𝐇 𝐰 𝐚 𝐚 火 - 16
Ciudad Jeon, Imperio de Sendai
-Todos los demonios de ese continente murieron durante la guerra, es poco creíble que hayan sobrevivido más de dos mil años en total aislamiento -musitó el consejero del emperador, Kim Namjoon, quién señaló con la punta de su dedo a un mapa bastante viejo, allí estaba el continente de Hwaa- Lastimosamente no hemos podido corroborar eso, durante siglos todos han tratado de establecer contacto allí, pero siempre regresan sin encontrar nada o simplemente no vuelven.
-¿Y entonces? ¿Solo nos vamos a dejar llevar por historias de marineros y de rumores que fácilmente pueden ser mentira? -agregó otro de los consejeros, Kim Seokjin- Es inaceptable.
Todos estos hicieron silencio, fijando su mirada en el hombre qué aún después de tantas gotas seguía viendo a aquella estatua de bronce en medio del jardín. Jungkook suspiro dándose la vuelta.
-Los libros y diarios que han estado en poder de mi familia hablan de enormes criaturas envueltas en fuego, causando cataclismos y estragos a su paso -este dijo, luego comenzó a caminar alrededor de la mesa, viendo a cada uno de sus seis consejeros- No sé qué tan cierto es que durante la guerra siete dragones hicieron mierda a nueve ejércitos de más de cuatro millones de soldados, puede que sea una simple suposición, pero hay registros de aquella época que aún se conservan y que demuestran que aquellos soldados murieron calcinados hasta quedar hechos cenizas o que sufrieron de múltiples quemaduras de tercer grado en una buena parte del cuerpo, sea lo que fuese, hay algo de real en esa fantasía.
-¿Y creer en cuentos de hadas? -habló otro de los consejeros, Park Jimin- Hemos estado dejando vivir a sus anchas a la estirpe coreana, hemos dejado que avancen en su poderío militar, los hemos dejado prepararse para una guerra que puede estallar en cualquier momento.
Todos asintieron a las palabras del hombre rubio, y con algo se seriedad combinada con miedo miraron al emperador.
-No podemos simplemente ser los primeros en lanzar la piedra y atacar, la reina Park podrá ser pacifista, pero no creo que sea un ángel -este dijo, respondiendo a la incógnita del concejal- Aún no tenemos un motivo que sea convincente para atacar, pero lo tendremos. También nos hemos estado preparando, solo es cuestión de tiempo.
Finalmente uno a uno de los concejales fueron dejando el salón, dejando al emperador solo, quién como al principio estaba mirando por la ventana hacia el jardín.
El libro que estaba abierto en la mesa de centro se sacudió levemente con la ráfaga de viento que entró al salón, dejando el libro abierto en una hoja en específico.
"El cielo oscuro, que era iluminado por las ráfagas de fuego provocadas por los proyectiles de nuestro ejército dejaron un rastro de humo a su paso. Aquellas grandes bolas cubiertas de fuego caían al suelo, aplastando a los soldados imperiales que habían allí. Tales ráfagas golpeaban inútilmente a la majestuosa criatura de color carmesí, la bestia, de enormes cuernos y ojos flameantes había destruido todo a su paso, con sus puños cubiertos de fuego provocaba desastres a su camino, entrando de tal magnífica y destructiva manera al campo de batalla".
El libro, que detallaba de una manera terriblemente precisa la Gran Guerra Mágica relataba la última batalla de la guerra.
"Los soldados estaban atónitos viendo con temor a la criatura que avanzaba sin resistencia ni oposición, luego, en medio de un estruendoso temblor, la bestia alzó sus puños cubiertos de fuego, al momento de dejarlos caer la tierra crujió, e, increíblemente, separó la tierra en dos bajo sus pies, dejando una devastación tras de si."
Jungkook no tenía miedo de lo que Park Jihyo podía lograr con su ejército o con las cosas extrañas que sucedían allá, no, lo que a él le preocupaba era que las leyendas cantadas y escritas por sus antepasados fueran ciertas y que ese demonio al que tanto le temían fuese real.
