Capítulo 1
【Nymeria Targaryen】

La joven Targaryen observó algo aburrida su comida, el lugar donde se hospedarían ella y su madre los siguientes días no era el mejor. Miró con atención sus alrededores, en realidad no podía quejarse mientras pudiera salir a pasear por el Callejón Diagon.

— Termine mi desayuno ¿Puedo salir a dar una vuelta? — preguntó apartando el plato frente a ella.

— Habíamos quedado de ir juntas esta vez Nymeria — la rubia solo hizo un puchero y junto sus manos. — es peligroso que vayas sola. Más tarde cuando este desocupada...

— Pero quiero ir justo ahora — sonrió inocente, Daenyra sabía que no podía borrar la insistencia de su pequeña dragón asintió ante la petición, pues había sacado ese lado curioso y aventurero de ella.

— Esta bien, no vayas muy lejos.¿Entendido? — Nymeria asintió feliz.

Salío de ahí rápidamente en dirección al patio de atrás y después con su varita, golpeo el tercer ladrillo de la izquierda y pronto se abrió un arco en la pared que daba hacia el Callejo Diagon. Amaba esos pequeños momentos de libertad, sin un escolta que la vigilará en todo momento.

Los siguientes minutos los dedicó para pasear y curosear en todas las tiendas, e incluso se compró un delicioso helado de fresa con trozos de chocolate. De vez en cuando le echaba un vistazo al cielo y luego su vista se centraba al frente de nuevo.

Todo aquello le parecía tan maravilloso, casi toda su vida vivió en un castillo y su única compañia en medio de toda su familia era Syrax, su dragona. Por eso desde que ingreso al colegio la extrañaba demasiado.

Continuó caminando animadamente, disfrutando del helado, hasta que una extraña sensación la invadió, se sentía perseguida, volteo por mera curiosidad y efectivamente algo la perseguía desde una distancia aceptable, regreso la vista al frente, no quiso voltear más y apresuró el paso lo más que pudo.

Finalmente echo un vistazo hacia atrás otra vez sin dejar de caminar, aquello que la perseguía parecía dar la vuelta, como si se hubiera dado cuenta de que la asustó.

No alcanzó a ver más porque chocó con alguien, y el helado fue a dar al suelo. Él se sobresalto y volteo instintivamente, quedó sorprendido al verla, pero más ella, quien supo de inmediato quien era. Los dos miraron el helado en el suelo y la rubia simplemente se echo a reír nerviosa.

Al parecer el chico observaba lo que había detrás del escaparate, que no prestó atención de que alguien se aproximaba.

𝐒𝐚𝐞𝐭𝐚 𝐃𝐞 𝐅𝐮𝐞𝐠𝐨

Nymeria sonrio, las escobas dejaron de ser gran cosa para ella cuando se convirtió en jinete de dragones a los ocho años. Aun así, saco su lado más sociable y se ánimo a hablar con el chico.

— Es genial ¿no?.

— Si, es genial. — respondió algo tímido

— Perdona por chocarte — se disculpó apenada.

— Esta bien — la rubia se acercó y con el dedo índice de su mano derecha presiono sobre la famosa cicatriz, causando que él se llevará su mano a la frente.

— Harry Potter ¿Cierto? — Nymeria sonrió.

— Eh si. Soy yo.

— Que honor. Yo soy Nymeria Targaryen.

La rubia se sorprendió nuevamente al no ver una reacción exagerada cuando le dijo su apellido, solía suceder. Se abofeteó mentalmente, pues la reacción de ella al saber quién era, si fue un poco de más, intento borrar lo sucedido abriendo conversación.

— Dime Potter ¿Qué lugares me recomiendas ver? — pregunto divertida. Había visitado aquel lugar varias ocasiones, ninguna para quedarse como esta vez, aun así conocía lo suficiente.

— Ya encontraste la heladería así que...— señalo el helado que la joven había dejado caer, después de unos segundos ambos rieron. — Amm. No te había visto por aquí.

— Mi madre y yo acabamos de llegar. El día de ayer para ser más específica — Nymeria emprendió una caminata y Harry no dudó en seguirla. — será profesora en Hogwarts. Sería estúpido preguntar si ya lo conoces, todos sabemos que ahí estudias y pronto yo también.

— ¿Ingresaras a primer año? — Nymeria rió.

— No, Potter — respondió divertida — tercer año, fui transferida. Estudiaba en Francia, pero ahora que mi madre trabajara aquí, he venido con ella.

— Dejame adivinar. ¿Defensa Contra las Artes Oscuras?

— No. —  después miro al chico, quien trataba de adivinar la materia que impartiría la madre de Nymeria, pero ¿Cual podría ser?

— ¿Historia de la magia? — pregunto dudoso. Nymeria negó.

