respondió la bruja.

Apenas salían de la tienda cuando se encontraron a Ron y a Harry, quienes volvían de buscar a Scabbers.

— ¿Has comprado ese monstruo? — preguntó Ron.

— Es precioso ¿verdad? — preguntó Hermione felizmente.

Harry la miro dudoso y después miro a la joven de ojos violeta, quien solo negó indicando que no dijera nada al respecto.

— ¿Tú también? ¿No te basta con tener un dragón? — preguntó Ron mirando a Nymeria, quien solo rió.

— Pero que confianza — lo regaño Hermione.

— Arrax me eligió — comentó Nymeria acariciando a su gato. Posiblemente Daenyra la reprendería pero no importaba.

— ¡Esa cosa casi me deja sin pelo! — señalo Ron al gato color canela.

— No lo hizo a proposito ¿Verdad, Crookshanks?

— ¿Qué pasa con Scabbers? — se alteró el pelirrojo — ¡Necesita descanso y tranquilidad! ¿Cómo va tenerlos con esos seres cerca?

— Ni que la rata fuese caviar — susurro Nymeria.

— Eso me recuerda que olvidaste el tónico para ratas — Hermione le entregó una botellita color rojo.

Los cuatro emprendieron camino al Caldero Chorreante. Hermione y Ron peleaban al frente, mientras Harry y Nymeria iban detrás.

— Dime una cosa, Potter ¿Son novios? — preguntó Nymeria en un susurro. El pelinegro rió y después negó.

— No, solo pelean por todo.

— Eso hacen las parejas. — afirmó la rubia. Arrax intento aferrarse a Harry con una de sus garritas — Hey, no hagas eso.

La rubia levanto a su gato y después lo abrazo, sin antes echar un vistazo al cielo.

— Jamás tuve una mascota y Syrax no cuenta. — se apresuró a decir divertida.

— ¿Por qué no me dijiste qué eras...? — se atrevió a preguntar.

— ¿Una princesa? — Harry la miro nuevamente sorprendido — eres el primero que me conoce por lo que soy y no por mis titulos. ¿Te molestó que no lo comentara?

— No, pero lo consideró como trampa, tú si sabias quien era yo. — Nymeria no supo que responder, Harry finalmente se echo a reír.

— Te daré la razón, solo por esta vez.

— No sabía que se podía ser jinete de dragones.

— Es fácil, pero para eso debes saber Alto Valyrio, algunos dicen que debes descender de la sangre Targaryen, pero para ser honesta, solo aparentamos tener poder sobre dragones, sin ellos somos... Como cualquier otro.

— ¿Entonces tu familia no esta conformada de magos? — preguntó Harry.

— No del todo. Gracias a mi abuela que era una bruja, nacío la primera generación de magos Targaryen, yo pertenezco a la segunda. Aun así nuestra sangre esta ligada con la magia, soy una Targaryen mestiza y una bruja mestiza a la vez ¿Qué raro verdad?

— ¿Por qué Targaryen mestiza?

— Al igual que ustedes los magos, los Targaryen se casan entre si para conservar la pureza de la sangre y no perder el control sobre los dragones. Aunque no siempre, ejemplo, mis abuelos.

— ¿Tus padres eran... Familia? — Nymeria dejó escapar una risita y después negó.

— Solo mi madre era Targaryen, mi padre no.

— ¿Tu padre era un mago?

— Hasta donde sé, si. — Harry comprendió y decidió no preguntar más al respecto.

Finalmente llegaron al Caldero Chorreante, en donde encontraron en el bar al señor Weasley leyendo el periódico "El profeta".

— ¡Harry! — exclamo levantando la vista y sonriendo. — ¿Cómo estas?

— Bien, gracias — respondio. El señor Weasley dejó el periódico y Nymeria alcanzó a observar la fotografía de Sirius Black, mirandolos.

— Pero miren nada más, han echo una nueva amiguita — comentó felizmente el padre de Ron.

— Ah si, ella es Nymeria, papá — se adelantó Ron.

— Mucho gusto Nymeria.

— Igualmente señor. — responde la rubia con una sonrisa.

— ¿Aun no lo atrapan? — pregunto Harry mirando el período.

