Pasado

—Hicimos lo que pudimos majestad, la princesa T/n sufrió de graves quemaduras en la totalidad de su cuerpo, perdió algunas extremidades y su corazón... -el doctor bajo la mirada, enfocando su vista en el suelo- Es un milagro que aún siga viva, ella... Ella pasará a la historia.

El ambiente en la sala parecía haber descendido demasiado en pocos segundos. Soojin miró con desconsuelo a su hija, la cual estaba recostada en su cama, utilizando varios vendajes que cubrían más de la mitad de su cuerpo. Shuhua asintió ante las palabras del médico y con gesto de aprobación le permitía retirarse.

—Ella estará bien -agregó Shuhua con calma, estando junto a su esposa- Sus heridas sanan con rapidez, más de lo que podría ser normal, solo es cuestión de horas para que ella pueda despertar.

La mayor asintió, aceptando el abrazo que la menor le daba de lado, está aspiró su aroma, gracias a este calmando su fuego interior. —Pudo haber muerto -dijo Soojin- Fuimos descuidadas con ella, y si... -suspiró- ¿Y si ella no hubiera sobrevivido?

Shuhua solo pudo ver a su pequeño retoño en la cama, viendo como su pecho bajaba y subía debido a la tranquila respiración de esta.

—Tendriamos que haber aceptado -esta respondió- Pero gracias al destino ella está aquí,  está con nosotras. Y creo que eso es lo que debería de importar ahora.

—Tienes razón -dijo Soojin sonriendo, luego su pequeña sonrisa se transformó en un pequeña mueca- ¿Que debo de hacer ahora?

—¿A qué te refieres?

—Mi madre ha muerto -dijo Soojin- Y no solo eso, aparte de eso, Yeeun, quién era la legítima heredera también murió, ¿Sabes en qué posición me deja eso? -esta supuso, Shuhua asintió- Los ancianos quieren que tome el trono de mi madre, ellos quieren que yo sea la reina de Hwaa.

—¿Y el problema es...? -la menor dijo, causando una expresión de molestia en Soojin, Shuhua rió y abrazo a la mayor más fuerte- Hazlo, aparte de que no tienes más opciones, eres la única en todo el mundo que es capaz de llevar esa responsabilidad. Si Minjeong aún estuviera viva... Ella te habría dicho que aceptarás -dijo- Y créeme, no solo yo pienso eso, Miyeon, Minnie, Soyeon y Yuqi creen que la idea de Yeeun debería de hacerse realidad, teniendo en cuenta que Hwaa fue el único reino que resistió intacto a las invasiones, y que fue quién comando al ejército rojo no creo que eso sea una idea descabellada después de todo.

—¿Hacer de los seis reinos un imperio? -Soojin enarcó una ceja, Shuhua asintió- No lo sé... Si ser reina es difícil, no imagino ser una emperatriz.

Shuhua rió ante el pesimismo de la mayor.

—Cariño, lideraste a más de cuatro millones de soldados, acabaste con los invasores, y has mantenido al continente estable desde la perdida de tu madre y tu hermana, ¿Por qué creés que no serías capaz? -dijo- Sé que puedes hacerlo, y así... Estaré a tu lado, después de todo soy el el mejor apoyo que puedas tener.

—Esa autoestima está muy alta -dijo, cerrando sus ojos mientras reía por lo bajo- Cuando T/n despierte me reuniré con las demás, hablaremos de ello y si es una opción viable se hará.

—Perfecto -aseguró la menor sonriendo, besando con suavidad la mejilla de la mayor- Dahlia será el primer reino en unirse al nuevo imperio, su alteza.

Presente

—¿Y cuando llegan los visitantes?

Jihyo miró a una emocionada Sana, la castaña miraba la costa con deseos de ver a algo acercarse, como un enorme crucero o algo parecido. Jihyo sonrió enternecida, luego dirigió su vista hacia el océano.

—La emisaria dijo que aproximadamente en cinco o seis días en lo que Chaeyoung y Tzuyu terminaban de recuperarse -esta dijo, y Sana asintió- Hemos estado recibiendo señales de radio externas, provienen de Hwaa y según eso son... ¿Mensajes de texto? -Jihyo frunció el ceño- Que decían que llegarían el día viernes al puerto de Busán.