— Sería muy aburrido venir desde muy lejos para eso — dijo la joven divertida.

— Te doy la razón, tenía la ligera esperanza de que el profesor Binns dejara la materia, pero es un fantasma no creo que lo haga. — Harry ríe y Nymeria lo miro nuevamente algo sorprendida.

— ¿Tienen un profesor fantasma?

— Si, no es tan genial como suena, todo mundo se duerme con excepción de Hermione.

— Ya veo — la rubia se echa a reír. Mientras siente la mirada de Harry, quien también sonríe. — ¿Qué?¿Tengo algo?

— Tus ojos, son violetas. Eso es...

— Ah, si. Mis ojos, es por mi ascendencia Valyria. — Harry no supo que decir, ¿Valyria? Nymeria noto su rostro lleno de confusión — se nota que no pones atención en las clases de Historia de la Magia, Potter.

Harry negó divertido.

— Para eso tenemos a Hermione ya te lo dije, es la única que presta atención. Por cierto ¿En que casa estarás?

— Aun no lo sé, tendré que ingresar con los de primer año a la ceremonia de selección. ¿Qué casa me recomiendas, Potter? Me dijeron que el sombrero toma en cuenta la opinión personal.

— Gryffindor. — respondió Harry rápidamente.

— Yo había pensado Ravenclaw, pero Gryffindor suena bien, veamos que decide el sombrero. — comentó Nymeria mirando nuevamente hacia el cielo. Harry la imitó pero no percibió nada, solo vio a la chica sonreir divertida.

— ¿Sucede algo? — preguntó extrañado, Nymeria negó.

— Prometo que si quedó en Gryffindor te lo contaré — Harry asintió.

Ambos pasaron el resto del día hablando y riendo. Nymeria le preguntaba curiosa sobre cómo era vivir con Muggles, Harry omitió por completo como lo trataban los Dursley, no quería que la chica sintiera lastima por el. Asimismo hablaron sobre Quidditch, pues ella presumió ser excelente en vuelo e incluso la ánimo a unirse al equipo. Cuando Harry se percató de que era un poco tarde, decidió volver. No quería hacerlo, debido a que Nymeria hizo de su paseo un momento ameno, pero la volvería a ver en Hogwarts, rogaba mentalmente para que quedará en Gryffindor.

— Oye, debo volver...

— Ah, cierto Sirius Black anda suelto —susurro Nymeria.

— Si, ¿Sabes algo?

— No mucho, mi madre no ha querido contarme los detalles, pero creo que es la razón por la que hemos venido.

— ¿En serio? — la rubia asintió. — Amm, si quieres puedo acompañarte, ya me las arreglare para regresar al Caldero Chorreante después...

— Oh, gracias Potter, pero también me hospedó ahí.

— Genial — susurro.

— ¿Nos vamos? O ¿Te quedaras ahi? — Harry asintió y la siguió nuevamente.

Cuando llegaron al Caldero Chorreante, la madre de Nymeria ya la esperaba en el bar algo preocupada, pues no la habia visto llegar en todo el día.

— ¿Dondé estabas? — le preguntó en cuanto la vió llegar.

— En el Callejón Diagon, ya te lo había dicho, además hice un amigo — señalo a Harry con la cabeza. El chico saludo sintiéndose intimidado por la madre de Nymeria.

No era muy alta, pero su miraba color violeta era imponente, tenía cabellos plateados al igual que su hija, mismos que la hacían lucir una piel más pálida de lo que en realidad era. Su rostro serio cambio de pronto, y lo miro con una sonrisa.

— Es el niño que vivió mamá — dijo Nymeria sonriente.

— Por supuesto que se quien es. — después se dirigió a Harry — conocí a tus padres durante mi estadía en Hogwarts, Lily fue una gran amiga mía.

— ¿Estudiaste en Hogwarts? — Daenyra asintió.

— Si, fui una valiente Gryffindor.

— ¿Por qué no lo sabía?

— Jamás me lo preguntaste — Daenyra esquivo la pregunta como si no fuese nada, pero eso generaba aun más dudas en su hija sobre un tema en específico. — Me alegra mucho que se hayan echo amigos. Un gusto Harry.

— Igualmente señora.

— Oh, no. Dime Nyra solamente, soy joven aun. — Harry asintió divertido. — bueno los dejó, te veo arriba, Nymeria.

Daenyra los miro por última vez y posteriormente se fue dejándolos solos.

— Oye, aún no tengo mis materiales ¿me acompañarías a comprarlos? — preguntó la rubia.

— Si, de echo también me hacen falta algunas cosas cosas.

— Bien, te veo después Potter. — Nymeria le sonrio y después camino en dirección a las escaleras.

— Te veo después Nymeria — susurro Harry, quedando completamente maravillado por la joven Targaryen.