"La destructora de hombres. La devastación escarlata"
De regreso en Seúl...
-¿Hace cuanto no visitabas el continente? -Chaeyoung preguntó mientras caminaba a un lado de la azabache por los puestos comerciales del reino, la más baja le estaba dando una especie de recorrido guiado por los alrededores del palacio, dejando asombrada a la azabache por la hermosa arquitectura de la ciudad- Muchas cosas han de haber cambiado desde entonces.
-Algo así -respondió T/n, viendo frente a ella como un hombre fabricaba dulces de manera artesanal, Chaeyoung sonreía al ver a la azabache concentrada- Llevaba décadas sin ver este tipo de cosas.
-¿Lo artesanal?
-Desde la implementación de las máquinas en la industria los trabajos hechos de manera artesanal dejaron de ser necesarios, creo que fué en... ¿1776? Cuando ví por última vez a alguien haciendo dulces de este tipo -dijo T/n, dejando atrás al puesto del agradable señor, Chaeyoung sonrió y siguió el paso de la mayor- La última vez que estuve aquí la gente del reino aún no habían descubierto los motores de combustión y la electricidad, apenas estaban dominando el hierro de hecho -dijo- Creo que fue en...
-En el año 1099 -expresó la más baja, T/n la miró sorprendida mientras asentía- Se de historia, no preguntes.
-Bueno, desde ese año no he estado por aquí, hasta hace unas semanas aproximadamente -respondió la azabache- Muchas cosas han cambiado, pero la escencia sigue siendo la misma -dijo- El palacio aún conserva la estructura original que mi abuela diseñó, es como... Cómo regresar en el tiempo.
-Bueno, entonces debemos de seguir adelante, aún hay muchas cosas que ver y hacer.
Finalmente ambas chicas siguieron con su camino, recorriendo la ciudad que estaba a las orillas del palacio.
T/n solo se limitó a seguir a Chaeyoung con una sonrisa en su rostro.
Ciudad capital de Siberia, Palacio de la familia real Jeon, Reino de Siberia
-Si Soojin y Shuhua han hecho las cosas bien ya han de haber firmado una alianza con la reina Jihyo, dentro de poco estaremos recibiendo noticias de ellas -musitó Soyeon leyendo algo en su teléfono, luego levanto su vista para ver a las otras- ¿Qué haremos después de eso?
-Hasta dónde sabemos en un mes aproximadamente tenemos que tener listos a por lo menos siete millones de soldados, y ya saben todo lo que conlleva movilizar a tantos soldados -respondió Yuqi a la pregunta de su esposa, Soyeon suspiró- La última vez que preparé a tantos soldados la reina Minjeong aún vivía. Que locura.
-¿Y por qué tanta gente? ¿No es algo exagerado? -preguntó Miyeon, está estaba sentada frente a la mesa de centro, anotando algunas cosas en su diario- No tiene sentido.
-Soojin desea proteger a todo el reino de Seúl de la invasión que los idiotas de Europa y Bosco están planeando, siete millones de soldados es un número algo elevado pero necesario para cubrir una operación así -respondió Minnie, las demás asintieron- También debemos de tener listos todos los aerotransportes.
-Por fin un poco de acción, ya me estaba aburriendo de estar aquí sentada haciendo nada -musitó Yuqi riendo, recibiendo la negativa de su esposa y sonrisas burlonas por parte de Miyeon y Minnie- ¿Qué? Ya era hora. Llevabamos mucho tiempo viviendo bien.
-En todo caso, ni Shuhua ni Soojin desean iniciar una guerra, pero, no se descarta la posibilidad de que algunos enemigos lleguen hasta las costas del continente, cuando se enteren de que en realidad Hwaa no está deshabitado vendrán a atacarnos -dijo Minnie a Yuqi- Solo en ese hipotético caso podrás tener esa acción que tanto quieres -luego la leona de Lion miró por el enorme ventanal como los copos de nieve caían- The winter is coming.
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