—¿Llegarían? Osea que son varios, ¿No?

—Ni idea, tal vez si -respondió Jihyo- Lo importante es que estamos esperando un barco proveniente de un país que hasta hace unos cuantos días creíamos inexistente. No sé qué esta pasando o el cómo llegué hasta aquí, pero no creo que eso tenga importancia ahora...

—Majestad Jihyo -uno de los soldados que estaba cerca del radar llamo la atención de la pelinegra- Hay una señal en el radar bastante... Inusual -este dijo, haciendo que tanto Jihyo cómo Sana frunciera el ceño- El radar está sufriendo interferencias, según eso hay una enorme mancha que se dirige hacia nosotros a casi ochenta kilómetros por hora.

—¿Eso no es muy rápido? -preguntó Sana, el soldado asintió- ¿Y que podría ser? ¿Un avión?

El soldado negó. —Por su tamaño yo creería que es un destructor muy grande, pero... Sigue siendo inusual.

Luego de quedarsen en silencio mientras pensaban sobre aquella inusualidad, la radio comenzó a sonar bulliciosamente. —Es una solicitud de comunicación.

—Contesta.

El soldado asintió ante la orden de Jihyo y rápidamente tomó el comunicador.

—“Base Marítima S-789 del Reino de Seúl, están entrando al límite de las aguas territoriales del continente de Báltica, reporten sus coordenadas y motivo de entrada, cambio.” -dijo el soldado.

En ese momento la radio hizo estática, segundos después se escuchó una voz bastante conocida para todos los allí presentes.

—“Les habla Lady Zhou Tzuyu, general de la novena flota del reino de Seúl y princesa de la casa Zhou, voy a bordo del Destructor KBS Park Jinyoung del Reino de Seúl, junto a nosotros van el Aéreo transporte H.A.S Leviatán y el H.A.S Dahlia del Imperio de Hwaa, pedimos autorización para atracar los tres navíos en los puertos uno, dos, tres, cuatro y cinco del puerto marítimo de Busán, coordenadas 7.6.543.—9 y 2.8.989.7, cambio.” -Jihyo sonrió al escuchar la voz de Tzuyu y con una seña dió su autorización para la petición.

—Base S-789, tienen autorización de la reina Park Jihyo para ocupar los... ¿Cinco puertos? -Jihyo asintió, y el soldado totalmente sorprendido habló- Autorización dada. Pueden atracar.

Mientras Jihyo sonreía al saber que Tzuyu y Chaeyoung venían sanas y salvas, el bullicio en todo el puerto se hizo presente. La pelinegra no estaba entendiendo nada, pero al ver hacia la misma dirección que Sana -y todos los demás soldados miraban- está pudo comprender el por qué de aquellas reacciones.
En el horizonte estos notaron como de allí iban saliendo de entre las nubes tal cual un mítico dragón, dos objetos colosales se acercaban hasta ellas.  Y abajo, navegando a toda velocidad, un pequeño barco de colores negro y gris (junto a la bandera de su reino) comenzaba a sonar el claxon -o sirena- avisando de su llegada.

La simple imagen de ver cómo tales cosas colosales -que no parecían ser un avión- se asemejaban a uno de los muchos cuentos sacados de los libros de historia para niños. Pronto aquellas bestias detuvieron su avancé, comenzando a descender hacia el océano, en ese instante todos allí supieron el por qué la general Zhou había pedido ocupar todos los puertos, si bien estos eran enormes, aquellas cosas ocupaban el lugar de tres destructores juntos. El emblema de aquellos navios hacia semejanza a la cabeza de un dragón y las banderas de fondo blanco, con un círculo rojo y azul con los símbolos de los cuatro elementos naturales ondeaban en los mástiles, y en el puerto de uno de ellos, gracias a los binoculares que uno de los soldados le proporcionó Jihyo pudo ver a tres mujeres allí de pie, de cabello negro, piel blanca y de ojos carmesí que portaban vestidos negros hacían acto de presencia.

Sin lugar a dudas, y de algo que creían imposible había llegado hasta sus costas.

El Imperio de Hwaa se hizo presente. Siendo increíble tal y como dictaban las antiguas leyendas.