╰►¿ME EXTRAÑASTE?; TRES

PODRÍA HABER OCURRIDO DE CUALQUIER OTRA FORMA, reunirme con mi hermano de nuevo tenía tantas formas de suceder y el destino quiso que ocurriera de la forma más estúpida posible.

-¿Necesitas llevar tanta ropa? no estaremos tanto tiempo allí- habló el chico a mi lado mientras yo seguía metiendo prendas a mi maleta.

-¿"Estaremos"? - pregunté con burla- yo iré, tú regresarás a Gotham y le darás las gracias a Bruce por el mensaje, mientras Dick y yo nos encargamos del asunto ¿Capiti? - cerré mi maleta y la llevé a la sala con el chico pisándome los talones- De todas formas ¿Cómo me encontraste?

-El rastreador- respondió con molestia.

-¿Rastreador? ¿Qué maldito rastrea...? - iba diciendo con sorna, pensando que estaba jugando cuando recordé que en efecto podría tener un rastreador conmigo.

Palpé mi brazo en un inútil intento por sentir donde se encontraba.

-Entonces si recuerdas que tienes un rastreador- se lanzó a mi sillón- ¿Quieres encontrar a Dick? necesitas mi ayuda, lo cual significa que voy a ir contigo- sonrió con superioridad- Además recuerda que aún no te he dicho porque estoy aquí. Bruce me dio órdenes de no decirte nada hasta que estuviéramos con Dick.

Me di la vuelta dándole la espalda apretando la mandíbula sabiendo que tenía razón. No sólo en que jamás había intentado localizar a Dick así que no sabía su paradero, sino también en que no sabía ni porque estaba empacando mis maletas para ver de nuevo a mi hermano, lo cual significaba que necesitaba de ese estúpido y molesto individuo.

El hecho que Lydia hubiera ido por su equipaje a su departamento no me ayudaba mucho para mantener la calma junto a aquel chico y si la chica no aparecía pronto probablemente Jason terminaría con la nariz y un brazo roto. Sabía que no tardaría tanto porque vivíamos en el mismo edificio, pero cada segundo a solas con él me ponía cada vez más de mal humor.

-¿Ya nos vamos? - preguntó Lydia entrando convenientemente al departamento.

-Espera ¿Ella también va a ir? - preguntó el chico con molestia a penas enterándose de que Petrova nos haría compañía- Sin ofender, pero tres es multitud. Además, está es una misión súper confidencial y...

-¿Y quién evitará que mi chica te mate en el camino si no voy? - interrumpió la chica tomando una manzana de la barra.

-¿Entonces a mí me querías devolver a casa, pero ella...? - comenzó a reprochar.

-Jason ¿A caso tu jamás te callas? - dije sin pensarlo en un tono de frustración. Grave error.

-Jamás te dije mi nombre...

En efecto en ningún momento de su estancia me había dicho su nombre, pero no había lugar ni tiempo para la historia del porqué sabía su nombre.
Antes de que Jason pudiera hacer otro comentario tomé mi maleta y salí del departamento.

-¿Cómo demonios sabes su nombre? - cuestionó Lydia llegando a mi lado.

-Larga historia, luego te cuento- respondí para no tener que responder en aquel momento.

℘

El camino a encontrarme con mi hermano se volvió algo pesado. De no haber sido por el hecho de que Lydia estaba a mi lado habría sido mucho peor.

-¿Tú hermano sigue siendo igual de apuesto? - habló mi amiga sacándome de mis pensamientos. Al instante le di un golpe en el hombro- ¡Hey! sólo juego, llevas todo el camino con cara de estar oliendo mierda.

-Tal vez porque justo detrás de mí hay un pedazo de ella- mascullé sacando mi celular- Winn quiere saber cómo va el viaje.

-Dile que sería mejor si vinieras con él- respondió con una sonrisa sin quitar la vista del camino pues ella era quien venía manejando.

-¿Quién es Winn? - interrumpió Jason asomándose en mi hombro- ¿es tu novio?

Empujé su cara con mi mano recargando su espalda de nuevo en el asiento sin decir palabra y contesté el mensaje de mi amigo diciéndole que todo iba bien. Apagué mi celular y me giré para poder dormir una siesta, esperaba poder dormir todo el camino para evitar perder la cordura y lanzar a Jason del vehículo.