— No — dice completamente preocupado — En el ministerio nos han puesto a todos a trabajar en su búsqueda, pero hasta ahora no se ha conseguido nada.

— ¿Tendriamos una recompensa si lo atrapamos? — pregunto Ron. — Estaría bien conseguir algo más de dinero...

— No seas absurdo Ron — lo regaño — un brujo de trece años no va atrapar a Black. Lo atraparan los guardianes de Azkaban, ya verás.

Nymeria sintió como su sangre se heló al ser mencionados los guardianes de Azkaban, que destino tan fatal. En ese momento entró al bar la señora Weasley cargada con las compras y seguida por los gemelos, Fred y George, y sus demas hijos, Percy y Ginny, la menor de la familia Weasley.

Nymeria comenzo a sentirse algo cohibida por tantas personas, su nivel de sociabilidad estaba por agotarse. Cada uno de los hermanos se acercó a saludar a Harry, a excepción de Ginny, quien apenas susurro un "Hola" y algo colorada se alejó.

— ¿Ahora son amigos de una Malfoy? — bromeó George.

— Buena esa — le siguió Fred.

— Por supuesto es una broma, ¿Cómo te llamas, bella damita? — sonrio George. Harry estaba por responder pero la rubia se adelantó.

— Nymeria, Nymeria Targaryen. — los gemelos se miraron sorprendidos.

— ¿Hablas de "esos" Targaryen? — pregunto Fred.

— Si.

— ¿Pero que hace alguién como tú, aquí? — Pregunto George esta vez.

— Buena pregunta — responde Nymeria con una sonrisa.

— ¿¡Percy, escuchaste!? — grito Fred.

— ¿Qué cosa?

— ¡Es una Targaryen! — grito George, Nymeria simplemente sonrió. Al parecer ellos eran de los que se lo tomaban a bien y no a mal.

— Es genial ¿Verdad? — añadio Ron esta vez. — ¡Dice que tiene un dragón!

— ¡Los Targaryen son unos locos! En el buen sentido, no porque creamos lo que dicen de tu familia — comentó Fred.

— ¿Eres una princesa? Mi señora ¿Como puede hospedarse en un lugar así? — se unió Percy al alboroto.

— ¿Tienes un dragón contigo, ahora? — los ojos de Nymeria se abrieron de par en par y nego rápidamente, comenzando a retroceder.

— ¡Callados todos! La asustan — los regaño la señora Weasley y después miro a Nymeria — Una disculpa dulzura.

— Oh, esta bien señora, me pasa casi siempre — Nymeria volvió a sonreír. — creo que sera mejor que busque a mi madre, permiso y un gusto conocerlos a todos.

Después miro a Harry, Ron y Hermione.

— Los veré el día de mañana.

— ¡Por supuesto Nymeria! — respondió Hermione alegre.

— Mañana nos pláticas más sobre tus dragones — comentó Ron. Nymeria asintió.

— Nos vemos — susurro Harry.

— Claro, Potter — respondió. La rubia camino hasta las escaleras mientras todos se sumian en una charla, Nymeria sintió la mirada de Harry seguirla, pero no era el único que lo hacía, la hermana menor de Ron también la miraba fijamente.

Más tarde, Nymeria esperaba a que su madre Daenyra llegará, desde hacía rato que había salido ¿Debia preocuparse? Si, definitivamente, Drogon se quedó en Pozo Dragón, por lo que Daenyra no iba acompañada de su Dragón.

— Ya vuelvo Arrax — el gato maullo quedandose sentado cerca de la ventana.

Salio de la habitación y escucho algunas voces, pero no les prestó atención, llegó hasta las escaleras decidida a bajar pero se detuvo justo a la mitad, todo estaba muy oscuro y no podia ver bien, logró distinguir tres voces que provenían del bar. Eran su madre y los padres de Ron. Se quedó completamente pasmada ¿su mamá conocía a los Weasley? ¿En que momento?

Sintió una presencia detrás de ella y volteo para ver de quien se trataba, era Harry, la rubia llevó su dedo índice a los labios, indicando que guardara silencio.

Los dos se quedaron ahí, callados y escuchando todo lo que los adultos hablaban sobre Sirius Black, lo peligroso que era y la razón de que Daenyra estuviera en Hogwarts, había regresado para cuidar y proteger a Harry Potter.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro