—Hemos enviado a varios batallones a las ciudades más grandes del reino como lo son Seúl, Busan, Daegu, Suwon, Gwanju e Incheon, las ciudades más pequeñas como Ulsan, Ansan, Yeonju y Jeju son cuidadas por compañías relativamente grandes -respondió Jihyo, está caminaba detrás de las emperatrices, la emperatriz Soojin le había hablado de una cámara oculta en el castillo que les ayudaría a proteger todo el continente- ¿Qué es lo qué contiene está habitación secreta?

Soojin estiró el brazo que llevaba la antorcha encendida, llegando hasta la pared más alejada de todo el castillo, la que daba al jardín trasero.

—Una especie de escudo -respondió Soojin, está tocó algo en la pared, y mágicamente los ladrillos que estaban allí se movieron, dejando una especie de hueco en la pared como entrada, Soojin les hizo señas a Shuhua y a Jihyo para que la siguieran- Mi madre pensaba mucho en la seguridad de su pueblo, y ante los peligros que representaba el mundo exterior creó esto.

Tras caminar unos cuantos metros las tres mujeres llegaron hasta un salón oculto. Allí había una enorme mesa de piedra negra pulida y trece tronos de oro, todos dispersos a lo largo de esta. Soojin apagó la antorcha y aplaudió, haciendo que una especie de linternas eléctricas muy antiguas se encendieran, iluminando toda la habitación. Jihyo vió todo esto con una expresión de sorpresa, más aún cuando vió los trece cuadros que estaban allí colgados.

—Esta era la antigua sala del trono, el lugar donde se proclamó la creación del Reino de Báltica -respondió Soojin, luego dirigió su mirada a la piedra alargada en forma de podio- Los cuadros que ves aquí colgados son los de mis padres y mis hermanos, la dinastía Seo -dijo, señalando cada uno de ellos y diciendo los nombres de ellos- Im Giselle, Yoo Joohyun, Hirai Yeonjun, Minatozaki Roseanne, Park Jongin, Myoui Karina, Kim Changbin, Son Chaeyoung y Zhou Yizhou, cuando fuimos exiliados todos ellos cambiaron sus apellidos para evitar la persecución, dieron un golpe de estado y fundaron el Reino de Seúl... Todo eso ya lo sabes.

Jihyo asintió, luego está señalo a los tres cuadros más grandes. —Reconozco a la mujer del centro -esta dijo, la mujer en cuestión, de cabello azabache y ojos carmesí se asemejaba a su amiga T/n, solo que con sus facciones más maduras- Es Park Minjeong, o mejor dicho, Seo Minjeong.

—En efecto, ella es mi madre -Soojin confirmó las palabras de Jihyo- El hombre a su izquierda es Seo Arak, mi padre -dijo, señalando al hombre de cabello azabache, luego señaló al último cuadro- Y ella es mi hermana mayor, Seo Yeeun.

—Una familia bastante numerosa -bromeo Shuhua, las demás rieron también.

—Jamás creí que la historia de mi familia tuviera un inicio tan... Trágico -dijo Jihyo, Soojin sonrió totalmente comprensiva- ¿Cómo eran ellos?

—Ellos eran... La mezcla perfecta entre lo decisivo y lo narcisista de mi madre y lo valiente y altruista de mi padre -respondió Soojin mientras se acercaba al podio- Tu ancestro, Jongin, era el más valiente de todos -aseguró- Es por eso que el clan Park fue el primero en tomar el trono del reino, Jongin fué quien nos exilió y el que se enfrentó a las amenazas del exterior.

—Deberias de escribir todo eso -dijo Jihyo mientras se acercaba a Soojin- La historia del reino está incompleta, por no decir que literalmente no hay nada relacionado a ello, solo la creación de los nueve clanes -aseguró Jihyo, Soojin asintió- Tal vez cuando acabe todo esto...

—Si eso es lo que deseas lo puedo hacer -respondió Soojin- Shuhua, cariño, ¿Podrías venir un momento?

La pelinegra dejó de ver los cuadros de las personas que eran sus "cuñados" para acercarse a su esposa. Soojin le pidió que pusiera su mano junto a la de ella, para así poder activar el mecanismo de defensa.

Rápidamente la habitación se iluminó con una luz azul algo cegadora. Rápidamente esta desapareció, yéndose tan pronto como llegó. Jihyo miró todo de manera curiosa, preguntándose sobre que demonios era eso.

—Por si te lo preguntas, esto es una especie de barrera -dijo Soojin calmando la duda que Jihyo tenia- Antiguamente se acostumbraba a crear con magia enormes campos de fuerza que rodeaban el área que se deseaba proteger. Una barrera invisible que evita que los ataques enemigos entren por un periódico corto o largo de tiempo mientras se crea una ofensiva y un contraataque. Por eso le pedí a Shuhua que pusiera su mano junto a la mía, mientras ambas estemos vivas la barrera será impenetrable.

—¿Y está barrera será...?

—Permanente -respondió la emperatriz mayor- La invasión que el emperador Jungkook planeó junto a los demás líderes de Europa dará inicio en un mes exactamente. Ellos han perdido el factor sorpresa, así que cuando decidan atacar nosotros ya los estaremos esperando. No podemos permitir que millones de inocentes mueran en una guerra otra vez, haremos todo lo necesario para evitar que se repita la misma catastrofe de hace dos mil años.

—¿La Gran Guerra Magica? -preguntó Jihyo.

Las dos emperatrices asintieron.

—La última vez murieron millones de soldados y cientos de miles de inocentes, entre ellos el rey Arak, la reina Minjeong y la princesa Yeeun. Además... Casi perdemos a nuestra hija -musitó Shuhua- Al nosotras vivir durante tanto tiempo hemos visto como el mundo a nuestro alrededor se ha sumido en incontables conflictos y numerosas guerras, hemos visto como la vida puede ser arrebatada tan fácil. No queremos que algo así vuelva a suceder después del final de la segunda guerra mundial -dijo- Por eso decidimos salir de nuestro auto aislamiento, para enseñarle al mundo que la guerra solo trae más guerra, muerte y destrucción.

—T/n me ha dicho que van a traer a una buena parte del ejército escarlata para proteger al continente, ya que pues... Nosotros no contamos con una buena milicia -dijo Jihyo avergonzada- Es ahora cuando me arrepiento de nuestra política de neutralidad y pacifismo.

—Una ideología digna de admirar -aseguraron ambas emperatrices- No te preocupes, nosotras nos haremos cargo del trabajo sucio.

En ese momento Jihyo se sintió agradecida de haber recibido la visita de T/n y de ambas emperatrices. Si antes no se sentía lista para la guerra ahora pensaba que estaba más qué preparada.

Solo esperaba no tener que llegar a tales extremos.

Psdt: los lugares señalados en el mapa (con el puntico rojo) es donde se ha desarrollado y en dónde desarrollará la mayoría de la trama de la historia uwu