Cuando llegamos Lydia me sacudió un poco para sacarme de mi sueño.

-¿Es aquí? - pregunté tallando mis ojos.

-Aquí lo marca el rastreador- confirmo Jason- es mejor que el lugar donde dice que durmió.

-¿Qué haces? - cuestionó Lydia al verme sacar mi traje e ignorando el comentario de Jason.

-Es por si acaso. Algo me dice que mi hermano no estaría en un lugar cómo este sin razón alguna. - por el espejo retrovisor miré a Jason- Afuera, me voy a cambiar. - de mala gana salió del auto y para cuando acabé entró de nuevo- Te quedas aquí, es una orden- antes de que pudiera replicar salí del auto.

Lydia salió detrás mío y antes de que pudiéramos dar un paso más presenciamos como personas uniformadas subían por el techo del edificio. Atónitas cruzamos la calle corriendo y para cuando ellos entraron al lugar atravesando las ventanas apresuramos nuestro paso.

-Lydia, tu gancho- dije intentando no sonar tan desesperada.

La castaña sacó su gancho y lo disparó al cielo donde se enganchó en el techo del edificio. Tomándome por la cintura ambas fuimos atraídas al final del garfio y antes de llegar a donde terminaba la cuerda atravesamos la ventana.
Dick se encontraba demasiado ocupado peleando con dos hombres que ni siquiera notó mi llegada.
Lydia aterrizó repartiendo golpes a cualquier ser humano que se acercara y antes de que alguien pudiera abalanzarse sobre mí ella tomaba partido y lo evitaba.

Mi hermano ahora se encontraba combatiendo con tres uniformados. Uno de ellos dispuesto a dar un golpe en su rostro mientras Dick estaba ocupado con los otros dos levantó su brazo y antes de que pudiera impactar con mi él me atravesé e intercepte su puño con la palma de mi mano, para cuando doble su muñeca rompiendo su hueso otro uniformado más me tacleo. Ya en el suelo el hombre me apuntó con su arma, la cual de una patada mandé al otro lado de la habitación y levantándome de un saltó lo derrumbé de un golpe que lo dejó de rodillas. Él intentó derribarme desde su posición, pero lo tomé de la cabeza y usando su hombro de soporte lo dejé en el suelo por completo.

Parecía que entre más acabáramos con algunos más llegaban. Entonces vagamente escuché el sonido de algo pequeño y de metal cayendo al suelo y enseguida la habitación se empezó a llenar de humo. Luego se escucharon quejidos de dolor y para cuando aquel humo terminó de expandirse por toda esa habitación la imagen de Jason con su traje de Robin y una estúpida sonrisa se hizo visible.

-Wow, Dick Grayson en persona- dijo acercándose a mi hermano- gusto en conocerte, soy el nuevo...

-¿Qué parte de "¿Quédate en el auto, es una orden" no entendiste, idiota? - dije levantándome de un salto.

-¿Quién crees que eres para darme órdenes? - respondió con una sonrisa burlona, acercándose peligrosamente a mí.

-¿Tú quién crees? La hija de tu jefe- respondí acercándome más a él- y la persona que pateará tu miserable trasero si vuelves a desobedecer una orden, niño idiota.

-¿Y cómo les iba antes de que apareciera? ¿eh?

Dick se interpuso entre nosotros dos sin decir palabra antes de que Jason pudiera acercarse más y me miró a los ojos, como lo hacía cuando de pequeña me caía y me lastimaba: con ternura y preocupación.

-¿Me extrañaste? - fue lo único que alcance a decir antes de que mi hermano me envolviera en sus brazos.

Definitivamente yo lo había extrañado, pero después de que él me había abandonado no podía demostrarlo.
Me separé de él sin expresión alguna.

-Tenemos que salir de aquí- dije mirando en dirección de Lydia, quien se limitó a mirar la escena. Ella asintió y dirigiéndose a la ventana recuperó su garfio volador y siguió con su camino conmigo detrás de ella.

Estúpido destino, estúpido Dick y sobre todo estúpido Jason.