Ciudad Jeon, Imperio de Sendai

Las preocupaciones y las malas noticias no eran ajenas al hemisferio oriental del mundo, tanto en los continentes de Europa y Bosco corrían de boca en boca los rumores de colosales criaturas de hierro y fuego que circundaban en los océanos adyacentes de la costa de Báltica. La creencia popular hablaban de monstruos marinos del pasado que no estaban extintos, otros creían que eran bestias apocalípticas que profesaban el final de los tiempos. Para otros simplemente eran creencias estúpidas de los marinos, que al estar tanto tiempo en el mar alejados de cualquier indicio de humanidad cercana habían caído en la locura, sea lo que fuese los rumores se esparcen tan fácil como el fuego en la pradera seca, y estos, por obvios motivos, habían llegado hasta los oídos de gente poderosa.

Todos los líderes mundiales, a excepción de unos cuantos habían sido citados a una reunión secreta en la capital del Imperio de Sendai, ciudad Jeon, en este lugar se estaba llevando a cabo la reunión de dirigentes máximos de todas las naciones que tenían lazos comerciales, culturales y demás con el Sendai.

En un gran salón, rodeando una de las mesas redondas más grandes jamás contruidas estaban sentados reyes, reinas, emperadores y primeros ministros de todo el mundo, gente de todo tipo de clases estaba allí, siendo el emperador Jeon el que estaba a la cabeza del grupo. El ambiente era pesado, casi pudiendo cortarse con el filo de una hoja de papel.

—Los rumores indican que podría tratarse del prototipo de un nuevo portaviones de la marina de Seúl, no necesariamente tiene que ser un puto dragón -musitó con sorna el zar de Moscovia, Pedro- Hace siglos atrás dejamos el excepticismo de la era oscura, creer nuevamente en dragones atrasaría nuestro razonamiento de lo que es real y la fantasía por lo menos unos mil años. Si no es más.

Varios de los presentes asintieron.

—La época medieval significó un retraso en la evolución de la sociedad, y como lo dice el zar Pedro volver a creer en cuentos infantiles creados por marineros ebrios es inaceptable -dijo la duquesa de Austria, Annie de Habsburgo.

—Tambien es inaceptable creer que una nación tan retrasada como el Reino de Seúl tenga los recursos suficientes para crear un nuevo portaviones que podría dejar en ridículo a un destructor -explicó el primer ministro de Germania, Bayern Böhm- En Seúl solo hay idiotas, discipulos, científicos y filósofos.

—¿Entonces dices que la escoria coreana no es capaz de hacer tal cosa? -dijo con desprecio el primer ministro de Kiev, Stanislaw Hiraikiev- Recuerden quién fue el primero en lanzar una puta nave al espacio.

La forma de hablar del primer ministro hizo que más de uno se sintiera incómodo, para nadie era un misterio que para la mayoría de la gente en Europa los habitantes de Báltica eran una escoria, una especie de "infrahumanos", varias miradas recayeron en el emperador Jeon, quién veía desinteresado el debate que ocurría frente a él. Luego una tos bastante fingida resonó en el lugar.

—Les pediré un poco de respeto sobre la manera de como se expresan sobre la reina Park y su gente -musitó seriamente el rey del Reino de Beijing, Wang Jackson- No les tengo que recordar a ustedes que la mayoría de naciones y de razas provienen de Báltica.

—Que usted tenga los ojos rasgados cómo esa escoria no le da el derecho de exigir tales cosas, Jackson -y por primera vez en toda la reunión el emperador Jeon habló.

—Le recuerdo que Sendai antes de ser un imperio fue una colonia de Corea, Jungkook, no por nada usted también tiene los ojos rasgados cómo el rey Jackson o como yo -dijo el emperador de Hiroshi, el emperador Haruto, este se sentó recto y se acercó al micrófono- La verdadera preocupación que todos deberíamos de tener son los rumores que hablan de Nihon, no de lo que una mujer increíble como Jihyo está haciendo para proteger a su gente de gente como ustedes.

Finalmente desperté de dar ciertas miradas de odio el emperador Haruto salió de la habitación dando un portazo, y si el ambiente era tenso ahora estaba peor. Jungkook tosió y se sentó recto.

—Presumir de los orígenes de mi familia no es algo que me guste, pero bueno, no es lo que verdaderamente importante -este dijo- Tal cuál dijo Haruto, entre mis soldados corren rumores de Nihon, no seré si son ciertos o no, no me importa, lo que me preocupa es que de ser reales nos estamos enfrentando a una gran amenaza.

Una risa burlesca resonó grupalmente.

—Nihon es un continente estéril, tóxico, lleva deshabitado más de dos milenios, ¿Por qué si quiera fijarse en eso? -expresó el ministro alemán- Es una estupidez.

—De hecho, no es Nihon, es Hwaa -expresó el rey de Hokkaido, este se había mantenido en silencio durante todo el tiempo, la sala hizo silencio cuando esté hablo, luego carraspeó- El emperador Jeon tiene espías en todo el continente, y aunque ha sido difícil se ha logrado tener gente cerca del palacio en Seúl, la capital. Y... Bueno... Los rumores... Son más que reales.

—¿Y por qué deberíamos de creer eso?

—Por que en Báltica hay una mujer que es exactamente igual a la estatua que está afuera.

Luego todas la miradas fueron a dar al enorme ventanal, todos veían que afuera en el medio del jardín había una estatua de bronce finamente pulida y cuidada, la estatua pertenecía a una mujer de cabello negro, de estatura prominente y de unos penetrantes ojos de color rojo carmesí que parecían arder en llamas. Y en sus pies que estaban pisando la cabeza de un soldado, la placa que estaba allí decía que aquella mujer era la temida "Devastación Escarlata".

Ciudad Jeon

La ciudad capital de Sendai, Ciudad Jeon, es la metrópoli más importante a nivel mundial tanto económica como geopolíticamente. Sus más de cuarenta millones de habitantes le dan el título de la ciudad más poblada del mundo conocido. Su nombre se debe al primer emperador de Sendai, el emperador Jeon Sendai. Durante sus más de mil años de historia Jeon ha sido la capital del imperio, siendo sus monarcas la familia de nombre homónimo.

La familia imperial Jeon es descendiente de la familia real Jeon de Hwaa, algunos miembros de los Jeon migraron en una pequeña porción al continente de Hwaa siglos antes de la Gran Guerra Mágica.

Imagen de referencia a la estatua: